Fondos libios congelados: nuevo golpe al reclamo de 44 millones de euros de Laurent de Bélgica

Naciones Unidas rechazó el descongelamiento de fondos otorgados por el gobierno de Muammar Khadaffi a favor de una ONG del hermano del rey Felipe.

El comité de sanciones de Naciones Unidas rechazó descongelar los fondos libios a favor de la deuda a una organización ecológica del príncipe Laurent de Bélgica, deuda que viene reclamando desde hace años.

La información fue difundida este lunes por el diario belga Le Soir, que indicó que el 29 de enero, un comité ministerial envió una notificación a Naciones Unidas con miras al descongelamiento de estos fondos colocados en Bélgica y bloqueados desde 2011 debido a las sanciones internacionales decretadas contra Libia.

La organización sin fines de lucro Global Sustainable Development Trust (GSDT), del príncipe Laurent, exige el pago de 44 millones de euros por un proyecto de reforestación abortado en Libia antes de la Primavera Árabe tras el fallo a favor del Tribunal de Apelación en 2014.

La justicia belga ya había dictaminado en 2014 que el Fondo de Desarrollo Sostenible Global del Príncipe Laurent (GSDT) tenía derecho a recibir los US$ 44 millones que se le adeudan.

“El hermano menor del rey se quejó en varias ocasiones de que no contaba con el apoyo del Estado belga en sus intentos de recuperar esta deuda de las autoridades libias, a diferencia de otras empresas que fueron compensadas”, indica la prensa belga.

La justicia belga ya había dictaminado en 2014 que el Fondo de Desarrollo Sostenible Global del Príncipe Laurent (GSDT) tenía derecho a recibir lo que le adeudan, pero no se tomó ninguna medida en Bruselas.

El anterior gobierno belga se opuso a este descongelamiento y el príncipe, hermano menor del rey Felipe, se sintió discriminado mientras otras instituciones recibieron apoyo en sus intentos de recuperar las deudas del régimen libio.

El actual gobierno decidió dar seguimiento a la solicitud de los liquidadores de la asociación pero no convenció al comité de sanciones.

“A Laurent se le pidió que plantara árboles en el desierto”

El ex líder libio, general Muammar Ghadaffi, ofreció a la ONG del príncipe Laurent un presupuesto de 70 millones de euros por una “fallida aventura”.

“Se suponía que debía plantar árboles en el desierto de Libia, pero la aventura árabe resultó ser un fracaso para el príncipe Laurent. No es culpa suya, dijo en una entrevista con el periódico en francés Le Soir. Dice que se opuso”, explicó a Monarquias.com el periodista belga Wim Dehandschutter.

A Laurent se le pidió que plantara árboles en el desierto. Además de eso, la intención era establecer un jardín botánico donde científicos de todo el mundo pudieran desarrollar técnicas de plantación”, dice el periodista, quien recordó que el príncipe afirmó que su trabajo funcionaría “al 100 por ciento con energía verde” y que tenía la misión de convertir su emprendimiento en “un escaparate de desarrollo sostenible”.

Laurent “lo dejó todo porque le gustó mucho este proyecto” y ahora afirma que ha perdido entre 11 y 12 millones de euros debido a sus fallidas aventuras comerciales en Libia. “Dice que enfrentó años de oposición, por lo que sus proyectos de vida silvestre estaban condenados al fracaso”, explica Dehandschutter.

Laurent de Bélgica, cerca de ganar una batalla de su larga guerra con el gobierno

El príncipe Laurent de Bélgica se encuentra un poco más cerca de recibir millones de dólares provenientes del gobierno de Libia que reclama desde hace muchos años. El gobierno belga finalmente tomará medidas para garantizar que su fundación obtenga el dinero, que se invirtió en un proyecto de reforestación que el país norteafricano detuvo abruptamente.

La justicia belga ya había dictaminado en 2014 que el Fondo de Desarrollo Sostenible Global del Príncipe Laurent (GSDT) tenía derecho a recibir los US$ 44 millones que se le adeudan, pero no se tomó ninguna medida en Bruselas. El príncipe, hermano menor del rey Felipe, se sintió abandonado por el gobierno mientras otras instituciones recibieron apoyo en sus intentos de recuperar las deudas del régimen libio.

En comunicación con MONARQUIAS.COM el periodista belga Wim Dehandschutter explica que Laurent, de 56 años, inició su movimiento medioambiental en 2006 en Libia por encargo del entonces líder Muammar Ghadaffi, quien le ofreció un presupuesto de 70 millones de euros por una “fallida aventura”.

Se suponía que debía plantar árboles en el desierto de Libia, pero la aventura árabe resultó ser un fracaso para el príncipe Laurent. No es culpa suya, dijo en una entrevista con el periódico en francés Le Soir. Dice que se opuso”, explicó. El derrocamiento de Ghadaffi, la guerra civil y varios cambios de régimen lo obstaculizaron todo.

Laurent “lo dejó todo porque le gustó mucho este proyecto” y ahora afirma que ha perdido entre 11 y 12 millones de euros debido a sus fallidas aventuras comerciales en Libia”. “Dice que enfrentó años de oposición, por lo que sus proyectos de vida silvestre estaban condenados al fracaso”, explica Dehandschutter.

“A Laurent se le pidió que plantara árboles en el desierto. Además de eso, la intención era establecer un jardín botánico donde científicos de todo el mundo pudieran desarrollar técnicas de plantación”, dice el periodista, quien recordó que el príncipe afirmó que su trabajo funcionaría “al 100 por ciento con energía verde” y que tenía la misión de convertir su emprendimiento en “un escaparate de desarrollo sostenible”.

Todo muy noble, si vamos a creer a Laurent, pero pronto vio la desventaja. El príncipe ha sido amenazado y enfrentado a la corrupción en varias ocasiones, afirma él. Un miembro del séquito de un ministro de Gadafi una vez puso una pistola de 9 milímetros sobre la mesa frente a él, para intimidarlo”, explicó el periodista del Het Nieuwesblad.

En 2010, Ghadaffi rompió unilateralmente el contrato porque, según se alega, el príncipe Laurent se negó a pagar sobornos a algunas figuras importantes del gobierno, incluido un ministro. La justicia belga dictaminó que Libia le debía 50 millones de euros en daños, pero se negaron a pagarle. Laurent escribió una carta al entonces primer ministro Charles Michel para ayudarlo a recuperar el dinero. “Esa solicitud cayó mal en la política belga”, dice el experto.

Según Dehandschutter, Laurent está cansado de los problemas con Libia. “Esto ya me ha hecho un daño indescriptible. Quiero que la gente sepa que hice esto con mi corazón y mi alma. En ese momento incluso estaba buscando un apartamento en Trípoli. Dejo que mis hijos aprendan árabe”, firmó el príncipe, que calcular que su aventura libia le causa unos 150 mil euros anuales en pérdidas.

Hasta el momento, el gobierno de Bélgica no quiso hacer muchos esfuerzos por cambiar esa situación para que la fundación de Laurent recibiera el dinero que le corresponde. Sin embargo, el ministro de Finanzas, Vincent Van Peteghem, informó a una comisión parlamentaria que retirará sus objeciones después, entre otras cosas, de haber consultado con los patronos de la fundación. Le pidió al ministro de Asuntos Exteriores que notifique a la ONU que el desembolso se puede realizar “descongelando” los fondos.

El salario real de Laurent de Bélgica vuelve al ojo de la tormenta: ¿qué hizo en 2019?

Los políticos quieren conocer cuáles fueron las actividades del príncipe que justifican sus 93.000 euros, pero no tiene la posibilidad: el informe de cuentas se ha extraviado.

El informe anual sobre las actividades oficiales del príncipe Laurent de Bélgica durante 2019 desapareció, justo cuando políticos nacionalistas flamencos creen que el príncipe, hermano menor del rey Felipe, no debería recibir ningún subsidio estatal, al igual que su hermana, la princesa Astrid.

Para monitorear el uso responsable y adecuado de los fondos públicos que recibe la familia real belga, los funcionarios de la casa real deben presentar un informe anual obligatorio, informó el diario Het Nieuwsblad.

Un portavoz de la casa real le aseguró al citado periódico en nombre de un asesor del príncipe Laurent que el informe fue entregado a la entonces primera ministra Sophie Wilmès en abril de este año, al igual que los informes anuales del rey Alberto y la princesa Astrid.

Sin embargo, el diputado del N-VA Peter Buysrogge, que quiso leer este documento para tener una visión de las actividades del príncipe, sólo encontró los últimos documentos sobre el ex rey Alberto II y la princesa Astrid y ahora le pidió al nuevo primer ministro, Alexander De Croo, que rastree con urgencia el informe de actividades desaparecidas de Laurent.

El salario anual del príncipe Laurent ha sido objeto de discusión durante años, especialmente en el partido nacionalista flamenco N-VA, que cree que el príncipe, de 57 años, suele realizar actividades que difícilmente pueden tomarse en serio y que apenas justifican su generosa asignación, de la que 93.000 euros cuentan como ingresos. En años recientes, el príncipe había asegurado que la dotación oficial es escasa para mantener a su familia.

La Casa Real de Bélgica recibe 13 millones de euros anuales provenientes de los fondos públicos, de los que una parte está destinada a salarios y el resto cubre el mantenimiento de las viviendas reales, los gastos de las visitas oficiales, los de la calefacción, la electricidad y el parque automovilístico. No se incluyen los costos de viajes oficiales ni de seguridad.

En 2014, el Senado belga reorganizó el sistema de subvenciones de la familia real. Los hijos del rey, con la excepción de la heredera al trono, ya no recibirán salarios provenientes de fondos públicos. Desde entonces, la Lista Civil se reparte entre el rey, la reina consorte, el príncipe heredero y su consorte, el ex monarca y su consorte o la reina viuda.

Sin embargo, la nueva ley no planteó cambios en los salarios de los príncipes Astrid y Laurent, quienes asumen tareas oficiales de representación y, por lo tanto, no pueden ejercer una actividad profesional. “Esto significa que tienen derecho a su donación de por vida”, explicó Marc Uyttendaele, experto constitucionalista belga.

(monarquias.com)