Qué lugar ocupa el duque de Edimburgo en la sucesión al trono británico

Aunque expatriado y despojado de sus títulos reales de Grecia y Dinamarca, Felipe tiene derecho de sucesión al trono que hoy ocupa su esposa.

Nacido como príncipe de Grecia y Dinamarca hace 99 años, el príncipe Felipe perdió sus títulos, su apellido y hasta su pasaporte cuando la monarquía desapareció en Grecia. Expatriado real a muy corta edad, adoptó el apellido de su familia inglesa -los Mountbatten- para establecerse en el Reino Unido con la idea de conseguir una esposa “conveniente”, siguiendo el consejo de su padre.

Pero aunque había nacido en la cocina de una pobre casa de Corfú y su primera cuna fue un cajón de frutas, el príncipe Felipe tiene más sangre azul que la mayoría de los demás consortes de la realeza europea.

Felipe de Grecia junto a su abuela, la marquesa de Milford-Haven, nieta de la reina Victoria de Inglaterra.

Curiosamente, el príncipe Felipe no es solo el consorte de la reina Isabel II, sino que también tiene derechos personales a la corona británica por ser descendiente de la reina Victoria. Los hereda a través de su madre, la princesa Alicia de Battenberg (1887-1969), nacida en el Castillo de Windsor en 1887. Su bisabuela, la reina Victoria, estuvo presente en su nacimiento y en su bautismo.

Alicia era hija de la princesa Victoria de Hesse (1863-1950), nieta de la reina Victoria, quien después de la Primera Guerra Mundial, cuando su marido el príncipe Luis de Battenberg adoptó el apellido inglés Mountbatten, pasaría a ser conocida como la Marquesa de Milford-Haven. Murió en el Palacio de Kensington, su residencia “de gracia y favor”, a los 97 años.

Felipe en los años ’60 con su madre, Alicia de Grecia.

La madre de la marquesa de Milford-Haven fue la princesa Alicia de Gran Bretaña (1843-1878), quien murió trágicamente durante una epidemia de fiebre tifoidea en Hesse-Darmstadt, donde vivía con su marido e hijos. Alicia era la tercera hija de la reina Victoria y la bisabuela del príncipe Felipe. Otra de sus hijas sería la última zarina de Rusia, Alix de Hesse, rebautizada Alejandra Feodorovna cuando se casó con el zar Nicolás II.

Al ser descendiente de la reina Victoria a través de su madre, Felipe tiene derecho a la corona británica y ocupa un sitio, aunque muy remoto, en la línea sucesoria, después de todos los miembros de la Casa de Windsor y de unos 600 descendientes de la reina Victoria. Se calcula que el príncipe Felipe se ubica alrededor del puesto 670 en la sucesión al trono inglés, inmediatamente después de los descendientes de su tío, Lord Mountbatten.

¿Tiene derecho al trono danés? El príncipe Felipe también es descendiente de Christian IX de Dinamarca (padre de su abuelo, el rey Jorge I de Grecia), por lo que al momento de su nacimiento en 1921 ocupó un puesto en la línea de sucesión danesa. Sin embargo, la Ley de Sucesión de 1953 eliminó los derechos de sucesión de su rama de la familia en Dinamarca, lo que hizo posible que una mujer heredara el trono si ahora tiene hermanos mayores o menores. Esto significó que la princesa Margarita se convirtió en la presunta heredera y se aseguró de que se convirtiera en la reina de Dinamarca. Esa ley también eliminó los derechos de sucesión de los miembros menores de la Casa de Glücksburg, lo que incluye al príncipe Felipe y a todos sus descendientes. Por otra parte, al momento de su renuncia a sus derechos al trono griego, en 1947, ocupaba el sexto lugar en la sucesión.

El Castillo de Windsor, listo para una Navidad real marcada por la pandemia

Isabel II y el príncipe Felipe quieren “predicar con el ejemplo” a los británicos al cancelar las reuniones sociales. “Como todos, esperan que las cosas vuelvan a la normalidad en 2021”, afirman en el palacio.

La reina Isabel II y el príncipe Felipe de Gran Bretaña romperán 33 años de tradición real al pasar la Navidad en el Castillo de Windsor sin su familia. Liderando con el ejemplo, ya que se insta a los británicos a tener cuidado en esta temporada festiva en plena pandemia de Covid-19, la pareja real canceló su viaje habitual a Sandringham y, en cambio, pasarán el día en solitario.

Pero para asegurarse de que la Navidad siga siendo especial a pesar de la catástrofe global causada por el coronavirus, el personal trabaja arduamente preparando las tradicionales decoraciones del Castillo de Windsor.

Los apartamentos estatales de la residencia real, que están abiertos al público, se transformaron con árboles relucientes, luces centelleantes y hermosos adornos, según mostró este miércoles la Royal Collection Trust.

La tradición que sí se ha roto fue la acostumbrada entrega de regalos de parte de la reina a todo el personal de la casa real. Normalmente, Isabel II compra un pequeño obsequio para cada trabajador del palacio, que ella personalmente entrega para agradecerles por su trabajo durante el año. En el pasado, los empleados recibían retratos enmarcados fotos y copas de champán, además de un regalo personal y un tradicional puding navideño.

Sin embargo, en medio de planes que intentan proteger a la anciana pareja real del coronavirus, la reina se ha visto obligada a desechar la ceremonia de este año. El diario The Daily Mail sin embargo informó que el personal aún recibirá sus regalos.

“Es una gran tristeza, pero es inevitable y es lo correcto”, dijo una fuente del castillo. “El personal seguirá recibiendo un obsequio de la reina como siempre, pero no habrá un momento especial con Su Majestad. Es una decepción tanto para ella como para ellos, ya que es una época del año muy especial”.

Al igual que en las oficinas en todo el país, este año no habrá fiestas de Navidad en el Palacio de Buckingham ni en ninguna de las residencias reales. Así tiene que ser”, agregó la fuente.

Funcionarios de la casa real dijeron al Daily Mirror que la reina de 94 años tomó la decisión de “predicar con el ejemplo” y deshacerse de la reunión familiar, después de consultar a los médicos del palacio y al resto de la familia, incluido su esposo, de 99 años. Aunque se suavizaron las restricciones y se permite que las personas formen «burbujas navideñas» de tres hogares, se insta a las personas a que tomen decisiones sensatas.

El asesor médico jefe, el profesor Chris Whitty, advirtió la semana pasada contra el contacto físico con parientes ancianos durante la Navidad: “No hagan estupideces. ¿Animaría a alguien a abrazar y besar a sus parientes mayores? No, no lo haría”.

Ante esto, una fuente del Palacio dijo: “La reina es muy consciente de la necesidad de actuar con cautela durante la crisis y el período navideño no es diferente. La reina y el príncipe tienen la suerte de pasar la Navidad con su familia todos los años. Entienden que su familia tendrá restricciones durante el período navideño y están contentos de tener una temporada festiva tranquila este año. Como todos, esperan que las cosas vuelvan a la normalidad en 2021”.

Isabel II canceló las tradiciones de Navidad: la pasará «tranquilamente» en Windsor

La reina, de 94 años, y el príncipe Felipe, de 99, se encuentran en el grupo de riesgo más alto, y tendrán que reducir su lista de invitados al máximo.

La familia real británica ha pasado la Navidad en su residencia de Sandringham, Norfolk, desde finales de la década de 1980 y, por lo general, asisten a un servicio religioso tradicional en una pequeña iglesia cercana. Sin embargo, este año la pandemia de Covid obligó a una serie de cambios que quebraron la tradición

De este modo, la reina Isabel II y el príncipe Felipe pasarán la Navidad «tranquilamente» en el Castillo de Windsor, 40 kms al oeste de Londres, rompiendo con la tradición de recibir a toda la Familia Real en Sandringham durante el período festivo. Un portavoz del Palacio de Buckingham dijo: «Habiendo considerado todos los consejos apropiados, la reina y el duque de Edimburgo han decidido que este año pasarán la Navidad tranquilamente en Windsor”.

La reina está “contenta de tener una temporada festiva tranquila con la esperanza de volver a la normalidad en 2021”, dijo el periodista británico Chris Ship.

La familia real acostumbraba a celebrar la Navidad en el Castillo de Windsor cuando los hijos de la reina eran pequeños. Pero cuando la residencia fue remodelada en 1988, se trasladaron las celebraciones a Sandringham, donde han pasado el día desde entonces. Por lo general, la familia real asiste a un servicio religioso tradicional en St. Mary Magdalene.

Al igual que muchas grandes reuniones familiares este año, la reunión de la Casa de Windsor ya estaba cancelada, ya que la familia en general se dividió en grupos más pequeños que el gobierno bautizó “burbujas”. El Reino Unido mantiene ahora un confinamiento estricto, pero del 23 al 27 de diciembre a los británicos se les permitirácombinar tres hogares, lo que significa que la monarca tuvo que tomar algunas decisiones difíciles.

La reina, de 94 años, y el príncipe Felipe, de 99, se encuentran en el grupo de riesgo más alto, y los problemas de salud preexistentes de este último que lo llevaron al hospital la Navidad pasada son un factor clave en cualquier toma de decisiones. Ahora la pareja deberá organizar una Navidad reducida y segura en la que contará con la compañía de los condes de Wessex y otro grupo familiar que aún no se confirmó.

El príncipe de Gales y su esposa, Camilla, pasarán la Navidad en la casa de Highgrove, según explicó la periodista Rebecca English: “El príncipe Carlos y la duquesa de Cornualles pasarán el día de Navidad en Highgrove, aunque esperan ver a la reina y al príncipe Felipe en algún momento… aunque fuera en el exterior para dar un paseo”.

La “burbuja de Su Majestad”: la reina Isabel pasará una Navidad reducida al máximo

No toda la familia Windsor estará en Navidad con la reina y el príncipe Felipe, que este año verán romperse varias tradiciones.

Las restricciones del coronavirus podrían obligar a la reina Isabel II de Inglaterra a seguir el ejemplo de la reina de Dinamarca y tener una Navidad simplificada y reducida. Las consecuencias de la infección de Covid en las personas mayores de 60 años son graves y, si se tiene en cuenta que la reina tiene 94 años y su esposo, Felipe, cumplirá 100, las medidas sanitarias que se deben tomar son extremas.

Tras el anuncio de que la reina Margarita II de Dinamarca pasará la Navidad con solo una parte de su familia, para evitar riesgos de infecciones, el biógrafo real Phil Dampier cree que la reina Isabel II y la familia real deberían seguir el ejemplo y organizar una Navidad reducida y austera. “Una Navidad reducida para la familia real danesa. Sospecho que será lo mismo para la familia real británica”, dijo el autor.

La reina y el príncipe Felipe han pasado el período navideño en su propiedad de Norfolk, Sandringham House, durante las últimas tres décadas. Sin embargo, este año, la amenaza del coronavirus y las restricciones vigentes hacen imposible que los ancianos de la realeza celebren las festividades con tantos miembros de su familia como están acostumbrados. En las Navidades, Isabel II suele reunir a más de una veintena de familiares.

El gobierno británico elaboró esta semana planes que permitirán que hasta tres grupos familiares formen una “burbuja navideña” y puedan reunirse entre el 23 y el 27 de diciembre reduciendo el riesgo de infección de Covid. Irlanda del Norte, por su parte, organizó una ventana más larga, con la flexibilización de las medidas de bloqueo a partir del 22 de diciembre y terminando el 28 de diciembre.

Las ‘burbujas’ seguirán siendo las mismas durante las festividades, lo que significa que las personas que se reúnan el día de Navidad no podrán mezclarse con diferentes personas el 26 de diciembre. Además, el gobierno de Boris Johnson permitirá que las ‘burbujas’ se reúnan en las casas de los demás, en un lugar de culto o en un espacio público al aire libre o en un jardín privado.

Durante el período establecido por el Gobierno, los británicos también podrán visitar a familiares en todo el país, con todas las restricciones de viaje aliviadas temporalmente. Solo las personas que se aíslan voluntariamente, dieron positivo en la prueba o tienen síntomas de coronavirus tendrán prohibido unirse a las ‘burbujas’ o salir de sus hogares durante la Navidad.

Esto significa que la reina Isabel y el duque de Edimburgo podrían viajar a Norfolk para celebrar sus vacaciones invernales en Sandringham House. Sin embargo, solo otros dos grupos familiares podrían pasar la Navidad con ellos, lo que genera una decisión potencialmente difícil de elegir entre los miembros de la extensa familia Windsor.

Más tradiciones descartadas por el aislamiento

El primer ministro Boris Johnson también pidió a la gente que use su “juicio personal” sobre si visitar a parientes ancianos, en medio de temores de que puedan contraer Covid-19. “Muchos de nosotros anhelamos pasar tiempo con familiares y amigos … Y sin embargo, no podemos permitirnos el lujo de perder la precaución”. Y agregó: “Es la temporada para ser alegre, pero también es la temporada para tener mucho cuidado”.

La reina, que se encuentra aislada con su esposo en el castillo de Windsor desde marzo (con cortas estadías en Norfolk y Escocia), ya ha visto un cambio en sus tradiciones navideñas. Primero, deberá pasar la Navidad en Windsor, y no en Sandringham como acostumbra, debido a la negativa del personal de esa residencia a aislarse durante casi todo el mes de diciembre de sus familiares para asistir a la reina.

Por otra parte, la reina descartó asistir a la iglesia en la tradición real navideña en un intento por evitar las multitudes habituales que se reúnen para la participación familiar anual. Se cree que esta es solo la tercera vez en su reinado que no asistirá a la iglesia con su familia el día de Navidad, y la primera vez que los Windsor no asisten en familia.

Además, Cada año, el Castillo de Windsor es abierto al público hasta principios de enero para que los ciudadanos puedan admirar las impresionantes decoraciones navideñas desplegadas por la casa real. Pero debido al confinamiento nacional en curso, el lanzamiento del “Christmas at Windsor Castle” se retrasó hasta el 3 de diciembre.

Los británicos quieren que Isabel II sea la primera en recibir la vacuna contra coronavirus

Los fanáticos de la familia real piden que la reina esté “primera en la fila” para la vacuna contra Covid como agradecimiento por el servicio. Muchos dicen que vacunar a la Familia Real ayudará a dar un buen ejemplo a los ciudadanos.

Los fanáticos de la familia real piden que la reina Isabel II de Gran Bretaña que esté “primera en la fila” para la vacuna contra Covid como agradecimiento por sus “años de servicio” a la nación, mientras las cifras oficiales mostraron este miércoles que el Reino Unido se convirtió en el primer país de Europa en superar las 50.000 muertes por coronavirus.

Esta petición llegó después de que se revelara que la reina Isabel II, de 94 años, y otros miembros importantes de la Familia Real no tendrán privilegios por sobre los ciudadanos a la hora de recibir la vacuna. Sin embargo, algunos afirman que la familia real debería liderar la campaña de vacunación y dar ejemplo al demostrar que la vacuna es segura si se inyectaran primero.

El corresponsal de a realeza Charlie Proctor tuiteó: “¿Qué mejor manera de demostrar que la vacuna es segura que tener a la reina y Boris Johnson entre los primeros en ser inyectados?” Otro usuario de Twitter, CJ MacPherson, dijo: “Espero que los ‘poderes fácticos’ pongan a la reina y al Duque de Edimburgo al frente de la fila de la vacuna. Lo merecen por todos los años de Servicio”.

De acuerdo con el esquema nacional de vacunación que ya está siendo organizado por el gobierno de Johnon, es probable que la reina y su esposo Felipe, duque de Edimburgo, de 99 años, caigan en el segundo grupo de prioridad, detrás de las personas que residen en hogares de ancianos y sus cuidadores. El príncipe Carlos, de 71 años, estaría entre el cuarto grupo en tener acceso, con el primer ministro, de 56 años, y el príncipe Guillermo, de 38, en el último grupo.

Actualmente, uno de cada cinco británicos dice que es “poco probable” que se aplique la vacuna, por la que los científicos del mundo trabajar contrarreloj, incluso si es aprobada por profesionales de la salud. “La reina es una voz importante”, dijo Heidi Larson, experta en desinformación sobre vacunas. que asesora al gobierno inglés.

Cuando se le preguntó sobre la posible participación de la reina en una futura vacuna, Larson dijo al Times: “Si hay algo que he visto, y he estado aquí [en el Reino Unido] durante más de una década, es la confianza que la reina tiene. Y ella ciertamente está en esa cohorte mayor, así que creo que es realmente muy, muy inteligente. Aquí está la gran pregunta: ¿recibirá una vacuna? Puede que sea difícil. Creo que el Palacio tendrá que decidir por sí mismo: ¿quieres arriesgar una nueva vacuna en la reina? ¿O prefieres mantenerla aislada? Tendrán que sopesar esos riesgos. Así que no quisiera ponerla en un aprieto, pero ella es una voz importante”, dijo.

El equipo del gobierno Behavioral Insights hizo las recomendaciones de que la familia real tenga prioridad antes del lanzamiento del programa de pruebas masivas Operation Moonshot, un esquema que se implementará en 67 autoridades locales después del evento piloto de la semana pasada en Liverpool. El informe sugiere que la familia real, el gabinete, el parlamento y el gobierno local deberían alistarse como candidatos del proyecto de pruebas masivas.

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Nuevo confinamiento en Inglaterra vuelve a reunir a Isabel II y Felipe en Windsor

La pareja real pasará su 73º aniversario de bodas en el castillo donde se conocieron después de la II Guerra Mundial. La cuarentena se extenderá durante un mes.

La reina Isabel II de Inglaterra y su marido, el príncipe Felipe, volvieron a reunirse en el Castillo de Windsor para pasar junto segundo confinamiento nacional impuesto por el gobierno de Boris Johnson, confirmó el Palacio de Buckingham.

La pareja real había estado separada desde que la reina, de 94 años, regresó a Windsor el mes pasado para reanudar sus deberes reales mientras el consorte, de 99, permaneció en Sandringham. La pandemia del coronavirus los ha obligado a mantenerse alejados de Londres desde marzo.

Según reveló The Mail on Sunday, el regreso de Isabel II y Felipe al Castillo de Windsor, ubicado a 40 kilómetros de Londres, significa que la pareja estará junta para el nuevo período de cuarentena impuesto en Inglaterra (que se extenderá durante todo el mes) y pasará allí el 73 aniversario de bodas el 20 de noviembre.

“Felipe está dispuesto a pasar su aniversario con la reina”, dijo una persona allegada al diario The Sun.

Isabel y Felipe

Pasaron siete meses juntos en ‘la Burbuja de Su Majestad’ debido a Covid-19 este año y solo han estado separados por unas pocas semanas. También se ve como una oportunidad para que el personal de Sandringham se tome un descanso para que se sientan mejor trabajando en Navidad”.

El personal de Sandringham se ha quejado anteriormente de que las restricciones de la “burbuja” creada en torno de la reina, para mantenerla a salvo del coronavirus, los alejó de sus respectivas familias debido al patrón de turnos de tres semanas, más siete días de cuarentena obligatoria.

Según los informes de la prensa británica, se espera Isabel II y Felipe, con su aislamiento en Windsor, ayuden a calmar la tensión, después de que los trabajadores de la finca de Sandringham se “rebelaron” contra un plan para permanecer confinados durante la Navidad.

Se pidió a un equipo de unos 20 empleados que permaneciera en la finca de Norfolk de la monarca sin sus familias para apoyarla a ella, al príncipe Felipe y otros miembros de la familia real durante el período festivo. Pero se cree que el grupo, que se dice que involucra a trabajadores de limpieza, lavandería y mantenimiento, se amotinó porque no están dispuestos a aislarse de sus seres queridos durante cuatro semanas.

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Nuevo confinamiento por Covid hace peligrar el retorno de Isabel II a Londres

El país superó el millón de infectados de Covid, que podría matar a 85.000 personas durante el invierno. La reina, de 94 años, continúa en las afueras de la capital.

Un nuevo confinamiento impuesto en el Reino Unido por la pandemia de coronavirus vuelve a paralizar las actividades de la reina Isabel II para las próximas semanas, pone en duda la ceremonia de homenaje a los militares caídos en las guerras y retrasaría el regreso de la monarca a Londres.

El primer ministro británico, Boris Johnson, ofreció una conferencia de prensa este sábado 31 de octubre con asesores médicos y científicos del gobierno para anunciar nuevas medidas para combatir la Covid-19 en el Reino Unido. El Grupo Asesor Científico para Emergencias (SAGE) le acaba de advertir al premier que el Covid-19 se estaba propagando significativamente más rápido y que, en el peor escenario, podría matar a 85.000 personas este invierno, indicó The Guardian.

La reina Isabel, de 94 años, es considerada por su edad parte del grupo de riesgo de coronavirus, que ha sido especialmente letal en personas ancianas. Desde que dejó Londres el pasado 19 de marzo, la monarca y su esposo Felipe, de 99 años, no regresaron a la capital y habían anunciado que lo harían a finales de octubre. La pareja real estuvo confinada en el Castillo de Windsor, donde hicieron raras apariciones en fotografía o video, y pasaron un tiempo de descanso en el Castillo de Balmoral (Escocia) y Sandringham (Norfolk).

El nuevo confinamiento en el Reino Unido provocará el cierre de los negocios no esenciales, así como el sector hotelero durante un mes. Sin embargo, y a diferencia de las restricciones primaverales, las escuelas y las universidades permanecerán abiertas. El cierre incluirá también restricciones a los viajes y entrará en vigor desde el próximo jueves hasta el 2 de diciembre, según informó BBC.

El Remembrance Sunday, el homenaje a los soldados que cada año lidera la reina Isabel II, está planeado para el 8 de noviembre. Tradicionalmente, los miembros senior de la familia real, acompañados por el Gobierno, representantes de la Iglesia de Inglaterra y de las Fuerzas Armadas, depositan ofrendas florales ante el Cenotafio, erigido en Whitehall, Londres, tras el final de la Primera Guerra Mundial. En los últimos años, el príncipe Carlos depositó la ofrenda de su madre mientras ella presencia la ceremonia desde un balcón acompañada por otros miembros de la familia real.

La ceremonia suele reunir a una inmensa multitud en torno al Cenotafio, pero las autoridades del gobierno de Boris Johnson y la casa real estaban planificando una reducción drástica de la cantidad de personas que asistirían. Las nuevas reglas de confinamiento impuestas este sábado, sin embargo, ponen en duda la conmemoración después de que numerosas ceremonias por el 80ª aniversario de la Segunda Guerra Mundial fueran suspendidas a lo largo de todo el año por la pandemia, dijo el sitio Royal Central.

Hablando a título personal en el programa BBC Radio 4 Today, el profesor Calum Semple, miembro del SAGE, dijo que el Reino Unido ya se encuentra golpeado por una segunda ola de la pandemia. «A diferencia de la primera ola, donde tuvimos un bloqueo nacional que protegió a grandes sectores de la sociedad, este brote ahora se está extendiendo en todos los grupos de edad», dijo. «Se observan muchos más casos, particularmente en mujeres más jóvenes entre las edades de 20 y 40», con tres o cuatro veces más de mujeres de ese grupo de edad que llegan al hospital que hombres, porque están expuestas al contagio en áreas de la salud, el comercio minorista y algunos ámbitos educativos”.

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Desaire real: por qué las hermanas del príncipe Felipe no fueron invitadas a su boda en 1947

Las conexiones de su familia con el nazismo, apenas dos años después de la Segunda Guerra Mundial, le crearon un enorme problema al consorte.

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Al príncipe Felipe de Inglaterra, duque de Edimburgo, se le negó el permiso para invitar a sus hermanas a asistir a su boda con la entonces princesa Isabel de Inglaterra en 1947. Felipe Mountbatten, nacido príncipe Felipe de Grecia, naturalizado inglés con el apellido Mountbatten y creado duque de Edimburgo solo tuvo a su madre, la princesa Alicia, a su lado cuando llegó al altar de la abadía de Westminster el 20 de noviembre de ese año.

Las hermanas de Felipe, las princesas Margarita, Teodora y Sofía de Grecia, se habían casado con miembros de la nobleza alemana mientras la familia intentaba recuperar las conexiones perdidas después de que su tío, Constantino I de Grecia, fuera derrocado en una revolución en 1922. Las hermanas tuvieron que conformarse con escuchar la ceremonia por la radio. En Westminster, la princesa Alicia ocupó la primera fila junto a sus hermanos, Lord Mountbatten y la princesa heredera Luisa de Suecia.

La cuarta hermana del príncipe, la princesa Cecilia, también se había casado con un duque hereditario alemán, Georg-Donatus de Hesse, pero había muerto con casi toda su familia en un terrible accidente de avión en 1937. El propio Felipe, un adolescente de 16 años, caminó detrás del cortejo fúnebre de su hermana en Darmstadt (Alemania), en una procesión formada por cientos de guardias con cruces esvasticas en sus uniformes y el público haciendo el saludo nazi al paso de los féretros.

El biógrafo real Philip Eade, explicó: «Las hermanas del príncipe Felipe no fueron invitadas a la boda porque estaban casadas con oficiales alemanes de alto rango, uno de ellos miembro de las SS. Su padre había muerto durante la guerra, así que el único miembro de su familia era su madre”. La comentarista real Ingrid Seward dijo por su parte: “Creo Felipe que estaba un poco herido. Pero probablemente fue la decisión correcta porque todavía había un sentimiento anti-alemán muy, muy fuerte en este país”.

Pero años más tarde pudo vengarse de los funcionarios del Palacio de Buckingham que impidieron que las princesas asistieran a la boda, cuando asumió un papel de liderazgo en la planificación de la coronación de su esposa, Isabel II. La narradora del documental ‘Philip: The King Without Crown‘ de Channel 5, Glynis Barber, dijo: «Esta vez, Felipe, como presidente de la Comisión de Coronación, pudo asegurarse de que sus tres hermanas estuvieran en la lista de invitados para presenciar el extraordinario evento».

Las tres hermanas del duque pudieron asistir y presenciar el paso final de su hermano hacia una vida de deber tanto para la reina como para la monarquía, con la coronación de su cuñada Isabel II en la Abadía de Westminster. “El príncipe Felipe tuvo que inclinarse y rendir homenaje a su esposa. Y dijo que era su vasallo”, explicó Seward. “Ese fue un momento simbólico en el que realmente había decidido que su vida iba a estar dedicada a su vida, que estaba dedicada a la monarquía. Básicamente, ambos habían renunciado a todo por el deber porque no tenía sentido que ella lo dejara todo por el deber si él no estaba preparado para hacer lo mismo y apoyarla”.

Durante muchos años, Felipe contó con la desaprobación del enorme aparato cortesano de Buckingham que, como la mayoría de los ingleses, lo despreció por los contactos de su familia con el nazismo. Él, sin embargo, se consideraba inglés: desde muy pequeño había sido educado en Inglaterra al cuidado de sus tíos, el marqués de Milford-Haven y el conde Mountbatten (hermanos de la princesa Alicia). Antes de la boda con Isabel, además, renunció a todos sus títulos extranjeros y adoptó el apellido inglés de su familia.

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Biógrafa habla de los temores de la familia real por la «fragilidad» del príncipe Felipe

Ingrid Seward asegura que el duque de Edimburgo e Isabel II “están muy tristes de no ver a Archie”, el hijo de los duques de Sussex.

El príncipe Felipe de Inglaterra, de 99 años, está decidido a no dejar que su estado de salud o su edad se interpongan en el medio cada vez que necesite aparecer en público, dijo la biógrafa real Ingrid Seward. La autora de la reciente biografía Prince Philip Revealed describió las dificultades que puede encontrar el esposo de la reina Isabel II antes de un evento público: “Él hace un gran esfuerzo cuando hace acto de presencia y sabe que tiene que lucir lo mejor posible.

Esto podría implicar varias horas de preparación lenta y levantarse tan temprano como sea necesario para asegurarse de llegar a tiempo”, afirmó Seward a Vanity Fair.

En 2020, el príncipe Felipe ha sido visto en público pocas veces, incluso en julio, cuando transfirió a Camilla, duquesa de Cornualles, su rol como coronel en jefe de The Rifles. Durante ese compromiso, el duque de Edimburgo lució saludable mientras inspeccionaba al guardia y bromeaba con los soldados en el Castillo de Windsor. Sin embargo, la biógrafa afirma que el orgullo del longevo príncipe le impide ser visto en público con cualquier artículo que resalte su edad o posibles problemas de salud.

“Es un hombre orgulloso, no quiere que lo vean con un bastón”, afirmó Seward. “Hace lo que puede y sabe que existe la expectativa de que él sea parte de las celebraciones por su 100º cumpleaños el próximo año”.

«Felipe tuvo que dejar de cazar después de que le insertaran un stent en el corazón en diciembre de 2011. El temor era que el retroceso de la pistola cuando se disparara pudiera soltar el stent. Desde entonces, ha estado obsesionado con la pesca y se ha convertido en su principal actividad al aire libre después de conducir carruajes».

Seward se refirió a la salud del príncipe Felipe también cuando discutió un posible regreso al Reino Unido durante el período vacacional de Meghan Markle y el príncipe Harry. La autora cree que es fundamental que los duques de Sussex lleven a su hijo la próxima vez que lo visiten, dada la “fragilidad del príncipe Felipe”.

“La reina y Felipe están muy tristes de no ver a Archie. Creo que Harry debería asegurarse de que vean a Archie y creo que Meghan insistirá en eso. Tienen que hacerlo debido a la fragilidad del príncipe Felipe. Meghan se asegurará de que lleven a Archie a ver a sus abuelos, por supuesto, pero no el día de Navidad”, dijo.

El duque de Edimburgo cumplirá 100 años el 10 de junio de 2021, convirtiéndose así en el primer miembro masculino de la Familia Real británica en alcanzar esa edad. El Palacio de Buckingham aún no anunció los planes para conmemorar el cumpleaños especial y, dada la pandemia de coronavirus en curso, el día importante podría celebrarse virtualmente o con una ceremonia sencilla.

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Ingrid Seward, biógrafa real: “El príncipe Felipe está muy, muy decepcionado con Harry y Meghan”

Según la autora de la más reciente biografía del duque de Edimburgo, el patriarca de la familia real se sintió defraudado con la renuncia de su nieto y no puede entender por qué Meghan Markle no pudo renunciar a su carrera para apoyar a su marido en su actividad real.

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El príncipe Felipe, esposo de la reina Isabel II de Gran Bretaña, está “muy, muy decepcionado” por el hecho de que Meghan Markle no haya “apoyado a la monarquía” y a su esposo el príncipe Harry, afirmó la biógrafa real Ingrid Seward. El duque de Edimburgo , de 99 años, quien renunció a su carrera naval para apoyar a la reina cuando ella ascendió al trono en 1952, se sintió “irritado” porque la duquesa de Sussex no fue capaz de hacer lo mismo, aseguró Seward, autora de una nueva biografía del consorte, Prince Philip Revealed.

En declaraciones al canal de TV británico Sky News, la autora dijo que el anciano príncipe no podía entender por qué la ex actriz no siguió su ejemplo cuando se casó con el príncipe Harry en mayo de 2018. “Creo que está muy, muy decepcionado porque creo que siente que abandonó su carrera naval para apoyar a la Reina y ayudar a la monarquía”, dijo Seward. “¿Y por qué Meghan no puede simplemente renunciar a su carrera como actriz, apoyar a su esposo y apoyar a la monarquía? Como solía decirle a Diana, este no es un concurso de popularidad, somos todos trabajando juntos”.

El príncipe Felipe “simplemente no puede entender por qué ella no pudo apoyar a Harry y ayudarlo en lugar de querer tener su voz”, afirmó Seward, quien reveló dijo que el esposo de la reina se negó a ser parte de las conversaciones sobre el futuro de los Sussex fuera de la monarquía, que se llevaron a cabo en Sandringham en enero pasado.

Seward continuó afirmando que el duque de Edimburgo no desea involucrarse más desde que los duques de Sussex se alejaron oficialmente de la familia real en marzo de este año: “Esto le irritó enormemente y cuando tuvieron la cumbre de Sandringham, se vio al príncipe Felipe salir de la casa muy rápido antes de que llegaran todos”’, observó la biógrafa. “Él simplemente no quiere involucrarse más”, apuntó.

A principios de este mes, Steward habló también sobre el abrumador sentido del deber del príncipe Felipe en un artículo para el Mail on Sunday, afirmando que le “entristece” que muchos miembros más jóvenes de la Familia Real “no parecen compartir sus valores” de servicio incondicional a la reina, que tiene 94 años. “Felipe ha luchado mucho, por ejemplo, con lo que ve como el abandono del deber de su nieto Harry, renunciar a su tierra natal y todo lo que le importaba por una vida de celebridad egocéntrica en América del Norte”, describió Steward.

“Para un hombre cuya existencia entera se ha basado en la dedicación a hacer lo correcto, parecía que su nieto había abdicado de sus responsabilidades por el bien de su matrimonio con una divorciada estadounidense de la misma manera que Eduardo VIII renunció a su corona para casarse con Wallis Simpson en 1937”, reflexionó la biógrafa.

¿Podría la pandemia cancelar las celebraciones por los 100 años del príncipe Felipe?

Covid-19 transformó la vida de la familia real británica este año y nuevas restricciones del gobierno hacen difícil imaginar una vuelta a la normalidad muy pronto.

«Nunca en nuestra historia, nuestro destino colectivo y nuestra salud colectiva han dependido tan completamente de nuestro comportamiento individual«, afirmó en un mensaje a la nación televisado el primer ministro británico, Boris Johnson. Dijo esto al anunciar un toque de queda para bares y restaurantes, más mascarillas obligatorias, restricciones al deporte, aumento de las multas y la policía en las calles durante seis meses como nuevas medidas para luchar contra el coronavirus, cuyos contagios se disparan en el Reino Unido.

La ampliación de las restricciones hasta marzo de 2021 llevó a algunos observadores a preguntarse si la pandemia afectará las celebraciones que la casa real británica planeaba para el cumpleaños número 100 del príncipe Felipe, esposo de la reina Isabel II. Para muchos parece difícil que para el 10 de junio del año que viene, día del cumpleaños del consorte, la pandemia haya terminado y Gran Bretaña podría continuar bajo la obligatoriedad del uso de máscaras faciales y la prohibición de eventos deportivos al público, apertura que estaba prevista para el 1 de octubre y fue cancelada.

“Desafortunadamente, no hay una respuesta simple, y los planes siguen siendo inciertos. Se han hecho públicos muy pocos detalles sobre qué podemos esperar exactamente con motivo del año del centenario del príncipe Felipe, aunque se supone que habrá grandes celebraciones”, dijo el periodista Charlie Proctor, editor jefe del sitio Royal Central. “Tras la noticia de que se espera que las reglas duren hasta el próximo año, los planes ya se están suspendiendo y otros eventos se cancelan con muchos meses de anticipación”, agregó.

La pandemia transformó la vida de la familia real británica este año. La reina y el príncipe tuvieron que confinarse en el Castillo de Windsor, a 40 kms. de Londres, en compañía de un reducido grupo de leales que no tienen contacto con el exterior. La boda de la princesa Beatriz, planeada para marzo en Londres, tuvo que se aplazada varios meses y celebrada sin público ni muchos invitados en las afueras de la capital. Además, fue suspendida la máxima aparición real, el “Trooping The Colour”, que celebra el cumplaños de la reina en las calles de Londres.

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Temor por la frágil salud del casi centenario príncipe Felipe: “No va a estar aquí mucho más tiempo”

El duque de Edimburgo, consorte más longevo de la monarquía británica, está retirado de la vida pública desde 2017. Cumplirá 99 años.

El príncipe Felipe, esposo de la reina Isabel II de Gran Bretaña, se refugia en su pequeña casa de la propiedad real de Sandringham desde que fue dado de alta del hospital durante las vacaciones de Navidad, despertando el temor de que su salud se esté deteriorando. El duque de Edimburgo, consorte más longevo de la monarquía británica, está retirado de la vida pública desde 2017 y con problemas de salud, aunque continuó estando presente en la familia real y en sus principales acontecimientos.

Felipe, quien cumplirá 99 años el 10 de junio, asustó a la nación en Navidad cuando lo llevaron al hospital King Edward VII en el centro de Londres, donde pasó cuatro noches internado. El exsecretario de prensa de la reina, Dickie Arbiter, afirma que el duque ahora es muy «frágil» advirtiendo que el príncipe Harry y Meghan Markle deberían llevar de regreso a Archie Harrison al Reino Unido desde Canadá para que sus bisabuelos lo vean, ya que podría ser la última vez que tener la oportunidad de estar con ellos.

En declaraciones al canal de TV Nine News Australia, Arbiter dijo: “El príncipe Felipe cumplirá 99 años en junio, no va a estar aquí mucho más tiempo. Tienes que ser práctico. Estuvo en el hospital en Navidad, parecía bastante frágil cuando salió y está en Sandringham. Desde entonces nadie lo ha visto y está frágil. La gente se vuelve frágil a esa edad. Y sería una lástima que Archie no fuera traído para que sus bisabuelos pudieran verlo”.

El duque de Edimburgo pasa la mayor parte de su tiempo en Norfolk en la finca real de Norfolk y no es visto en público desde la boda de Lady Gabriella Windsor en mayo del año pasado. La experta en asuntos reales Angela Mollard dijo que la mala salud de Felipe se suma a una larga lista de preocupaciones para la reina y que es posible que 2020 se convierta en un “annus horribilis” para ella. Sumado al escándalo desatado por la relación del príncipe Andrés con el pedófilo Jeffrey Epstein y la intempestiva salida de los duques de Sussex, todo es “muy estresante para la reina”. “Se acerca a los 94 este año, no es que no tenga otras cosas con las que lidiar este año con Megxit, divorcios y un esposo enfermo y anciano”.

Aunque alejado de la vida oficial y con una gran fragilidad física, parece que duque no deja de ser un importante pilar de la familia real, según se reveló en diciembre, cuando en plena crisis por el escándalo Epstein, se supo que Felipe ordenó al príncipe Andrés que “renunciara por el bien de la monarquía” durante una tensa conversación en Sandringham, según informó The Daily Telegraph.

«Fue una reunión tensa y el duque de Edimburgo le dijo a su hijo que tenía que tomar su castigo», dijo una fuente real citada por el periódico. “No hubo gritos ni gritos, pero Felipe le dijo en términos claros que tenía que renunciar por el bien de la monarquía. A Felipe no le gusta que los medios lo juzguen, pero es lo suficientemente realista como para darse cuenta de que las acciones de Andrés fueron un peligro para el tejido mismo de la familia real”, continuó la fuente. “Felipe lamenta que su hijo no sepa cómo llevar una vida simple. Él piensa que ha sido demasiado extravagante”, agrega.

El duque de Edimburgo nació el 10 de junio de 1921 en la isla griega de Corfú, hijo de un príncipe grecodanés y de una princesa germanobritánica. Sus abuelos fueron los primeros reyes de Grecia, pero pasó la mayor parte de su infancia y juventud en el exilio. En 1939 cuando sólo tenía 13 años, Isabel se enamoró de él a primera vista en el Royal Naval College. Un año después, Felipe inició su servicio militar británico y sirvió en la Segunda Guerra Mundial. En 1946 inició su noviazgo con la princesa, hija del rey Jorge VI y la reina Isabel.

La decisión del duque de Edimburgo de retirarse de las funciones públicas durante 2017 no estuvo relacionada con la salud, dijo el Palacio de Buckingham en el momento del anuncio. El anciano duque, amante de una vida “sin complicaciones”, es un defensor de la alimentación saludable combinada con el ejercicio. Una vez dijo que más o menos siguió la dieta Atkins y que solo bebe alcohol moderadamente. Aunque renunció a montar carruajes de forma competitiva, a principios de 2019 fue fotografiado en los terrenos del Castillo de Windsor con las riendas mientras guiaba un caballo y un carruaje por la finca.