La princesa Aiko de Japón cumple 19 años mientras los burócratas planifican su futuro

Confinada en el palacio Akasaka con sus padres, la pandemia de covid la obligó a continuar sus estudios de manera virtual. No será emperatriz, pero su presencia podría ser vital en la monarquía.

La princesa Aiko de Japón, única hija de los emperadores Naruhito y Masako, cumple 19 años este martes 1 de diciembre mientras asiste a clases virtuales como estudiante de primer año universitario. La princesa, matriculada en la Universidad de Gakushuin en Tokio, ha estado participando en conferencias virtuales desde el inicio del año académico en abril, dijo la Casa Imperial. En octubre, la princesa visitó la escuela y se reunió con sus profesores y compañeros de clase cara a cara por primera vez.

El sistema educativo Gakushuin, que comprende todos los niveles educativos, se creó en el siglo XIX por el emperador Ninko en Kioto, antigua capital imperial, con el propósito de instruir a las futuras generaciones de la aristocracia japonesa. El acceso de los plebeyos estuvo restringido hasta 1947, pero actualmente sigue siendo uno de las instituciones más elitistas del país. Todos los miembros de la familia imperial cursan sus estudios allí, desde los iniciales hasta los universitarios.

Durante la pandemia del coronavirus, la princesa Aiko, que está estudiando literatura japonesa clásica en Gakushuin, también tomó cursos de idiomas en inglés y español, así como en ciencias del deporte y de la salud. Mientras estaba en la escuela secundaria, la princesa había expresado su interés en la literatura japonesa clásica. Escribió su informe de graduación sobre perros y gatos descritos en «El cuento de Genji» y otras novelas clásicas. Su escrito era dos veces más larga que el estándar establecido por la escuela.

La princesa vive con sus padres en la residencia imperial de Asasaka, Tokio, donde cuida a su perro «Yuri» y a sus gatos «Mii» y «Seven», pero debido a la pandemia, se abstuvo de salir a vacacionar durante el verano. En ese tiempo, solo realizó algunos paseos por la finca imperial en compañía de sus padres. La princesa dijo que espera visitar los Jardines Zoológicos de Ueno en Tokio, donde un elefante, enviado por Tailandia para celebrar su nacimiento, tuvo un bebé en octubre.

En noviembre, vio por televisión la ceremonia «Rikkoshi no rei», que consagró a su tío, el príncipe Fumihito, como heredero oficial del trono, lo que le brindó la oportunidad de aprender más sobre la historia y las tradiciones de la familia imperial, según un colaborador cercano citado por Kyodo News. A través de interacciones diarias con sus abuelos, el ex emperador Akihito y la ex emperatriz Michiko, Aiko además estuvo aprendiendo lo que se espera de ella cuando alcance la mayoría de edad el próximo año y comience a realizar tareas de representación.

La esperanza de la mayoría de los japoneses de ver a Aiko convertida en la próxima emperatriz está definitivamente rota. Sin embargo, se cree que la presencia de Aiko tras su mayoría de edad será vital para la monarquía. La familia imperial de Japón se ha ido reduciendo desde la promulgación de la Ley de la Casa Imperial de 1947 que estipula las princesas pierden su rango imperial después del matrimonio y eque solo los hombres hijos de emperadores pueden ascender al Trono del Crisantemo, dejando actualmente solo tres herederos.

Sus aficiones incluyen la poesía, la caligrafía tradicional, el piano y el violín, dijo la Casa Imperial.

El hecho de que las princesas de la familia imperial deban abandonar su estatus real al casarse con un plebeyo redujo preocupantemente la cantidad de personas que cumplen actividades oficiales en nombre del emperador. Después de cumplir 20 años, se espera que Aiko asuma algunos deberes como miembro adulto de la familia imperial, pero podría perder su protagonismo si contrae matrimonio.

Ante este dilema, el gobierno y la corte imperial ahora están considerando formas de permitir que las mujeres miembros de la familia imperial se involucren en deberes públicos incluso después del matrimonio otorgándoles títulos honoríficos y asignaciones estatales.

Aiko, cuyo título de infancia fue Princesa Toshi-no-miya, nació el 1 de diciembre de 2001 en Tokio y es la única hija de Naruhito y Masako. Sus padres lucharon durante varios años por tener hijos y fueron sometidos a una enorme presión pública para lograrlo, lo que dañó la salud mental de la actual emperatriz. En 2006, la princesa Kiko (cuñada de Naruhito) dio a luz al príncipe Hisahito, primer varón nacido en la dinastía después de 40 años y quien ahora se ubica en el segundo lugar en la sucesión al trono.

Japón busca crear un título post matrimonial para las princesas de la familia imperial

Dividido entre conservadores y progresistas, el gobierno está considerando crear un nuevo sistema que permita a las mujeres conservar un rango dentro de la Casa Imperial.

El gobierno de Japón anunció está considerando crear un nuevo título honorífico para las mujeres de la Familia Imperial que pierden su estatus imperial después del matrimonio, de forma que puedan participar oficialmente en las actividades públicas de la corte.

Desde hace varios años, las preocupaciones de que el número de miembros de la familia imperial se reduzca aún más en el futuro están creciendo, ya que eso provocará que menos personas realicen tareas públicas encomendadas por el Gobierno.

Bajo la Ley de la Casa Imperial de 1947, solo los hombres de la familia imperial -hijos de emperadores y de príncipes imperiales- pueden ascender al trono, mientras que las mujeres de la familia que se casan con plebeyos deben abandonar la familia imperial.

La princesa Aiko, la hija del emperador Naruhito y la emperatriz Masako, así como las hijas del príncipe heredero Akishino, Mako (28) y Kako (26), se encuentran entre los miembros de la familia imperial que recibirían el nuevo título después del matrimonio. La exprincesa Sayako, la hermana menor del emperador que dejó la casa imperial al casarse con un plebeyo en 2005, también tendría derecho, según las fuentes.

El plan que se está lanzando para otorgar el título honorífico “kōjo” (mujer imperial) a las mujeres casadas de la familia imperial también es una alternativa para permitirles retener el estatus de miembro de la familia imperial. La creación del nuevo título se considera más fácil de aceptar para los conservadores que están en contra de permitir que las mujeres tomen el trono o que las mujeres casadas permanezcan en la casa imperial, informó el diario Japan Times.

El gobierno se enfrenta a una necesidad imperiosa de decidir cómo garantizar una sucesión imperial estable, dado que actualmente solo hay tres herederos, el príncipe heredero Akishino, de 54 años, su hijo de 14 años, el príncipe Hisahito, y el tío del emperador, el príncipe Hitachi, de 84 años. Por eso, se cree que la nueva idea “puede ganar apoyo más allá de las líneas partidistas”, según dijo una persona cercana al primer ministro Yoshihide Suga, citada por el periódico.

Akishino de Japón, tío de la princesa Aiko, se prepara para asumir como heredero

El domingo comienzan los rituales que proclamarán formalmente el nuevo estatus del príncipe -de 54 años-, lo que entierra las esperanzas de que Aiko sea la próxima emperatriz.

Japón celebrará el próximo domingo 8 de noviembre ceremonias para celebrar el ascenso del príncipe heredero Akishino al primer lugar en la sucesión al Trono del Crisantemo, que estaban programadas para el pasado 19 de abril y se pospusieron debido a la pandemia de coronavirus, anunció el jueves el primer ministro Yoshihide Suga.

Laa consagración de Fumihito, príncipe Akishino, entierra definitivamente las esperanzas de muchos japoneses de ver a la princesa Aiko (única hija de los emperadores Naruhito y Masako) convertida en la próxima emperatriz.

Las ceremonias del próximo domingo están destinadas a proclamar formalmente el estatus de heredero del príncipe de 54 años después de que su hermano mayor, el emperador Naruhito, fuera entronizado en mayo del año pasado. Según dijo el gobierno nipón, las ceremonias tradicionales se celebrarán bajo estrictas medidas de seguridad sanitaria para evitar la propagación del coronavirus.

La ceremonia principal de proclamación, conocida como “Rikkoshi Senmei-no-Gi”, donde el emperador realizará el anuncio de que su hermanao es el nuevo príncipe heredero tendrá lugar en el Palacio Imperial de Tokio. Ese mismo día se celebrará el ritual “Choken-no-Gi”, donde el príncipe heredero y su esposa, la princesa Kiko, serán recibidos formalmente en el vasto Salón Matsu no ma eon trajes de etiqueta.

Cuatro días más tarde se realizará el ritual «Chokushi-Hakken-no-Gi», donde el emperador enviará emisarios al santuario sinntoísta Ise Jingu para anunciar a los espíritus de sus antepasados que ya hay un heredero al trono, según detalló Nippon News.

Para reducir el riesgo de infección tanto como sea posible, el comité decidió reducir el número de invitados al ritual a alrededor de 50 de los 350 originales y no celebrar un banquete, informó Japan Times.

Después de las ceremonias de proclamación, se espera que el gobierno inicie discusiones completas sobre cómo garantizar una sucesión estable en la familia imperial cada vez más reducida, ya que el parlamento japonés adoptó una resolución no vinculante en 2017 solicitando al gobierno que aborde el asunto.

Solo tres herederos varones

La entronización del emperador Naruhito dejó solo tres herederos al trono: el príncipe heredero, el hijo del príncipe heredero, Hisahito, de 14 años, y el príncipe Hitachi, de 84, tío del emperador. Si bien indicó que el gobierno se centrará en celebrar las ceremonias primero, el secretario jefe del gabinete, Katsunobu Kato, dijo: «Después de eso, nos gustaría abordar el asunto a la luz de la resolución».

El número de miembros de la familia imperial ha ido disminuyendo, y la Ley de la Casa Imperial de 1947 establece que solo los hombres en la línea paterna pueden ascender al Trono del Crisantemo y las mujeres deben abandonar su estado imperial después de casarse con plebeyos.

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La esperanza de ver a la princesa Aiko convertida en Emperatriz se rompe definitivamente

El futuro de la princesa definitivamente no es ocupar el trono, pero podría ser distinto al de las anteriores princesas.

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Pese a que las encuestas demuestran que la inmensa mayoría (más del 75%) de los japoneses desea ver a la princesa Aiko convertida en emperatriz después de su padre, esta esperanza está definitivamente roto: la única hija de los actuales soberanos nunca podrá reinar en Japón. El ascenso al trono de Naruhito, en mayo de 2019, significó la ‘entronización’ de su hermano menor, el príncipe Akishino, como primero en la línea sucesoria al Trono del Crisantemo y en los próximos meses será investido como tal en ceremonias tradicionales. La confirmación oficial de Akishino enterrará definitivamente la esperanza de ver a la joven princesa convertida en emperatriz.

El gobierno japonés dijo que pronto comenzarán los debates entre políticos, expertos, historiadores, intelectuales y funcionarios de la corte para “solucionar” el tema más preocupante de la monarquía japonesa: la falta de herederos y “mano de obra”. El prohibición de que las mujeres hereden el trono, reinante desde finales de la II Guerra Mundial, agrava la situación: cada vez que una princesa imperial contrae matrimonio, ésta pierde su estatus dentro de la corte, su apellido y su capacidad para llevar a cabo tareas oficiales de representación. Sucedió esto con las hermanas, las primas y la hija del emperador Akihito.

La prohibición, además, significa que solo los varones imperiales pueden reinar: en estos momentos, el emperador Naruhito cuenta con solo tres potenciales herederos. El príncipe Akishino, próximamente entronizado como heredero, será definitivamente el próximo emperador y luego le tocará a su hijo, el joven príncipe Hisahito, de 14 años. Existe un posible heredero, además, en la persona del príncipe Hitachi, tío del emperador, que a sus más de 83 años enfrenta graves problemas de salud. Más allá de estos tres hombres, la familia imperial no tiene más herederos y muchos se preguntan: ¿qué sucederá si el príncipe Hisahito no tiene descendencia?

La solución más próxima para el gobierno de Japón no es permitir que las mujeres como Aiko hereden la corona: la línea sucesoria actual (Akishino, Hisahito y Hitachi) es inamovible, y los expertos deberán encontrar una solución al problema posterior. Una de estas soluciones, la más osada y criticada por los conservadores, sería permitir que las princesas imperiales conserven su estatus dentro de la corte una vez que contraen matrimonio para que continúen apoyando al emperador en sus tareas oficiales.

Las princesas, asimismo, podrían legar sus derechos sucesorios a sus hijos, tal como ha sucedido en el pasado: siete mujeres se cuentan entre los 126 emperadores de la línea imperial japonesa, de las cuales muchas traspasaron sus derechos a sus hijos. Pero existe además una idea aún más conservadora: la de devolver a los antiguos príncipes de ramas imperiales secundarias sus títulos y su estatus y de propiciar matrimonios con las princesas imperiales, con el fin de procrear herederos legítimos de sangre puramente imperial.

El futuro de la princesa Aiko definitivamente no es ocupar el trono, de más de 2.600 años de antigüedad, pero en el futuro podría convertirse en la primera mujer de la Familia Imperial que conserva su rango, su estatus y sus deberes reales, lo cual podría ser un apoyo valioso en una dinastía menguada y en peligro de extinción. Lo mismo podría suceder con las hijas del próximo emperador, las princesas Mako y Kako. Aunque será su hermano pequeño quien herede el trono, en el futuro ellas podrían apoyarlo en el desarrollo de la actividad real y (en el caso de que Hisahito no tenga hijos), podrá dejar la corona a los hijos de sus hermanas.

Enfoque: claves para entender el drama de una familia imperial de Japón en “peligro de extinción”

El problema es un asunto «urgente» que debe abordarse sin demora, dijo el Gobierno, que comenzará a estudiar el tema en abril.

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