¿Buckingham bajo el agua? El palacio es reinventado por diseñadores británicos

El Palacio de Buckingham es uno de los edificios más famosos del mundo. Convertido de mansión a palacio por el arquitecto John Nash en la década de 1820, algunos arquitectos consideran que, con su fachada de piedra de Portland, parece «aburrido».

Por eso, fue reinventado por un destacado arquitecto como ‘Buckingham Waterworld’, rodeado de lagos debido al aumento del nivel del mar. El diseño es una de las seis visiones artísticas para la residencia de la familia real británica en Londres presentada por diseñadores de renombre para la revista Country Life con motivo del Jubileo de Platino de la reina Isabel II.

Natasha Brown de Giles Quarme Architects representó el palacio en una imagen atmosférica, con agua, salpicada de botes de remos y de vela, extendiéndose hacia el frente y sumergiendo parcialmente el edificio histórico, imaginando la inundación del Támesis debido al cambio climático. Agregó un jardín en la azotea cubierto de árboles y sugirió que la barcaza de remos Gloriana podría usarse como un taxi acuático.

“Si el nivel del mar subiera un metro, debido al cambio climático, se produciría la inundación del Támesis en el centro de Londres. Wellington Arch formaría el Watergate para el palacio”, escribió en Country Life. “La barcaza de remos de la reina, Gloriana, sería un excelente taxi acuático y las barcazas del Támesis proporcionarían entregas sin emisiones de carbono”.

La diseñadora, que incluyó en uno de los bocetos a la reina montando un caballo mientras vadeaba aguas profundas, agregó: “Los bosques de algas marinas del Ducado de Cornualles podrían proporcionar aislamiento de techo con un jardín en el techo cubierto de árboles nativos, lo que ayudaría a compensar las emisiones de carbono”.

Francis Terry, de Francis Terry and Associates, dibujó el palacio con una estatua cuadriga de la victoria alada montada en un carro de cuatro caballos en el centro del techo.

Mark Hoare, de Hoare Ridge & Morris, dijo que el palacio necesitaba un «dorado bien juzgado» como Chatsworth House, que fue renovado con pan de oro alrededor de los marcos de las ventanas.

Ptolemy Dean, de Ptolemy Dean Architects, abogó por abrir la sección central de la fachada para crear una vista detrás y debajo del balcón hasta el patio central del palacio.

Ross Sharpe, de Yiangou, propuso alargar el palacio a cada lado, con arcadas que ofrecieran vistas al patio detrás.

Robert Kerr y Robert Cox de Adam Architecture remodelaron la fachada este, representando el palacio con una cúpula central.

Enanos y deformes en palacio: la pasión de la reina Victoria por los circos de fenómenos

Cuando Charles Stratton, de 63 años de edad y 63 cm de altura, llegó al Palacio de Buckingham en marzo de 1844, con su espectáculo de fenómenos, marcó el comienzo de la obsesión de la reina Victoria de Gran Bretaña con el mundo de los «monstruos del circo».

Su “manager”, cuyo nombre artístico era “General Tom Thumb”, hechizó a la reina con trucos y parodias de enanos, que incluían una batalla ceremonial con el perrito de su majestad. La audiencia, que incluía al príncipe Alberto, pensó que todo aquello era divertidísimo. La reina Victoria quedó tan cautivada con Tom que escribió sobre él en sus diarios y lo invitó, junto con otros «monstruos» del circo, a varias reuniones más ese año.

Fue en ese mismo año de 1844 cuando Tom Thumb hizo su debut en los escenarios de Londres, con cientos de personas acudiendo en masa para ver al «el hombrecito maravilloso». Su llegada a Londres fue tan espectacular que su legado vive en la exitosa película de 2017 “The Greatest Showman”, protagonizada por Hugh Jackman como PT Barnum y Sam Humphrey como Stratton. Pero quizás nada de eso hubiera sido posible sin su fan más grande, que también era su fan más famoso: la obsesión de la reina Victoria por Tom Thumb y otros artistas extravagantes le aseguró a la compañía una vida de celebridad y riqueza.

El historiador John Woolf, autor de The Wonders: Levantando el telón sobre los shows de fenómenos, el circo y la era Victoriana dijo que la soberana en realidad popularizó el “freak show” en la Gran Bretaña de mediados del siglo XIX. «Antes de la década de 1840, el espectáculo freak se veía como un asunto humilde asociado con ferias itinerantes. Pero se convirtió en una forma respetable de entretenimiento, que disfrutan todos, de todas las edades, clases, géneros y orígenes», dijo Woolf. «El respaldo de la reina Victoria también abrió las puertas de los palacios europeos, y Tom Thumb hizo una gira europea en 1845 y se presentó ante el rey Luis Felipe de Francia, el rey Leopoldo y la reina Luisa María de Bélgica, y la reina de España. Años más tarde, se presentóante personas como el presidente Lincoln. Mientras tanto, Victoria siguió recibiendo a los fenómenos».

Según el doctor Woolf, el Palacio de Buckingham y el Castillo de Windsor se convirtieron en una puerta giratoria para personajes considerados “monstruos”, incluidos los enanos, los gigantes, los “aztecas”, los “terrícolas”, los gemelos siameses y guerreros zulúes: todo lo que no fuera “normal” era considerado un fenómeno para la diversión. «El amor de la reina Victoria por los intérpretes anormales era bien conocido en ese momento, aunque desde entonces los historiadores lo han ignorado en gran medida. Victoria escribió sobre muchos de los artistas que la visitaron”, dijo Woolf. “Busqué en sus diarios para encontrar sus entradas, lo que hace una lectura interesante. Por ejemplo, en julio de 1853 conoció a ‘los aztecas’: hermanos nacidos con microcefalia que desfilaron en espectáculos extraños y luego se casaron legalmente como parte un truco publicitario».

Mientras que la reina Victoria es recordada como la monarca de rostro severo, a menudo la lúgubre “viuda de Windsor” se convertía en una ferviente admiradora de la diversión que se sentía especialmente atraída por los forasteros. Woolf dijo que vale la pena recordar que Victoria era una princesa de sangre alemana nacida en Inglaterra y que vivía bajo el opresivo “Sistema Kensington” destinado a educarla como una monarca intachable. «Ella era, por nacimiento, una forastera. Incluso como reina fue marcada como diferente debido a su nacimiento. Y tenía sus propios problemas de cuerpo: era conocida como ‘la pequeña reina’, solo de 4 pies y 150 cm de altura, y ella solía lamentar que ‘todo el mundo crece menos yo’”. Se acercó más a sus sirvientes, John Brown y Abdul Karim, dos forasteros a quienes quiso mucho. Entonces, existe una conexión interesante entre Victoria y los artistas», dijo Woolf.

Las demostraciones anormales fueron muy importantes para la sociedad victoriana y tuvieron un gran impacto en cómo los victorianos veían el mundo. «Cuando era niña, Victoria encontró un escape de su difícil infancia en el circo”, finaliza Woolf en la entrevista con News.au. En 1839, unas semanas después de cumplir 18 años y poco después de que la hicieran reina, la cautivó el domador de leones Isaac A Van Amburgh, quien fue pionero en la combinación de menaje y circo. Ella lo vio actuar con leones siete veces en seis semanas; solía imaginarse luchando con los leones. Se sentía encantada y se ganó la reputación de preferir lo espectacular a lo agraciado, lo extranjero a lo británico».

¿Sabías que? La zarina Ana de Rusia era una gran amante de los espectáculos de fenómenos: su corte estaba repleta de enanos, paralíticos, deformes y otras criaturas.

De Harry Truman Joe Biden: la reina Isabel II conoció a 13 presidentes de EEUU en 70 años

La reina Isabel II de Gran Bretaña puede contar entre los muchos hitos de su extenso reinado el haber conoció a trece de los catorce presidentes de Estados Unidos de los últimos 70 años, todos los ocupantes de la Casa Blanca con excepción de Lyndon B. Johnson, quien solo realizó visitas de estado a Asia durante su tiempo en el cargo. El último en sumarse a la lista ha sido el demócrata Joe Biden, quien fue recibido por Isabel II este 13 de junio en el Castillo de Windsor.

HARRY TRUMAN CON LA PRINCESA ISABEL EN 1951

Harry S. Truman fue el primer presidente que conoció Isabel, en octubre de 1951, cuando todavía era princesa. Truman y su esposa Bess recibieron a Isabel y al duque de Edimburgo en una visita de dos días a Washington hecha en nombre de su padre, el rey Jorge VI, que estaba gravemente enfermo en ese momento. El presidente dijo que, si bien había recibido muchos invitados en Washington, “nunca antes habíamos tenido una pareja joven tan maravillosa, que nos ha capturado tan completamente el corazón de todos nosotros”.

Isabel II con Dwight D Eisenhower en 1957

Cuatro años después de su coronación, la reina Isabel hizo su primera visita de estado a los Estados Unidos, con Dwight D. Eisenhower como presidente. La visita se produjo durante la Guerra Fría, un momento crucial para la alianza entre Estados Unidos y el Reino Unido. El primer ministro británico, Harold Macmillan, también viajó para mantener conversaciones urgentes con el liderazgo estadounidense. La joven reina (entonces de 31 años), sin embargo, encontró tiempo para eventos más alegres, incluida una cena de Estado, una visita a Jamestown, Virginia, lugar del primer asentamiento británico en Estados Unidos, y su primer partido de fútbol americano. También se reunió con el ex presidente Herbert Hoover en el Hotel Waldorf Astoria de Nueva York. Dos años más tarde, Isabel recibió a Eisenhower en Balmoral.

John y Jackie Kennedy en 1961 en el palacio de Buckingham

Medio millón de personas acudieron a saludar al presidente John F. Kennedy y a la primera dama Jacqueline cuando llegaron a Londres para una visita en 1961, pocos meses después de la toma de posesión de Kennedy. La serie de Netflix “The Crown” recreó la visita en su segunda temporada, reflejando gran parte de las supuestas críticas de la primera dama al estilo anticuado de la reina. La familia real recibió a los Kennedy con una lujosa cena de estado en Buckingham y el presidente más tarde le escribió a la reina diciendo que «siempre apreciaría el recuerdo de esa deliciosa velada«.

Con Richard Nixon en 1969

En 1969, Isabel II recibió en Buckingham al presidente Richard Nixon, a quien ya había conocido en 1957 cuando era vicepresidente de Eisenhower. La reina y el duque de Edimburgo recibieron al presidente estadounidense en el Palacio de Buckingham e intercambiaron retratos autografiados, mientras que un equipo de televisión capturó la ocasión para un documental llamado “The Royal Family”, transmitido más tarde ese año.

Isabel II con Gerald Ford en Washington

Gerald Ford, 38° presidente de los Estados Unidos, recibió a Isabel II con grandes fastos en la Casa Blanca en 1977 para celebrar el 200 aniversario de la declaración de independencia de Estados Unidos. Isabel II fue a Washington para celebrar la relación continua entre los dos países con una cena de estado organizada por Ford y su esposa Betty. La pareja compartió un baile y el presidente le prometió a la reina que «Estados Unidos nunca ha olvidado su herencia británica«. La primera damaescribió más tarde en sus memorias que «era fácil tratar con la reina» y «si no hubiera estado confundiendo Su Alteza y Su Majestad (él es Su Alteza, ella es Su Majestad) me daría cuatro estrellas por la forma en que se desarrolló esa visita”.

Isabel II y la reina madre con Jimmy Carter

Un año después de su visita por el Bicentenario de la Independencia de Estados Unidos, la reina recibió al presidente Jimmy Carter en el Palacio de Buckingham para una cena con otros jefes de estado durante una cumbre de la OTAN. Carter rompió el protocolo real al besar a la Reina Madre, por error, en los labios. Aparentemente, la madre de Isabel II se sintió mortificada y dijo: «Nadie ha hecho eso desde que murió mi esposo«.

Isabel II y Ronald Reagan, en 1982 en Windsor

En 1982, junto con su esposa Nancy, Ronald Reagan se convirtió en el primer presidente estadounidense en pasar la noche en el Castillo de Windsor. Fue el primero de los tres viajes que hicieron los Reagan para ver a la reina en el Reino Unido, y ella también visitó el rancho de los Reagan cerca de Santa Bárbara, California, en 1983. Reagan escribió en sus memorias que el viaje de 1982 fue una «visita de cuento de hadas» y uno de los momentos más “divertidos” de su presidencia. Dijo que lo más destacado fue montar a caballo con Isabel II mientras Nancy y Felipe viajaban en un carruaje tirado por caballos. «Debo admitir que la reina es una jinete consumada«, escribió.

George HW y Barbara Bush en Buckingham.

El presidente George H. W. Bush conoció a Isabel II en 1989 en Londres. Durante la visita, Bush también se reunió con la primera ministra Margaret Thatcher, quien, escribió con desdén en sus memorias, le dio «una conferencia sobre la libertad». Mientras tanto, la reina llevó a los Bush a un recorrido por el Palacio de Buckingham y correspondió a la visita con un viaje a Washington dos años después.

Isabel II y Bill Clinton

Su sucesor, el presidente Bill Clinton, realizó varias visitas al Reino Unido durante su presidencia, en parte debido a su participación en el proceso de paz en Irlanda del Norte. Conoció a la reina por primera vez en un banquete en honor al 50 aniversario del Día D de la Segunda Guerra Mundial en la ciudad de Portsmouth, y seis años más tarde, la reina recibió al matrimonio Clinton y su hija, Chelsea, en el Palacio de Buckingham para tomar el té.

George W. Bush y Laura Bush en Buckingham.

El presidente George W. Bush conoció a la reina por primera vez durante un almuerzo en el Palacio de Buckingham durante una gira europea de seis días en 2001 y en 2003 se convirtió en el primer presidente de EEUU en realizar una visita oficial de estado al Reino Unido. Para coincidir con la visita de Bush en noviembre, alrededor de 100.000 personas salieron a las calles para protestar contra la guerra de Irak, lo que supuestamente costó millones al Reino Unido en gastos de seguridad durante la visita de tres días. La manifestación culminó con manifestantes que derribaron una efigie de Bush, recordando escenas de la caída de la estatua de Saddam Hussein en Bagdad seis meses antes. George y Laura Bush recibieron un saludo de 41 disparos y luego asistieron a un banquete de Estado.

Banquete de Estado en Buckingham en honor a Barack Obama

Barack y Michelle Obama conocieron a Isabel II en una visita de estado en 2011. Los Obama le obsequiaron un conjunto de recuerdos y fotografías del viaje de sus padres a los Estados Unidos en 1939. A cambio, la reina les dio una colección de cartas intercambiadas entre monarcas y presidentes de Estados Unidos. Los Obama se reunieron con la reina dos veces más y en su 90 cumpleaños el presidente dijo: «Ella es verdaderamente una de mis personas favoritas«.

Donald Trump fue recibido dos veces en el Castillo de Windsor.

El presidente Donald Trump se reunió por primera vez con la reina en una visita oficial en 2018, cuando tomaron el té en el Castillo de Windsor. Los gobiernos británico y estadounidense acordaron evitar Londres, donde decenas de miles de manifestantes criticaron su retórica y política sobre temas como la migración, el género y los derechos LGBTQ. En su visita de 2019, el presidente y la primera dama pasarán más tiempo con los miembros de la realeza que el año anterior, aunque con protestas en todo el país, la mayor parte de la visita se llevará a cabo a puerta cerrada. Volaron en helicóptero al Palacio de Buckingham y fueron recibidos por la reina, el príncipe Carlos y Camilla, duquesa de Cornualles. Allí mismo, la reina ofreció a Trump un banquete de Estado para 170 invitados.

Prohibido estrictamente copiar completa o parcialmente los contenidos de MONARQUIAS.COM sin haber obtenido previamente permiso por escrito y sin incluir el link al texto original. Puede encontrarnos en Facebook o Instagram.

69 datos y anécdotas sobre la reina Isabel II al cumplir 69 años de reinado

Al cumplir un nuevo aniversario de su ascenso al trono, repasamos su vida y reinado en datos interesantes, divertidos y, a veces, curiosos.

1. En su adolescencia, la entonces princesa Isabel y su hermana la princesa Margarita actuaron y realizaron varias pantomimas durante la Segunda Guerra Mundial.

2. El museo de cera Madame Tussauds en Londres ha exhibido a lo largo de los últimos 67 años un total 23 modelos diferentes de tamaño real de la reina.

3. La reina habla francés con fluidez y, a menudo, usa el idioma cuando recibe audiencias y asiste a visitas de estado. No necesita un intérprete, como se vio cuando visitó Francia en 2014 para el 70 aniversario del “Día D”.

4. La reina no nació en un palacio, sino en una casa de Londres, en 17 Bruton St. del barrio de Mayfair, que era propiedad de los hermanos de su madre. El lugar de nacimiento de la reina ahora es un restaurante con estrella Michelin llamado “Hakkasan”.

5. La reina es la única persona en el Reino Unido que puede conducir sin una placa de matrícula en su automóvil estatal ni registro de conducción.

6. Cuando las ballenas se lavan en la costa del Reino Unido, muertas o vivas, inmediatamente pasan a ser propiedad del monarca bajo la prerrogativa real. Un estatuto de 1324, durante el reinado del rey Eduardo II, dice: «El rey tendrá… ballenas y esturiones capturados en el mar o en cualquier otro lugar dentro del reino». Este estatuto sigue vigente hoy en día.

7. Isabel disfruta del baile campestre escocés y todos los años organiza un baile conocido como los Bailes de Gillies para el personal del castillo y los lugareños cuando se hospeda en el castillo Balmoral, Escocia.

8. La Reina ha visitado 117 países, es decir, dos tercios de todos los países del planeta. A lo largo de su reinado ha visitado Australia 16 veces, Canadá 22 veces, Nueva Zelanda 10 veces y Jamaica 6 veces.

9. El 2 de junio de 1953 fue coronada con la corona del Estado Imperial, compuesta por 2.868 diamantes, 273 perlas, 17 zafiros, 11 esmeraldas, y 5 rubíes.

10. La reina ganó más de 1.600 carreras, lo que la convierte en una de las dueñas de caballos de carreras más exitosas de la historia. Ella también ha ganado cada una de las cinco Carreras Clásicas Británicas, muchas veces, excepto el Derby Epsom.

11. Durante el reinado de Isabel II, trece primeros ministros han pasado por el cargo: Winston Churchill, Anthony Eden, Harold Macmillan, Alec Douglas-Holme, Harold Wilson, Ted Heath, James Callaghan, Margaret Thatcher, John Major, Tony Blair, Gordon Brown, David Cameron y Teresa May.

12. Durante su reinado, trece presidentes estadounidenses también han estado en el cargo: Harry Truman, Dwight Eisenhower, John F. Kennedy, Lyndon Johnson, Richard Nixon, Gerald Ford, Jimmy Carter, Ronald Reagan, George HW Bush, Bill Clinton, George W Bush, Barack Obama y Donald Trump. Se esperaba que en julio de 2021 reciba a Joe Biden.

13. La reina ha enviado más de 175.000 telegramas enviados a personas que celebran su cumpleaños número 100 en el Reino Unido y la Commonwealth. En el 2000, le envió uno a su madre, la reina madre Isabel, para felicitarla por su cumpleaños número 100.

14. Ha habido siete arzobispos de Canterbury durante el reinado de Isabel II: Geoffrey Fisher (el encargado de coronarla en 1953), Michael Ramsey, Donald Coggan, Robert Runcie, George Carey, Rowan Williams y Justin Welby.

15. La reina ha posado para más de 130 retratos oficiales. La primera vez fue en 1933, a los siete años, cuando posó para su primer retrato encargado por su madre al artista húngaro Philip Alexius de Laszlo.

16. En 2015 superó a su tatarabuela, la reina Victoria, como la monarca con el más largo reinado de la historia inglesa. En 2019 se convirtió en la mujer que más tiempo gobernó por derecho propio superando a la reina Leonor de Inglaterra, duquesa de Aquitania.

17. En idioma maorí, la reina es conocida por el término ‘Kotuku’, que se traduce como ‘la garza blanca’ en inglés. En Papúa Nueva Guinea, se la menciona en el idioma pidgin de Tok Pisin como «Missus Kwin», que se traduce como «Mama pertenece a la gran familia» en inglés.

18. En la cumbre del G20 de 2009, Su Majestad se mostró impresionada con el Primer Ministro italiano, Silvio Berlusconi, después de que gritara por «¡Sr. Obama!» Se escuchó a la reina preguntar: «¿Qué es eso? ¿Por qué tiene que gritar?

19. Según la prima de la reina, Margaret Rhodes, todos los días ella disfruta de una ginebra y Dubonnet antes del almuerzo, con una rodaja de limón y mucho hielo. Con su almuerzo, ella tomará un Martini seco y, para terminar el día, se relajará con una copa de champán por la noche. Según los estándares del gobierno del Reino Unido, esto oficialmente convertiría Isabel II en una bebedora compulsiva, habiendo consumido seis unidades de alcohol por día.

20. Ha habido siete Papas durante el reinado de la reina (Pío XII , Juan XXIII, Pablo VI, Juan Pablo I, Juan Pablo II, Benedicto XVI y Francisco) y ella los conoció a todos excepto a Juan Pablo I.

21. Isabel II también es Reina de Canadá, de Australia, de Jamaica y de otros 13 de los 53 estados miembros de la Commonwealth. El reinado de Isabel II protagonizó el desmantelamiento del Imperio Británico, perdiendo más territorios que cualquier otro monarca británico.

22. Al parecer, su majestad tiene un gran sentido del humor y un talento para la mímica. Según el capellán de la reina, el obispo Michael Mann, dijo una vez que «la reina imitando el aterrizaje del Concorde es una de las cosas más divertidas que se pueden ver».

23. La reina tuvo que recolectar cupones de ropa para la compra de su vestido de novia cuando se casó con el príncipe Felipe en 1947. Conocedoras de la grave situación económica que se vivía, mujeres de toda Inglaterra le enviaron cupones de racionamiento o medias de nylon como regalo.

24. Isabel II es la única monarca británica que ascendió al trono mientras vivía uno de sus abuelos. La reina María, viuda de Jorge V, tenía 84 años cuando murió su hijo, Jorge VI, pero no vivió lo suficiente para asistir a la coronación de Isabel, muriendo dos meses antes.

25. La reina y el príncipe Felipe protagonizaron una gran pelea conyugal en 1954 durante una gira por Australia que fue capturada por la prensa pero las fotos nunca se publicaron. Se informó que el príncipe intentó escapar, pero la reina le lanzó un par de zapatos de tenis y una raqueta. Una reina enfurecida le gritó que dejara de correr y le ordenó que regresara.

26. Isabel II no necesita un pasaporte para viajar porque todos los pasaportes británicos se emiten en nombre de su nombre, lo que significa que no necesita uno para viajar ella misma.

27. La reina es la única cabeza de estado viva en el mundo que sirvió durante la Segunda Guerra Mundial. También fue la única mujer miembro de la familia real británica que lo hizo después de unirse al Servicio Territorial Auxiliar de Mujeres cuando tenía 18 años. Allí aprendió a conducir un camión militar, así como a entrenarse para ser mecánica.

28. La reina protagonizó un especial de James Bond para la ceremonia de apertura de los Juegos Olímpicos de Londres 2012. En el clip, se la vio trabajando en el Palacio de Buckingham antes de subirse a un helicóptero con Bond.

29. La reina tiene nueve tronos reales, uno en la Cámara de los Lores, dos en la Abadía de Westminster y seis en la sala del trono en el Palacio de Buckingham.

30. En 2003, la reina llevó a un lacayo a la corte después de que resultó que era un periodista encubierto. Su Majestad ganó el caso, y se puso una orden judicial que impide que se publique cualquier información que el periodista haya recopilado.

31. La reina lleva intencionalmente colores brillantes para que los miembros del público puedan verla fácilmente en una multitud.

32. Isabel y el príncipe Felipe se conocieron en junio de 1934, en la boda de los duques de Kent (cuando ella tenía 8 años), se reencontraron en 1939 y se comprometieron en secreto en 1946. No hicieron públicas las noticias hasta el año siguiente cuando ella cumplió 21 años.

33. La coronación de la Reina fue observada por 8.251 invitados en la Abadía de Westminster y seguida por 27 millones de personas en todo el Reino Unido a través de la radio, la TV y los cines.

34. La reina muy rara vez asiste a los funerales. Algunos de los pocos a los que ha asistido incluyen a Sir Winston Churchill y Lady Thatcher.

35. La reina fue el primer monarca británico en viajar a Oriente Medio y China.

36. El castillo de Windsor, la casa privada de la reina, se incendió en 1992 y causó daños en 100 habitaciones, con renovaciones que costaron £ 340 millones.

37. Isabel II es la sexta reina inglesa coronada por derecho propio. La primera fue María Tudor, que fue coronada el 1 de octubre de 1553.

38. En un reciente documental televisivo, se reveló que el príncipe George se refiere a su abuela como «Gan Gan».

39. La reina Isabel está catalogada como la 302ª persona más rica del Reino Unido por la Lista de ricos del diario británico “Times” en £ 340 millones (unos 415 millones de dólares).

40. Según los informes, la princesa Isabel lloró durante su bautizo en 1926, cuando solo tenía un mes de edad.

41. La princesa Isabel no fue a la escuela, sino que fue educada por tutores privados en el palacio. Lo mismo ocurrió con su hermana menor, la princesa Margarita, quien habría recibido clases de menor calidad con el objetivo de que nunca eclipsara a su hermana.

42. La princesa Isabel estaba durmiendo en una casa construida sobre un árbol en Kenia cuando su padre murió y ella se convirtió en reina. Fue el primer soberano en más de 200 años que ascendió al trono estando en el extranjero.

43. La reina tiene 30 ahijados, uno de los cuales es el conde Charles Spencer, hermano de la princesa Diana de Gales.

44. En 1992, Isabel II demandó a The Sun Newspaper por violación de los derechos de autor después de que publicaron su Transmisión de Navidad dos días antes de la fecha prevista de su publicación.

45. La reina ha recibido un Premio Bafta honorífico en reconocimiento a su patrocinio de las Industrias de Cine y Televisión.

46. En el Trooping the Colour de 1981, Su Majestad recibió seis disparos. Por suerte el perpetrador solo disparó espacios en blanco. Marcus Sarjeant, la persona que, fue la última persona en ser procesada en virtud de la Ley de la Traición de 1842.

47. En noviembre de 2017, la reina y el duque de Edimburgo celebraron su 70 aniversario de boda, el matrimonio más longevo de la historia de la monarquía inglesa.

48. La reina Isabel II es el monarca número 42 desde que Guillermo el Conquistador obtuvo la corona de Inglaterra.

49. El soberano no está obligado a pagar impuestos sobre la renta o ganancias de capital, pero Isabel lo ha estado haciendo voluntariamente desde 1993. Comenzó a hacerlo tras el incendio que destruyó gran parte del Castillo de Windsor y los británicos se enfurecieron por tener que pagar la cuenta.

50. La reina se convirtió en el primer monarca reinante en tener un hijo desde la reina Victoria. Fue en 1960, cuando nació su tercer hijo, el príncipe Andrés. Madre de cuatro, no es la reina más prolífica, ya que Victoria tuvo nueve hijos. La reina Ana tuvo diecisiete embarazos, muchos de los cuales terminaron en abortos naturales. Los hijos que nacieron no superaron la infancia.

51. A pesar de ser Reina de Escocia, Isabel II nunca lució sobre su cabeza la Corona de los Reyes de Escocia, que actualmente se conserva en Edimburgo junto a las regalías. En 1953, tras su coronación en Londres, viajó a Escocia donde le fue presentada la corona en la Catedral de St. Giles.

52. La primera emisión de radio de la Reina fue en 1940, donde hizo un mensaje de apoyo a los niños afectados por la Segunda Guerra Mundial.

53. Cada mañana, a Su Majestad se le presenta un desayuno que consiste en copos de maíz y gachas de avena en recipientes Tupperware, yogur y dos variedades de mermelada. Aunque duermen en habitaciones separadas, la reina y el príncipe suelen desayunar juntos.

54. En 2004, el elenco de Les Misérables fue invitado por la reina para actuar para el presidente francés en el castillo de Windsor. Esto marcó la primera vez que un musical del West End actuó en una residencia real.

55. El palacio de Buckingham, la residencia principal de Isabel, tiene 775 salones, 19 salones de Estado, 52 dormitorios reales, 188 dormitorios del personal, 92 oficinas, 78 cuartos de baño, 760 ventanas y 1.514 puertas.

56. El Yate Real “Britannia” viajó más de 1 millón de millas en los más de 40 años que estuvo en uso por la reina, lo que equivale a un promedio de 25.000 millas por año.

57. Isabel II es la primera reina con sangre escocesa desde Carlos I, ejecutado en 1649. Su madre, lady Elizabeth Bowes-Lyon, era la menor de los nueve hijos del rico terrateniente escocés Lord Strathmore, descendiente del rey Roberto Bruce de Escocia, del siglo XIV.

58. Cuando realizó una gira por Australia en 1953, se estimó que alrededor de las tres cuartas partes de la población pudieron ver personalmente a la reina, entonces de 27 años.

59. Isabel II es la única persona del mundo que tiene un cajero automático en su propio hogar, el palacio de Buckingham. Proporcionado por Coutts, uno de los bancos más prestigiosos de Gran Bretaña, sin embargo no es usado por la reina, sino por sus empleados.

60. Las princesas Isabel y Margarita obtuvieron el permiso de sus padres para unirse a las multitudes que celebran el final de la Segunda Guerra Mundial el 8 de mayo de 1945. La reina recordó la noche como una de las más memorables de su vida.

61. Alrededor de 1.1 millones de personas han asistido a fiestas en los jardines de sus residencias de Buckingham (Londres) y Holyroodhouse (Edimburgo). Estos picnics remplazaron a las presentaciones en sociedad que se celebraron hasta 1957.

62. La reina envió un mensaje a la Luna en 1969, junto a otros líderes mundiales. «En nombre del pueblo británico, saludo la habilidad y el coraje que han llevado al hombre a la luna», escribió la reina en su mensaje lunar. «Que este esfuerzo incremente el conocimiento y el bienestar de la humanidad». Ese mensaje todavía está sobre la superficie de la Luna.

63. La reina no puede ser detenida, interrogada, multada ni juzgada, pero ella no parece estar abusando de este poder. Aunque no se pueden iniciar procedimientos civiles y penales contra la soberana, Isabel II tiene cuidado de garantizar que todas sus actividades en su capacidad personal se lleva a cabo en estricta conformidad con la ley.

64. En 2015, la reina compró un apartamento de $ 7,9 millones y tres habitaciones cerca de la sede de las Naciones Unidas en la ciudad de Nueva York. Tiene una asombrosa superficie de 3.000 pies cuadrados, y el edificio en sí fue diseñado por un arquitecto británico.

65. La reina ha recibido muchos regalos inusuales, incluyendo una variedad de animales vivos. Los más curiosos fueron puestos al cuidado del zoológico de Londres, entre un elefante, dos tortugas gigantes, un jaguar, dos perezosos de Brasil y dos castores negros de Canadá.

66. La monarca ofrece pequeñas comidas informales en el palacio para conocer a personas distinguidas de todas las profesiones, oficios y vocaciones. La primera se llevó a cabo en 1956 y la tradición continúa hasta hoy. Por lo general, hay entre seis y ocho invitados y dos miembros de la familia real.

67. La reina ha distribuido más de 90.000 pudings navideños al personal de sus palacios, siguiendo la costumbre iniciada por su abuelo, el rey Jorge V. Su tatarabuela, la reina Victoria, tenía la costumbre de enviar pudings navideños a sus parientes coronados de Europa. Los sirvientes más cercanos de Isabel II reciben además regalos que originalmente fueron enviados a la familia real.

Isabel II durante el mensaje de Navidad de 2018.

68. El 25 de enero de 2020, Isabel II superó al emperador Francisco José I de Austria en la extensión de su reinado, con 67 años y 355 días en el poder. Se ubica en el podio de los monarcas que más tiempo han reinado y en 2024 podría convertirse en la número 1 de esa lista si supera los 70 años y 110 días de reinado de Luis XVI, el «Rey Sol» de Francia.

69. El 8 de enero de 2021, después de más de diez meses de confinamiento por la pandemia de Covid, Isabel II se convirtió en la segunda monarca europea vacunada contra el coronavirus al recibir la primera dosis en el Castillo de Windsor. Su marido Felipe, de 99 años, también fue inmunizado.


Las obras maestras del Palacio de Buckingham se exhiben en la Galería de la Reina

Los amantes del arte podrán ver de cerca una de las mayores colecciones artísticas de Gran Bretaña a partir del 4 d diciembre.

Las obras de restauración del Palacio de Buckingham, en Londres, obligaron a retirar las obras maestras del arte que usualmente están en la Pinacoteca de la residencia. Y para aprovechar el movimiento, la cercana Queen’s Gallery -Galería de la Reina- abre este viernes 4 de noviembre una exposición que incluye algunas de las obras más famosas de la Colección Real.

Las pinturas de Rubens, Van Dyck, Canaletto y otros suelen estar colgadas en la Pinacoteca, una de las salas del palacio que albergan sus eventos más grandiosos. Pero las obras de los grandes maestros fueron retiradas durante las renovaciones y se trasladaron a un espacio de exhibición más moderno.

“Si bien los turistas pueden haber visto las pinturas desde lejos durante las visitas al palacio, ahora podrán disfrutarlas más de cerca con menos distracciones”, dijo el supervisor de pinturas de la reina, Desmond Shawe-Taylor. “Lo que esto hace es bajar las pinturas al nivel de los ojos, exhibirlas con una iluminación más fuerte en el ámbito de una galería moderna y simplemente permitirle enfocarse en ellas y nada más”, agregó.

El palacio está atravesando una remodelación de 10 años para reemplazar peligrosos cableados eléctricos y las calderas y renovar otra infraestructura antigua, un programa que costará unos 370 millones de libras (500 millones de dólares) y culminará en 2027. El trabajo consiste en reemplazar calderas antiguas y millas de conductos, cables y tuberías que atraviesan el laberinto de 775 habitaciones.

Como parte de este trabajo, se sustituirá el techo de la Pinacoteca de 200 años de antigüedad y se retiraron todas las pinturas por primera vez en casi 45 años. “Esperamos, no estamos seguros, recuperar la galería en un año, y luego las imágenes pueden volver directamente a las paredes”, dijo Shawe-Taylor en declaraciones a Reuters. «Lo mejor de esta exposición es que no tenemos que construir maletas de viaje caras, y ahora ahorrar un poco de dinero al no hacer las maletas es una bendición, créame«.

La muestra “Obras maestras del Palacio de Buckingham” estará disponible hasta el 31 de enero de 2022 e incluye obras de Tiziano, Vermeer, Rembrandt, Van Dyck, Claude Lorrain y Canaletto. Muchas de estas obras fueron adquiridas por los reyes Carlos I y Carlos II, así como Jorge IV, conocido como el coleccionista más extravagante de la familia real, quien llegó a acumular deudas por £ 400.000 al momento de convertirse en rey.

Por la pandemia, embajadores presentaron sus credenciales a Isabel II en videollamada

Siguiendo la tradición, tres embajadores presentaron sus credenciales a la monarca pero a 40 kms. de distancia, a través de una videollamada.

La reina Isabel II de Gran Bretaña celebró su primera audiencia diplomática virtual saludando a los embajadores extranjeros que llegaron hasta el Palacio de Buckingham, desde su casa en el Castillo de Windsor.

Siguiendo la tradición, tres embajadores presentaron sus credenciales a la monarca pero a través de una videollamada, organizado de acuerdo con el consejo médico para mitigar el impacto de la pandemia de coronavirus.

La reina Isabel II, de 94 años, y su esposo Felipe, duque de Edimburgo, pasaron gran parte del segundo encierro en Inglaterra en su residencia de Berkshire y anunciaron a principios de esta semana que permanecerán en el Castillo de Windsor durante la Navidad, renunciando a la reunión real anual en Sandringham.

Una portavoz del Palacio de Buckingham dijo: “Las audiencias diplomáticas son una parte antigua y tradicional del papel del monarca y la esperanza siempre ha sido reiniciarlas lo antes posible. «Se consideraron una variedad de opciones de acuerdo con las pautas actuales para reintroducir audiencias diplomáticas mientras se conservan algunos de los elementos ceremoniales establecidos desde hace mucho tiempo, como el uso del Palacio de Buckingham», agregó.

El Reino Unido -el país más enlutado de Europa con 60.113 muertos por Covid- anunció el inicio de la vacunación la semana próxima para los residentes y el personal de las casas de ancianos. Pero el país, primero del mundo en aprobar el uso de la vacuna desarrollada por Pfizer y BioNTech, se encuentra todavía bajo confinamiento nacional, por lo que de acuerdo con el consejo médico, la reina celebrará todas las audiencias diplomáticas “virtualmente desde el Castillo de Windsor”, añadió la casa real

La monarca celebró tres audiencias diplomáticas separadas con Sophie Katsarava, embajadora de Georgia, Gil da Costa, embajadora de Timor-Leste también conocido como Timor Oriental, y Ferenc Kumin, embajador de Hungría, y su esposa Viktoria Kumin, quienes se presentaron ante la pantalla en la Equerry’s Room de Buckingham mientras la Reina estaba sentada en la Sala Oak en el Castillo de Windsor, a 40 kms de distancia.

Las audiencias diplomáticas se han mantenido casi sin cambios desde la era victoriana: los embajadores son recogidos de su embajada o residencia en un landau estatal, un carruaje ceremonial tirado por caballos, y son llevados al Palacio de Buckingham para presentar sus credenciales a la reina. Esta ceremonia se mantuvo intacta.

Ex empleado de Buckingham confesó haber robado objetos del palacio y venderlos en eBay

Según contó ante un juez, robó varias medallas, pedidos y otros artículos valiosos mientras hacía uso de sus tareas de limpieza durante la pandemia.

Adamo Canto, quien sirvió a la reina Isabel II durante cinco años como asistente de catering, admitió el lunes ante el Tribunal de Magistrados de Westminster que robó más de 70 artículos valiosos del palacio de Buckingham, la residencia oficial de la monarquía británica en Londres, vendiendo algunos en eBay.

Entre las 77 reliquias estimadas que Canto reveló que había robado se encontraban una medalla de Compañero de la Orden del Baño que pertenecía al vicealmirante retirado de la Marina, Sir Anthony Johnstone-Burt, actualmente Maestro de Hogar de la Reina, y un Comandante de la Real Orden Victoriana que pertenece al oficial retirado del ejército británico, el mayor general Matthew Sykes, quien sirvió en la Casa Real de 2007 a 2010, informó The Daily Mail.

Canto también robó retratos autografiados del príncipe Guillermo y Kate Middleton y un álbum de fotos del Banquete de Estado celebrado durante la visita oficial del presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, algo que tuvo un precio de £1.500 (alrededor de US$ 2.000) en eBay. El fiscal Simon Maughan, citado por The Daily Mail, señaló que se vendieron 37 artículos en eBay y que no se recuperaron todas las reliquias robadas y vendidas.

Canto reveló al tribunal que robó los artículos mientras cumplía con las tareas de limpieza extra durante la pandemia de coronavirus, particularmente arrebatando artículos de los casilleros del personal, la sala de ropa, la taquilla de la Royal Collection, la tienda de la Galería de la Reina y el almacén del Duque de York. Según BBC, los robos ocurrieron entre el 11 de noviembre de 2019 y el 7 de agosto de 2020.

Canto, oriundo de Scarborough, había trabajado como asistente de catering en el Palacio de Buckingham desde 2015. El exempleado llegó a recaudar unos 10.300 dólares después de vender las reliquias reales en eBay, un precio “muy por debajo” de su valor real, según el fiscal. Aunque el juez Alexander Jacobs liberó al ladrón bajo fianza, se le advirtió que es probable que se enfrente a la cárcel. “Hay un daño adicional. Los artículos robados tenían un valor sentimental independientemente de su valor», explicó Maughan. (Sputnik)

Comienzan las obras para histórica renovación de la pinacoteca del Palacio de Buckingham

Por primera vez en casi 45 años, las renovaciones obligaron a retirar obras de arte invaluables de las paredes del palacio.

Se ha comenzado a reformar la galería de arte del Palacio de Buckingham de la reina Isabel II, que a menudo es el telón de fondo de las pomposas visitas de estado y las recepciones de la reina y, por lo general, alberga algunas de las obras maestras más reconocidas del arte europeo.

El palacio, residencia de los monarcas británicos desde el reinado de Victoria (1837-1901), se someterá a una remodelación de 10 años para reemplazar el cableado eléctrico y las calderas peligrosas, y renovar otra infraestructura vieja, un plan que costará alrededor de 494 millones de dólares y que finalizará en 2027.

Como parte de este trabajo, se reemplazará el techo de 200 años de antigüedad de la Pinacoteca y todas las pinturas, un total de 65 obras, incluidas las de Canaletto, Van Dyck, Vermeer y Rembrandt, se retirarán por primera vez en casi 45 años. “Su remoción es la culminación de meses de planificación entre la Oficina de Administración del Programa de Reservas y Royal Collection Trust”, dijo el palacio.

La Pinacoteca, una de las principales salas de estado del palacio, fue creada por el rey Jorge IV en la década de 1820 después de convertir la mansión Buckingham House en un palacio. “Las obras son ampliamente reconocidas como aspectos destacados de la Colección Real y 65 ahora se exhibirán al público en las cercanías de The Queen’s Gallery”, agregó Buckingham.

El experto en finanzas David McClure afirma que la colección de obras de arte, que incluye pinturas de Canaletto, Tiziano y Vermeer, se estima en un valor de £ 100 millones: “Seis Canalettos normalmente cuelgan en la Galería de Imágenes del Palacio de Buckingham junto con un Vermeer, un Tiziano, dos Rembrandt, dos Claude Lorrains, media docena de Van Dycks y varios Reubens excelentes”, dijo.

La reina Isabel, de 94 años, y el príncipe Felipe, de 99, se encuentran actualmente en el Castillo de Windsor, donde deben permanecer hasta que se levante el confinamiento actual. En el futuro, se cree que la Reina continuará trabajando desde el Castillo de Windsor y no regresará al Palacio de Buckingham a tiempo completo.

Siempre hubo ratas en el palacio de Buckingham y la reina Victoria tuvo un «cazador» profesional

Durante la era victoriana, el palacio de Buckingham estaba invadido por roedores y sus excrementos, aunque la plaga nunca pudo eliminarse definitivamente.

El personal doméstico de los palacios de la reina Victoria de Inglaterra (1837-1901) no solo abarcaba a puestos elevados, como el de ama de llaves, sino también al personal de cocina, el personal de la despensa, incluidos los mayordomos, mucamas, porteros, chefs, cocineros y muchachos de la cocina mayordomos, mayordomos menores, lavanderas, floristas, un departamento dedicado a la restauración, reparación y tapizado de muebles, encendedores de luces, un relojero, una brigada de de bomberos y una docena de deshollinadores…

Pero uno de los personajes más importantes en la vasta corte de la reina Victoria era el «Real Cazador de Ratas», llamado Jack Black. Durante la era victoriana, el palacio de Buckingham estaba invadido por roedores y sus excrementos, aunque la plaga nunca pudo eliminarse definitivamente y se han reportado invasiones incluso hasta 2020. Los trabajadores de las partes más bajas del palacio están acostumbrados a ver ratones de vez en cuando, pero se considera algo habitual y son casos aislados, pero a pesar de ello, se suelen colocar trampas y veneno para tener controladas estas plagas. Los trabajadores de las cocinas de palacio reciben instrucciones, como asegurarse de cerrar siempre los armarios y las despensas, así como no dejar nunca comida a la vista.

Definido como «el cazador de ratas más valiente que cualquier hombre que viviera», el deber de Black era deshacerse de esas alimañas de la corte, aunque no siempre las mataba. Algunas las enviaba vivas a las tabernas de Londres donde se organizaban peleas de ratas y la gente apostaba. El joven había comenzado a atrapar ratas a la edad de 9 años, y se hizo conocido a principios de la década de 1840 cuando comenzó a atrapar ratas de varios departamentos del gobierno en Londres hasta que fue contratado por la reina. Black caminaba por corredores y salones de palacio con un llamativo chaleco rojo, un traje de cuero blanco, un abrigo verde, una banda de oro alrededor del sombrero y un cinturón adornado con ratas de hierro fundido.

Prohibido estrictamente copiar completa o parcialmente los contenidos de MONARQUIAS.COM sin haber obtenido previamente permiso por escrito y sin incluir el link al texto original. Puede encontrarnos en Facebook o Instagram.

El trato de la princesa Ana con la gente común, un dolor de cabeza para funcionarios del palacio

Lo reconoció su exsecretario privado, Sir Nicholas Wright, quien explicó en un documental que no todos en el Palacio de Buckingham ven con buenos ojos el trato de la princesa en las ceremonias de investidura.

A la princesa Ana de Inglaterra, que participa cada vez en las ceremonias de investiduras y entrega de honores a ciudadanos en nombre de la reina Isabel II, le gusta pasar una buena cantidad de tiempo con cada destinatario, sobre todos los cuales ha investigado y memorizado información, lo que significa que sus investiduras pueden durar bastante tiempo, para preocupación de los funcionarios de la casa real.

Su exsecretario privado, el capitán Sir Nicholas Wright, explicó en el documental de ITV que no todos en el Palacio de Buckingham ven con buenos ojos la cercanía de la princesa real con la gente común que es condecorada por sus servicios a la sociedad británica.

“Algunas de las autoridades del Palacio piensan que las investiduras de Ana se prolongaron un poco. Pero ella les dio una enorme alegría y orgullo a los destinatarios”, explicó.

Debido a que la princesa ocupa más tiempo en dialogar con los condecorados, los funcionarios de la corte británica tuvieron que ajustar el número de personas que asisnten a estos eventos. “A la Princesa Real le gusta pasar una buena parte del tiempo hablando con cada destinatario. Ella es muy buena en eso, así que adaptamos los números en consecuencia”, dijo una persona de la casa real.

“Ella hace su tarea con su personal en cada persona para que conozca su historia de fondo y recuerde a cada uno a medida que surgen. Ella es excepcional en eso”, agregó.

Las condecoraciones anuales a los ciudadanos que hayan hecho aportes valiosos a la sociedad británica son parte esencial de la monarquía británica. Las investiduras, que se realizan en el Palacio de Buckingham y el Castillo de Hollyrood House (Edimburgo) son realmente importantes para quienes asisten porque es la reina, en colaboración con el Gobierno, quien decide premiar sus años de arduo trabajo y dedicación a sus diversas causas.

En el caso de la princesa real, los destinatarios generalmente están muy contentos de que ella se haya tomado el tiempo para informarse sobre su trabajo y haya pasado ese tiempo extra con ellos.

“Era encantadora. Realmente mantiene una conversación contigo, porque estaba realmente preocupado por qué decir. Y ella también sabe de ti, me preguntó si prefiero estar frente a la cámara o detrás. ¡Ella sabía mucho sobre todo mi trabajo!”, dijo la periodista Brenda Emmanus, que en 2019 recibió la Orden del Imperio Británico por sus servicios a la radiodifusión y la diversidad.

Sin embargo, hay ciertos desafíos que conlleva dirigir esas ceremonia, reconoció la princesa. Debido a que ha estado recorriendo el mundo durante más de 50 años abriendo hospitales, visitando organizaciones benéficas y asistiendo a eventos, Ana conoció a miles de personas y no se puede esperar que las recuerde a todas. «Hablar de ‘nos hemos conocido antes’, eso sucede más veces de lo que me gustaría pensar», dijo la princesa.

Prohibido estrictamente copiar completa o parcialmente los contenidos de MONARQUIAS.COM sin haber obtenido previamente permiso por escrito y sin incluir el link al texto original. Puede encontrarnos en Facebook o Instagram.

«Operativo London Bridge»: qué pasará en Gran Bretaña cuando muera la reina Isabel II

Se cree que, sin «la británica más grande de la Historia», el país atravesará su período histórico más shockeante desde la Segunda Guerra Mundial. ¿Qué está planeado?

Desde su ascenso al trono, en 1952, Isabel II de Gran Bretaña ha sido testigo de los cambios históricos más profundos de su país. Ha vivido las gestiones de 12 primeros ministros en Gran Bretaña. Y mientras tanto, gobernaban en el mundo 11 presidentes de Estados Unidos, 11 de Francia y 7 líderes de la Unión Soviética y Rusia, 7 sumos pontífices gobernaban la iglesia católica, se inventaban Internet y las redes sociales, el Hombre llegaba a la Luna, caía el Muro de Berlín y, ahora, el mundo se ve paralizado por la mortal pandemia de coronavirus.

Viendo todo lo que sucedió mientras ella reinaba, muchos británicos podrían pensar que es eterna, pero la reina cumplirá 95 años en abril de 2021 y en algún momento su reinado llegará a su fin. Se dice que sin «la británica más grande de la Historia» Gran Bretaña atravesará su período histórico más shockeante desde la Segunda Guerra Mundial. ¿Qué sucederá y en qué consiste el meticuloso operativo «London Bridge«?

Un luto sin precedentes

Durante al menos 12 días – entre su muerte y su sepultura- Gran Bretaña quedará detenida en el tiempo, un período luctuoso que significará la pérdida de miles de millones de libras. Los mercados de valores, grandes empresas, fábricas, escuelas, universidades y bancos cerrarán por un período indefinido y tanto el funeral como la posterior coronación de su sucesor, que serán eventos oficiales, podrían tener un costo económico estimado entre 1,2 y 6 mil millones de libras.

LA MUERTE DE LA REINA SERÁ ANUNCIADA CON CAÑONAZOS DESDE LA TORRE DE LONDRES.

Sin embargo, para comprender la perturbación financiera que reinará en Gran Bretaña al morir Isabel II es necesario describir la magnitud del suceso. Será un evento diferente -casi inédito- en el Reino Unido y tal vez algo nunca antes visto. Además, muchas cosas cambiarán en el Reino Unido desde ese día, empezando por las monedas, estampillas, las insignias de los cascos de los policías y hasta la letra del Himno Nacional «Dios Salve a la Reina».

Los ciudadanos británicos incluso deberán actualizar su pasaporte, ya que este es emitido «en nombre de Su Majestad la Reina Isabel II«.

La muerte de la princesa Diana, en 1997, y de la reina Isabel, Reina Madre, cinco años después, generaron grandes demostraciones de duelo y emoción popular, catalogadas como históricas, pero Isabel II, debido a su longevidad y el lugar fundamental que ocupa en lo alto de la sociedad británica y en el plano político internacional desde hace 68 años, estará en un nuevo nivel, muy por encima de los eventos mencionados.

HYDE PARK, DE LONDRES, OTRO SITIO DONDE TRONARÀN SALVAS DE CAÑÒN.

Tal vez se pueda encontrar un precedente en 1901, al morir la reina Victoria tras 64 años de reinado. El Imperio Británico, el más grande conocido, quedó paralizado, los edificios se llenaron de crespones negros y hasta las prostitutas de Londres vistieron de luto en las calles de Londres durante meses. Sucedió, como ahora, que la gran mayoría de los británicos simplemente nunca había conocido la vida sin la reina.

Las primeras horas

El anuncio de la muerte de la reina corresponderá al Palacio de Buckingham, quien enviará telegramas y correos electrónicos a la prensa y colocará el anuncio enmarcado en un pedestal en la entrada del palacio.

El primer ministro será el encargado de comunicar el deceso a los gobernadores y presidentes de la Commonwealth. El mismo día, 250 cañonazos tronarán a través del Reino Unido y de los 16 países que componen la Commonwealth (en Londres se lanzarán desde Hyde Park, Green Park y la Torre de Londres), para señalar el final del reinado de Isabel II y el inicio del reinado de Carlos III o de quien corresponda.

Pero mucho depende de la forma de la muerte de la reina. Si llega después de una larga enfermedad, por ejemplo, para entonces los ingleses ya habrán puesto en marcha planes detallados para hacer el anuncio y hacer frente al último adiós. Y, de hecho, desde hace años se vienen haciendo ensayos de forma coordinada entre el Palacio de Buckingham y la cadena BBC, para el momento del anuncio, que tiene que ser histórico.

En cuanto el deceso suceda, la mayoría del personal en los palacios reales y las instituciones asociadas serán enviados inmediatamente a casa por un grupo de funcionarios que tiene como tarea concreta la distribución de noticias e instrucciones a los trabajadores en caso de ocasiones como esta. De inmediato, las fuerzas armadas británicas comenzarán sus ensayos del cortejo fúnebre y la Policía londinense iniciará un período de alerta para contener multitudes y vigilar los escenarios del último adiós.

EL LORD DE ARMAS PROCLAMA A ISABEL II EL 7 DE FEBRERO DE 1952 EN EL PALACIO DE ST. JAMES

El papel de la BBC, primordial

Suponiendo que se esperaba la muerte de la reina, la noticia se extenderá en un primer momento a través de los principales canales de televisión, redes sociales y portales de Internet. En el Reino Unido, todos los canales de la cadena estatal BBC se detendrán su programación y mostrarán la señal de BBC1 para el anuncio. Los canales independientes no estarán obligados a interrumpir su programación regular, pero es casi seguro que lo harán. El breve anuncio del fallecimiento será sucedido por la entonación del himno nacional inglés.

Las redacciones de la BBC ensayan activamente para la eventualidad de la muerte de la monarca por lo que no serán tomados por sorpresa en sus desplazamientos. Sin embargo, el cronista Peter Sissons de la BBC fue muy criticado por usar una corbata roja para anunciar la muerte de la reina madre, en 2002, y la BBC ahora tiene una reserva de corbatas y trajes negros listos para que sus presentadores usen en cualquier momento. Los conductores también realizan ejercicios haciendo anuncios falsos.

PALACIO DE ST. JAMES, SITIO DEL ASCENSO AL TRONO DEL NUEVO MONARCA

La periodista Ahmen Khawaja tuvo que disculparse públicamente en 2015 al escribir en Twitter: «La Reina Isabel está siendo tratada en el Hospital King Edward VII de Londres. Habrá un comunicado en breve @BBCWorld». Y a continuación: «La Reina Isabel ha muerto». La verdad es que la reina estaba ese día realizándose un chequeo médico rutinario, pero no estaba muerta.

La cadena había aprovechado la ocasión para hacer un ensayo y los tuits de la periodista fueron publicados accidentalmente. Funcionarios de la BBC alegaron que el error se produjo durante el «ensayo técnico» de un obituario de grado 1, el más delicado, que incluye la muerte de la reina Isabel II, su marido, el Duque de Edimburgo, el príncipe Carlos y, su hijo, el príncipe Guillermo. «Los grandes medios llevan a cabo este tipo de ensayos. Pero lo importante es que no le digas a nadie que lo estás haciendo», dijo un vocero.

Cancelación de comedias, el Parlamento de luto

PROCESIÓN FÚNEBRE DEL REY JORGE VI (1952)

Otro de los aspectos que afecta a los medios de comunicación es la suspensión de la TV y radio todo tipo de programas de comedia por un determinado período así como de obras teatrales. La BBC tiene entre sus planes suspender su programación de comedias tal y como se hizo en 1952, al fallecer el padre de la reina, Jorge VI.

La cadena estadounidense CNN anunció que tiene ya preparada una serie de programas obituarios y documentales sobre la reina listos para ser transmitido en cualquier momento.

La Bolsa de Londres cerrará si el anuncio de la muerte ocurre durante las horas de trabajo y otras empresas también lo harán, aunque no está claro qué es lo que hará el gobierno inglés frente al anuncio del fallecimiento de la reina, más allá de las declaraciones oficiales de pésame, ya que los procedimientos de 1952, que parecían muy útiles en esos tiempos, pueden parecer anticuados hoy en día.

FUNERAL DE LA REINA MARÍA, ABUELA DE ISABEL II (1953)

El Parlamento iniciará una sesión en la que, como sucedió en 1952, el primer ministro pronunciará un discurso en homenaje a la reina y todos los parlamentarios jurarán lealtad al nuevo monarca, aunque algunos parlamentarios republicanos cruzarán sus dedos al hacer un juramento de 500 años de antigüedad. Después de esto, las sesiones de ambas Cámaras serán suspendidas hasta después del funeral de Estado.

Vuelve el Imperio Británico

En el plano internacional, la muerte de la reina podría significar, por unos instantes, la «resurrección» del Imperio Británico, que una vez ocupó una cuarta parte de la masa terrestre. Líderes mundiales proclamarán su pésame por la muerte de la soberana, que actualmente es la más longeva de todos los jefes de Estado del mundo, y declararán días de duelo nacionales. Las banderas nacionales ondearán a media asta en todos los palacios gubernamentales del planeta y los líderes se prepararán para ser invitados al funeral.

Las banderas de las embajadas y consulados de Gran Bretaña ondearán a media asta y las delegaciones diplomáticas podrían poner a disposición del público libros de condolencias. Sin embargo, un embajador citado por el Bussines Insider destacó que «hay una enorme cantidad de incertidumbre en cuanto a lo que realmente sucederá, ya que han pasado más de 60 años desde la muerte del último monarca. La sociedad ha cambiado mucho desde ese momento».

Qué sucede en palacio

PALACIO DE BUCKINGHAM

Como reza la famosa frase, «El rey ha muerto, viva el rey». La defunción de la monarca activará el mecanismo institucional de sucesión para que el príncipe Carlos, o el heredero del momento, se convierta en rey.

Una vez que la mayoría de los empleados están fuera del camino y las atracciones turísticas estén cerrados, un Consejo de Adhesión (formado por miembros del Consejo Privado, Lores, nobles, religiosos, el Lord alcalde de Londres y otros altos comisionados de la Coomonwealth) se reunirá en el Palacio de St. James, Londres, para declarar formalmente al sucesor.

Sin embargo, hay que notar que no es necesaria ninguna proclamación para que Carlos sea el rey, ya que eso ocurrirá instantáneamente, en el momento del deceso de la reina. Es decir, el trono nunca está vacante. El primer acto protocolar del nuevo rey, según la tradición, será presentarse ante el Consejo para pronunciar un discurso de fidelidad al Parlamento y la Iglesia de Inglaterra tras el cual los miembros le rendirán pleitesía.

Una de las cosas que estarán en la mira de la opinión pública sea probablemente el nombre del nuevo rey, ya que el príncipe Carlos tiene el privilegio de elegir un nombre nuevo para ser coronado. Podría ser Carlos III o Jorge VII, entre otros.

WESTMINSTER HALL, EN EL PARLAMENTO.

El Rey de Armas de la Jarretera, uno de los personajes más curiosos de la Corte de St. James, será el encargado de pronunciar la primera proclamación del nuevo rey, en los balcones del palacio de St. James, que se hará eco en distintas plazas y sitios públicos de muchas ciudades del Reino Unido. tradicionalmente, esto se lleva a cabo 24 horas después de la defunción del monarca.

El 7 de febrero de 1952, el Rey de Armas anunció así la proclamación de Isabel II: «Considerando que Dios Todopoderoso tuvo la voluntad para llamar a su Misericordia a nuestro difunto Soberano Señor Rey Jorge VI, de feliz y gloriosa memoria, por cuya muerte la corona llegar a la alta y poderosa princesa Isabel Alejandra María (…)»

«London Bridge»

EL LONDON BRIDGE

Los preparativos del último adiós se encuentran ensayados al milímetro, catalogados bajo el nombre secreto de «London Bridge», en el que la Corte establece los pasos a seguir tras la muerte de la reina. Según este proyecto, el ataúd de la reina será velado en una capilla real.

Al morir en el Palacio de Sandringham (Norfolk), por ejemplo, el rey Jorge VI fue velado durante varios días en la cercana capilla de St. Mary Magdalene y posteriormente trasladado a Londres.

El ataúd de la reina estará cubierto por el Estandarte Real y sobre este se colocará, en un cojín, la Corona Imperial del Estado, que utiliza la monarca una vez al año, durante la ceremonia de apertura del Parlamento. La misma Se confeccionó y comenzó a usar en 1838, con la coronación de la reina Victoria, y está compuesta por 2.868 diamantes, 273 perlas, 17 zafiros, 11 esmeraldas, y 5 rubíes.

LA «VIGILIA DE LOS PRÍNCIPES» EN EL FUNERAL DE JORGE V (1936)

Los planes incluyen un desfile militar que custodie el ataúd de la reina por las calles de Londres, pasando por The Mall, Trafalgar Square, la Horse Guard Parade y el Cenotafio, hasta Westminster Hall, la sección más antigua del Parlamento inglés, construida en 1097. Habrá una breve ceremonia religiosa que marcará la llegada del ataúd, después de lo cual el público podrá desfilar y rendir homenaje a la reina. La reina madre fue velada allí durante cuatro días en los que 200.000 personas desfilaron ante su catafalco.

El cuerpo de la reina podría permanecer allí entre 5 y 7 días. Westminster Hall estará abierto 23 horas por día y se espera que se lleve a cabo allí una ceremonia similar a la ocurrida en 1936, al morir el rey Jorge V, cuando sus hijos varones se presentaron de noche para montar guardia junto al ataúd. Se le llamó «La Vigilia de los Príncipes».

PROCESIÓN FÚNEBRE DE DIANA, PRINCESA DE GALES (1997)

El flamante rey Eduardo VII y sus hermanos, los duques de Kent, Gloucester y York permanecieron de pie en las cuatro esquinas del catafalco de su padre después que Westminster Hall fuera cerrado al público, por lo que no hay registro fotográfico de este evento, solo una pintura oficial a cargo de Frank Beresford. La tradición revivió en 2002, cuando a la muerte de la reina madre sus cuatro nietos varones hicieron guardia solemnemente.

Profundo luto y funeral de Estado

A lo largo de este periodo, habrá un flujo masivo de turistas, curiosos y dolientes que, previsiblemente, se lanzarán a las calles de Londres. Muchos británicos vestirán de luto en todo momento y tal vez las puertas de los palacios reales queden repletas de flores, como sucedió a la muerte de la princesa Diana. Según cálculos del Palacio de Buckingham, en aquella ocasión fueron depositados 1 millón de ramos de flores ante sus puertas.

PROCESIÓN FÚNEBRE DE LA REINA ISABEL, REINA MADRE (2002)

El período de luto afectará de forma casi increíble la vida de los londinenses, muy apegados a las tradiciones. El periodista Jonathan Freedland, del diario The Guardian, escribió que después de la muerte de la princesa de Gales muchos británicos se sintieron «obligados a cerrar sus tiendas o cancelar eventos deportivos en el día del entierro para evitar ser objeto de la furia de los que guardaban luto en las calles».

El cuerpo de la reina continuará en el Palacio de Westminster hasta el día del Funeral de Estado y entierro, que posiblemente ocurra 12 días después del fallecimiento. Los funerales de Estado están reservados a los monarcas británicos, aunque puede acordarse su celebración ante la pérdida de una figura excepcional, un honor comparten el científico Isaac Newton, el almirante Nelson y Winston Churchill.

FUNERAL DE DIANA, PRINCESA DE GALES (1997) EN LA ABADÍA DE WESTMINSTER

El ataúd será transportado a la Abadía de Westminster en una cureña militar y en una ciudad de Londres blindada con las máximas medidas de seguridad. Unos 3.000 policías y miembros del Escuadrón Antiterrorista y el Grupo de Protección Diplomática de Scotland Yard podrían participar para garantizar la seguridad durante el cortejo.

Los miembros varones de la familia real que ostenten rango «senior», incluido el nuevo rey (y, si se sigue la tradición, también los monarcas extranjeros), caminarán en el cortejo fúnebre, por lo que la seguridad para evitar acciones terroristas se convertirá en una prioridad para el Gobierno.

Un número similar de personas asistiría al «Funeral de Estado» en la Abadía de Westminster, oficiado por el arzobispo de Canterbury, primado de la Iglesia de Inglaterra. Se espera la presencia de todos los monarcas que reinen entonces en Europa y representantes de casas reales de Asia y África, así como de casas reales que ya no reinan pero que tienen relaciones «de familia» con la Casa de Windsor, como las de Rumania, Grecia, Yugoslavia o Bulgaria.

FUNERAL DE LA REINA ISABEL, REINA MADRE (2002) EN LA ABADÍA DE WESTMINSTER

La ceremonia contará con una proclama en la que el Rey de Armas de la Jarretera enunciará los títulos y condecoraciones de la reina. La música y los himnos que se entonarán durante la ceremonia ya se encuentran elegidas especialmente por la reina. En las calles, podría llegar reunirse más de un millón de personas y se estima que millones vean a través de internet y la televisión una ceremonia fúnebre que promete romper con todos los récords de audiencias.

La morada final, todavía una incógnita

CAPILLA DE ST. GEORGE, CASTILLO DE WINDSOR

Una vez concluido el funeral, será el momento para el entierro. Posiblemente la reina Isabel II ya haya tomado la decisión sobre el sitio donde quiere ser sepultada, y tiene varios lugares para elegir: como Sandringham o Balmoral en Escocia, dos propiedades que pertenecen a la reina, a título personal, en lugar de a la Corona.

MAUSOLEO DE FROGMORE, SITIO DE ENTERRAMIENTO DE LA REINA VICTORIA

También podría ser sepultada en el Cementerio Real de Frogmore, en las inmediaciones de Windsor, donde está sepultada la reina Victoria (1819-1901). En 2004, varios documentos relacionados con los preparativos del funeral de la reina fueron robados y en ellos se estipula que la reina será sepultada en el Capilla de St. George, en el Castillo de Windsor, donde permanecen los restos de sus padres, de su hermana, la princesa Margarita y otros 14 reyes y reinas de Inglaterra.-

Prohibido estrictamente copiar completa o parcialmente los contenidos de MONARQUIAS.COM sin haber obtenido previamente permiso por escrito y sin incluir el link al texto original. Puede encontrarnos en Facebook o Instagram.

Quién fue el único monarca que nació y murió en el Palacio de Buckingham

Es la sede y el hogar de los monarcas británicos hace 180 años, pero solo un rey nació y falleció en el famoso edificio real de Londres.

Primero conocido como Buckingham House, el palacio fue construido en 1703 para el riquísimo duque de Buckingham. Actualmente, el Palacio es el centro de los eventos estatales y y es la residencia principal de la reina.

El palacio fue adquirido por el rey Jorge III en 1761 para la reina Carlota, y durante su tiempo allí, el palacio fue conocido como la Casa de la Reina. Sin embargo, no fue antes de 1837 que el Palacio de Buckingham se convirtió en la residencia londinense del monarca británico, cuando la joven reina Victoria lo eligió como tal en un intento por olvidar sus amargos días de infancia en el palacio de Kensington.

El Palacio de Buckingham tiene 775 habitaciones y el jardín privado más grande de Londres. Las salas de Estado están abiertas al público todos los años durante la mayor parte de agosto y septiembre y algunos días de invierno y primavera, pero a pesar de su historia y conexión con la realeza británica, solo un monarca nació y falleció en el palacio: Eduardo VII, el bisabuelo de la reina.

Eduardo VII nació a las 10.48 de la mañana del 9 de noviembre de 1841 en el Palacio de Buckingham y fue bautizado en la Capilla de San Jorge, del Castillo de Windsor, el 25 de enero de 1842, recibiendo el nombre de Albert Edward. Al momento de su nacimiento fue automáticamente Duque de Cornualles y Duque de Rothesay, y más tarde fue confirmado como Príncipe de Gales y Conde de Chester, entre otros títulos.

Eduardo VII fue el segundo hijo (primer varón) de la reina Victoria y el príncipe consorte Alberto de Sajonia-Coburgo y Gotha, pero tendría que esperar casi 60 años para ocupar el trono. El momento más esperado de su vida, es decir, convertirse en el rey del Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda y emperador de la India llegó el 22 de enero de 1901, cuando la reina Victoria murió en la Isla de Wright.

Popularmente llamado «Pacificador», Eduardo VII era al momento de su coronación el monarca más longevo que llegaba al trono pero afrontó con mucha energía sus funciones oficiales. Fomentó las buenas relaciones entre Gran Bretaña y otras naciones europeas y su reinado sería conocido como la Era Eduardiana. El 6 de mayo de 1910, el rey sufrió varios ataques cardíacos en el Palacio de Buckingham, pero se negó a acostarse.

Según los informes, el monarca dijo: «No, no me rendiré; seguiré; trabajaré hasta el final«. Agonizaba cuando su hijo le dijo que su caballo, «Air Witch», había ganado las carreras de Kempton Park esa tarde, a lo que el monarca «Sí, lo he oído. Estoy muy contento». Después recibió la visita de la que había sido su última y más querida amante, Alice Keppel, quienes pudieron despedirse a solas gracias a la reina Alejandra.

Fallecido el rey, la reina Alejandra se negó a permitir que el cuerpo fuera movido durante ocho días después. Eduardo VII también fue el último rey que fue velado en el palacio de Buckingham. En la mañana del 17 de mayo, el ataúd fue colocado en un carruaje de armas y tirado por caballos negros al Westminster Hall del Parlamento, con el nuevo rey, su familia y el perro favorito de Eduardo VII, «Caesar», caminando detrás.

De los sucesores de Eduardo VII, su hijo Jorge V nació en Marlborough House, Londres, y murió en Sandringham, Norfolk. Su nieto Jorge VI nació en York Cottage, una casa ubicada dentro de la vasta propiedad real de Sandringham, donde también murió en 1972. El rey Eduardo VII, quien abdicó en 1936, fallecería en Francia. De las reinas consortes, Alejandra nació en Dinamarca y murió en Sandringham en 1925, mientras María -esposa de Jorge V- nació en el palacio de Kensington y murió en Marlborough House.

Prohibido estrictamente copiar completa o parcialmente los contenidos de MONARQUIAS.COM sin haber obtenido previamente permiso por escrito y sin incluir el link al texto original. Puede encontrarnos en Facebook o Instagram.

Dictadores en el Palacio de Buckingham que pusieron a prueba la diplomacia de Isabel II

A lo largo de 68 años como jefe de Estado, la reina británica demostró ser más que capaz de tratar con figuras divisivas de la política internacional.

A lo largo de 68 años como jefe de Estado, la reina Isabel II demostró ser más que capaz de tratar con figuras divisivas. A petición de su gobierno, y como es su deber constitucional, recibió oficialmente a numerosos demócratas y dictadores, y lo ha hecho con la diplomacia consumada por la que es famosa. En 1971, por ejemplo, el que fuera el líder de Japón en tiempos de guerra, el emperador Hirohito, se enfrentó a ex prisioneros de guerra británicos y veteranos enojados que permanecieron en silencio mientras él y la reina pasaban en un carruaje descubierto. La visita del presidente ruso Vladimir Putin en 2003 se vio empañada por activistas de derechos humanos que protestaban contra la participación de Rusia en Chechenia. En 2015, antes de la procesión ceremonial de la reina y el presidente chino Xi Jinping, hubo violentos enfrentamientos entre manifestantes de derechos humanos y simpatizantes chinos en las calles de Londres.

Cuando se le pidió que hiciera una lista de las peores visitas a Gran Bretaña del reinado de Isabel II, el biógrafo real Robert Hardman señala a tres que «a la reina le gustaría olvidar». Todos involucraron megalómanos reconocidos con un sentido exagerado de su importancia y visitaron Gran Bretaña en la década de 1970, cuando la economía del país estaba en problemas y su gobierno estaba desesperado por el comercio exterior y las alianzas.

ISABEL II CON MOBUTU SESE SEKO EN 1973

Quizás la visita más incómoda ocurrió en 1973 cuando Mobutu Sese Seko, presidente de Zaire, se hospedó en el Palacio de Buckingham. El déspota era tan corrupto y desequilibrado mentalmente que una conversación educada era casi imposible. Luego, la reina descubrió que su esposa no solo había contrabandeado a un perro al país, que tenía estrictas reglas de cuarentena animal, sino que también exigía a los cocineros del palacio que prepararan su comida.

Famosa amante de sus perros, la reina reaccionó furiosa, dice Hardman. «¡Saca a ese perro de mi casa!», le dijo a un miembro de su personal. «Ella realmente temblaba de ira», contó Martin Charteris, su secretario privado, a Hardman.

EL LÍDER RUMANO NICOLAE CEAUSESCU AL LLEGAR A LONDRES EN 1978.

Unos años más tarde, en 1978, el dictador rumano Nicolae Ceauşescu y su esposa Elena se instalaron en la Suite Belga del Palacio de Buckingham, donde se alojan la mayoría de los jefes de estado visitantes. Como todas las visitas, fue a petición del gobierno británico, que lo necesitaba para finalizar un gran contrato comercial con Rumania, aunque el líder comunista ya era reconocido como un verdadero genocida.

Antes de llegar a Londres, envió una serie interminable de demandas, incluyendo tener una comitiva de 55 sirvientes rumanos leales en el palacio (lo que fue rechazado, ya que ni siquiera un edificio tan grande como el Palacio de Buckingham tiene tantas habitaciones para recibirlos a todos). Incluso los propios Ceauşescu eran peligrosos, como advirtió el presidente francés, Valéry Giscard d’Estaing. Durante su visita a París, instalados en el palacio del Elíseo, la pareja y su personal se llevaron completamente todo lo que pudiera ser desatornillado, incluidos los accesorios de baño. Además, paranoicos líderes rumanos habían perforado agujeros en las paredes en busca de dispositivos de espionaje.

Preocupada ante esta historia, la reina Isabel II ordenó que se retirara todo lo que hubiera de valor de la Suite belga. Pero ninguna de esas preocupaciones se manifestó durante la visita en sí, ya que la reina y su familia ignoraron sus sentimientos personales sobre «ese hombre espantoso», como ella describió más tarde a Ceauşescu. «No se escatimaron lujos ni en la vestimenta ni en la formalidad», dijo Reginald Secondé, el embajador británico en Rumania. «Gran Bretaña tiene un arma secreta que nadie más puede igualar».

Fuera de lo protocolar, la reina hizo todo lo posible por evitar estar cerca de su huésped de honor, según relató Hardman: “Mientras paseaba a sus perros por los jardines del palacio, vio que Ceausescu y su esposa, Elena, se dirigían hacia ella. Como la reina le dijo a un invitado del almuerzo algunos años más tarde, decidió que el mejor curso de acción era esconderse detrás de un arbusto en lugar de mantener una conversación educada”.

IDI AMIN (UGANDA)

La visita del tercer huésped atroz fue la más breve. En 1971, aunque los británicos ya sabían de los horribles abusos de los derechos humanos y crímenes del dictador Idi Amin, de Uganda, lo recibieron bien en lo que resultaría ser una de las visitas extranjeras más memorables del reinado de Isabel II. En medio de una conversación, Amin le confió a la reina que quería invadir la vecina Tanzania para tomar una ruta terrestre hacia el Océano Índico. En ese momento, Tanzania era gobernada por Julius Nyerere, a quien la reina consideraba un amigo y aliado cercano dentro de la Commonwealth.

Aunque la reina es famosa por sus conversaciones en las que no interfiere en asuntos políticos, esta revelación fue tan alarmante que ella misma aseguró de que se informara a la Oficina de Relaciones Exteriores para que pudiera advertir a Nyerere y frustrar los planes de Amin. Unos años después, en 1977, la reina se mostró especialmente preocupada cuando le llegaron rumores de que Amin quería asistir (sin invitación) a las celebraciones por sus 25 años de reinado. Según revelaría el diario The Independent décadas más tarde, después de que Lord Mountbatten le preguntara qué proponía hacer si Amin se presentaba durante su Jubileo de Plata, la reina le dijo que había decidido usar la espada ceremonial “City’s Pearl Sword” para golpearle con fuerza en la cabeza.

Prohibido estrictamente copiar completa o parcialmente los contenidos de MONARQUIAS.COM sin haber obtenido previamente permiso por escrito y sin incluir el link al texto original. Puede encontrarnos en Facebook o Instagram.

La pandemia obligó a la corte británica a cancelar todas las recepciones, investiduras y grandes eventos

Las restricciones impuestas por el gobierno para mitigar el impacto de COVID-19 impulsaron la decisión de Isabel II.

Las ceremonias de investidura y otros «eventos a gran escala» planificados para el Palacio de Buckingham y el Castillo de Windsor este año se han pospuesto a causa de la pandemia de COVID-19, dijeron funcionarios reales. El Palacio dijo que la decisión había sido tomada en línea con “directrices actuales del gobierno, y como medida de precaución sensata en las circunstancias actuales”.

“La reina todavía tiene la intención de usar el palacio para audiencias y compromisos, pero el aumento de casos de coronavirus y las restricciones de la «regla de los seis» sobre reuniones en interiores parecen haber impulsado la medida”, informó la agencia de noticias PA.

El Palacio de Buckingham dijo por su parte en su sitio web: “De acuerdo con las directrices gubernamentales actuales, y como una precaución sensata en las circunstancias actuales, no habrá eventos a gran escala en el Palacio de Buckingham o el Castillo de Windsor durante el resto del año”.

“Se examinaron una variedad de posibilidades para ver si era posible que las inversiones se llevaran a cabo de manera segura de acuerdo con las pautas”, agregaron los funcionarios. “Lamentablemente, debido a la gran cantidad de invitados y destinatarios que asistieron, no fue posible encontrar una manera de llevar a cabo estos eventos de manera segura en las circunstancias actuales”.

El palacio dijo que la intención de la reina sigue siendo regresar al Castillo de Windsor en octubre y reanudar el uso del Palacio de Buckingham durante un programa de otoño de audiencias y compromisos, “de acuerdo con todas las orientaciones y consejos pertinentes” para mitigar la propagación del nuevo coronavirus. La reina ahora se encuentra en su residencia campestre de Sandringham con el duque de Edimburgo y se espera que se mude al Castillo de Windsor en las próximas semanas antes de regresar a Londres.

Un agente inmobiliario tasó el palacio de Buckingham en miles de millones de dólares

El Palacio de Buckingham, residencia oficial de la reina Isabel II, apareció en una lista del sitio web Emoov, un agente inmobiliario online, con un valor estimado en miles de millones de dólares.

El Palacio de Buckingham, la magnífica propiedad de Londres ubicada en la ciudad de Westminster y con más de 240 habitaciones, ha sido la residencia oficial del monarca británico desde George III. También tiene una de las colecciones de arte más grandes del mundo y, como es de esperar, no es barato vivir allí.

La lista del agente podría dar la impresión de que el edificio de 317 años, que la reina Isabel II abandonó durante el cierre del coronavirus, ya está a la venta. La empresa del Reino Unido avivó estas sospechas al anunciar que estaba «encantado de traer al mercado una casa que es literalmente apta para la realeza». Sin embargo, admitió que en realidad el palacio no estaba a la venta.

La lista fue solo una parte de un esfuerzo más amplio para calcular el valor de las residencias ocupadas por los líderes mundiales. Y según las estimaciones de Emoov, el Palacio de Buckingham resulta ser la residencia oficial más cara, con un valor asombroso de 4.900 millones de libras (más de 6.300 millones de dólares).

Además de un número asombroso de habitaciones, la propiedad cuenta con 19 salas de estado, 188 salas de personal y 78 baños. Con una piscina y muy cerca de las estaciones de metro de Victoria y St James’s Park, no es de extrañar que el edificio cueste una fortuna. Emoov incluso trató de calcular un posible precio hipotecario para la casa real sobre la base de un depósito a 20 años, tasa fija, 20% e interés del 3,19%. El pago mensual resultó ser de £ 22.530.176 (casi 30 millones de dólares). Pero como señala Emoov, «no hay nada de malo en imaginarse viviendo en los aposentos de la reina».

Imagen de skeeze / Pixabay

Hace 80 años: la carta de la reina madre en la que relata el horror que vivió en el bombardeo nazi del palacio

Los reyes Jorge VI e Isabel se convirtieron en un símbolo nacional después de tomar la decisión de quedarse en Londres a pesar del»Blitz». A menudo visitaban zonas del país, especialmente Londres, que habían sido gravemente afectadas por los bombardeos.

Anuncios

El 13 de septiembre de 1940, hace 80 años, bombas alemanas golpearon con furia el Palacio de Buckingham, la residencia principal de la familia real británica en Londres, justo cuando los reyes se encontraban allí. Aquel pasaría a la historia como como el día en que la Luftwaffe, la fuerza aérea del nazismo, estuvo más cerca de reclamar el trofeo definitivo: la vida del rey Jorge VI y la reina Isabel, padres de la actual reina, Isabel II, y la princesa Margarita. La matanza no tuvo éxito y se convertiría en el evento que elevó al monarca, tímido, reticente y tartamudo, a la estatura de un héroe nacional.

En una carta emotiva carta privada escrita por Isabel su «querida suegra» la reina viuda María, solo unas horas después de que ambos sobrevivieron al ataque, se puede contemplar en su totalidad lo que significó el ataque. Fue escrita el 13 de septiembre y en ella la soberana registra cómo estaba «luchando» para quitar una pestaña del ojo del rey, cuando escucharon el «inconfundible zumbido de un avión alemán» y luego el «chirrido de una bomba». «Todo sucedió tan rápido que sólo tuvimos tiempo de mirarnos tontamente el uno al otro cuando el grito pasó a toda velocidad y estalló con un tremendo estruendo en el cuadrilátero», escribió.

La reina escribió: “Todo el mundo permaneció maravillosamente tranquilo, y bajamos al refugio. Fui para ver si las criadas estaban bien y las encontré ocupadas en sus diversos refugios. Luego vino un grito pidiendo“ vendas ”y el grupo de primeros auxilios, que había estado entrenando durante más de un año, estuvo magníficamente a la altura de la ocasión y trató a las tres pobres víctimas con calma y corrección. “Ellos, los pobres, estaban trabajando debajo de la Capilla, y no sé cómo sobrevivieron; todo su taller era un desastre, porque la bomba había atravesado el piso encima de ellos. “¡Mis rodillas temblaron un poco uno o dos minutos después de las explosiones! Pero los dos nos sentimos bastante bien hoy, aunque un poco cansados. “Estaba tan complacido con el comportamiento de nuestros sirvientes». Ellos «fueron realmente magníficos» y algunos de los cuales resultaron heridos cuando una bomba atravesó un techo de vidrio y otra pulverizó la capilla del palacio.

Horas más tarde, después de almorzar en su refugio antiaéreo, los reyes salieron a visitar West Ham en el East End, el barrio más afectado por los bombardeos de Londres. Ella escribió: «Me sentí como si estuviera caminando en una ciudad muerta… todas las casas evacuadas, y sin embargo a través de las ventanas rotas se veían todas las pequeñas posesiones, fotografías, camas, tal como las dejaron».

El ataque nazi, junto con la negativa de la familia real a huir de Gran Bretaña en contra de los consejos del Ministerio de Relaciones Exteriores, sirvió para que la pareja real se ganara el afecto de todo el país. La reina se había puesto al frente de una campaña publicitaria que mostró a la familia como el ejemplo vivo de la tenacidad británica frente a Adolfo Hitler y declaró en claro desafío a los nazis: «Las niñas no se irán sin mi, yo no me iré sin el rey, y el rey nunca abandonará el país en ninguna circunstancia, sea cual sea».

El bombardeo del palacio llevó a la Reina Madre a pronunciar uno de sus comentarios más famosos: «Me alegro de que nos hayan bombardeado. Ahora podemos mirar al East End a los ojos». En su carta, escrita después de un día agotador de drama, confiesa: «Me afecta ver esta destrucción terrible y sin sentido; creo que realmente me importa mucho más que ser bombardeada. La gente es maravillosa y está llena de No podía imaginarse que la vida pudiera volverse tan terrible. «Debemos ganar al final», afirmó.

La carta también reveló lo cercana que parecía ser la Reina Madre a su suegra, que tenía 73 años. Se refirió a ella como “mi querida mamá” y expresó su tristeza por tener que estar separados. El rey Jorge VI había insistido en que su madre se mudara de Londres y ella había establecido su residencia en Badminton House, Gloucestershire, con su sobrina, Lady Mary Somerset, duquesa de Beaufort. Desde allí, la anciana reina apoyó el esfuerzo de guerra visitando tropas y fábricas, organizando la recolección de chatarra e incluso ofreciendo comestibles a los soldados que veía en las carreteras. En su carta, Isabel escribió: “Querida Mamá, espero que me dejes ir y quedarme uno o dos días después. Es muy triste estar separada, ya que esta Guerra ha separado familias. Con mi amor y oraciones por tu seguridad, siempre querida mamá, tu querida nuera. Isabel».

Jean Des Cars: “Alcanzado por las bombas, Buckingham se convierte en símbolo de la resistencia”

Este es un extracto del libro “La saga de los Windsor”, del historiador francés Jean Des Cars, acerca de los bombardeos nazis que pretendieron asesinar al rey Jorge VI y la reina Isabel hace 80 años.

Anuncios

En un primer momento la partida del matrimonio contraría los objetivos alemanes. El duque y la duquesa de Windsor estarían en territorio británico, y por tanto prácticamente prisioneros de los servicios de Su Majestad. ¿Qué hacer? ¿Asesinarlos antes de que se vayan? Sería privarse de la «solución de recambio en el trono» ideada por Hitler; por consiguiente no es viable. Pero la amenaza y la violencia sí que se pueden usar para controlar al duque, ese Narciso preocupado de que no se olviden ni sus medallas ni sus condecoraciones, pero indispensable títere para obtener que Reino Unido pida la paz. Más tarde se sabrá que Berlín había decidido finalmente secuestrar al duque en Lisboa, pero como estaba vigilado por veinte policías portugueses además de su protección habitual y los servicios británicos se hallaban más alerta que nunca, las órdenes, obtenidas con dificultad, llegaron tarde. El adjunto de Himmler ya no pudo pasar a la acción.

Fondeado en el puerto, el transatlántico americano Excalibur ya no espera más que a los Windsor. Finalmente, para inmenso alivio del rey y de Churchill, por no hablar de la reina María, la incómoda pareja consiente en embarcarse el 1 de agosto de 1940. Con su discreción habitual: cincuenta y dos maletas, treinta palos de golf, cuatro perros, siete cajas de vino de Madeira y de Oporto, una limusina con remolque y hasta una máquina de coser. Los dos pasajeros no han dejado de repetir que los mandaban al exilio en una colonia miserable —lo cual era exacto— y ostensiblemente han tomado precauciones.

Cuando el transatlántico se dirige hacia la escala de las Bermudas, el mismo día la Luftwaffe lanza sus primeros ataques. Seiscientos aparatos con la cruz gamada sueltan rosarios de bombas sobre las costas inglesas. Es el principio de la Directiva 17 de 1 de agosto de 1940. Los ataques son diarios. La Royal Air Force pierde sólo doscientos noventa aparatos, gracias a la instalación, todavía limitada pero ya eficaz, de un sistema de ondas electromagnéticas muy cortas capaces de recibir un eco que permite situar la distancia y la dirección de un objeto. Son las primeras estaciones de radar, un invento británico todavía en mantillas, desconocido de los alemanes. Esos radares permiten prevenir los ataques a unos 120 kilómetros. Su eficacia práctica se amplifica gracias a una certidumbre: un desembarco por sorpresa en Inglaterra es imposible.

Hitler intensificará, pues, los ataques aéreos. La noche del 7 de septiembre, doscientos bombarderos alemanes fuerzan las defensas del cielo de Londres, matando a trescientas personas e hiriendo a más de mil trescientas. Un golpe espantoso para la población, que teme que eso sea el preludio de una invasión terrestre. Los muelles del East End se ven afectados, decenas de incendios estallan en los barrios modestos. Heroica, la Royal Air Force se atreve y realiza con éxito una primera incursión sobre Berlín. Los daños no son considerables, pero el impacto psicológico es enorme. Hitler está furioso, ya que Göring le había asegurado que la superioridad de la Luftwaffe haría improbable semejante operación. Churchill tenía que vengar a Londres demostrando que Berlín no era invulnerable. Esa reacción obliga a Hitler a retrasar la operación Otarie, que es el nombre en clave de la invasión terrestre. Furioso, tiene que limitarse al Blitz, la guerra relámpago.

En la noche del domingo 8 de septiembre, cuando Jorge VI está trabajando en su despacho, cae una bomba sobre el ala norte de Buckingham Palace pero no explota. El artefacto queda alojado justo debajo de la habitación donde se halla el rey, que mantiene una calma ejemplar. La bomba explotará la noche siguiente, pulverizando el gabinete de trabajo que su ocupante había abandonado para ir a Windsor. Las ventanas de todas las estancias contiguas están esparcidas por el suelo y la piscina interior ha sufrido graves daños.

El hecho de que Buckingham Palace haya estado en el punto de mira y haya resultado afectado traumatiza a los londinenses. ¿Y si el rey hubiera perecido en el ataque? ¿Y si la bomba hubiese explotado y destruido el palacio? Jorge VI e Isabel, que regresan precipitadamente de Windsor, descubren los daños y se mudan a unos aposentos que dan a un patio. Los bombardeos continúan, apuntando a este objetivo simbólico que es el palacio real. «Es un ataque directo», anota el rey en su diario. Las palabras son sobrias, pero el monarca está muy nervioso. «Ya no me atrevo a sentarme en una habitación, soy incapaz de leer y de concentrarme, estoy siempre dispuesto a echar a correr, mirando al cielo desde cada ventana». El 13 de septiembre, un bombardero sobrevuela el Mall[14] a baja altura. Es la arteria real por excelencia, una larga avenida bordeada de plátanos. Desde el Admiralty Arch, erigido en 1910 en honor de la reina Victoria, el Mall conduce directamente a Buckingham Palace, y todos los actos oficiales se desarrollan allí. El avión deja caer sus bombas sobre el eje del palacio real.


«Jorge VI, que también había sido piloto, está impresionado por la precisión del ataque. Sospechará que el enemigo, perfecto conocedor de la disposición de las habitaciones de palacio, podría ser uno de sus lejanos parientes».

JEAN DES CARS

Sentados en un salón, el rey y la reina sólo tienen tiempo de oír las deflagraciones y se encuentran cubiertos de astillas de cristal, pero indemnes. Los soberanos acaban de escapar de la muerte, pero esa verdad no será revelada hasta después de la guerra, ni siquiera al primer ministro. Churchill escribirá entonces: «Si las ventanas hubiesen estado cerradas en vez de estar abiertas, el cristal les habría explotado en la cara al rey y a la reina, causándoles graves heridas». Desde el Vaticano, el papa Pío XII les envía un telegrama en el que bendice a Sus Majestades sanas y salvas. Jorge VI, que también había sido piloto, está impresionado por la precisión del ataque. Sospechará que el enemigo, perfecto conocedor de la disposición de las habitaciones de palacio, podría ser uno de sus lejanos parientes, un Sajonia-Coburgo descendiente también de la reina Victoria, aviador experimentado que se ha pasado al servicio de Mussolini. Al rey le constaba que recientemente ese personaje había sido visto en Madrid en compañía del duque de Windsor. Pero la afirmación según la cual había bombardeado Buckingham Palace jamás pudo probarse.

Alcanzado por las bombas, Buckingham Palace se convierte en símbolo de la resistencia

Esta audaz operación en el corazón mismo de la monarquía transforma el palacio en símbolo. Iguala a la familia real con el pueblo bombardeado día y noche. Más tarde el almirante Louis Mountbatten dirá: «De haber imaginado Göring la profundidad de los sentimientos que el bombardeo de Buckingham Palace despertaría en todo el Imperio y en América, sin duda habría recomendado a sus asesinos que mantuvieran las distancias». Entre las ruinas de la capilla del palacio totalmente devastada, la reina muestra un optimismo que contribuirá a su leyenda: «Ahora la gente sabrá que todos estamos en el mismo barco. Lo que me consuela un poco es que puedo mirar al East End a la cara». Esta compasión hacia los barrios devastados la noche anterior no se reduce a un comentario. La ciudad de Londres ya deplora dos mil víctimas civiles y ocho mil heridos. Los soberanos van a los lugares donde han caído las bombas. Cabe pensar que nunca, en la historia británica, un rey ha visto a tantos súbditos, pasando más de la tercera parte de su tiempo sosteniéndolos y reconfortándolos.

Anuncios

«La ciudad de Londres ya deplora dos mil víctimas civiles y ocho mil heridos. Los soberanos van a los lugares donde han caído las bombas. Cabe pensar que nunca, en la historia británica, un rey ha visto a tantos súbditos, pasando más de la tercera parte de su tiempo sosteniéndolos y reconfortándolos».

JEAN DES CARS

Jorge VI, embutido en un uniforme impecable, Isabel, por supuesto con guantes y sombrero, son de una elegancia discreta, pero tranquilizadora. Están de pie. Ellos también luchan, su deber es mantener bien alta la llama de la resistencia. En nueve ocasiones, la Luftwaffe atacará el palacio. A cada alerta, la familia real, digna y organizada, baja al sótano, junto con los criados. La democracia calma frente al terror. Por otra parte, la reina no parece asustada por ese bombardeo de los aparatos enemigos. Un día incluso sube a sus aposentos a buscar a uno de los perros que se había dejado. ¿Por qué no quiere Isabel ponerse uniforme cuando es comandante en jefe de tres movimientos de defensas femeninos? Se justifica, siempre sonriendo: «Si la gente viniera a verme, seguro que se pondría sus mejores galas». Sin embargo, la reina siempre elige colores discretos, que no destaquen entre el polvo de los escombros, como el azul pálido, el rosa o el lila. ¿El verde? ¡Ni hablar! ¡Es un color que trae mala suerte! En cuanto al negro, «¡es la antítesis de la esperanza que tenemos!». A la reina María, su nuera, conmovida por el espectáculo de los edificios en ruinas y de los centenares de personas que lo han perdido todo, familia y bienes y que esperan ser socorridas y luego evacuadas en las calles destripadas, escribe: «Esta gente es valiente y maravillosa. ¡Debemos ganar!». Incluso en el Parlamento, casi están aliviados de que el palacio haya sido gravemente dañado. El ataque contra el palacio todavía estrecha más los lazos entre la monarquía y la población, que está sufriendo tanto. En cada cráter abierto por una bomba, después de la alerta, la pareja real está presente, por ejemplo entre los cascotes de un cine destruido en Baker Street, la calle donde sir Arthur Conan Doyle ha domiciliado al invencible Sherlock Holmes. Si suena una alarma cuando van de una ruina a otra, los monarcas bajan al refugio o al sótano más próximo, por ejemplo a una estación de metro, compartiendo una taza de té servida de un termo con sus compañeros de infortunio. Los encuentros son alegres. Voces con acento cockney, el acento de los barrios bajos, los reciben con cariño. Aquí también, Isabel se lleva la palma de la popularidad. La gente aplaude «a esa buena mujer que es estupenda». La reina contiene las lágrimas.

Incluso bajo las bombas, salvo alarma general y urgencia absoluta, el fin de semana real en Windsor es sagrado, aunque a menudo, el rey y la reina tratan de ir cada día para ver a sus hijas. La pareja abandona entonces el palacio al que llaman familiarmente Buck house y acuden a Windsor. El viejo castillo no está menos expuesto que Buckingham. Se contarán al menos trescientas bombas sobre el dominio de Windsor. Y se verá a las jóvenes princesas cavando trincheras en los céspedes del parque. La instalación es escueta. La familia duerme lejos de sus aposentos habituales, en el suelo de la Victoria Tower (hoy Queen’s Tower), en una estancia de la planta baja protegida por planchas de acero y sacos de arena. Se ha dispuesto un refugio debajo de las cuatro habitaciones de esa residencia espartana. En caso de alerta se accionan unas sirenas y unas campanas eléctricas en cada uno de los corredores. La reina y las nurses llevan un gorro de noche «para estar decentes incluso en la guerra». Norman Hartnell, el modisto de Isabel, le ha confeccionado un atuendo nocturno adaptado «y hasta una cajita de terciopelo negro para guardar la máscara de gas». Las restricciones también afectan a los vestidos, que sobre todo tienen que ser prácticos. Algunos accesorios del viaje oficial a Canadá son reutilizados, pero desaparecen los bordados. Jorge VI llegará a pintar el interior de las bañeras con una raya que indica el volumen máximo de agua autorizado para bañarse.

«Arrasaremos las ciudades inglesas», promete Hitler con su voz cavernosa. No conoce la determinación británica para resistir a costa de sacrificios y esfuerzos cotidianos, a menudo inimaginables. Y cuando, en septiembre de 1940, Ribbentrop va a Roma y le dice al conde Ciano, ministro de Asuntos Exteriores de Italia y yerno de Mussolini: «La defensa territorial de Inglaterra es inexistente. Una sola división bastará para provocar un derrumbe total», Churchill comentará lacónico esa afirmación: «Esto sólo demuestra su ignorancia». Y, seguido de sus dos secretarios a los que agota dictándoles, sin parar, notas e instrucciones, el primer ministro se sube al tren especial, para inspeccionar la costa, escrutando el Pas-de-Calais con sus prismáticos y mandando estudiar las mareas y los movimientos de la luna.

Teme una armada de mediano tonelaje que permita al enemigo cruzar el canal. La idea no es nueva: ya en julio de 1917, el mismo Churchill había presentado al primer ministro Lloyd George los planos de un «chalán con proa abatible para transportar carros de combate». Consciente de la importancia de una relación permanente con su primer ministro, Jorge VI modifica el ritmo de sus audiencias con Churchill. En adelante sustituye la semanal de las cinco de la tarde por una comida cada martes, a menudo con la reina. «En varias ocasiones debíamos tomar nuestros platos y nuestros vasos y bajar al refugio, que todavía estaba en obras, para acabar de comer». Muy pronto, por seguridad, el rey prescinde del servicio; el invitado, el rey y la reina se servirán ellos mismos. Una proximidad, que se convertirá en una intimidad política seguramente sin precedentes en la historia británica desde los tiempos de la reina Ana, a principios del siglo XVIII, une al soberano constitucional con el jefe del gobierno. Churchill incluso se asombra de que el rey, muy trabajador, a veces haya estudiado antes que él ciertos expedientes, conozca sus detalles y dé opiniones, como se lo permite la Constitución. Despachos, telegramas y notas son cuidadosamente analizados por Jorge VI. «Es una gran suerte para Inglaterra tener un rey tan bueno y una reina igual de excelente durante estos años fatídicos», escribirá Churchill. El puesto de tiro instalado en los jardines de Buckingham es utilizado ahora por toda la familia, en presencia de edecanes. «Enseguida le traje al rey una carabina americana de corto alcance, escogida entre varias que me habían regalado: era un arma excelente». El rey y el primer ministro forman un sólido tándem.

Anuncios

Darren McGrady, el chef que revela secretos de la alimentación de Isabel II

El chef de cocina Darren McGrady trabajó para la familia real británica por 15 años. En su canal de YouTube, el cocinero comparte los más inesperados detalles acerca de la alimentación de la reina Isabel II y otros miembros de la realeza.

Información cedida por SPUTNIK

«Creí que iba a cocinar para reyes, reinas y presidentes. Bueno, eventualmente lo hice, pero uno de los primeros trabajos que tuve fue cocinar para los corgis reales», afirma McGraddy en un episodio en que habla acerca del exigente menú de las mascotas de la reina.

De acuerdo con el cocinero, los 12 perros que poseía la reina cuando él empezó a trabajar en el palacio de Buckingham en 1982 tenían toda una variedad de carnes, col y arroz para elegir. En un principio, McGrady también se encargaba de pelar las zanahorias que la reina ofrecía a sus caballos.

Pero con el tiempo McGrady subió de puesto y pasó a cocinar para la propia monarca. Según el excocinero real, Isabel II prefiere comer cuatro veces al día, pero en cantidades muy pequeñas. Prefiere platos simples, preferentemente de la cocina tradicional inglesa. Generalmente empieza el desayuno con una taza de té con galletas. Luego come avena u otro cereal. A veces opta por tostadas y mermelada. 

Para el almuerzo, le gusta el pescado al horno con espinacas o calabacín o, entonces, pollo a la plancha con ensalada. Cuando se alimenta sola, la reina prefiere evitar los carbohidratos, es decir, no come papas, arroz o pasta. Puntualmente a las cinco de la tarde, la reina toma su tradicional té. Lo acompaña con mini sandwiches, galletas, bollos o pasteles. Para la cena, los platos generalmente consisten de filetes de ternera o venado, faisán o salmón, provenientes de granjas en Sandringham y Balmoral.

Según McGraddy, en los años que cocinó en el palacio de Buckingham, la reina jamás comió pizza. El cocinero asegura que solo pasó a cocinar este plato italiano  cuando empezó a trabajar en el palacio de Kensington, en donde vivían los príncipes William y Harry con su madre Diana, después de su divorcio del príncipe Carlos. 

El chef cuenta que al pasar a trabajar para Lady Di todas las tradiciones aburridas fueron dejadas a un lado, dando paso a una atmósfera más cálida. Si no tenía invitados, la princesa llegaba incluso a comer en la cocina, mientras charlaba con el cocinero.

El último año de trabajo de McGrady para la familia real fue 1997. La noche del 31 de agosto de aquel año, el chef le preparó la cena para la princesa, pero ella nunca regresó al palacio, había muerto en un accidente automovilístico.

La diseñadora de Isabel II cuenta los secretos de su relación con la reina en un libro

La confidente más cercana de la monarca británica, Angela Kelly, recibió un “permiso extraordinario” para publicar un libro revelador sobre su trabajo y amistad.

Sigue leyendo «La diseñadora de Isabel II cuenta los secretos de su relación con la reina en un libro»

Pasado, presente y futuro de la Corona británica en un nuevo retrato para celebrar la nueva década

Una inesperada fotografía de la reina Isabel II con su hijo, su nieto y su bisnieto (tres futuros reyes) marca la pauta de quiénes tendrán el protagonismo en el decenio que comienza.

La reina Isabel II rodeada por los tres herederos del trono británico, su hijo Carlos, su nieto Guillermo y su bisnieto Jorge, es el nuevo retrato fotográfico publicado por el Palacio de Buckingham con motivo del comienzo de la nueva década. La foto fue tomada el 18 de diciembre por Ranald Mackechnie, quien también es el autor de la otra foto única de los cuatro miembros de la realeza juntos, publicada en 2016 para el cumpleaños de la reina.

En la imagen, la soberana -de 93 años- lleva un vestido blanco con un llamativo broche azul y el inevitable bolso colgando de su brazo. A su vez, el Príncipe de Gales aparece detrás de ella, con un traje a rayas azul claro y corbata azul claro, sosteniendo una mano sobre el hombro del heredero más joven al trono, Jorge. Guillermo, a la derecha de la reina, emerge sonriente con un saco azul oscuro.

Los expertos en asuntos monárquicos británico sostienen que el comienzo de una nueva década es el momento de reflexionar sobre el pasado, el presente y el futuro y que para marcar el momento, la familia real ha publicado una nueva y rara fotografía tomada en la Sala del Trono del Palacio de Buckingham. En un comunicado, el Palacio dijo: «Un nuevo retrato de Su Majestad la Reina y Sus Altezas Reales El Príncipe de Gales, el duque de Cambridge y el príncipe Jorge ha sido lanzado para marcar el comienzo de una nueva década». El día en que se tomó la foto, los cuatro también filmaron imágenes en las que el pequeño batía el tradicional pudín para apoyar la iniciativa de la Royal British Legion Together en Navidad.

Además de las dos tomas -la de hoy y la de 2016-, también se tomó una fotografía del cuarteto en el bautismo del príncipe en 2013 como parte de las fotografías oficiales de la ceremonia. Esto reflejaba una imagen publicada casi 120 años antes de la reina Victoria y sus tres herederos en el bautismo del futuro rey Eduardo VIII en 1894. Esa imagen también mostraba al futuro rey Jorge V (1910-1936) y al futuro rey Eduardo VII (1901-1910).

La nueva imagen, lanzada en el arranque la década de 2020, se presenta cuando las cifras compiladas por el experto del Times Tim O’Donovan muestran que el Príncipe Carlos llevó a cabo la mayor cantidad de compromisos oficiales en 2019, con un total de 521. Representa cada vez más a su madre en eventos en el extranjero. El duque de Cambridge, quien llevó a cabo 220 compromisos el año pasado, también comenzó a aprender sobre el patrimonio del Ducado de Cornualles, que heredará cuando Carlos se convierta en rey. Pero la monarca de 93 años sigue manteniendo una agenda ocupada: el año pasado, llevó a cabo 295 compromisos oficiales en el Reino Unido, según el recuento de O’Donovan.

ADMIRACIÓN EN EEUU. La reina Isabel II de Gran Bretaña fue una de las mujeres más admiradas en los Estados Unidos en 2019, según una encuesta realizada por la consultora Gallup, apareciendo en esta lista por vez número 51. La monarca, de 93 años, ocupa el 4º puesto y comparte el ranking con la ex primera dama estadounidense, Michelle Obama, la actual Melania Trump (en segundo lugar), la estrella de la TV Oprah Winfrey, la excandidata presidencial y exprimera dama Hillary Clinton y la activista adolescente por el cambio climático Greta Thunberg (cada una con 3%). El grupo lo completan la presidenta de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Nancy Pelosi, la jueza progresista de la Corte Suprema de Justicia Ruth Bader Ginsburg, la senadora y precandidata presidencial Elizabeth Warren, la canciller alemana Angela Merkel y la exembajadora de Estados Unidos ante la ONU Nikki Haley.