REVELACIÓN: Informe desclasificado afirma que el príncipe saudita «aprobó capturar o matar» al periodista Jamal Khashoggi

Es “altamente improbable” que los ejecutores “llevaran a cabo una operación de esta naturaleza sin la autorización del príncipe”, dice un informe de Inteligencia publicado por la Casa Blanca.

Estados Unidos desclasificó un informe de Estado en el que asegura que el príncipe heredero saudita, Mohammed bin Salman, aprobó la operación en Estambul para “la captura o el asesinato del periodista Jamal Khashoggi”.

En el informe se afirma que Mohammed bin Salman Al Saud, de 35 años e hijo del rey Salman, tiene el control de las organizaciones de Seguridad e Inteligencia por lo que “es altamente improbable que los agentes saudíes llevaran a cabo una operación de esta naturaleza sin la autorización del príncipe”.

«El príncipe heredero ve a Khashoggi como una amenaza para el reino y en términos generales apoyó el uso de medidas violentas para silenciarlo», indicó el reporte. 

El informe publicado por la Casa Blanca este 26 de febrero se basa en inteligencia clasificada de la CIA y otras agencias de inteligencia después del asesinato de Khashoggi en octubre de 2018 dentro del consulado saudí en Estambul. Constata que siete guardias reales del príncipe, que “solo responden ante él”, participaron en el asesinato del periodista en octubre de 2018.

El príncipe veía a Khashoggi como una amenaza para el reino y apoyó ampliamente medidas violentas para silenciarlo si era necesario”, dice el texto. Se agrega que del crimen participó uno de los asesores más cercanos del príncipe y que este se ha mostrado dispuesto a “usar medidas violentas para silenciar a los disidentes en el extranjero”.

El príncipe heredero Mohammed bin Salman (35), hijo del rey Salman, gobierna de facto el país.

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El príncipe Mohammed bin Salman, heredero del trono desde 2017 y hombre fuerte del gobierno saudita, ha estado negando cualquier participación en el crimen, pero aceptó su responsabilidad simbólica como gobernante de facto del país. Altos funcionarios de su país dijeron que el asesinato fue perpetrado por agentes corruptos que fueron procesados y condenados.

Una hora después de la publicación del informe, los medios estadounidenses informaron que el secretario de Estado de Joe Biden, Antony Blinken publicó un comunicado en el que confirma sanciones a 76 saudíes involucrados con “amenazas a disidentes en el extranjero”, más allá del caso Khashoggi.

El príncipe, heredero del rey Salmán y gobernante de facto del reino, «aprobó una operación en Estambul, Turquía, para capturar o matar al periodista saudí Jamal Khashoggi», según el informe.

Estos serán identificados y se les denegarán visados para ir a Estados Unidos tanto a ellos como a su familia cercana en una nueva doctrina que se conocerá oficialmente a partir de ahora como la “Prohibición Khashoggi”.

“Como medida de seguridad para todos dentro de nuestras fronteras, los autores que atacan a disidentes identificados para un gobierno extranjero no deberían tener permitido llegar a suelo estadounidense”, dijo Blinken.

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Blinken aseguró en el segundo aniversario del asesinato de Jashogi, que residía en Estados Unidos, “no sería en vano” que se “debe a su memoria luchar por un mundo más justo”. “Las personas deberían poder ejercer sus Derechos Humanos y libertades fundamentales sin miedo al castigo, represión o daño del Gobierno. Khashoggi pagó con su vida expresar sus creencias”, dijo.

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EL CRIMEN DE KHASHOGGI. Khashoggi, era un periodista crítico con el reino que se afincó en Estados Unidos tras caer en desgracia con el príncipe heredero. Viajó el 2 de octubre de 2018 a gestionar unos documentos al consulado saudita en Estambul y nunca salió vivo, ya que fue asesinado y descuartizado por quince agentes saudíes tras sus críticas a la monarquía. Para llevar a cabo la operación, los agentes llegaron a Estambul bajo el mando de Saud al-Qathani, un asesor cercano del príncipe Mohammed, que incluso dijo en público a mediados de 2018 que él no realizaba acciones sin la aprobación del príncipe heredero.

Ex funcionario saudita hizo graves acusaciones sobre el príncipe heredero Mohammed

Un ex funcionario de la Inteligencia de Arabia Saudita afirmó que personas al servicio del príncipe heredero saudita Mohammed bin Salman intentaron atraer a su hija al consulado de Estambul pocos días antes de que el periodista Jamal Khashoggi fuera asesinado allí.

La denuncia fue hecha por Saad al-Jabri, en una acusación que apunta especialmente al príncipe heredero Mohammed. Al Jabri, que vive en Canadá desde que el príncipe, que tomó el poder en 2017 y se convirtió en el gobernante de facto del reino, tiene la intención de matarlo.

En documentos judiciales presentados el año pasado, Al Jabri afirmó que Mohammed envió un equipo de sicarios a América del Norte para asesinarlo, después de tomar como rehenes a sus hijos y a su hermano, porque conocía secretos sobre el brutal golpe de palacio del joven real que lo llevó al poder.

En su última declaración, según informó The Times, Jabri afirmó que el príncipe Mohammed ordenó posteriormente a los agentes que hicieran un segundo intento de matarlo, esta vez viajando a Estados Unidos y entrando a Canadá por tierra.

Al Jabri afirmó que Mohammed envió un equipo de sicarios a América del Norte para asesinarlo, después de tomar como rehenes a sus hijos y a su hermano

El exfuncionario afirmó además que, en 2018, los saudíes intentaron atraer a su hija, Hissah Almuzaini, al consulado saudí en Estambul, donde vivía, para hacerle daño. Según el Times, la mujer vivía allí en ese momento, pero no asistió al consulado donde, días después, Khashoggi fue asesinado.

Al Jabri dijo en la demanda que una de las razones por las que el príncipe heredero lo quiere muerto es porque proporcionó información a la CIA donde lo señala como responsable de la muerte de Khashoggi. El asesinato provocó un escándalo mundial, empañando la imagen del príncipe heredero.

Khashoggi, residente de Estados Unidos, visitó el consulado de Arabia Saudita en Estambul el 2 de octubre de 2018 para recibir documentos de matrimonio. Se cree que su cuerpo fue desmembrado y retirado. Sus restos nunca fueron encontrados.

Al Jabri es considerado un aliado cercano de la comunidad de inteligencia de Estados Unidos cuya asistencia salvó vidas estadounidenses después de los ataques terroristas del 11 de septiembre de 2001.

Menos de dos semanas después del asesinato de Khashoggi, un “grupo mercenario personal” conocido como ‘Tiger Squad’ viajó a Canadá para matar a Jabri, según la denuncia. Los integrantes de este escuadrón llevaban “dos ​​bolsas de herramientas forenses”.

También tenían “personal forense con experiencia en la limpieza de escenas del crimen, incluida una instrucción en el mismo departamento de pruebas penales que el especialista forense que desmembró a Khashoggi con una sierra para huesos”, dice la denuncia.

Al Jabri es considerado un aliado cercano de la comunidad de inteligencia de Estados Unidos cuya asistencia salvó vidas estadounidenses después de los ataques terroristas del 11 de septiembre de 2001. Dos hijos y un hermano, que se dice que guarda secretos de Estado clave, fueron detenidos en Riad en marzo, y una fuente cercana a la familia dijo a la agencia AFP que eran víctimas de un “juego de tronos saudí”.

La «noche de la golpiza»: decenas de príncipes fueron torturados por orden del heredero saudita

Tres años después, algunos de los multimillonarios detenidos sauditas contaron lo que aparentemente sucedió en la “purga” de la familia real.

Cientos de príncipes de la familia real de Arabia Saudita fueron torturados, extorsionados y obligados a entregar dinero de los depósitos de bancarios hace tres años cuando el príncipe heredero Mohammed bin Salman purgó a la élite saudita.

La redada de noviembre de 2017 en el lujoso Hotel Ritz-Carlton en Riad se describió oficialmente como una ofensiva contra la corrupción institucional del reino, pero fue ampliamente considerada como un abuso de poder por parte de un príncipe heredero decidido a modernizar el reino.

En declaraciones al diario británico The Guardian una fuente describió que esa noche “todo el mundo tenía los ojos vendados y casi todos sufrieron lo que la inteligencia egipcia llama la noche de la golpiza«, que vio a príncipes y magnates golpeados y atados a las paredes. Algunos de los presos fueron amenazados con la revelación de relaciones extramatrimoniales o negocios sospechosos, según los detenidos en la prisión de cinco estrellas.

Las fuentes dijeron que la “noche de la golpiza” tenía la intención de “ablandar” a los detenidos antes de que llegaran los interrogadores. Decenas de príncipes reales, sobrinos y nietos de los reyes sauditas, fueron “atados a las paredes” en actos de tortura que “se prolongaron durante horas” en los lujosos salones del Ritz-Carlton, reveló The Guardian.

El gobierno de Arabia Saudita dijo que “recuperó” hasta $ 107.000 millones en la purga, también apodada el “sheikhdown”, pero las fuentes afirmaron a The Guardian que la cifra fue en realidad de $ 28.000 millones. Según otra fuente, los torturadores “sabían muy poco y estaban improvisando”, y que estaban “desesperados” en lo que respecta a los activos de los multimillonarios parientes del rey Salman.

«Esta es una monarquía absoluta, lo que significa que los líderes pueden hacer lo que quieran», dijo la fuente citada por Guardian. “La gente ganaba favores a través de costumbres arraigadas. “No hubo un debido proceso. No existe tal cosa en el sistema de justicia saudí como un acuerdo de culpabilidad», agregó.

“A menudo no tenían ni idea de lo que buscaban. Se convirtió en un chantaje directo en algunos casos, porque algunos de los detenidos se negaban a firmar cualquier cosa”, dijeron. Si bien algunas de las solicitudes inusuales hicieron sonar las alarmas en el mundo bancario suizo, algunas de ellas, no obstante, “se aprobaron” y permitieron al príncipe Mohammed recuperar lo que, según dijo, era dinero del estado saudita.

La Justicia saudita anunció posteriormente que el gobierno había confiscado una combinación de propiedades, valores en efectivo y entidades comerciales de los acusados. Sin embargo, algunos de los prisioneros les dijeron a personas cercanas que no sabían por qué estaba encarcelados, dado que los privilegios personales y el patrocinio de la corona se habían aceptado durante mucho tiempo como partes del sistema.

Las 381 personas interrogadas incluyeron al multimillonario príncipe Al-Waleed bin Talal, considerado durante años uno de los hombres más ricos del mundo, quien estuvo detenido durante más de 80 días en la prisión improvisada. Otro prisionero de alto nivel, el exjefe de la Guardia Nacional, el príncipe Miteb bin Abdullah, fue puesto en libertad tras un “acuerdo” que supuestamente superó los 1.000 millones de dólares, informó The Daily Mail.

Mohammed bin Salman, autor de la purga

MOHAMMED BIN SALMAN

El príncipe heredero, de 35 años, anunció planes ambiciosos para poner fin a la dependencia del reino del petróleo y la purga real fue vista como un esfuerzo por consolidar su poder. Su impulso reformista vio a las mujeres sauditas recibir permiso para conducir por primera vez en la historia de Arabia Saudita, desafiando a los clérigos ultraconservadores del reino.

Sin embargo, su imagen internacional recibió un duro golpe un año después en medio de la sospecha mundial de que estuvo involucrado en el asesinato del periodista saudí Jamal Khashoggi. Crítico del príncipe, el periodista fue asesinado, descuartizado y disuelto en ácido en el consulado saudita en Estambul en octubre de 2018.

La investigadora de la ONU, Agnes Callamard, escribió un informe en el que presentaba «pruebas creíbles» de la participación del príncipe, pero Riad siempre ha negado que el asesinato haya sido sancionado oficialmente. Aun así, el asesinato empañó la imagen del príncipe Mohammed en Occidente y llevó a algunos inversores a interrumpir sus relaciones con Arabia Saudita.

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