Durante su mensaje navideño anual, la reina Isabel II de Gran Bretaña insinuó con qué miembros centrales de la familia real contará en el futuro, aseguró una corresponsal de Sky.
En el mensaje tradicional navideño, la reina de 94 años hizo un enfoque especial a la lucha heroica que su país está llevando contra la pandemia. Mencionó «el espíritu indomable» de las personas que se han enfrentado «magníficamente» a los desafíos de la pandemia, en el Reino Unido y por todo el mundo.
La corresponsal real de la cadena Sky, Rhiannon Mills, afirma que la monarca dejó un «mensaje claro» sobre la familia real durante la preparación para el discurso.
El mensaje fue grabado en la residencia real en el Castillo de Windsor, donde en diciembre la reina apareció acompañada por algunos miembros destacados de la familia: el príncipe Carlos; la duquesa de Cornualles; los duques de Cambridge, los condes de Wessex, y la princesa Ana.
Así, la reina quiso demostrar que este «equipo» que se formó a su alrededor la apoya para «llegar a la comunidad y tratar de ayudar mientras este país atraviesa diferentes restricciones«, sostiene la corresponsal de Sky.
En el vídeo del discurso, Isabel II está en la sala Verde del castillo de Windsor sentada detrás de un escritorio, donde la única foto de la familia expuesta era un retrato privado de su esposo, el príncipe Felipe, duque de Edimburgo.
La idea central del discurso fue brindar esperanza a todos los británicos en estos tiempos difíciles. El mensaje fue grabado antes de que Boris Johnson anunciara un drástico endurecimiento de restricciones anticovid y en efecto cancelara la Navidad para millones de personas, concluye Mills. (Sputnik)
El rey de Suecia, Carlos XVI Gustavo, recordó las Navidades de su infancia junto a su abuelo en un emotivo mensaje en el que alentó a recurrir a los buenos recuerdos para “ver las cosas desde una perspectiva más amplia”.
“El saludo de Navidad de este año no proviene del Palacio Real, como suele ocurrir, sino desde Drottningholm, que hace 30 años se convirtió en el primer sitio del patrimonio mundial de Suecia”, recordó el monarca, de 74 años. “Nos mudamos aquí como una familia con niños pequeños en 1981. Y aquí prosperamos y hemos permanecido, como tantas generaciones antes que nosotros”.
“El castillo actual fue construido en el siglo XVII por la reina Hedvig Eleonora. Pero los restos antiguos muestran que la gente ha vivido y trabajado aquí en Lovön durante varios miles de años”, relató Carlos Gustavo, quien recordó que el rey Gustavo VI Adolfo “estaba muy apegado a Drottningholm”.
Gustavo VI Adolfo “pasó gran parte de su tiempo aquí”, dijo su nieto. “Y al igual que su padre Gustavo V, que en realidad nació aquí, con mucho gusto invitó a la familia aquí para las grandes celebraciones navideñas. Pero, lo mejor de todo, el abuelo todavía disfrutaba sentarse junto a la chimenea en el Salón de Piedra y leer uno de sus muchos libros”.
El rey de Suecia, Carlos XVI Gustavo, durante su mensaje de Navidad.
“Tenía un gran interés en el arte, la historia y la arqueología, y fue generoso al compartir sus conocimientos. Algo que he disfrutado mucho a lo largo de la vida”, dijo el rey sobre su abuelo, quien recordó que durante su infancia “sabía mucho sobre nuestra familia, sobre los lugares y eventos que nos dieron forma”.
En una Navidad marcada por la ruptura de las tradiciones y la distancia de las familias, el rey Carlos Gustavo dijo: “La generación anterior es un vínculo con la historia. Con su ayuda, podemos ver las cosas desde una perspectiva más amplia”. “Aquí, en el castillo de Drottningholm, hay muchos buenos recuerdos. Recuerdo las Navidades de mi infancia con calidez, así como deseo que mis hijos y nietos recuerden las suyas”, cerró.
El mensaje navideño del rey Felipe VI de España registró este 24 de diciembre una audiencia media de 10.760.000 espectadores y un 71% de cuota de pantalla en el conjunto del total de 29 cadenas que emitieron el discurso.
Según datos publicados por la agencia Europa Press, el mensaje del monarca de este 2020 fue el más visto desde que hay registros (1992), ya que solo en 1993 se lograron superar los diez millones de espectadores (10.254.000). No obstante, en varios años se supera el porcentaje de cuota de pantalla obtenido este 2020.
En comparación a 2019, cuando la audiencia fue de 7,5 millones con un 65,1% de cuota en el acumulado de las 25 cadenas, se produjo un aumento de 3.223.000 espectadores, con un consumo total de televisión de 16,5 millones -5,3 millones más- y un incremento de casi 6 puntos en cuota de pantalla.
Los datos reflejan que los segmentos demográficos donde el mensaje navideño del rey tuvo mayor seguimiento son entre las mujeres, los mayores de 25 años y las regiones de Castilla León, Aragón y Asturias, que registraron los mayores porcentajes de cuota de pantalla (86,9%, 82,9% y 81,6%, respectivamente). Por contra, Cataluña (46,5%) y País Vasco (58,6%) fueron las comunidades donde menos se vio el mensaje.
Este año, el rey Felipe VI incluyó en su mensaje de Navidad unas breves palabras para reivindicar el carácter «renovador» de su reinado y marcar distancias con su padre, el Rey Juan Carlos. «Los principios morales y éticos» que reclaman los ciudadanos, ha subrayado, «obligan a todos sin excepciones» y «están por encima de cualquier consideración, de la naturaleza que sea, incluso de las personales y familiares».
«Así lo he entendido siempre, en coherencia con mis convicciones, con la forma de entender mis responsabilidades como jefe del Estado y con el espíritu renovador que inspira mi reinado desde el primer día«, señaló en sus tradicionales palabras a los españoles.
El rey volvió a elegir el Salón de Audiencias del Palacio de la Zarzuela para pronunciar su tradicional mensaje de Navidad junto a las banderas de España y la Unión Europea y, en esa ocasión, una foto del homenaje de Estado a las víctimas del Covid-19 en el momento en el que deposita, junto a la princesa Leonor, unas rosas blancas en la misma ceremonia.
En uno de los mensajes de Navidad más esperados de su reinado, la reina Isabel II de Gran Bretaña alentó a las personas que, como ella, tuvieron que separarse de sus seres queridos por causa de la pandemia de coronavirus y los alentó a seguir adelante.
En un emotivo discurso navideño en el que buscó infundir esperanza, dijo: «Para muchos, este año quedará marcado por la tristeza: algunos lloran la pérdida de un ser querido, amigos y familiares sienten falta de otros, en tanto que para Navidad quisieran un simple abrazo o un apretón de manos», destacó la soberana, de 94 años.
«Si este es tu caso, no estás solo», afirmó.
Isabel II de Gran Bretaña en su mensaje de Navidad desde el Castillo de Windsor.
La pandemia de covid-19 se cobró unas 70.000 vidas en el Reino Unido, uno de los peores balances en Europa. El agravamiento reciente de la crisis, vinculado, de acuerdo a las autoridades, a una nueva cepa del coronavirus de más rápido contagio, ha inducido al gobierno a anular la autorización a las familias para reunirse por la Navidad en muchas regiones.
La reina renunció a trasladarse a su residencia de Sandringham, Norfolk (este de Inglaterra), donde ha compartido la Navidad con sus hijos y otros integrantes de la realeza desde hace más de 30 años. Se recluyó en el castillo de Windsor, cercano a Londres, junto a su esposo, el príncipe Felipe, de 99 años. «No podemos celebrar la navidad como era de costumbre (…) pero la vida debe continuar», afirmó Isabel II.
La monarca destacó además el ejemplo de quienes se ofrecieron como voluntarios para ayudar a los más vulnerables, los auxiliares sanitarios y los «buenos samaritanos que emergieron en toda la sociedad». «Continuamos inspirándonos en la solidaridad de los extraños y descubrimos consuelo al constatar que aún en las noches más oscuras hay esperanza», añadió.
«En el Reino Unido y en todo el mundo, el pueblo ha respondido de una forma magnífica a los desafíos de este año, y me siento orgullosa y conmovida por este espíritu silencioso e indomable», confió.
Durante el confinamiento en la primavera, cuando se criticó la gestión de la crisis sanitaria por parte del gobierno, y hasta el propio primer ministro Boris Johnson se infectó por covid-19 y tuvo que ser hospitalizado, la reina se dirigió en dos ocasiones a los británicos, algo que solamente ha hecho excepcionalmente aparte de sus discursos navideños durante los 69 años que lleva de reinado.
La reina Isabel II de Gran Bretaña elogió en su mensaje de Navidad el “espíritu indomable” de la gente frente a la “oscuridad” y la “tristeza” causadas por la pandemia de Covid.
Desde el Castillo de Windsor, la monarca hizo hincapié en que la vida debe «continuar» pese a la crisis del coronavirus y elogió a los científicos por dar a Gran Bretaña “esperanza en el nuevo amanecer” con el desarrollo de vacunas contra la enfermedad.
En un guiño al éxito de la vacuna, la reina Isabel II, de 94 años, destacó “los logros de la ciencia moderna” y rindió un homenaje especial a los trabajadores de salud de primera línea. También habló de su orgullo por la forma en que la nación respondió a la pandemia con un “espíritu tranquilo e indomable” mientras instó a la positividad y se centró en lo bueno que ha prevalecido al final de un año devastador.
Isabel II de Gran Bretaña en su mensaje de Navidad desde el Castillo de Windsor.
La reina británica hizo referencia a las pioneras británicas de la enfermería como Mary Seacole y Florence Nightingale, a quienes dijo que “hicieron brillar una luz de esperanza en todo el mundo” antes de agregar: “Hoy, nuestros servicios de primera línea todavía hacen brillar esa luz para nosotros, respaldados por los asombrosos logros de la ciencia moderna – y les debemos una deuda de gratitud”.
Instando a la positividad y enfocándose en lo bueno que ha prevalecido al final de un año devastador para el mundo, la reina dijo: “Seguimos inspirándonos en la bondad de los extraños y recibimos consuelo de que, incluso en las noches más oscuras, hay esperanza en un nuevo amanecer”.
En una referencia muy personal y emotiva a las pérdidas sentidas por tantos, el monarca dijo: “Por supuesto, para muchos, esta época del año estará teñida de tristeza: algunos lamentan la pérdida de sus seres queridos y otros extrañan amigos. y miembros de la familia distanciados por seguridad, cuando todo lo que realmente querrían para Navidad es un simple abrazo o un apretón de manos”. “Si estás entre ellos, no estás solo, y permíteme asegurarte mis pensamientos y oraciones”, agregó.
“Todos los años anunciamos la llegada de la Navidad encendiendo las luces. Y la luz hace más que crear un ambiente festivo: la luz trae esperanza”. “Sorprendentemente, un año que necesariamente ha mantenido a las personas separadas nos ha acercado, de muchas maneras. En todo el Commonwealth, mi familia y yo nos hemos inspirado en las historias de personas que se ofrecen como voluntarias en sus comunidades, ayudando a los necesitados”, dijo.
Isabel II de Gran Bretaña en su mensaje de Navidad desde el Castillo de Windsor.
“En el Reino Unido y en todo el mundo, la gente se ha enfrentado magníficamente a los desafíos del año, y estoy muy orgullosa y conmovida por este espíritu tranquilo e indomable. A nuestros jóvenes en particular les agradezco el papel que han desempeñado”, agregó.
La reina lució un traje diseñado por su modista personal, Angela Kelly, y un broche que perteneció a su madre, la reina madre, durante el mensaje grabado en el Salón Verde del Castillo de Windsor. Junto a ella se colocó un retrato de su esposo, el duque de Edimburgo, elegida de su colección privada.
Los expertos aseguraron que la decisión personal de incluir solo una imagen tiene un fuerte contraste con la variedad de retratos familiares enmarcados que tradicionalmente adornan su escritorio para la transmisión de Navidad, lo que refleja el hecho de que las familias en todo el Reino Unido están separadas de sus seres queridos esta Navidad.
La reina y el duque, de 99 años, pasan la Navidad solos en Windsor por primera vez en 33 años, habiendo renunciado a las tradicionales festividades familiares en Sandringham debido a la pandemia.
En su mensaje de Navidad, el rey Guillermo Alejandro de los Países Bajos abogó por la unidad de la sociedad frente a las diferencias y alentó a los holandeses seguir adelante frente a la pandemia: «Tengan paciencia. Podremos encontrarnos y abrazarnos nuevamente».
El rey Guillermo Alejandro definió la época navideña como “la fiesta de la luz que regresa después del período más oscuro” y pidió a sus súbditos ser pacientes a la espera del fin de la crisis de la pandemia de Covid-19.
“La Navidad es tradicionalmente la fiesta de la luz que regresa después del período más oscuro del año. Podemos confiar en eso en toda incertidumbre. Tengan paciencia. Vuelve el sol. Vuelve la luz”, dijo el monarca en su mensaje de Navidad, emitido este 25 de diciembre.
“Podremos encontrarnos y abrazarnos nuevamente”, agregó el rey, de 53 años, en un mensaje televisado en el que instó a mantenerse unidos frente a las adversidades.
“La distancia forzada va en contra de nuestra naturaleza”
“Al final de un año difícil, esta no es la Navidad que esperábamos. Todos hemos tenido que ajustar nuestros planes. Mucho de lo que esperábamos no puede continuar y eso es una decepción”, dijo Guillermo Alejandro. Recordó además a los fallecidos por la crisis del covid, diciendo: “En las casas de los Países Bajos, las sillas permanecen vacías, mientras que hubiéramos estado más que felices de traer sillas adicionales”.
“Mi corazón está con todas aquellas personas cuyas vidas han cambiado. Personas con un sueño que se ha roto. Emprendedores que ven hundirse su negocio saludable. Personas que se sienten solas y no saben dónde buscar”, agregó el monarca.
Guillermo Alejandro se solidarizó con quienes sufrieron de cerca la muerte por causa de la pandemia: “Sin fin es el dolor de todo aquel que ha perdido a un ser querido, por Covid o por cualquier causa, y siente que no ha podido despedirse correctamente”.
“Los humanos no podemos prescindir de una mirada amorosa o un abrazo. La distancia forzada va en contra de nuestra naturaleza humana”, agregó.
“La pandemia despertó lo mejor de nosotros”
El rey holandés afirmó en su mensaje de Navidad que la pandemia del coronavirus despertó “lo mejor de nosotros” y enumeró el sentido de responsabilidad, la compasión, el compañerismo y la solidaridad de los holandeses frente a la crisis sanitaria.
“Pero también nos enfrentó con los lados incómodos y agudos de nosotros mismos y de la sociedad. Momentos de impaciencia y ansiedad. Todos lo reconocerán. Son sentimientos comprensibles. Finalmente quieres volver a tu vida de confianza”, afirmó.
“Los humanos no fuimos creados para odiarnos”
Guillermo Alejandro finalmente abogó por la aceptación mutua en una época de polarizaciones: “Vivimos en una época en la que parece que se espera que adopte una postura. Pro o contra. Amigo o enemigo. Nosotros o ellos. Pero, ¿y si no lo sabes? ¿En caso de duda? ¿O a veces cambias de opinión?”
“Quizás no se sienta en casa en absoluto con puntos de vista firmes. Puede que le resulte molesto tener que tomar partido todo el tiempo, y puede que esté ocupado con cosas muy diferentes en su corazón que las que se debaten con tanta fiereza todos los días”, afirmó. “Déjame asegurarte: no estás solo”, dijo a los holandeses.
“Los debates agudos sobre opiniones abiertas o ideas radicales son parte de una sociedad libre”, dijo el rey. Son necesarios y nos llevan más lejos. Aquellos que buscan orientación en esos puntos de vista o ideas no deben ser excluidos. Pero el sello distintivo de una sociedad libre es precisamente que también hay espacio para los matices”.
“Los humanos no fuimos creados para odiarnos unos a otros. Un país en el que las personas se acercan con un poco de amor, es un país en el que las personas pueden sentirse como en casa, incluso en momentos de gran incertidumbre”, finalizó el rey.
El rey Carlos XVI Gustavo de Suecia definió a 2020 como “un año vertiginoso” en un mensaje de Navidad en el que reflexionó sobre los muchos vínculos que se rompieron por causa de la pandemia.
“Este año vertiginoso está llegando a su fin”, señaló el rey. “Vuelve la luz. La vacuna está en camino. Y ya en unos meses puede que hayan cambiado muchas cosas, debemos creer en el futuro”.
“Hubo pérdidas significativas. Muchos se han enfermado durante mucho tiempo o han perdido su sustento. Envío un pensamiento muy especial a todos los afectados”, dijo el monarca, de 74 años, desde el Castillo de Drottningholm, donde se encuentra en confinamiento junto a la reina Silvia.
En el discurso de Navidad, el rey también quiso agradecer a las personas que trabajan a diario para cuidar a los enfermos de Covid y las que, de diversas formas, hacer que la sociedad funcione: “Su trabajo rara vez se puede hacer desde casa, pero todos dependemos completamente de los que ellos haces. Quiero decirles: vemos sus esfuerzos y todos estamos profundamente agradecidos”.
“Todos tenemos una responsabilidad” con esos trabajadores, dijo el rey a Suecia, uno de los países más afectados por la pandemia de Covid y dos semanas después de reconocer que la estrategia nacional contra la enfermedad fue un fracaso.
“Dos metros de distancia pueden salvar vidas, pero también se pueden realizar dos minutos de llamadas telefónicas. En la situación actual, debemos ser tanto ciudadanos sabios como seres humanos solidarios”, dijo el monarca. “Debemos creer en el futuro. Y aunque recordaremos este año de diferentes maneras, también recordaremos que pasamos por esta prueba juntos”, finalizó.
El gran duque Enrique de Luxemburgo reconoció que el año 2020 representó un “gran desafío” para la humanidad y reconoció que, pese a la preocupación y la incertidumbre, “lo importante es no ceder, mantener la confianza en uno mismo y un estado de ánimo positivo para el futuro”.
Además, en su mensaje de Navidad, recordó las palabras de su abuela, la gran duquesa Carlota, durante la Segunda Guerra Mundial: “¡Sobre todo, no bajemos la cabeza en estos tiempos difíciles!”
“El año 2020 ha sido un gran desafío para todos nosotros, como no lo hemos experimentado en las últimas décadas”, dijo el soberano, quien dijo que pese a que diciembre es tradicionalmente un período festivo, “este año, todo esto es mucho más complicado, si no imposible, porque un virus, que todos hemos subestimado, se ha convertido en una pandemia y ha sacudido nuestra vida diaria y nuestros hábitos”.
El gran duque, de 65 años, reconoció que las libertades de las personas “han sido parcialmente restringidas” por causa de la pandemia “de una manera sin precedentes”, pero recordó a los ciudadanos que estas medidas son “necesarias” para protegerse “y tienen un límite de tiempo”.
“Esta crisis de salud, que ha cambiado nuestro día a día, nos muestra lo frágil que es nuestra salud, tanto desde el punto de vista físico como psicológico”, reconoció.
“Los científicos, los médicos y los gobiernos continúan trabajando duro para encontrar las mejores formas de proteger a las personas”, recordó el soberano. Mientras tanto, una vacuna está a punto de estar disponible, lo que nos permitirá reconectarnos con una vida sin miedo y regresar lentamente a la normalidad. ¡Ésta es nuestra esperanza y nuestro objetivo!”. “¡Pero se requiere paciencia!”, agregó.
El gran duque rindió tributo a las personas cuyo trabajo fue esencial durante la pandemia, desde personal médico hasta los maestros “que han tenido que adaptarse a la nueva situación para poder ejercer su profesión fundamental a pesar de unas condiciones muy especiales”.
«La situación actual es extremadamente difícil»
“Durante los últimos meses, he hablado con muchos representantes de la industria médica, mujeres y hombres, que trabajan todos los días para combatir la pandemia”, recordó.
“Tuve el gran placer de presenciar su compromiso. No hay duda de que la situación actual es extremadamente difícil: la presión diaria que pesa sobre ti es inmensa y, a pesar de todo, ustedes, los médicos, enfermeras y enfermeras, están haciendo un trabajo maravilloso.
En un espacio dedicado a su persona, el gran duque dijo que 2020 “quedará grabado” en su memoria “durante mucho tiempo”. “Para mí, personalmente, también fue un año muy simbólico: he sido su Gran Duque durante 20 años. 20 años en los que he sido feliz y orgulloso de tener el privilegio de servir a los intereses del país y de sus habitantes, con el apoyo de la Gran Duquesa”.
“Este año también ha visto una serie de cambios en el Palais: con la creación de la Maison du Grand-Duc, la Monarquía se fortalece como institución y está lista para el futuro. Esto me permite a mí, a la Gran Duquesa y a las generaciones futuras centrarnos aún más en la esencia de nuestro negocio”, dijo Enrique.
El rey español animó a los ciudadanos a superar la crisis del coronavirus y a redoblar esfuerzos para evitar “que la crisis económica derive en una crisis social”.
El rey de España, Felipe VI, reconoció este 24 de diciembre que 2020 ha sido “un año muy duro y difícil” por la pandemia del coronavirus y la crisis económica producida por la enfermedad. Frente a esto, el monarca habló de las “muchas familias no os habéis podido reunir como teníais pensado” y los “miles de hogares donde hay un vacío imposible de llenar por el fallecimiento de vuestros seres queridos”.
“2020 ha sido un año muy duro y difícil; ha afectado gravemente a nuestra economía; muchas familias vivís la angustia del desempleo o la precariedad, la de apenas llegar a cubrir las necesidades básicas o tener que abandonar un negocio al que habéis dedicado vuestra vida”, dijo el rey en su Mensaje de Navidad.
El monarca remarcó sin embargo que es España no es “un pueblo que se rinda o se resigne en los malos tiempos”. “No va a ser nada fácil superar esta situación, y en cada casa lo sabéis bien. Pero yo estoy seguro de que vamos a salir adelante. Con esfuerzo, unión y solidaridad, España saldrá adelante”, aseguró.
Felipe VI redobló su compromiso a los españoles diciéndoles que “como Rey, yo estaré con todos y para todos, no solo porque es mi deber y mi convicción, sino también porque es mi compromiso con todos vosotros, con España”.
El rey prometió a los españoles: “Vamos a recuperar en lo posible la normalidad en los lugares de trabajo, en las aulas, en las plazas y en los barrios; en los comercios, en los mercados, en los bares; en los cines, en los teatros; en la vida cotidiana que da forma al carácter de una sociedad como la nuestra”.
Agregó, sin embargo, que es necesario unirse para “evitar, sobre todo, que la crisis económica derive en una crisis social”. “Las personas y las familias deben ser nuestra preocupación fundamental, especialmente los jóvenes, porque su nivel de desempleo es altísimo. España no puede permitirse una generación perdida”, afirmó.
En su mensaje de Navidad, el rey de España remarcó el “esfuerzo, profesionalidad y gran humanidad” con la que los sanitarios trataron a los miles de enfermos de covid-19.
El rey de España, Felipe VI, rindió tributo a los “miles de ciudadanos que han puesto su trabajo al servicio de los demás” durante la pandemia del coronavirus y remarcó en su Mensaje de Navidad que todos ellos “han vivido estos últimos meses con abnegación, compromiso y gran generosidad”. Son, según el monarca, las “personas de las que debemos estar justamente orgullosos”.
“A los sanitarios les damos una vez más las gracias por su esfuerzo, profesionalidad y su gran humanidad con los enfermos. Les pedimos que mantengan todo el ánimo y toda la fortaleza y que sigan cuidando de nuestra salud”, dijo en su mensaje televisado.
“Contamos también con un Estado sólido. Tanto los servicios públicos y básicos como las empresas en sectores esenciales han funcionado bien, poniendo todos los medios a su alcance. Hay aspectos que necesitan ser mejorados y reforzados, pero también fortalezas como Estado avanzado”, dijo el monarca al referirse al impacto de covid-19 en la sociedad española.
Felipe VI remarcó “la eficacia y entrega” de las Fuerzas Armadas, de los Cuerpos de Seguridad, Protección Civil y servicios de Emergencias, y “otros muchos servidores públicos, que han demostrado su vocación de servicio y su plena sintonía con nuestra sociedad”.
El monarca español reconoció que 2020 “ha sido un año muy duro y difícil” que afectó “gravemente” a la economía española. Y agregó: “muchas familias vivís la angustia del desempleo o la precariedad, la de apenas llegar a cubrir las necesidades básicas o tener que abandonar un negocio al que habéis dedicado vuestra vida”.
Frente a esto, el rey recodó a los españoles que “la respuesta a la crisis no puede venir de la mano de más desánimo o de más desconfianza”. “Tenemos que afrontar el futuro con determinación y seguridad en nosotros mismos, en lo que somos capaces de hacer unidos, con ánimo y con confianza en nuestro país”, afirmó en su discurso televisado.
A continuación, ofrecemos el texto íntegro del Mensaje de Navidad del rey Felipe VI de España, emitido este 24 de diciembre por la noche:
«Buenas noches, me dirijo a vosotros en esta Nochebuena cuando estamos viviendo unas circunstancias verdaderamente excepcionales debido a la pandemia. Muchas familias no os habéis podido reunir esta noche como teníais pensado por las medidas sanitarias; y en miles de hogares hay un vacío imposible de llenar por el fallecimiento de vuestros seres queridos a los que quiero ahora recordar con emoción y con todo respeto. Un recuerdo que llena de sentimientos muy profundos nuestros corazones. Y también, en estos momentos, muchos ciudadanos lucháis contra la enfermedad o sus secuelas en vuestras casas, en hospitales o en residencias. A todos os envío especialmente hoy mi mayor ánimo y afecto. 2020 ha sido un año muy duro y difícil.
El virus ha irrumpido en nuestras vidas trayendo sufrimiento, tristeza o temor; ha alterado nuestra manera de vivir y trabajar, y ha afectado gravemente a nuestra economía, incluso paralizando o destruyendo muchas empresas. Desempleo y precariedad
Muchos ciudadanos y familias vivís la angustia del desempleo o la precariedad; la angustia de apenas llegar a cubrir las necesidades básicas o sentís la tristeza de tener que abandonar un negocio al que habéis dedicado vuestra vida. Por todo ello es lógico y comprensible que el desánimo o la desconfianza estén muy presentes en tantos hogares.
“Tenemos que afrontar el futuro con determinación y seguridad en nosotros mismos”
Y sin embargo, la respuesta a una crisis tan seria como la que estamos viviendo no puede venir de la mano de más desánimo o de más desconfianza. La situación es grave. Pero, aún así, tenemos que afrontar el futuro con determinación y seguridad en nosotros mismos, en lo que somos capaces de hacer unidos, con ánimo y esperanza; con confianza en nuestro país y en nuestro modelo de convivencia democrática.
Tenemos motivos para ello; porque a lo largo de las últimas décadas, ante dificultades también graves, siempre hemos sido capaces de superarlas. Y esta situación que estamos viviendo no va a ser distinta de las demás; porque ni el virus ni la crisis económica nos van a doblegar.
“Gracias por su enorme esfuerzo, su extraordinaria profesionalidad y su gran humanidad”
Felipe VI de España en su mensaje de Navidad este 24 de diciembre de 2020.
Sobre la situación sanitaria, es claro que la superación de esta enfermedad llegará gracias a la ciencia y a la investigación. Los nuevos tratamientos contra el virus y el desarrollo de las vacunas que están en marcha nos ofrecen ya una gran esperanza. Pero, mientras tanto, tenemos mucho que hacer. La responsabilidad individual sigue siendo imprescindible y es un instrumento efectivo de lucha contra el virus. Por ello es tan importante mantenernos prevenidos y no bajar la guardia.
A los sanitarios les damos una vez más las gracias por su enorme esfuerzo, su extraordinaria profesionalidad y su gran humanidad con los enfermos.Hicieron frente a los primeros embates del virus en situaciones extremas y también de desbordamiento en algunos de nuestros hospitales. Hoy siguen afrontando esta lucha con una gran carga emocional y física sobre sus espaldas. Les pedimos que mantengan todo el ánimo y toda la fortaleza y que sigan cuidando de nuestra salud.
El otro gran problema y reto es la crisis económica y evitar, sobre todo, que derive en una crisis social. Cada persona importa y mucho. Por tanto, las personas y las familias deben ser nuestra preocupación fundamental. Especialmente nuestros jóvenes; su nivel de desempleo es altísimo, y no pueden ser los perdedores de esta situación. Nuestra juventud merece tener la formación más adecuada, crecer personal y profesionalmente, y poder llevar a cabo sus proyectos. España no puede permitirse una generación perdida.
“Los retos son enormes, pero no insalvables”
Proteger a los más vulnerables y luchar contra las desigualdades que la pandemia ha creado o ha agravado es una cuestión de dignidad entre quienes formamos una misma comunidad política. Pero también será fundamental recuperar nuestra economía.
Y para ello es decisivo fortalecer el tejido empresarial y productivo, industrial y de servicios. El reconocimiento y el apoyo a nuestras empresas, la protección a nuestros autónomos y comerciantes, tan golpeados estos meses, será imprescindible para crear empleo, ese empleo que tanto necesita nuestro país. Necesitamos, por tanto, consolidar las bases que nos den un horizonte claro de impulso, estabilidad y confianza económica, que anime la inversión y la creación de puestos de trabajo.
Los retos sanitarios, económicos y sociales a los que nos enfrentamos son, por tanto, grandes… enormes, pero no insalvables. Superarlos constituye un gran objetivo nacional que a todos nos debe de unir; que, como ciudadanos, nos compromete y nos obliga a todos; con nosotros mismos, con los demás y con nuestro país. Y, para ello, requiere un gran esfuerzo colectivo, un gran esfuerzo en el que cada uno siga dando lo mejor de sí mismo en función de sus responsabilidades y en la medida de sus capacidades.
Para ese gran esfuerzo nacional contamos en primer lugar con lo más importante: con las personas; con el ejemplo de miles de ciudadanos que han puesto su trabajo al servicio de los demás, que han vivido estos últimos meses con abnegación, compromiso y una gran generosidad. Personas que estimulan nuestro ánimo de superación y de las que debemos sentirnos justamente orgullosos.
“Hemos sentido el pulso de nuestra sociedad que, pese a todo, ha mantenido a España en pie”
Felipe VI de España en su mensaje de Navidad este 24 de diciembre de 2020.
Todo eso lo hemos comprobado personalmente la Reina y yo durante este tiempo. En el campo y en la mar; en los pueblos y en las ciudades; en los mercados, en las fábricas hemos visto el coraje y el nervio de este país. Hemos sentido el pulso de nuestra sociedad que, pese a todo, ha mantenido a España en pie. Los dos tenemos en nuestra memoria la imagen viva de esos miles de ciudadanos que representan a una sociedad que se ha sentido más unida que nunca en su lucha y resistencia frente a una situación tan adversa; una sociedad que cuenta con organizaciones solidarias y eficaces para que nadie se sienta solo o desamparado; una sociedad que ha sobrellevado estos meses tan duros con entereza, responsabilidad y serenidad.
Contamos, por tanto, con una sociedad fuerte y también con un estado sólido. Durante todo este tiempo, tanto los servicios públicos y básicos, como las empresas en sectores esenciales han funcionado bien, procurando poner todos los medios a su alcance. La pandemia nos ha revelado aspectos que necesitan ser mejorados y reforzados, pero también nos muestra nuestras fortalezas como Estado avanzado.
Lo hemos comprobado por ejemplo con la eficacia de nuestras Fuerzas Armadas, de nuestros Cuerpos de Seguridad, Protección Civil y servicios de Emergencias y otros muchos servidores públicos, que han demostrado su vocación de servicio y su plena sintonía con nuestra sociedad.
“Nuestra Constitución nos garantiza nuestro modo de entender la vida”
Y Europa es también muy importante para afrontar esta crisis. Contamos con la Unión Europea, que ha asumido un compromiso firme con la sostenibilidad y recuperación económica frente a esta pandemia. La Unión nos ofrece una oportunidad histórica para progresar y avanzar; abre una nueva época para que España se una en un proyecto común para modernizar nuestra economía; adaptar nuestras estructuras productivas a la nueva revolución industrial, tecnológica y medioambiental que vivimos. Y asentar con ambición y cohesión nuestro papel colectivo como miembros de la UE ante el mundo.
Y contamos sobre todo con nuestro sistema de convivencia democrática. En un tiempo en el que la pandemia y sus consecuencias económicas y sociales provocan tanta incertidumbre, nuestra Constitución nos garantiza nuestro modo de entender la vida, nuestra visión de la sociedad y del ser humano, de su dignidad, de sus derechos y libertades. Una Constitución que todos tenemos el deber de respetar; y que en nuestros días, es el fundamento de nuestra convivencia social y política y que representa, en nuestra historia, un éxito de y para la democracia y la libertad.
No olvidemos que los avances y el progreso conseguidos en democracia son el resultado del reencuentro y el pacto entre los españoles después de un largo período de enfrentamientos y divisiones. Son el resultado de querer mirar juntos hacia el futuro, unidos en los valores democráticos; unidos en un espíritu siempre integrador, en el respeto a la pluralidad y a las diferencias, y en la capacidad de dialogar y alcanzar acuerdos. Son principios que no pierden nunca vigencia por el paso de los años.
“Preservar los valores éticos que están en las raíces de nuestra sociedad”
Felipe VI de España en su mensaje de Navidad este 24 de diciembre de 2020.
Y junto a nuestros principios democráticos y el cumplimiento de las leyes necesitamos también preservar los valores éticos que están en las raíces de nuestra sociedad. Ya en 2014, en mi Proclamación ante las Cortes Generales, me referí a los principios morales y éticos que los ciudadanos reclaman de nuestras conductas. Unos principios que nos obligan a todos sin excepciones, y que están por encima de cualquier consideración, de la naturaleza que sea, incluso de las personales o familiares.
Así lo he entendido siempre, en coherencia con mis convicciones, con la forma de entender mis responsabilidades como Jefe del Estado y con el espíritu renovador que inspira mi Reinado desde el primer día.
Siempre he pensado que España es un país extraordinario, de una enorme riqueza y diversidad cultural, construido a lo largo de los siglos gracias al esfuerzo en muchas generaciones de españoles, y con una gran historia que ha sido, durante una época, la historia misma de nuestro mundo.
“No será difícil que el año 2021 mejore a este 2020”
No somos un pueblo que se rinda o que se resigne en los malos tiempos. No va a ser nada fácil superar esta situación, y en cada casa lo sabéis bien. Pero yo estoy seguro de que vamos a salir adelante. Con esfuerzo unión y solidaridad, España saldrá adelante. Con todos y para todos. Y, como Rey, yo estaré con todos y para todos, no solo porque es mi deber y mi convicción, sino también porque es mi compromiso con todos vosotros, con España.
No será difícil que el año 2021 mejore a este 2020. Vamos a recuperar en lo posible la normalidad en los lugares de trabajo, en las aulas, en las plazas y en los barrios; en los comercios, en los mercados, en los bares; en los cines, en los teatros…; en la vida cotidiana que da forma al carácter de una sociedad como la nuestra.
Es lo que todos queremos. Y en la seguridad de que así será, la Reina, la Princesa de Asturias, la Infanta Sofía y yo os agradecemos muy sinceramente todas las muestras de afecto y apoyo que nos habéis transmitido este año, y os deseamos una Feliz Navidad y todo lo mejor para un 2021 especialmente lleno de esperanza. Eguberri on. Bon Nadal y Boas festas».
El mensaje del monarca a los belgas estuvo cargadas de palabras emotivas y de aliento frente a unos retos que “siguen siendo enormes”. “Pero pronto todo esto terminará y podrás volver a extender tus alas”, dijo a sus súbditos.
El rey Felipe de Bélgica brindó este 24 de diciembre un mensaje esperanzador a sus 11 millones de súbditos en medio de la crisis global del coronavirus. “Este año todo es diferente. Esta noche celebramos la Navidad en nuestra burbuja, o solos. Porque tenemos que mantenernos a salvo. Afortunadamente, el amor y la amistad pueden salvar cualquier distancia”, dijo el monarca en su discurso televisado.
El tema del mensaje navideño de Felipe de Bélgica fue la pandemia, que dejó más de 18.000 muertos en su país, y todos los cambios que esta crisis mundial ha provocado en las vidas de las personas. Felipe, quien ascendió al trono en 2013, recordó a los belgas que los retos siguen siendo enormes, pero que “el fin de la crisis está realmente a nuestro alcance en los próximos meses”. “Podemos hacer nuevos planes gradualmente y tener confianza en el futuro”, dijo.
“Llegará el día en que podremos relacionarnos nuevamente entre nosotros de manera relajada; que los abuelos llevarán a sus nietos en su regazo; que volveremos a iglesia, sinagoga, mezquita y templo sin restricciones; disfrutaremos de un concierto juntos; que volveremos a celebrar, en completa libertad”, dijo el monarca. “Los desafíos siguen siendo enormes, pero el fin de la crisis está realmente a nuestro alcance en los próximos meses”.
Según el rey, los belgas han demostrado ser capaces de hacer frente a esta crisis sanitaria: “Nuestra atención médica ha perdurado, gracias al esfuerzo extraordinario y la dedicación de tantos cuidadores. Luego están todas las personas que mantienen el país en marcha día y noche, al continuar trabajando, administrar sus negocios o continuar brindando servicios públicos simplemente ofreciendo ayuda donde se necesita. Y en los últimos meses el país ha demostrado ser increíblemente generoso. Muchos compatriotas se han ofrecido como voluntarios”, afirmó.
“Más que nunca, debemos asegurarnos de que nadie quede excluido”, pidió el rey, quien dijo que la pandemia nos ha hecho conscientes “de que todos somos vulnerables”. “El confinamiento nos da una mejor comprensión de lo que las personas excluidas o solas tienen que soportar. Más que nunca debemos asegurarnos de que nadie sea excluido. Que todos tengan un lugar en la sociedad”, agregó el monarca, de 60 años.
El rey concluyó su mensaje con palabras para los jóvenes, un grupo al que a menudo se ha dirigido directamente en sus discursos: “Sé que estás luchando. Te pedimos mucho y es cierto que tu vida ha quedado paralizada. Pero pronto todo esto terminará y podrás volver a extender tus alas, hacer realidad tus sueños. Y tú nos das inspiración para trabajar juntos por un mundo mejor”.
Pero en lugar de revelar detalles del mensaje, el Palacio de Buckingham mantendrá en secreto el contenido de su mensaje de Navidad. La pandemia sin dudas ocupará un tramo importante del mensaje, y muchos se preguntan si la monarca se pronunciará por primera vez sobre la salida de su nieto, el príncipe Harry, de la casa real.
El periodista Richard Fitzwilliams, experto en asuntos de la realeza, dijo no cree que la reina, de 94 años, mencione al duque de Sussex y a su esposa, Meghan Markle, en su discurso de Navidad. “No lo hubiera pensado porque el acuerdo de Sandringham se reevaluará a fines del próximo marzo. Todo el mundo sabe lo que pasó, es algo que ella dejó claro que desearía que hubiera sido de otra manera”, dijo.
Para Fitzwilliams, “no hay duda” de que la monarca “lamenta” que los duques de Sussex dejaran de ser miembros senior de la Casa de Windsor para tener vidas sin dependencia financiera en Estados Unidos. “Esa sigue siendo la posición, pero no espero que se haga referencia a ella”, agregó el experto.
Mensaje “optimista”
Isabel II durante el mensaje de Navidad de 2019.
El comentarista real también habló sobre lo que cree que la reina hablará en el esperado discurso de 2020, año que pasó en su mayor parte confinada en el castillo de Windsor a causa de la pandemia de covid. “Sin duda, el énfasis estará en agradecer a aquellos que han participado en el servicio comunitario, dentro de los NHS (servicios de salud nacionales) y haciendo frente a un patógeno mortal sin precedentes”, dijo.
“Creo que el discurso se centrará en la pandemia, creo que no hay duda sobre eso y mirando hacia el próximo año. Y además, siendo la reina una persona profundamente religiosa, no hay duda de que habrá un tema religioso”, dijo Fitzwilliams. “Creo que al mirar hacia el futuro ahora, estas vacunas parecen estar disponibles o a punto de estar disponibles, habrá un elemento tan optimista para el futuro como sea posible”.
Finalmente, el experto afirmó no estar seguro de si la reina mencionaría el complicado proceso del Brexit y el final del período de transición de la Unión Europea el 31 de diciembre, pero agregó que es probable que hable de su nieta, la princesa Beatriz, que se casó con Edoardo Mapelli Mozzi en plena pandemia. “Yo esperaría que probablemente se mencionara la boda de Beatriz y el viaje en tren real (de los duques de Cambridge), ya que eso le dio la oportunidad de tomar una foto real en Windsor”, finalizó.
Sectores del gobierno socialista y otros grupos políticos, favorables a que Juan Carlos I sea despojado de su título, esperan del monarca un gesto de distanciamiento.
Las presiones de distintos sectores del gobierno y algunos grupos políticos de España para que el rey Felipe VI se distancia e incluso condene las actividades privadas de su padre en su tradicional mensaje de Nochebuena fueron aumentando a lo largo de las últimas horas.
El mensaje, una tradición navideña implementada por el rey Juan Carlos I, es emitido por la televisión española cada 24 de diciembre por la noche y en él monarca suele reflexionar acerca de los eventos más importantes ocurridos a nivel nacional y a la familia real.
Las palabras de algunos miembros del Ejecutivo tratando de influir en el discurso comenzaron tan pronto se despejó otra incógnita que ponía presión sobre el mensaje: la posibilidad de que el rey emérito, de 82 años regresase a España por Navidad desde su exilio en los Emiratos Árabes Unidos.
La perspectiva de su vuelta a España se puso sobre la mesa a principios de diciembre, cuando se conoció que había regularizado una deuda tributaria por importe de 678.393,72 euros correspondientes a ejercicios fiscales posteriores a su abdicación en 2014, es decir, una vez perdida su inmunidad como jefe del Estado.
El pasado día 17 el ex monarca hizo saber que no pasará la Navidad en España y lo atribuyó a la situación de la pandemia de coronavirus en España y a su condición de persona de riesgo a sus casi 83 años. A la par, grupos políticos menos afectos a la monarquía, presionan al gobierno para que retire el título honorífico de “rey emérito” a quien fue jefe de Estado durante 39 años y abdicó en 2014.
Las investigaciones en torno al ex rey, que no está formalmente investigado ni consta contra él ninguna denuncia, empañaron todo un año en el que la Familia Real trató de hacerse visible apoyando a los afectados por la pandemia de coronavirus y su brutal impacto económico.
Felipe VI, rey de España.
El año finaliza con don Juan Carlos todavía como rey emérito pero lejos de España y, en los últimos días diversos miembros del Gobierno, del ala socialista, se mostraron convencidos de que el mensaje de Navidad del rey Felipe estará “a la altura de las circunstancias” y condenará la conducta de su padre.
La vicepresidenta primera, Carmen Calvo, afirmó el pasado viernes que el rey Felipe es “absolutamente realista” y que está convencida de que en Nochebuena lanzará “el mensaje que corresponde ahora, de rigor y de tranquilidad”.
«Es absolutamente realista, sabe muy bien lo que piensa en términos generales la opinión pública de este país y lo que demandan los ciudadanos en relación a la mejora y al avance constante de nuestros valores democráticos», afirmaba, recordando además que el rey ya tomó «decisiones muy importantes en la renovación de la institución«.
Inseguro y poco amigo de las nuevas tecnologías, el abuelo de Isabel II se negó durante años a pronunciar un discurso radial a los británicos.
El mensaje de Navidad de los reyes de Inglaterra ha sido una tradición desde hace casi 90 años. Cada año, excepto en 1969, la reina Isabel II le ha dado al público británico un resumen de su año y una reflexión sobre lo que sucedió en su país.
Es un momento que muchos esperan con ansias, y es una de las raras ocasiones en las que la monarca ofrece una breve visión de su personalidad, pensamientos y sentimientos sobre los asuntos actuales, cosas que generalmente están prohibidas como resultado de la arraigada tradición real.
Sin embargo, el discurso de Navidad no siempre fue lo que es hoy. El primer mensaje navideño al pueblo británico fue pronunciado por el rey Jorge V (1865-1936), el abuelo paterno de la reina, el 25 de diciembre de 1932. Sin embargo, a los funcionarios del palacio les tomó casi una década persuadir al rey para que finalmente aceptara hablar a los británicos.
En la década de 1920, la radio se estaba convirtiendo cada vez más en el medio a través del cual los gobernantes podían hablar con sus naciones. En 1923, John Reith, director general de la recién formada BBC, le escribió a Jorge V para preguntarle si estaría interesado en dar un discurso en días festivos importantes como Navidad, Año Nuevo y Pascua.
Jorge V y su esposa, María de Teck, reinaron de 1910 a 1936.
El monarca se mostró «reacio» según «History of the First Christmas Speech», debido a que era un “dador de discursos reacio, debido a una falta de talento oral autopercibido” y también “un tecnófobo sin vergüenza”. Rápidamente rechazó la solicitud de la BBC; pero el locutor continuó insistiendo y al año siguiente obsequió al rey un aparato de radio.
Durante el resto de la década de 1920, la BBC transmitió mensajes del rey, a menudo atrayendo a una audiencia de 10 millones de oyentes. Sin embargo, Jorge V siguió negándose a dar un discurso de Navidad, “en gran parte debido a su creencia de que le faltaba la sofisticación” y “como el mensaje sería de naturaleza personal, no podía esconderse detrás de la formalidad para combatir sus miedos”.
Incluso su secretario privado, Lord Stamfordham, que favorecía la idea, y en cuyo consejo el rey confiaba, sintió que perseguir un discurso navideño del monarca era una causa perdida. Todo esto sin embargo cambió con el nombramiento de Ramsay MacDonald como primer primer ministro laborista en 1929. Literalmente sofocó cualquier temor que tuviera el rey, asegurándole que un “enfoque simple y honesto sería más que adecuado para la tarea”.
Se sugirió que el poeta Rudyard Kipling podría escribir el discurso, aliviando a Jorge V de otro motivo de preocupación. Cuando el Imperio dio su primer paso para convertirse en una Commonwealth en 1931, Jorge fue llamado a despertar sentimientos de unidad en lugar de separación, y MacDonald insistió al monarca para que brindara un mensaje el día de Navidad para levantar el ánimo después de las dificultades financieras.
Jorge V, abuelo de Isabel II, murió en enero de 1936.
Finalmente el rey estuvo de acuerdo, y el día de Navidad de 1932, por primera vez, los británicos de todo el Reino Unido y la gente de todo el Imperio escucharon cómo el rey entraba a sus hogares a través de sus radios. Tal fue la novedad del discurso en ese momento que los periódicos cubrieron el evento ampliamente: una publicación australiana publicitó el discurso como “prueba de la solidaridad innata del Imperio”.
Se ha informado que por sus días en la Marina Real, Jorge V se sentía más cómodo cuando estaba en habitaciones pequeñas. Por eso, decidió pronunciar el discurso desde un cuarto ubicado debajo de las escaleras en Sandringham House y no en el gran salón donde se instaló el mini-estudio para la fotografía oficial. La reina María aprendió de memoria el discurso de solo escuchar al rey repetirlo en sus ensayos.
“Gracias a las maravillas de la ciencia moderna, esta Navidad puedo hablar a todos mis pueblos del Imperio (…) Ahora hablo desde mi hogar y desde el fondo de mi corazón y me dirijo a todos ustedes: a los hombres y mujeres, separados por las nieves, el desierto o el mar, que solo las voces transmitidas por el aire pueden alcanzar…”
Un informe sobre la época decía: “Un paño grueso cubría la mesa, ya que el rey estaba tan nervioso que sus manos temblorosas hicieron que los papeles crujieran en el micrófono”. Tan exitosas y tranquilizadoras fueron las palabras del rey, que desde ese día a Jorge V se le dio el sobrenombre de «Abuelo Inglaterra«.
Veinte millones de personas de todo el mundo escucharon por primera vez la voz del rey en lo que, según tituló el diario “Daily Express”, fue “LA TRANSMISIÓN RADIAL MÁS GRANDE DEL MUNDO”.
Escuche a continuación el discurso navideño de Jorge V en 1932
En medio de la incertidumbre del brexit y un confinamiento nacional estricto debido a la nueva cepa del coronavirus, el mensaje de la reina Isabel II a los británicos es muy esperado. Esta vez, decidió retrasar la filmación de su mensaje mientras espera, junto con el país en general, noticias sobre el desarrollo acuerdo del Reino Unido y la Unión Europea.
La reina pronunció su mensaje navideño en vivo los años 1957 y 1958, pero desde 1959 el discurso es grabado previamente. “Últimamente se graba a principios de diciembre. Pero este año se retrasó hasta el último momento mientras Su Majestad esperaba, junto con el país en general, noticias sobre el acuerdo del Brexit”, dijo el diario the Telegraph.
La reina pronunciará el mensaje desde el Castillo de Windsor, donde ha estado confinada la mayor parte del año debido a la pandemia. Se encuentra en una zona donde las fiestas Navideñas y reuniones sociales han sido prohibidas por el gobierno para evitar la propagación de la mutación de Covid-19.
“Con el virus mutado y las nuevas restricciones de Nivel 4, esta Navidad será más difícil que cualquier otra desde la guerra. Aún así, hay un profundo consuelo en la presencia tranquilizadora de la Reina que nos habla después del almuerzo de Navidad, como lo ha hecho de manera edificante desde 1952”, escribió el periodista conocedor de la realeza Harry Mount.
El mensaje de la reina, que se cree que tendrá un enfoque esperanzador, llegará en momentos cruciales para el país después de que Gran Bretaña quedara aislada de Europa y de buena parte del mundo tras la aparición de la «variante inglesa» del virus.
El gobierno cree que será «difícil» contener la pandemia en el Reino Unido, uno de los países más afectados de Europa por el covid-19, con más de 67.000 muertes confirmadas, hasta que pueda extenderse una aún incipiente campaña de vacunación.
Ante esta situación, el primer ministro Boris Johnson volvió a confinar repentinamente a los 9 millones de londinenses y a 7 millones de personas más en el sur del país, donde las familias (incluida la familia real) no podrán reunirse en Navidad.
El gobierno socialista da por descontado que hablará del rey emérito. Pero todavía se preguntan en qué términos lo hará y hasta dónde llegará?
Andan agitadas las aguas en España, al aproximarse las fiestas navideñas en tiempos de pandemia. Los medios de comunicación y la clase política esperan ansiosos la literalidad del tradicional discurso que el rey Felipe VI —el séptimo de su reinado— pronunciará en Nochebuena.
El gobierno socialista presidido por Pedro Sánchez da por descontado que el rey hablará de su padre, el exiliado rey emérito Juan Carlos de Borbón, en el mensaje que se emite por televisión el 24 de diciembre. Pero todavía se preguntan en qué términos lo hará y hasta dónde llegará?
La vicepresidenta primera del Gobierno, Carmen Calvo, afirmó que Felipe VI es «absolutamente realista» y se mostró convencida de que él lanzará un mensaje «de rigor y tranquilidad», puesto que el rey sabe «lo que demandan los ciudadanos». Calvo recordó que el jefe del Estado español ya tomó «decisiones muy importantes de renovación de la institución» de la monarquía «nada más llegar» al cargo.
Un año difícil en palacio
El ex rey de España reside en los Emiratos Árabes Unidos (EAU) desde el pasado mes de agosto.
El año de Felipe VI estuvo marcado por lo ocurrido con su padre, quien abdicó al trono en junio de 2014. En marzo de 2020 don Felipe le retiró a su progenitor la asignación anual de 160.000 euros, un gesto de repudio familiar que fue aplaudido por gran parte de los político como una reprobación que se justificaba por la necesidad de preservar la propia integridad personal del rey y la de la Corona.
Antes de eso, el rey se había bajado el sueldo un 20% y había encargado una auditoría externa de sus cuentas a la Intervención General del Estado, un órgano de control gubernamental que asume tareas de gestión económica-financiera del sector público estatal y de gestión contable.
Sin embargo, estas medidas de pretendida transparencia chocaron frontalmente con los escándalos fiscales y financieros que afectaron al nombre de su padre, a quien se le descubrió la posesión de grandes cantidades de dinero en Suiza, fuera del alcance de los inspectores de impuestos de España.
Felipe VI, rey de España.
En concreto se desveló que el ex monarca había creado en 2008 —y disuelto en 2012— la fundación Lucum, con sede en Panamá, un paraíso fiscal, y cuenta en el banco suizo Mirabaud, con el objetivo de canalizar una donación de 100 millones de dólares que había recibido de forma poco regular y menos ejemplarizante. Estas presuntas conductas pusieron en graves aprietos a Felipe VI.
Juan Carlos I había situado a su hijo y a su nieta Leonor, heredera al trono, como beneficiarios del dinero y el patrimonio de la citada fundación opaca. Felipe VI conoció esa circunstancia en marzo de 2019 y un mes después le escribió a su padre, subrayando que no aceptaría ningún provecho o rédito de la empresa offshore Lucum.
Todos estos detalles se habían mantenido ocultos hasta el 15 de marzo de 2020, apenas sólo unos días después de que la prensa suiza —La Tribune de Genève, del 3 de marzo— hubiera tirado del hilo del ovillo. España entonces estaba comenzando a aplicar un confinamiento muy severo tras la declaración del estado de alarma a consecuencia de los efectos de la pandemia. El estado de shock en que se encontraba la sociedad española redujo el impacto de tal noticia bomba.
Al final, en junio pasado, el Tribunal Supremo abrió una investigación para determinar si el rey emérito tiene responsabilidad penal o no en un caso de presunta corrupción que concierne a la construcción de un tren de alta velocidad en Arabia Saudí por un consorcio español.
El año que Juan Carlos abandonó España
Todos estos acontecimientos desembocaron en su autoexilio. Partió muy discretamente en agosto rumbo a los Emiratos Árabes Unidos. Su abuelo Alfonso XIII y su tatarabuela Isabel II ya tuvieron que hacer más o menos lo mismo en 1931 y 1868, respectivamente, cuando el pueblo se cansó de ellos. Juan Carlos I dijo que no volverá a España por Navidad con la razón oficial de que es una “persona de riesgo” ante el coronavirus.
Así las cosas, el mensaje de Nochebuena de Felipe VI será «clave para el devenir de la Monarquía», titulaba en su portada del domingo 20 de diciembre el diario español de centro derecha El Mundo.
El discurso suele ser redactado en el Palacio de La Zarzuela —residencia habitual del rey sita a las afueras de Madrid—, avalado por el Gobierno y grabado un par de días antes. «La Casa del rey ha optado por convertir Zarzuela en un búnker donde se cocina la estrategia para tratar de proteger la Corona«, decía El Mundo.
Algunos comentaristas periodísticos abiertamente republicanos hablan de «guillotinar«, metafóricamente, al rey emérito para recuperar la credibilidad y la reputación de la institución y garantizar así su existencia futura.
No es ningún secreto que una parte del Gobierno de coalición, concretamente la parte alineada con la formación de extrema izquierda Unidas Podemos, apuesta por la república y es firme detractora de la monarquía. El vicepresidente segundo Pablo Iglesias juega un destacado papel a la hora de propagar esta tendencia que cada vez tiene más adeptos dentro de la sociedad española.
Este ambiente de fuerte marejada, unido a la gravedad de la pandemia, ha alimentado la crispación política y la desafección ciudadana. Según una encuesta de opinión publicada por el diario de centro izquierda El País, la mayoría de los españoles considera que sus políticos carecen de preparación, son incapaces de llegar a acuerdos y admitir sus errores. Los últimos debates parlamentarios entre Sánchez y el líder de la oposición, Pablo Casado, cada vez más broncos y fallidos, parecen apoyar esa idea negativa que habla de una creciente «política tóxica».
Qué esperar del mensaje de Navidad
Los reyes Felipe y Letizia con sus hijas, Leonor y Sofía.
José Bono, exministro de Defensa y expresidente del Congreso, cree que Felipe VI ofrecerá “un mensaje sincero en favor de la transparencia, del entendimiento entre los políticos y en defensa de la Constitución” pero “sin ser ajeno a las adversidades del país y a los contratiempos que ha tenido la institución”.
Apuesta por la supervivencia de la Corona “porque el rey Felipe es harina de otro costal” y “tiene tiempo y capacidad para demostrar un arbitraje limpio y ejemplar”.
“Creo que el Rey aprovechará esta ocasión para reiterar la neutralidad de la Corona y para pedir más consenso entre las fuerzas políticas, que es la única manera de superar la crisis y afrontar el futuro”,dijo a El PaísJosé Manuel García Margallo, ministro de Asuntos Exteriores.
Felipe VI tendría que mostrar en su mensaje “cercanía con las personas que han perdido a seres queridos y con todos los españoles que han perdido su puesto de trabajo, se han visto obligados a cerrar sus negocios o tienen enormes dificultades para llegar a fin de mes”, agregó Margallo.
El historiador José Álvarez Junco, por su parte, cree que en su mensaje Felipe VI debe “pedir a los políticos un poco más de distensión, de consenso sobre temas básicos, como la justicia”.
“No hay en España problemas más graves que en 1975-1982, y en ese momento se logró un acuerdo. Que recuerde aquello. Se está polarizando demasiado la situación, se está adoptando un lenguaje de exclusión completa del adversario que no es, en absoluto, beneficioso para el país”, agregó.
Álvarez Junco no cree que el daño a la monarquía “sea irreversible”, “pero no puede haber más errores. Y no me da la impresión de que Felipe VI no sea consciente de esto”, afirmó. Por ello, el historiador cree que “Juan Carlos I debería perder su condición de emérito” porque “posiblemente sería bueno para la institución y para la estabilidad del país”.
Los usuarios del altavoz inteligente podrán escuchar a la monarca el 25 de diciembre con solo pronunciar las palabras «Alexa, reproduce el mensaje del Día de Navidad de la Reina».
Se espera que el discurso de Navidad de la reina Isabel II de Gran Bretaña sea particularmente conmovedor este año después de 12 meses difíciles a nivel mundial. El especial mensaje es redactado por la propia monarca, de 94 años, y generalmente grabado con anticipación antes de ser transmitido el 25 de diciembre a las 3 de la tarde, como ocurre desde hace 68 años.
El primer mensaje navideño que brindó Isabel II, en 1952, se oyó por radio, pero a lo largo de las décadas, la reina ha ido adaptando las nuevas tecnologías para que sus palabras lleguen a más personas. Su primera transmisión televisada en Navidad se produjo en 1957, cuatro años después de que su coronación televisada fuera acreditada por impulsar la aceptación de la televisión en todo el Reino Unido.
Por esto, la compañía tecnológica estadounidense Amazon reveló que este año el mensaje de la reina estará disponible para escuchar en directo a través del altavoz inteligente Alexa. Para escuchar el discurso, los usuarios de dispositivos Alexa solo tienen que decir: “Alexa, reproduce el mensaje del día de Navidad de la reina” o “Alexa, reproduce el mensaje del día de Navidad de la reina Isabel”.
Si le pregunta esto a su dispositivo Alexa a partir de las 3 de la tarde (GMT) del día de Navidad, la grabación de audio oficial del discurso se reproducirá automáticamente en su totalidad. Pero el privilegio no está reservado solo para los británicos, ya que cualquiera con su Amazon Echo configurado en inglés, ya sea británico, estadounidense, australiano, canadiense o indio, podrá escuchar el discurso, anunció Amazon.
Citado por The Guardian, el director de Alexa Europa, Eric King, dijo: «Al crear esta innovación mundial, tal como lo hicimos en 2012 con el lanzamiento del discurso navideño de la reina en Kindle, esperamos que aún más personas puedan disfrutar de las inspiradoras palabras de Su Majestad”.
«Este es realmente algo para los libros de historia y muestra cuán lejos ha avanzado la tecnología desde que se pronunció el primer discurso en 1932», agregó King.
Este año, el contenido del discurso se mantiene en secreto en un intento por causar un impacto dramático en el Reino Unido, sumergido en la segunda ola de la pandemia.
El mensaje de Navidad de la reina Isabel II de Gran Bretaña, que se transmite cada 25 de diciembre a las 3 de la tarde, siempre ha sido un emblema de las festividades. El Palacio de Buckingham con frecuencia ofrece un adelanto del discurso y su tema central, pero esta vez el contenido se mantiene en secreto en un intento por causar un impacto dramático en la nación.
El palacio decidió no anunciar nada sobre su contenido antes del día de Navidad de este año en un esfuerzo por maximizar el impacto y la audiencia. Una fuente de alto nivel dijo que la casa real desea utilizar “el factor sorpresa”. “Simplemente sentimos que ayudaría con el impacto de este año”, agregó.
Se espera sin embargo que la reina Isabel, de 94 años, pronuncie desde el Castillo de Windsor un mensaje particularmente personal y esperanzador este año, marcado por la crisis global del coronavirus, y durante el cual más de 1.980.000 personas dieron positivo en el Reino Unido y 66.500 personas murieron a causa de la enfermedad.
La prensa británica espera que el mensaje de navidad de la reina alcance números récord de audiencia y se estima que será un “grito de guerra” que inspire a la gente a continuar apoyándose y cuidándose los unos a otros mientras la segunda ola de la pandemia recorre Europa.
Casi 24 millones de personas vieron la transmisión especial de la reina a la nación en abrilcuando se hizo eco de la promesa de la canción de éxito de la Segunda Guerra Mundial de Vera Lynn: “Tenemos que consolarnos sabiendo que, aunque aún tenemos más que soportar, volverán días mejores. Volveremos a estar con nuestros amigos; volveremos a estar con nuestras familias; nos volveremos a encontrar”, dijo la monarca.
Mientras tanto, el contenido del mensaje de la reina lidera los vaticinios de las principales casas de apuestas del Reino Unido: “No es de extrañar que el discurso de la reina encabece la apuesta por ser el programa de televisión más visto en Navidad después del año que hemos tenido”, dijo Alex Apati, de la casa de apuestas Ladbrokes.