Hace 45 años: en una lamentable tragedia murió la reina Alia de Jordania, antecesora de Noor

El 9 de febrero de 1977, hace 45 años, la familia real de Jordania recibió la estremecedora noticia de la muerte de la reina Alia, consorte del rey Hussein, en un trágico accidente de helicóptero.

El rey Hussein (1935-1999) tuvo cuatro esposas, de las cuales Alia Toukan fue la tercera. Conoció a la bellísima palestina después de repudiar a la princesa Muna, en 1972. Se casaron ese mismo año y, a diferencia de sus dos primeras esposas, Hussein le otorgó el título de Reina Consorte.

El matrimonio tuvo un hijo, el príncipe Alí, y una hija, la princesa Haya, a los que se sumó una hija adoptiva, Abir Muheisen, todos ellos hermanastros del actual rey jordano, Abdallah II bin Hussein.

Alia asumió un activo papel social en Jordania pero su reinado duró muy poco. Aquel día de 1977 el rey Hussein esperaba a su esposa en el aeropuerto, pero el helicóptero nunca llegó.

La aeronave en la que la reina regresaba tras haber visitado Tafileh, localidad situada a unos 300 kilómetros al sur de la capital, se vio envuelta por una tempestad, y algunas informaciones apuntan la posibilidad de que fuese alcanzado por un rayo.

En el accidente perdieron también la vida el ministro de Sanidad, Mohammad al Bashir y dos coroneles del ejército.

La tumba de la reina Alia yace hoy en el palacete de Al-Hashmiya, en la colina de Hummar, en el que había vivido con el rey, y desde el cual se pueden ver, en los días claros, las murallas de Jerusalén.

Los funerales reunieron a una inmensa cantidad de dolientes en las calles de la capital jordana. La desaparición de la hermosa Alia hizo que Hussein se encerrara por varios días, en una reclusión que incluso puso en peligro la estabilidad de la monarquía.

A pesar de su dolor, la prensa mundial insistió en busca amoríos al rey y se le vinculó románticamente con una espectacular guía de Disneylandia, llamada Honey Rech, de veintitrés años, y más tarde con Margaret Trudeau, la ex esposa del primer ministro canadiense.

En 1978 Hussein se casó con Elizabeth Halaby, de sangre siria y estadounidense, que recibió el nombre de Noor al Hussein (“luz de Hussein”) y con la que tuvo cuatro hijos. Aunque en un principio se dijo que Lisa no recibiría el título de reina, fue proclamada como tal en el momento justo de firmar el contrato matrimonial y se convirtió en la esposa que acompañaría a Hussein por el resto de su vida. “Mi vida ha sido un cúmulo de tragedias, pero ella me ha dado una fuerza y una felicidad que no creía posible volver a encontrar”, dijo él rey.

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El príncipe Hamzah de Jordania prometió permanecer “leal” al rey Abdallah II

Acusado de conspirar contra su hermanastro, el rey Abdallah II de Jordania, el príncipe Hamzah bin Hussein prometió este lunes permanecer “leal” al monarca horas después de haber expresado su rechazo a su arresto domiciliario y de acusar al poder de “corrupción”.

«Permaneceré leal a la herencia de mis ancestros, a Su Majestad, así como a su príncipe heredero, y me pondré a su disposición para ayudarlos y apoyarlos», escribió Hamzah en una carta publicada el lunes por la noche en un comunicado del Palacio Real después de haber sido acusado de liderar un complot «maléfico» contra el Estado.

El Palacio Real anunció no obstante el lunes por la noche que el rey tomó la iniciativa de intentar una mediación con su hermanastro “en el marco de la familia real hachemita” a través de su tío, el príncipe Hassan bin Talal, un planteamiento al que se habría adherido Hamza.

La crisis estalló el sábado con la acusación contra el príncipe Hamza de «actividades» contra el reino y la detención de varias personalidades jordanas, según las autoridades por «razones de seguridad».

Ese mismo día, el hijo del rey Hussein y su cuarta esposa, la reina Noor, anunció que estaba bajo «arresto domiciliario» en su palacio de Amán, negó haber participado en un complot y acusó a las autoridades de «corrupción» e «incompetencia».

Al día siguiente, el viceprimer ministro Ayman Safadi afirmó que se frustró la «sedición» y acusó al príncipe de haber colaborado con una «potencia extranjera» sin identificar, y anunció la detención de 15 personas, incluyendo a Basem Awadalá (antiguo asesor del rey).

A solicitud del rey, el jefe del Estado Mayor, el general Yusef Huneiti, visitó el sábado la residencia del príncipe Hamzah para pedirle «detener las actividades que podrían ser utilizadas para socavar la estabilidad y la seguridad de Jordania», pero la reunión no salió bien, añadió Safadi, que habló de un «plan perverso«.

«He grabado toda la conversación y la he distribuido (…) Ahora estoy esperando para ver qué va a pasar y qué van a hacer. No quiero moverme [por el momento] porque no quiero empeorar la situación», dijo el príncipe en su última grabación, denunciando una situación «inaceptable».

En una conversación telefónica difundida la noche del domingo en Twitter, el príncipe afirmó a un interlocutor no identificado: «Por supuesto que no acataré [las órdenes del jefe de Estado mayor] cuando me dice que no estoy autorizado a salir, tuitear, comunicarme con la gente y que solo se me permite ver a mi familia».

Según residentes, internet está cortado desde hace dos días en un exclusivo barrio del oeste de Amán, donde viven el príncipe Hamzah y otros príncipes y princesas.

Para Ahmad Awad, que dirige en Ammán el Instituto Phenix Center for Economics and Informatics Studies, lo que ha ocurrido «es el comienzo de una crisis y no el final». «Esto demuestra que se necesitan reformas tanto políticas como económicas y democráticas», dijo el experto.

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Las cinco reinas (una madre y cuatro esposas) en la vida del rey Hussein de Jordania

Cuatro mujeres reinaron en la vida de Hussein, el monarca de Jordania durante 46 años y uno de los hombres de Estado más trascendentes de Oriente Medio para la segunda mitad del siglo XX. Se trata de su madre, la reina Zein, y sus cuatro sucesivas consortes, las princesas Dina y Muna y las reinas Alia y Noor: hábiles e influyentes, sumisas y despreciadas, las cuatro trataron de romper los paradigmas de su cultura para tocar el poder con sus manos.

La madre de Hussein, Zein bint Jamil Al-Sharaf, fue uno de los pilares más fuertes de la monarquía jordana durante más de cuarenta años y una mujer muy inteligente que realmente fue, como un embajador escribió a Selwyn Lloyd, «la Metternich del mundo árabe». El público en general recuerda su elegancia y sofisticación y sus obras de caridad y apoyo a los derechos de las mujeres, pero en las altas esferas recuerdan también su sutil instinto político, y su coraje en las crisis en las que su decisiva intervención entre bastidores dio forma al reinado de su hijo y, de hecho, de la historia de la región.

Como princesa hachemita de nacimiento, pertenecía a la familia que, sobre la base de su supuesta descendencia de Hashem, bisabuelo del Profeta Mahoma, gobernaron el Hejaz como Grandes Sheriffes de La Meca desde el siglo XII hasta 1926, cuando la región fue invadida e incorporada al incipiente Reino de Arabia Saudita. Nacida y criada en Egipto, se mudó a lo que entonces era Transjordania en 1934 cuando se casó con su primo, el emir Talal, hijo del rey Abdullah I. Lamentablemente, el duro entrenamiento militar tuvo un grave impacto psicológico en Talal, que estuvo a punto de ser apartado de la sucesión, lo que significó una lucha de Zein por la herencia de su familia.

La reina Zein, madre de Hussein

Dotada de un agudo sentido de la historia y el linaje, Zein se mantuvo firmemente detrás de su esposo, para garantizar no solo su derecho de nacimiento sino también su propio papel como reina y la subsistencia de sus hijos. En 1951, el rey Abdullah fue asesinado mientras Talal estaba internado en un psiquiátrico suizo, en parte por sus problemas mentales y, por otra parte, por su adicción al alcohol. Una vez libre, fue coronado rey a la vez que Zein se regocijaba con la posibilidad de ejercer un inmenso poder en nombre de su consorte enfermo. .

Incluso después del breve reinado y abdicación de su esposo en 1952, Zein continuó dominando al gobierno como la madre de un rey, Hussein, que tuvo que esperar un año antes de que él pudiera asumir la prerrogativa real. Además, incluso después de que el hijo alcanzara su mayoría de edad y regresara a Jordania, siguió siendo una figura dominante al punto de que, en 1958, en medio de una gran crisis política, se supo que la madre amenazó a Hussein con sacarlo del trono y remplazarlo por su hermano.

Dina Abdul Hamid, primera esposa del rey Hussein.

Inevitablemente, a medida que el rey ganó madurez y experiencia, la participación de la reina Zein en los asuntos estatales disminuyó. Su debilitamiento de la salud y, en particular, su tendencia a la diabetes y la hipertensión arterial también redujeron su capacidad para desempeñar un papel activo; por lo tanto, se contentó con pasar sus últimos años disfrutando de su antigüedad en las filas de la familia real y presidiendo un número cada vez mayor de nietos y bisnietos. Murió en 1994.

La agitada vida política del rey Hussein tuvo su paralelismo en su vida personal, con cuatro matrimonios, doce hijos -cinco de ellos varones y siete hijas, una de ellas adoptiva-. El primer matrimonio de Hussein fue con una verdadera princesa de sangre egipcia: sharifa Dina bint Abdul Hamid, y sólo duró 18 meses. Escogida por razones dinásticas, esta descendiente del Profeta Mahoma encarnaba a la perfección el tipo de nuera que buscaba la influyente reina madre, Zein Al-Sharaf: de sangre real, musulmana, educada con dedicación y conocedora de los requisitos cortesanos.

Zein no contaba con que Dina, convertida en reina, desearía ser más que una mera figura decorativa de la corte y pugnaba por obtener un papel más destacado, eclipsando a la propia reina madre. El divorcio, dos años después de la boda y poco después del nacimiento de la princesa Alia, fue muy desagradable. Con la excusa de que se necesitaba con urgencia heredero para un rey cuya vida estaba siempre en peligro, Hussein se divorció y Dina volvió a su Egipto natal. Durante algunos años, solo pudo ver a su hija bajo la supervisión de la reina Zein, pero pronto logró superar ese control y regresó a Jordania para estar más cerca de la niña.

La segunda esposa, la princesa Muna, es la madre del actual rey Abdulla II.

EL fracaso de Dina y Hussein es visto como el único fracaso en la vida de la reina Zein. A principios de los 60, en un selecto baile de disfraces, Hussein conoció a Antoinette Avril Gardiner, la hija del agregado militar británico en Ammán, familiarmente conocida como ‘Tony’. El rey iba disfrazado de pirata y se dice que las primeras palabras que le dirigió ella fueron: “Tiene un aspecto muy desaliñado, majestad”. La boda se celebró el 25 de mayo de 1961, pero convertir a una extranjera cristiana en reina no fue fácil para Hussein, quien hizo un gran sacrificio. Conocedor de que un hijo, de sangre británica, difícilmente podría asumir el trono de un reino árabe, nombró a su hermano Hassan como príncipe heredero, cargo que ocupó durante 30 años.

Tony Gardiner se convirtió en Muna al Hussein (“el Deseo de Hussein”) y, para evitar que entrara en conflicto con la reina madre, se decidió que sería titulada princesa en lugar de reina. Le dio cuatro hijos: los príncipes Abdallah y Faisal y las princesas gemelas, Zein y Aisha. El matrimonio duró once años. Guerras y atentados, así como la llegada de una bella y joven palestina encargada de las relaciones públicas del aeropuerto de Ammán, Alia Toukan, terminaron con el matrimonio. No hubo rencores en la separación, al contrario, Hussein ofreció a Muna un lujoso palacio en Ammán, donde sigue viviendo, y una casa en Londres junto a una generosa pensión. Por entonces, nadie sabía que Muna quedaría convertida en la madre del rey, papel de gran importancia en las dinastías árabes.

El amor más trágico del rey Hussein fue el que protagonizó con la bellísima palestina Alia Toukan, a quien conoció después de repudiar a Muna, en 1972, y con la que tuvo un hijo, el príncipe Alí, y una hija, la princesa Haya, a los que se sumó una hija adoptiva, Abir Muheisen. Alia, que como musulmana fue titulada reina y asumió un activo papel social en Jordania, murió en un accidente de helicóptero el 9 de febrero de 1977. Hussein la esperaba en el aeropuerto, pero el helicóptero nunca llegó. La aeronave en la que la reina regresaba tras haber visitado Tafileh, localidad situada a unos 300 kilómetros al sur de la capital, se vio envuelta por una tempestad, y algunas informaciones apuntan la posibilidad de que fuese alcanzado por un rayo.

Alia Tukuan fue la tercera esposa y la primera en recibir el título de reina.

En el accidente perdieron también la vida el ministro de Sanidad, Mohammad al Bashir y dos coroneles del ejército, y los restos de la reina Alia yacen hoy en el palacete de Al Hashmiya, en la colina de Hummar, en Ammán, en el que había vivido con el rey, y desde el cual se pueden ver, en los días claros, las murallas de Jerusalén. Los funerales reunieron a una inmensa cantidad de dolientes en las calles de la capital jordana. La desaparición de la hermosa Alia hizo que Hussein se encerrara por varios días, en una reclusión que incluso puso en peligro la estabilidad de la monarquía.

A pesar de su dolor, la prensa mundial insistió en buscale amoríos y se le vinculó románticamente con una espectacular guía de Disneylandia, llamada Honey Rech, de veintitrés años, y más tarde con Margaret Trudeau, la ex esposa del primer ministro canadiense. En 1978 Hussein se casó con Elizabeth Halaby, de sangre siria y estadounidense, que recibió el nombre de Noor al Hussein (“luz de Hussein”) y con la que tuvo cuatro hijos. Aunque en un principio se dijo que Lisa no recibiría el título de reina, fue proclamada como tal en el momento justo de firmar el contrato matrimonial y se convirtió en la esposa que acompañaría a Hussein por el resto de su vida. “Mi vida ha sido un cúmulo de tragedias, pero ella me ha dado una fuerza y una felicidad que no creía posible volver a encontrar”, dijo él.

La princesa Muna, que había sido el gran sostén de Hussein en su período de luto, fue la primera en acercarse a felicitar a los recién casados. El rey no quiso tener en cuenta que Lisa era norteamericana, y como en un cuento de hadas, la rubia plebeya de veintiséis años, hija mayor del ex presidente de la compañía aérea norteamericana PanAm, Najeeb Halaby, de origen sirio, pasó junto con Grace Kelly y Hope Cooke (que se casó con el rey de Sikkim) a formar parte de ese distinguido grupo de mujeres norteamericanas que se casaron con reyes. Aunque la tarea de ser reina de un país peligroso y con ocho hijos adoptivos prometía ser difícil, Noor logró desempeñar a la perfección su papel de reina, ganándose el amor de su pueblo mediante el trabajo duro, y sobre todo por acompañar al querido Hussein en sus momentos de mayor sufrimiento.

Elizabeth Halaby, de ascendencia siria, se convirtió en la reina Noor.

En cierta ocasión, en una entrevista en Ammán, el rey Hussein confesó: “Aunque no le haya hablado de ello, tengo una vida privada y familiar muy irregular y complicada. Como usted sabe, me he casado cuatro veces y tengo doce hijos que ocupan un enorme lugar en mi vida”. Pero en el año 1998 a punto estuvo de complicársela aún más y de incrementar, incluso, el número de sus matrimonios al enamorarse de una joven jordana que trabajaba en un centro oficial. Se decía incluso que Noor sería repudiada y que esa joven sería la quinta reina de su vida: “Yo no tenía ninguna razón para dar mayor crédito a estos rumores, aunque la distancia que venía percibiendo entre nosotros, me daba que pensar”, reconoció Noor en una entrevista.

Jaque a la reina”, anunció la prensa; “el rey está enamorado de una mujer que no es la suya, y esta historia sentimental vuelve a plantear la fragilidad y las paradojas del reino hachemita…” El motivo de su enamoramiento era al parecer Rania Najm, una periodista palestina que había trabajado para la cadena norteamericana CNN. Hussein no escondió la seriedad de su pasión y fue a visitar varias veces a la familia Najin, la cual, honrada por el favor real, confirmó esa relación. Los jordanos siguieron extasiados la novela real, que preveía un divorcio, una nueva boda y una nueva reina, sin tener en cuenta nunca el punto de vista de la verdadera reina, Noor.

Pero una reina palestina era mejor que una americana: “La reina nunca cayó simpática”, se decía por todos lados. Noor era, decían los jordanos, demasiado vistosa, demasiado ambiciosa, demasiado moderna y, sobre todo, demasiado extranjera, y por eso gran parte de los jordanos desearon que Rania Najm fuera la nueva consorte. Con un aplomo generoso, la reina confrontó Hussein: “Si hay algo de verdad en cualquiera de las cosas que se cuentan y si tu felicidad dependiera de otra mujer, por favor, dímelo, porque te amo mucho como para dejarte ir”. Y el rey la amó hasta el final de sus días: poco después, enfermó de cáncer linfático y Noor lo acompañó a través de todo su tratamiento y su agonía. La imagen de la reina enlutada en una puerta del palacio real, abrazada a sus hijas, dio la vuelta al mundo. Como mujer, no podía asistir al entierro de su marido y fue entonces cuando su brillo de apagó.

La reina Noor de Jordania defendió a su hijo contra “malvadas calumnias”

La reina Noor de Jordania, viuda del rey Hussein y madre del príncipe Hamzah, definió como “una calumnia malvada” las acusaciones de las Fuerzas Armadas y el gobierno en contra de su hijo, el príncipe Hamzah bin Hussein.

Rezo para que la verdad y la justicia prevalezcan para todas las víctimas inocentes de esta malvada calumnia. Dios bendiga y los preserve”, escribió la reina viuda en Twitter.

En un comunicado, el jefe del Estado Mayor, el general Youssef Huneiti, dijo que el príncipe Hamzah, hermanastro del rey Abdallah II, había sido “llamado a detener las actividades que podrían ser utilizadas para socavar la estabilidad y la seguridad del reino”.

Posteriormente, el príncipe Hamzah denunció haber sido puesto bajo arresto domiciliario en el palacio de Al Salaam, a las fueras de Ammán, y acusó al “sistema gobernante” del país de “incompetencia y corrupción”.

Lea además: Jordania acusó al príncipe Hamzah de liderar una trama contra la seguridad nacional

También negó haber sido parte de cualquier conspiración o “agenda extrema”, aseguró que varios de sus amigos fueron detenidos y criticó “los fallos del Gobierno, la corrupción y la incompetencia”. Entre los detenidos del sábado están Sharif Hasan bin Zaid, miembro de la familia real, y Bassem Awadallah, exministro y ex asesor de Abdallah II.

Nacido en 1980, el príncipe Hamzah es el hijo mayor del rey Hussein y de la reina Noor, con quien el difunto monarca se casó en 1978 tras haberse divorciado de dos anteriores esposas (la princesas Dina y Muna) y enviudado de una tercera (la reina Alia).

Cuando Abdallah II fue declarado rey a la muerte de Hussein, en febrero de 1999, Hamzah fue nombrado príncipe heredero. Sin embargo, cinco años más tarde, ya establecido firmemente en el trono el lo relevó del cargo y nombró en su lugar a su propio hijo, el príncipe Al Hussein.

Nuevas acusaciones contra el príncipe Hamzah

Hamzah, hijo del fallecido rey Hussein, fue acusado por las Fuerzas Armadas de realizar actividades que amenazan “la estabilidad y seguridad de Jordania”.

Según la acusación oficial, Hamzah y los demás detenidos amenazaron “la seguridad y la estabilidad” del país.

Los servicios de seguridad monitorearon a una persona con vínculos con servicios de seguridad extranjeros que se comunicaban con la esposa del príncipe Hamzah”, dijo el viceprimer ministro jordano, Ayman Al Safadi.

El viceprimer ministro objetó los videos publicados por el príncipe Hamzah, acusándolo de haber «distorsionado los hechos, invocando la simpatía local y extranjera” y dijo que “inmediatemente le ofrecieron un avión para salir de Jordania hacia el extranjero”.

La gente que rodea al príncipe Hamzah se comunicaba con entidades que se definían a sí mismas como ‘oposición externa’”, indicó luego. “Las investigaciones han sacado a la luz contactos con entidades extranjeras” y agregó que “todas las acciones, los movimientos contenidos, han sido cortados de raíz”.

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Jordania acusó al príncipe Hamzah de liderar una trama contra la seguridad nacional

El Gobierno de Jordania implicó este domingo a Hamzah bin Hussein, antiguo príncipe heredero y hermanastro del rey Abdallah II, en una conspiración con una «oposición externa» para «desestabilizar la seguridad nacional del país«.

El viceprimer ministro jordano, Ayman al Safadi, denunció la existencia de «comunicaciones» entre personas del entorno del principe Hamzah con «organismos exteriores, entre ellos la llamada oposición extranjera», para «incitar (acciones) contra la seguridad nacional».

Los servicios de seguridad monitorearon a una persona con vínculos con servicios de seguridad extranjeros que se comunicaban con la esposa del príncipe Hamzah”, dijo el viceprimer ministro jordano, Ayman Al Safadi.

El viceprimer ministro objetó los videos publicados por el príncipe Hamzah, acusándolo de haber “distorsionado los hechos, invocando la simpatía local y extranjera” y dijo que “inmediatemente le ofrecieron un avión para salir de Jordania hacia el extranjero”.

Lea además: Ex príncipe heredero de Jordania bajo “arresto domiciliario”, acusado de complot

Estas declaraciones tuvieron un día después de una gran operación de seguridad que se saldó con la detención de 16 personas próximas en algún momento al poder jordano, como por ejemplo el antiguo asesor real Basem Awadalá, viejo confidente del rey y antiguo ministro de Finanzas.

Awadalá era considerado como un impulsor de las reformas económicas en el país, que durante muchos años se ha enfrentado a la resistencia de una vieja guardia que dominaba la corte, de acuerdo con el diario ‘Washington Post‘, cuyas fuentes entienden que esta investigación estaría relacionado con un presunto intento de golpe de Estado en el país.

En medio de un cruce de informaciones, el antiguo príncipe heredero publicó un vídeo en el que aseguraba que se encontraba bajo arresto domiciliario. “Yo no soy el responsable del colapso de la gobernabilidad, la corrupción y la incompetencia que ha prevalecido en nuestra estructura de gobierno durante los últimos 15 a 20 años y que ha ido empeorando”, dijo.

“Y no soy responsable de la falta de fe que la gente tiene en sus instituciones”, hizo saber Hamzah, de 41 años, en un vídeo enviado a través de su abogado a la cadena BBC. “Ha llegado a un punto en el que nadie puede hablar o expresar su opinión sobre nada sin ser intimidado, arrestado, acosado y amenazado”, lamentó el príncipe.

Lea además: Quién es el príncipe Hamzah de Jordania, acusado de urdir un golpe palaciego

En respuesta, el viceprimer ministro jordano criticó los “mensajes distorsionados” enviados por el antiguo príncipe heredero, emitidos sin más motivo que el de despertar simpatías entre la población local y extranjera, y coincidentes con “sus actividades para incitar a actividades destinadas a socavar la seguridad nacional”.

En términos generales, “el príncipe Hamza buscó movilizar a las figuras locales para acciones diseñadas para dañar la seguridad nacional”, según dijo el funcionario en declaraciones publicadas por la agencia oficial de noticias jordana, Petra.

En este sentido, el rey Abdallah II ya habló directamente con su hermanastro para “disuadirle de estas actividades” y solucionar toda esta crisis, “que constituye una desviación de las tradiciones y valores hachemitas”, dentro del entorno de la familia real.

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El ex príncipe heredero de Jordania bajo “arresto domiciliario”, acusado de complot

El príncipe Hamzah de Jordania afirmó en un video publicado por la BBC estar bajo “arresto domiciliario” después de haber sido acusado de participar en un golpe palaciego contra su hermano, el rey Abdallah II.

Hamzah afirmó que el jefe del Estado Mayor del ejército fue a su casa y le dijo que “no estaba autorizado a salir de ella”.

“Tuve una visita del jefe de estado mayor de las fuerzas armadas jordanas esta mañana en la que me informó que no se me permitía salir, comunicarme con la gente o reunirme con ellos porque en las reuniones en las que había estado presente, o en las redes sociales relacionadas con las visitas que había hecho, había habido críticas al gobierno o al rey”, dijo.

El ex príncipe heredero aseguró, además, que no participó en ninguna conspiración y que “no es responsable de la degradación de la gobernanza, la corrupción y la incompetencia” de las autoridades de su país.

“Yo no soy el responsable del colapso de la gobernabilidad, la corrupción y la incompetencia que ha prevalecido en nuestra estructura de gobierno durante los últimos 15 a 20 años y que ha ido empeorando… Y no soy responsable de la falta de fe que la gente tiene en sus instituciones”, agregó el príncipe. “Ha llegado a un punto en el que nadie puede hablar o expresar su opinión sobre nada sin ser intimidado, arrestado, acosado y amenazado”.

Horas antes, las fuerzas armadas jordanas advirtieron al príncipe Hamzah bin Hussein, de 40 años, que cese cualquier actividad que pueda perjudicar a la monarquía del reino hachemita, según informó este sábado la agencia oficial de noticias jordana Petra.

«Se le solicitó al príncipe que cese algunas actividades que podrían ser usadas para amenazar la estabilidad y seguridad de Jordania», explicó el ejército en el comunicado.

Hamzah bin Hussein es el hijo mayor de la reina Noor, cuarta esposa del difunto rey Hussein. Nombrado heredero del trono por deseo de Hussein en sus últimas semanas de vida, ocupó ese cargo hasta que Abdullah II -hijo de la segunda esposa de Hussein- lo desplazó del cargo.

Un exfuncionario estadounidense con conocimiento de los eventos en Jordania dijo que el complot no involucró un “golpe físico”, pero dijo que los involucrados estaban planeando impulsar protestas que parecerían ser un “levantamiento popular con masas en la calle” con apoyo de las tribus.

El príncipe Hamzah no es visto como una gran amenaza para la monarquía de Jordania y ha sido marginado durante años. Pero las autoridades se han preocupado cada vez más por sus esfuerzos por construir lazos con figuras descontentas dentro de tribus poderosas, que dominan la seguridad y el ejército forman la base del apoyo a la monarquía hachemita del reino.

Hamzah, quien había sido preparado por su madre estadounidense, la reina Noor, para ocupar el trono, fue empujado al desierto político desde que fue despedido como príncipe heredero. Las figuras de la oposición, sin embargo, se unieron a su alrededor, una medida que ha sido vista con disgusto por el rey Abdallah II, dijeron funcionarios familiarizados con la situación.

El Washington Post dijo que las autoridades jordanas arrestaron a una veintena de personas, entre ellos el exasesor del rey Abdallah II Basem Awadalá, viejo confidente del monarca y antiguo ministro de Finanzas, y un miembro de la Familia Real identificado como Sharif Hassan Ben Zaid.

Awadalá era considerado como un impulsor de las reformas económicas en el país, que durante muchos años se ha enfrentado a la resistencia de una vieja guardia que dominaba la corte.

Monarquias.com / Con información de Reuters, BBC

Quién es el príncipe Hamzah de Jordania, acusado de urdir un golpe palaciego

Acusado de participar en un complot contra el gobierno, el príncipe Hamzah bint Hussein de Jordania ha sido detenido en su domicilio del Palacio de Al-Salaam, en las afueras de Amman, junto a su familia, y sus comunicaciones han sido restringidas.

El príncipe es el primer hijo nacido del cuarto matrimonio del difunto rey Hussein, con la estadounidense Elisabeth Halaby, quien adoptó el nombre de Noor Al Hussein cuando se casó con el monarca en 1978.

Noor llegó a ser la esposa favorita y la más amada de Hussein, al punto de que manifestó antes de morir su deseo de que Hamzah fuera nombrado heredero del trono. El príncipe se graduó de la Harrow School y de la Royal Military Academy en Sandhurst del Reino Unido y asistió a la Universidad de Harvard en los EE. UU. Ha servido en las fuerzas armadas jordanas.

Hamzah, quien con frecuencia fue descrito por su padre como “el deleite de sus ojos” fue visto como demasiado joven e inexperto para ser nombrado sucesor en el momento de la muerte del rey Hussein, en 1999. En cambio, fue su hermanastro mayor, el rey Abdallah II, quien subió al trono, y lo nombró heredero.

Cinco años más tarde, en medio de una presunta pugna por el poder liderada entre la joven reina Rania (consorte de Abdallah II) y la reina viuda Noor, Hamzah fue despojado por su hermano el título de príncipe heredero en 2004. El acto fue visto como un golpe para la reina Noor, que esperaba ver a su hijo mayor convertirse en rey.

Hamzah, hijo del fallecido rey Hussein, fue acusado por las Fuerzas Armadas de realizar actividades que amenazan “la estabilidad y seguridad de Jordania”.

Hamzah fue desterrado al desierto político desde que fue despedido como príncipe heredero y remplazado por su sobrino, Al Hussein. Las figuras de la oposición, sin embargo, se unieron a su alrededor, una medida que ha sido vista con disgusto por el rey Abdallah II, dijeron funcionarios familiarizados con la situación.

En los últimos años, Hamzah no ha sido visto como una gran amenaza para la monarquía y ha sido marginado durante años, pero las autoridades se han preocupado cada vez más por sus esfuerzos por construir lazos con figuras descontentas dentro de tribus poderosas, que dominan la seguridad y el ejército forman la base del apoyo a la monarquía hachemita del reino.

En un video publicado por la BBC, el príncipe dijo desde su arresto domiciliario que es inocente de las acusaciones, pero advirtió: “Yo no soy el responsable del colapso de la gobernabilidad, la corrupción y la incompetencia que ha prevalecido en nuestra estructura de gobierno durante los últimos 15 a 20 años y que ha ido empeorando».

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Millonario robo de joyas en la mansión de una princesa de Jordania en Londres

Una empleada de limpieza fue arrestado por el robo de gemas por valor de £ 1 millón (US$ 1,4 millones) de la mansión de la princesa Firyal, pariente del rey de Jordania.

La princesa Firyal, de 65 años, denunció el 26 de noviembre de 2020 el robó anillos de diamantes, pulseras, relojes y aretes mientras trabajaba en su residencia de la lujosa zona de Belgravia en Londres, según los informes.

La princesa Firyal, de 76 años, humanitaria y filántropa, es la ex esposa del príncipe Muhammad bin Talal, el segundo hijo del difunto rey Talal de Jordania.

Se cree que la sospechosa robó las joyas de la propiedad antes de que un presunto familiar, de 37 años, las vendiera a través de una casa de subastas. Fue detenido tras intentar vender un anillo a través de un distribuidor que alertó a la policía, informó The Sun.

Según el diario The Daily Mail, la empleada, residente de West London, y su pariente, fueron arrestados el 26 de noviembre antes de ser liberados bajo investigación.

Un portavoz de la Policía Metropolitana confirmó: “El 26 de noviembre, la policía recibió una denuncia de robo después de que se reportara el robo de una cantidad de joyas de una propiedad. Una mujer de 65 años y un hombre de 37 años fueron arrestados bajo sospecha de robo y posteriormente liberados bajo investigación”.

Quién es la princesa Firyal de Jordania

Nacida en Jerusalén en 1945, Firyal Irshaid, hija de un líder político que sirvió en el gobierno y como parlamentario en el Senado de Jordania y de la presidenta de la Sociedad de la Media Luna Roja en Cisjordania, se casó con el príncipe jordano Mohammed bin Talal en 1964.

El príncipe Mohammed bin Talal, tío del rey Abdallah II de Jordania, es el segundo hijo de Talal bin Abdullah, quien fue rey de Jordania desde 1951 hasta su abdicación un año después en 1952. Su hermano, Hussein bin Talal, se convirtió en rey y reinó hasta su muerte en 1999.

La princesa Firyal y el príncipe Muhammad bin Talal tuvieron dos hijos (los príncipes Talal bin Mohammed y Ghazi bin Mohammed) y se divorciaron en 1978. Desde entonces la princesa, que ha sido Embajadora de Buena Voluntad de la UNESCO desde 1992 y ocupa varios cargos filantrópicos, incluso como miembro del Consejo Internacional de la Tate Modern en Londres, es pareja del empresario estadounidense Lionel Pincus.

Rania de Jordania clama por una distribución más justa de las vacunas de Covid

“Todos estamos en una carrera contra una pandemia, no entre nosotros”, dijo la reina en un llamado a que los países ricos ayuden a los pobres en la lucha contra la pandemia.

La reina Rania, consorte del rey Abdallah II de Jordania, declaró que no hay ninguna razón por la que los países que tienen un suministro excesivo de vacunas contra el coronavirus no puedan donar su excedente a los estados más pobres, y aprovechó para clamar por una distribución más justa.

Todos estamos en una carrera contra una pandemia, no entre nosotros”, dijo la reina Rania mientras participaba virtualmente en la Cumbre de Economía de Warwick después de que la OMS revelara que casi 130 países, con 2.500 millones de habitantes, aún no recibieron una sola dosis de la vacuna contra el Covid.

Rania explicó que si bien algunos países ricos pudieron reservar suficientes dosis de vacunas para inmunizar tres veces a sus poblaciones, “los países de bajos ingresos, en el mejor de los casos, solo lograrán vacunar a una décima parte de sus poblaciones” este año.

“Todos estamos en una carrera contra una pandemia, no entre nosotros”.

RANIA DE JORDANIA

No veo ninguna razón por la que aquellos que tienen un exceso de oferta no puedan donar su excedente a los países más pobres, y me alegro de que algunos países se hayan comprometido a hacer precisamente eso”, dijo la reina, citada por Al-Aswat.

“Si no lo hacemos por razones morales o éticas, al menos por el bien de la salud mundial”, reclamó. “La pandemia de coronavirus nos ha mostrado a todos las debilidades que hay en la forma en que se construye nuestra comunidad mundial”.

El Covid, dijo la reina Rania, “realmente ha revelado y reforzado grietas en nuestro orden mundial en las líneas de desigualdad de ingresos, desigualdad de género, injusticia social, y no se puede agregar la desigualdad en salud a eso”.

“Si no nos motiva la responsabilidad moral o ética, al menos deberíamos estar motivados para actuar desde el punto de vista de la salud global”.

RANIA DE JORDANIA

“Si bien algunas personas disfrutan de los beneficios de la recuperación de los mercados mundiales, demasiadas personas en todo el mundo están sufriendo pandemias paralelas de hambre, violencia y analfabetismo”, remarcó.

La reina Rania cree que “sea cual sea la ‘normalidad’ a la que volvamos” el mundo no debe volver a la “vieja normalidad, que dejó a demasiada gente atrás”. “Si algo hemos aprendido de esta crisis, es que somos tan fuertes como los más débiles entre nosotros”, destacó.

El Director General de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, ya había expresado su preocupación por el hecho de que más de las tres cuartas partes de las vacunas fueron compradas por solo 10 países. “Casi 130 países, con 2.500 millones de habitantes, aún no han recibido una sola dosis”, lamentó.

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Medios europeos y fuentes cercanas a la familia emiratí confirmaron que la consorte abandonó el país y está buscando el divorcio.

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