El príncipe Akishino de Japón, hermano menor del emperador Naruhito, finaliza esta semana los rituales que marcan su consagración como heredero del Trono del Crisantemo.
El pasado miércoles, el príncipe heredero y su esposa, la princesa Kiko, viajaron unos 800 kms en automóvil para visitar el santuario de Ise (prefectura de Mie), el mausoleo del emperador Jimmu (Nara) y las tumbas de los emperadores Komei y Meiji (Kioto).
Siguiendo la tradición imperial, en estas ceremonias el príncipe Akishino informó a los espíritus de sus ancestros la finalización de los rituales “Rikkoshi-no-Rei”, que lo proclamaron primero en la línea de sucesión al trono.
El último escenario de los rituales será en el barrio de Hachiji, en Tokio, donde el príncipe Akishino y la princesa Kiko visitarán los mausoleos del emperador Showa y el emperador Taisho (abuelo y bisabuelo del príncipe, respectivamente) en el cementerio imperial Musashi.
“El príncipe Hisahito y sus padres tenían en alta estima la política de la escuela secundaria superior de valorar la libertad y la autonomía al tomar decisiones”, dijo la Casa Imperial.
El príncipe, de 15 años, único hijo del príncipe heredero Fumihito y la princesa heredera Kiko, es el primer miembro de la familia imperial que estudiará en una escuela secundaria no afiliada a la Universidad Gakushuin en los últimos 75 años.
Desde el fin de la II Guerra Mundial, la mayoría de los miembros de la familia imperial estudiaron en escuelas afiliadas a Gakushuin, establecida en el siglo XIX como una escuela para aristócratas e hijos de la realeza.
Según informó la Agencia de la Casa Imperial el príncipe Hisahito, que actualmente cursa tercer año de la escuela secundaria de la Universidad de Ochanomizu, ingresará a la escuela secundaria superior de Otsuka, Universidad de Tsukuba, el próximo abril.
El ingreso se realizó a través del programa de secundaria que permite que algunos de sus alumnos procedan a las escuelas secundarias superiores con las que tiene vínculos. El príncipe, que había obtenido calificaciones lo suficientemente buenas como para postularse para el programa, realizó un examen de ingreso y lo aprobó, según la agencia.
La princesa japonesa Yoko, prima del emperador Naruhito de Japón, infectada con coronavirus ha desarrollado neumonía y se encuentra hospitalizada, anunció la Agencia de la Casa Imperial este 9 de febrero.
La princesa Yoko, de 38 años, la primera persona de la familia imperial que se contagia de Covid-19, fue trasladada al Hospital de la Universidad de Tokio desde un hospital dentro del Palacio Imperial, dijo la agencia.
La hija menor del difunto príncipe Tomohito de Mikasa, primo del ex emperador Akihito, se quejó de dolor de garganta el lunes y dio positivo por el virus el martes, dijo la agencia el mismo día, citada por The Japan Times.
Su hermana, la princesa Akiko, de 40 años, también será examinada ya que las dos se reunieron hace varios días, según el anuncio de la Agencia de la Casa Imperial. Tampoco se reportaron contagios entre el personal de la princesa.
Yoko no ha asistido a ninguna reunión que involucre comida y bebidas recientemente, y la ruta de infección sigue siendo desconocida, informó la prensa. Pero ella fue una de las participantes en una ceremonia para conmemorar a un difunto emperador en el palacio el 30 de enero.
La princesa Yoko se desempeña como directora de la corporación de bienestar social con sede en Tokio, Yuai Jujikai, así como presidenta honoraria de la Asociación de Diseño de Sonido Universal de Japón, una organización sin fines de lucro que ayuda a las personas con pérdida auditiva.
El emperador Hirohito (fallecido en 1989) y Nagako (2000), quienes recibieron los nombres póstumos de Showa y Kojun, están sepultados en el Cementerio Imperial de Musashino, en el distrito Hachioji de Tokio.
Con un vestido formal de color gris y una mascarilla, la princesa de 29 años llevó una ofrenda de tres ramas tamagushi sagradas e hizo una reverencia frente a ambos mausoleos bajo la lluvia, informó la agencia de noticias japonesa Jiji Pres.
El próximo 26 de octubre, la princesa Mako contraerá matrimonio con Komuro, de 30 años, perderá su estatus como miembro de la Familia Imperial y además ha renunciado a recibir la dote estatal que se entrega a las princesas que abandonan el palacio. Más tarde la pareja ofrecerá una rueda de prensa.
Debido a la preocupación pública por la disputa financiera de la familia Komuro, que llevó a muchos japoneses a oponerse al matrimonio, la Casa Imperial dijo que las ceremonias tradicionales asociadas con las bodas de los miembros de la familia imperial no se llevarían a cabo. Los ritos incluyen la ceremonia de compromiso oficial llamada “Nosai no Gi” y el “Choken no Gi”, una reunión oficial con el emperador y la emperatriz antes del matrimonio.
Después de registrar su matrimonio ante una oficina pública de Tokio, la princesa pronunciará rezos en los Tres Santuarios del Palacio Imperial y se reunirá a solas con sus tíos, el emperador Naruhito y la emperatriz Masako. La princesa también planea reunirse con sus abuelos, el emperador emérito Akihito y la emperatriz emérita Michiko, antes del matrimonio.
La agencia también reveló que la princesa Mako, hija mayor del príncipe heredero Akishino y la princesa heredera Kiko, ha sido diagnosticada con un trastorno de estrés postraumático complejo causado por lo que describió como abuso psicológico que recibieron su prometido y sus familias.
Fumio Kishida, de 64 años, se perfila como el futuro primer ministro de Japón después de haberse consagrado como vencedor el miércoles de la votación interna del partido gobernante, el Partido Liberal Democrático (PLD, derecha conservadora). Será designado como primer ministro número 100 el 4 de octubre y confirmado formalmente por el emperador Naruhito.
Exministro de Exteriores, Kishida es definido como poco carismático pero con un carácter consensual, pero el periódico británico The Times recordó este miércoles (29 de septiembre) que “ha rechazado las sugerencias de que las leyes de sucesión de Japón deberían cambiarse para permitir que una mujer tenga éxito en el trono imperial”.
Respecto a las cuestiones sociales y los derechos civiles, parece más conservador que Taro Kono, su rival en la interna del PLD, quien rompió con los conservadores el año pasado para proponer que se permita a las herederas tomar el trono imperial, recordó el periódico Japan Times.
Kishida, por su parte, “no favorece la sucesión imperial femenina, pero apoya cambiar la ley para permitir que las mujeres mantengan sus status después del matrimonio”, agrega The Conversation en un perfil del futuro primer ministro.
Kishida se manifestó contrario al matrimonio del mismo sexo, que sigue siendo ilegal en Japón, y mostró una posición poco clara respecto al derecho de las personas casadas de no adoptar el mismo apellido que su pareja, una cuestión polémica en su país. Y su postura sobre la sucesión igualitaria al trono imperial llegará justo cuando la monarquía se encuentra en una encrucijada de supervivencia.
El emperador Naruhito, de 61 años, no tiene hijos varones y sus familiares varones más cercanos (su hermano Akishino de 55 años, su sobrino Hisahito de 15 y su tío Hitachi de 83 años) son los únicos con posibilidades de perpetuar la monarquía, que no permite la sucesión femenina. Esto significa que dentro de unas décadas, la carga de la monarquía recaerá en el príncipe Hisahito, único varón de su generación.
Justo cuando la princesa Mako de Japón está a punto de despedirse del palacio y de su vida en la realeza para iniciar su camino como esposa de un abogado plebeyo, el país asiático empieza a recordar la historia de un personaje de la Familia Imperial hasta ahora poco conocido para las nuevas generaciones. Se trata de la exprincesa Takako, una de las dos hermanas sobrevivientes del emperador Akihito y tía abuela de la princesa Mako.
Takako fue la primera persona de la milenaria dinastía nipona que trabajó como un ciudadano común después de abandonar la corte en los años 60. Séptima hija del emperador Hirohito y de la emperatriz Nagako, Suga no miya Takako (princesa Suga) nació en el Palacio Imperial de Tokio en 1939, cuando sus padres llevaban ya quince años de matrimonio y su alumbramiento fue considerado un “milagro”: los emperadores ya habían tenido cuatro hijas mujeres y dos hijos varones y no se esperaba que Nagako quedara embarazada por séptima vez.
“Hasta que llegué a la edad de jardín de infantes, vivía con mis padres”, relató la princesa hace 50 años en una entrevista que concedió al New York Times. “Luego me enviaron al Salón Kuretake, un edificio dentro del recinto imperial pero a cierta distancia del Palacio del Emperador, para que las institutrices me criaran con mis hermanas”. “En la familia imperial”, explicó, “la costumbre era que los niños varones fueran criados por separado, cada uno en su propio lugar con sus propios tutores, y que las niñas fueran criadas juntas, pero por separado de sus hermanos varones”.
Primera princesa que fue a la universidad
La princesa Takako siempre consideró que la vida en el palacio era extremadamente estricta, pero no se rebeló activamente. «Solía pensar de qué sirve hacer un escándalo, ya que no puedo cambiar las cosas de ninguna manera», dijo. Adoctrinada por estrictos maestros de probado linaje noble, la princesa y sus hermanas aprendieron a realizar refinados arreglos florales, a desarrollar la meticulosa ceremonia del té y otras artes que las jóvenes japonesas de la aristocracia debían adquirir. Por lo demás, no podían tener contactos con el mundo exterior y solamente entablaban comunicación con familias nobles de varios siglos de antigüedad.
Al igual que sus hermanos mayores, el príncipe Akihito (futuro emperador entre 1989 y 2019) y Masahito (príncipe Hitachi), Takako asistió a la Escuela de Nobles, una institución ahora abierta a todos, pero originalmente destinada a los niños de la nobleza y altísimos funcionarios del gobierno y la corte imperial. Sus hermanas mayores, educadas antes y durante la Segunda Guerra Mundial, no fueron más allá de la Escuela Secundaria de Nobles). Primera princesa japonesa que fue a la universidad, se especializó en inglés, pero cuando cursaba el tercer año se sugirió un matrimonio arreglado con Hisanaga Shimazu, un compañero de clase del príncipe Akihito y descendiente de una familia feudal de comprobada ascendencia imperial, que había gobernado Kagashima durante siglos.
La princesa aceptó su obligación dinástica, pero con una condición: después de un período de noviazgo, tanto a ella como a su prometido se les permitiría cancelar los planes matrimoniales si se encuentran incompatibles, porque consideraba que debía pasar el resto de su vida con una persona que fuera de su agrado. “En mi caso”, relató al Times, “un matrimonio a distancia no prácticamente era imposible. Pero no quería repetir el tipo de matrimonio por el que todas mis hermanas mayores tuvieron que pasar: ‘cómo te va’ por la mañana y te ignoro durante el resto del día”. Recordaba que su madre había visto solo en cuatro ocasiones a su padre antes de concretar el matrimonio, también orquestado por funcionarios imperiales.
Del palacio a un modesto departamento
Cuando se conocieron, los dos jóvenes comenzaron a salir y su compañía se convirtió en matrimonio. Tras la elaborada boda sintoísta, la princesa Suga perdió automáticamente su título de Princesa porque la Constitución japonesa de la posguerra conserva al emperador como un «símbolo de estado», y su descendencia masculina y sus hijos son los principales príncipes imperiales, pero las hijas que se casan fuera de la familia imperial se convierten en plebeyos. La única condición para retener su título hubiera sido mantenerse soltera, pero el matrimonio era la única forma de escapar a la estricta vida cortesana.
Banquero de profesión, Shimazu fue enviado a Washington como empleado del Japan Export-Import Bank, con lo que la exprincesa Takako (tras su boda titulada Señora Takako Shimazu) pasó dos años trabajando como ama de casa en un departamento modesto de la capital estadounidense. “No tuve ninguna dificultad para adaptarme a la vida estadounidense», dijo la relató la exprincesa. “Nos criaron con ropas occidentales, comidas occidentales y japonesas, así que no me sorprendió ni me sorprendió nada de lo que encontré en Estados Unidos. El cambio se produjo, por extraño que parezca, después de que volvimos a Japón. Es dificil de explicar. No creo que haya cambiado, pero no siempre he podido volver a la misma relación con amigos y conocidos que tenía antes de ir a América. “Nunca me lo dicen, pero tengo la sensación de que algunos de ellos me reprochan en silencio que me haya vuelto demasiado americano”, se sinceró.
En los siguientes años tras su regreso a Japón los Shimazu y su hijo, Yoshihisa, vivieron modestamente en comparación con la vida que mantenía la familia imperial, que contaba en su entorno más cercano con una lista de personal que incluía médicos de guardia las 24 horas del día, guardianes del guardarropa y sacerdotes que los asistían en los ritos sintoístas, además de un millar de sirvientes, entre músicos, jardineros, cocineros, fontaneros, electricistas y constructores. Por entonces, el palacio requería de 160 sirvientes para mantenerlo en funcionamiento, en parte debido a reglas como una que una criada que limpiaba una mesa no puede limpiar el piso.
Empleada de una tienda
A contrario de sus hermanas mayores (las princesas Yigeko, Sachiko y Kazuko), Suga no vivió en el esplendor de la vida burguesa y se convirtió en la primera princesa japonesa que consiguió un trabajo como una ciudadana común. En 1970 comenzó a trabajar como consultora en la exclusiva tienda Seibu Pisa del Hotel Tokyo Prince, para gran sorpresa de sus padres. “No pedí el consejo de mis padres porque nuestras posiciones son tan diferentes que sentí que no lo entenderían”, explicó ella. “Intenté informarles justo antes de aceptar el trabajo, pero los periódicos se hicieron cargo de la historia, y pude recibir una llamada telefónica al palacio solo en la tarde del día en que los periódicos de la noche iban a publicar la noticia”.
Su trabajo consistía en ofrecer a clientes especiales y acaudalados consejos sobre moda, mobiliario y regalos, ofreciendo ideas a los clientes indecisos, y los diarios japoneses, que en los años 70 criticaron sus presuntos intentos de capitalizar su nombre y su relación sanguínea con la casa imperial para tener éxito en el mundo laboral. Autoconvencida de que no debía avergonzar a sus padres y a la familia imperial, hizo todo lo posible por llevar una vida laboral discreta que mantuvo a lo largo de las décadas hasta su jubilación: “Me doy cuenta de mi posición y de que hay cosas que no puedo hacer. No tengo título, pero soy la hija del Emperador. No quiero avergonzar a mis padres de ninguna manera”, reflexionó.
Las últimas noticias sobre el extenso compromiso e inminente matrimonio de la princesa Mako de Japón con su novio, el abogado Kei Komuro, indican que la Casa Imperial está a punto de realizar una conferencia de prensa de la pareja, ambos de 29 años, una vez que el joven regrese de los Estados Unidos, donde vive actualmente.
¿Cuándo se casarán la princesa Mako y Kei Komuro?
La princesa, hija mayor del príncipe heredero Akishino y sobrina del emperador Naruhito, se está preparando para registrar su matrimonio civil en octubre. Su prometido regresará a Japón por primera vez desde que se fue a Nueva York en agosto de 2018 para estudiar en la facultad de derecho de la Universidad de Fordham, de la que se graduó a principios de este año.
¿Por qué se pospuso la boda?
La princesa Mako y Komuro se conocieron en 2012 como estudiantes en la International Christian University en Tokio y se comprometieron extraoficialmente en septiembre de 2017. Inicialmente, la boda estaba programada para el 4 de noviembre de 2018, pero la agencia anunció abruptamente en febrero de ese año el aplazamiento de los rituales. La boda de la pareja se pospuso durante aproximadamente tres años luego de una serie de informes sobre una disputa financierade la madre de Komuro con un ex prometido por más de 4 millones de yenes (US$ 36.600) en apoyo monetario, incluido el dinero gastado en la educación de Komuro.
¿Cómo será la boda?
La princesa planea renunciar a cumplir con todos los rituales asociados con las bodas de los miembros de la familia imperial, que constan de una ceremonia de compromiso oficial llamada «Nosai no Gi«, en la que las familias de los prometidos intercambian regalos, y un evento «Choken no Gi«, una recepción oficial en el Palacio Imperial en la que el emperador y la emperatriz brindan sus buenos deseos a la pareja. Se espera entonces que la princesa y el abogado solo registren su matrimonio civilmente y lo anuncien en un comunicado formal de la Casa Imperial. Se cree que la princesa y su prometido podrían, sin embargo, ofrecer una visita a los abuelos de Mako, los emperadores eméritos Akihito y Michiko, para informarles de su decisión.
¿Cómo será la vida de Mako tras su boda?
Tradicionalmente las princesas japonesas que se casan pierden su título imperial y abandonan los deberes oficiales para llevar una vida como ciudadanos comunes. Después de presentar los documentos legales para el registro de matrimonio, se espera que la princesa Mako deje la residencia imperial y se mude a Estados Unidos, donde Komuro empezaria a trabajar en un bufete de abogados. Se prevé que la ex princesa adopte el apellido de su marido, al igual que lo ha hecho su tía, la ex princesa Sayako y otras princesas del linaje imperial.
¿Será indemnizada la princesa Mako?
Para asegurarse de que las princesas, que al fin y al cabo son familia del emperador, el Estado confiere a las novias un pago global de hasta 150 millones de yenes para que puedan establecerse. Las últimas noticias indican que dado que muchas personas en Japón no ven con buenos ojos el matrimonio, marcado por el escándalo, la princesa probablemente rechazará el pago. El gobierno está discutiendo si es legalmente posible bajo las reglas actuales no ofrecer el pago, que sería financiado con dinero de los contribuyentes.
¿Quién es la princesa Mako?
La princesa Mako nació en 1991 como hija mayor del príncipe y la princesa Akishino y primera nieta de los ex emperador Akihito y Michiko. El carácter chino “Ma” usado para su nombre significa “naturalmente” o “en la verdadera luz de uno”. Se le dio ese nombre con la esperanza de que “viviría su vida sin perder su carácter innato”. La princesa Mako ingresó a la escuela primaria de Gakushuin en 1998. En su ensayo de graduación, escribió que tiene un amplio interés en las artes, así como en la creación, conservación y restauración de pinturas japonesas. La princesa estudió en las escuelas secundarias junior y senior de Gakushuin. Luego se matriculó en la International Christian University de Tokio. Mientras la princesa Mako estaba en la universidad, estudió historia del arte en Inglaterra. Después de graduarse, pasó a la Universidad de Leicester en Inglaterra, donde cursó una maestría en artes en 2016. Después de regresar a Japón, asumió diferentes roles oficiales y viajes al extranjero en representación de su pais. Además de sus estudios, actualmente también trabaja como investigadora en el museo de la Universidad de Tokio.
¿Quién es el novio, Kei Komuro?
Nacido en 1991 en Yokohama, donde viven actualmente su madre y su abuelo, Kei Komuro recibió una educación secundaria básica y superior en una escuela internacional en Tokio. En 2010, se inscribió en la International Christian University, donde se convirtió en compañera de clase de la princesa Mako, y trabajó a tiempo parcial en un restaurante francés. Komuro dice que le gusta tocar música y pintar cuadros y le gustan los deportes. Es bueno tocando el violín y esquiando, un deporte en el que la princesa Mako también sobresale. Después de graduarse de la universidad en 2014, consiguió un trabajo en un banco importante y desde estudió derecho empresarial en la escuela de posgrado de la Universidad de Hitotsubashi mientras trabajaba en un bufete de abogados en Tokio.
Monarquias.com / Con información de Japan Times y Kyodo News
Seiko Noda, secretaria general ejecutiva interina del gobernante Partido Liberal Democrático de Japón, dijo el viernes (17 de septiembre) que Japón debería “considerar” la opción de permitir que los descendientes de las princesas de la familia imperial sean parte de la línea sucesoria al trono.
“Debemos buscar opiniones ampliamente de la gente”, dijo Noda con respecto a la sucesión imperial durante una conferencia de prensa. “Los emperadores de línea materna son una de las opciones”, agregó.
La dirigente dijo que será difícil para Japón mantener el sistema actual en el que solo los hombres de la línea de sangre paterna del linaje imperial pueden convertirse en emperadores.
El emperador Naruhito, de 60 años, solo tiene una hija, la princesa Aiko. Su hermano menor, de 55 años, es el heredero del trono. Su hijo el príncipe Hisahito, de 15 años, es el único hombre de su generación y el primer varón que nació en la familia imperial después de 40 años. El último en la línea sucesoria, el príncipe Hitachi, tiene 85 años y ha tenido descendencia.
Una de las ideas más conservadoras para asegurar la sucesión dinástica tiene que ver con permitir a las ramas laterales de la familia imperial adoptar a descendientes de antiguos emperadores cuyos títulos fueron abolidos tras la II Guerra Mundial.
De acuerdo con esto, los descendientes varones de los ex príncipes Kuni, Kitashirakawa, Kaya, Asaka, Higashikuni, Takeda, y otras seis familias descendientes de antiguos emperadores podrían ser “adoptados” por el longevo príncipe Hitachi, tío del emperador.
El ex presidente del Consejo de Investigación de Políticas del PLD, Fumio Kishida, dijo por su parte que “solo los descendientes de la línea paterna han heredado el trono sin excepción”, y agregó que está “en contra de los emperadores de la línea materna”.
“Deberíamos considerar opciones distintas a la de permitir emperadores de línea materna”, incluida la reinstalación de hombres de línea de sangre masculina de la antigua familia imperial, agregó.
La exministra de Comunicaciones y Asuntos Internos, Sanae Takaichi, dijo que las 126 generaciones de emperadores de línea paterna “reflejan la autoridad y legitimidad del emperador” y expresó apoyo a reintegrar a los ex miembros de la familia imperial.
De confirmarse los informes de la prensa, que citan altas fuentes del palacio imperial, la hija del príncipe heredero Akishino sería la primera princesa imperial que ignora las tradiciones nupciales de la familia. Pero, ¿cuáles son los rituales que la princesa Mako debería realizar para casarse con Kei Komuro?
El primer ritual es el “Nosai no Gi”, una ceremonia similar a la pedida de mano en la que se hace una promesa de matrimonio ante los padres de la novia con toda formalidad. Allí se realiza un intercambio de regalos, que en las últimas décadas comenzó a ser retransmitido por televisión. Tradicionalmente, los novios intercambian regalos como sake y besugo, además de rollos de seda con la que la novia puede confeccionar su vestido nupcial.
Boda de los abuelos de la princesa Mako, los emperadores Akihito y Michiko (1959)Celebración civil de la boda de los abuelos de la princesa Mako, los emperadores Akihito y Michiko (1959)
A esta ceremonia le sigue el ritual “Kokki no Gi”, en el que un emisario del novio anuncia la fecha de boda, una formalidad tradicional, ya que se espera que la Agencia de la Casa Imperial anuncie de antemano la fecha de la ceremonia. Tras ello, el “Choken no Gi” o ‘decir adiós’ será el rito en el que la princesa comunicará la decisión de casarse a sus abuelos imperiales, los emperadores eméritos Akihito y Michiko.
“Judai no Gi” es el nombre de la ceremonia que tiene lugar el mismo día de la boda, por la mañana, cuando un emisario novio acude a la residencia de los padres de la novia para recogerla y conducirla a la ceremonia. Suele ser el momento más emotivo de los esponsales, ya que marcan la despedida de la novia de su casa de la infancia.
El compromiso de la sobrina del emperador Naruhito con su ex compañero de la International Christian University se anunció en septiembre de 2017, después de una relación de aproximadamente cinco años. La pareja celebró una conferencia de prensa en la que contó su historia de después de la primera reunión con Akihito y Michiko, abuelos de Mako y ahora emperadores eméritos.
Boda de los príncipes herederos Akishino y kiko, padres de Mako (1990)
Mako hizo los siguientes comentarios en la conferencia de prensa: “Komuro-san ha sido una presencia cálida y alentadora en mi vida. Lo primero que me atrajo fue su brillante sonrisa que brilla como el sol. También me atrajo la forma en que tiene una voluntad fuerte, pero al mismo tiempo hace un gran esfuerzo, y la forma en que responde a las cosas con el corazón abierto “. Komuro, por su parte, se sintió “fuertemente atraído por su naturaleza profundamente cariñosa y sus fuertes convicciones”.
Mako, de 29 años, es la hija mayor del príncipe Akishino, segundo hijo del emperador Akihito y primero en la línea sucesoria al Trono del Crisantemo desde su proclamación el 8 de noviembre. Mako y Komuro, de 29 años, anunciaron su plan para comprometerse en septiembre de 2017 y se planificó la boda para noviembre de 2018, pero en febrero de ese año anunció que su matrimonio se pospondría hasta 2020.
Boda de los actuales emperadores, Naruhito y Masako, en 1993.
El evento se canceló luego de la prensa publicara una serie de informes que afirmaban que la madre de Komuro estaba involucrada en una disputa financiera con su ex prometido por dinero, incluidos los gastos educativos de su hijo, que el hombre asumió. En octubre de 2020, Mako declaró que la pandemia del coronavirus era el principal escollo para la celebración, explicando que los problemas de la familia del novio ya habían sido solucionados.
La boda de la princesa mermará todavía más esta institución avejentada y cada vez más escasa, abocada a una amplia brecha generacional, ya que cuando Mako se case la familia imperial pasará a contar con menos miembros activos que puedan realizar tareas de representación oficial. Esto sucedió con Sayako Kuroda, la hermana menor del emperador, que dejó la casa imperial al casarse con un plebeyo en 2005.
La princesa Mako, sobrina del emperador japonés Naruhito, y su novio Kei Komuro están buscando registrar su matrimonio en octubre, dijo una fuente del gobierno nipón este miércoles (8 de septiembre), citada por el periódico Mainichi.
Después de presentar los papeles legales, se espera que la princesa de 29 años deje su residencia imperial y se prepare para el inicio de una nueva vida en los Estados Unidos, donde Komuro, también de 29 años, reside actualmente y se espera que comience a trabajar en un bufete de abogados, dijo la fuente.
En medio de la inquietud pública sobre su matrimonio debido a la disputa financiera entre la madre de Komuro y su ex prometido, la princesa probablemente rechazará un pago global de hasta 150 millones de yenes (US$ 1,36 millones) que tradicionalmente se otorga a las mujeres de la familia imperial cuando se casan y abandonan su rol oficial.
Debido a que la princesa Mako dijo que no aceptará la indemnización, el gobierno está discutiendo si es legalmente posible bajo las reglas actuales no ofrecer el pago, que sería financiado con dinero de los contribuyentes. La decisión de la princesa “no tiene precedentes”, reconoció un funcionario de la casa real.
La princesa podría renunciar, además, a los rituales nupciales
La boda de la princesa Mako llegará más de tres años tarde, ya que pospuso abruptamente luego de informes de un disputa de dinero que involucra a la madre de Komuro. La prensa japonesa indica que es probable que la joven, de 29 años, no cumpla con los rituales imperiales asociados con el matrimonio.
La princesa podría, de esta forma, renunciar a la celebración de una ceremonia de compromiso oficial llamada «Nosai no Gi«, en la que las familias de los prometidos intercambian regalos, y el «Choken no Gi», una recepción oficial en la que el emperador y la emperatriz brindan sus buenos deseos antes del matrimonio.
El diario Mainichi informó, sin embargo, que “todavía es posible que haga una visita de despedida personal al emperador y la emperatriz Masako, así como al ex emperador Akihito y la ex emperatriz Michiko”, quienes dejaron el trono en 2019.
Dado que los miembros de la familia imperial japonesa no tienen pasaportes, la princesa primero debe hacer un registro familiar con Komuro como ciudadana común antes de solicitar su pasaporte, dicen los informes. Debido a esto, en la Casa Imperial creen que será necesario retrasar hasta noviembre la mudanza de Mako a EEUU.
De momento, los funcionarios de palacio trabajan para organizar una conferencia de prensa en la que la princesa Mako y Kei Komuro podrían hablar sobre su matrimonio y los planes que tienen para su vida futura.
El emperador de Japón Naruhito y su familia se mudaron este lunes (6 de septiembre) a su nueva residencia, un palacio renovado que está ubicado en los terrenos del Palacio Imperial en Tokio.
«Refrescaremos nuestra mente y cumpliremos con nuestros deberes diarios», dijeron el emperador Naruhito y la emperatriz Masako en un comunicado emitido a través de la Agencia de la Casa Imperial, mientras expresaban su «tristeza» y «profunda emoción» por dejar la residencia Akasaka.
La familia imperial llegó al nuevo hogar, el antiguo Palacio Fukiage Sento en las instalaciones del Palacio Imperial en el Barrio Chiyoda, junto con la espada y la joya de los Tres Tesoros Sagrados de la Familia Imperial, según informó el periódico Mainichi.
Hasta que finalice el trabajo de reubicación el 15 de septiembre, el emperador Naruhito, la emperatriz Masako y su hija, la princesa Aiko, permanecerán en el edificio principal del Palacio Imperial, donde se llevan a cabo importantes rituales y eventos, informó Jiji Press.
La familia se despidió de su antiguo hogar, la Residencia Imperial Akasaka en el Barrio Minato de la capital japonesa, donde el emperador Naruhito, de 61 años, pasó la mayor parte de su vida desde junio de 1960, poco después de su nacimiento en febrero del mismo año.
Los emperadores y la princesa salieron de la residencia de Akasaka a las 2:30 pm y fueron despedidos por el príncipe heredero Akishino, el hermano menor del emperador, la princesa heredera Kiko y el personal del palacio.
La residencia Akasaka fue construida en 1960 para alojar al entonces príncipe heredero Akihito cuando se casó con la plebeya Michiko Shoda y vivieron allí hasta que ascendieron al trono. Desde 1993 hasta 2019, los emperadores Akihito y Michiko residieron en Fukiage.
El príncipe Hisahito, segundo en la sucesión al trono de Japón, cumplió 15 años este lunes 6 de septiembre. El niño, único hijo varón del príncipe heredero Akishino y la princesa Kiko, está destinado a ser emperador y se verá sometido a la presión de contraer matrimonio y engendrar herederos para evitar una futura extinción del linaje imperial, que se remonta, según la mitología nipona, al años 2600 a.C. y ha dado más de 126 emperadores al Trono del Crisantemo.
La futura posición del príncipe Hisahito será complicada, además, porque las leyes ahora reinantes en la monarquía nipona impiden que las princesas imperiales continúen desarrollando actividades oficiales después de su matrimonio. Y la hermana mayor del joven, la princesa Mako, hará lo propio a finales de este año cuando se case con el abogado Kei Komuro y se mude a EEUU. De la generación de Hisahito solo quedan su otra hermana, Kako, y su prima Aiko, única hija de los emperadores reinantes.
Quién es el príncipe Hisahito, emperador en el 2050
El príncipe Hisahito nació cuando la monarquía japonesa se veía amenazada por la extinción al no contar con más herederos varones que su padre y su tío, y ante la prohibición de que las mujeres asciendan al trono. En febrero de 2006 los planes para reformar las leyes sucesorias se frenaron al anunciarse que la princesa Kiko, a los 39 años, estaba embarazada por tercera vez. El niño nació el 6 de septiembre de 2006 en Tokio y recibió de parte de su abuelo, el emperador Akihito, el nombre de Hisahito.
El nombre Hisahito está compuesto por el carácter chino de «hisa«, que significa «lejano» y «a gusto» mientras «hito», cuyo significado es ‘persona virtuosa’, ha sido la forma habitual de terminar con los nombres de los varones en la familia imperial desde el Período Heian (794-1185). En ese momento, la casa imperial dijo que el nombre de Hisahito fue elegido con la esperanza de que tenga una vida larga y tranquila. El pino piñonero, un árbol de hoja perenne indígena, se convirtió en su símbolo personal para que creciera fuerte y alto.
Hisahito era el primer varón nacido en la familia real en más de 40 años. Fue entonces que el gobierno del primer ministro Shinzo Abe decidió archivar los planes para una reforma sucesoria debido a que hisahito podría convertirse en un emperador después de su abuelo, su tío Naruhito y su padre, y en los años que siguieron empezó a ser educado con vistas a su futuro rol de príncipe heredero. En 2020, al abdicar Akihito y ser entronizado Naruhito, el príncipe Hisahito se convirtió en el segundo en la línea sucesoria.
En 2020, durante los confinamientos por el Covid-19, el príncipe estudió en la Escuela Secundaria de la Universidad Ochanomizu de Tokio sobre la gripe española y, en particular, el impacto del nuevo coronavirus en las personas con discapacidades visuales y auditivas. Si bien su escuela estuvo cerrada debido a la pandemia, Hisahito dedicó su tiempo a la lectura y a proyectos de investigación voluntaria, además de las tareas asignadas por sus maestros.
En octubre, recibió un premio por en el concurso nacional para estudiantes por su ensayo titulado “Libélulas y yo”, en el que escribió sobre sus hallazgos sobre las libélulas y el hábitat del insecto, así como sobre la riqueza de la naturaleza en Bután. Según la Casa Imperial, el sobrino del emperador muestra “un gran interés por la naturaleza y las criaturas vivientes desde que era muy pequeño” y “disfruta recolectando insectos en el Palacio Imperial y en otros lugares”.
Con motivo de su cumpleaños 15, la Casa Imperial informó que que el joven príncipe ingresará a una escuela secundaria no afiliada a la Universidad de Ochanomizu, ya que la escuela secundaria adjunta a la universidad es una escuela para niñas. Y debido que la pandemia obligó a cancelar los viajes escolares de la escuela secundaria, el príncipe tomó algunas clases online.
Se informó, además, que Hisahito participó de una excursión educativa para escuchar conferencias impartidas por quienes trabajan en temas sociales. Durante la excursión, también tuvo un intercambio con personal discapacitado de una floristería y vio instalaciones relacionadas con los Juegos Olímpicos de Tokio a bordo de un autobús acuático.
Se espera que la princesa Mako de Japón se case con su compañero de estudios Komuro Kei a finales de este año después de más de tres años de compromiso que se vieron eclipsados por un escándalo financiero relacionado a la familia del novio.
“Fuentes cercanas al asunto dicen que se espera que la pareja registre su matrimonio a finales de este año. La medida se produce cuando Komuro tiene ahora la perspectiva de trabajar en un bufete de abogados en el estado estadounidense de Nueva York”, informó la cadena NHK.
Allegados a la pareja dijeron que no se llevará a cabo ninguna de las ceremonias tradicionales que forman parte de la boda de un miembro de la familia imperial, incluido el ritual del compromiso, denominado “Nōsai-no-Gi”, y podría presentar solouna notificación de matrimonio en un gobierno local. Se cree que la pareja podría residir en los Estados Unidos puesto que Komuro planea trabajar en un bufete de abogados en dicho país.
Según medios japoneses la princesa, que perderá su estatus dentro de la familia imperial después de casarse, pretende rechazar un importante pago del Estado al que tiene derecho al dejar de formar parte de la realeza japonesa. Esta cuestión será deliberada por el Consejo Económico de la Casa Imperial.
El príncipe Akishino, padre de la princesa Mako y heredero del trono, dijo en noviembre del año pasado que los padres deben respetar los deseos de casarse de sus hijos y señaló que la Constitución estipula que el matrimonio se basará únicamente en el consentimiento mutuo de ambos sexos. Sugirió, además, que la boda debía ser bien recibida por un público escéptico.
La princesa Mako nació en 1991 como hija mayor del príncipe y la princesa Akishino y primera nieta de los ex emperador Akihito y Michiko. El carácter chino «Ma» usado para su nombre significa «naturalmente» o «en la verdadera luz de uno». Se le dio ese nombre con la esperanza de que «viviría su vida sin perder su carácter innato«.
La princesa Mako ingresó a la escuela primaria de Gakushuin en 1998. En su ensayo de graduación, escribió que tiene un amplio interés en las artes, así como en la creación, conservación y restauración de pinturas japonesas. La princesa estudió en las escuelas secundarias junior y senior de Gakushuin. Luego se matriculó en la International Christian University de Tokio.
Mientras la princesa Mako estaba en la universidad, estudió historia del arte en Inglaterra. Después de graduarse, pasó a la Universidad de Leicester en Inglaterra, donde cursó una maestría en artes en 2016. Después de regresar a Japón, asumió diferentes roles oficiales y viajes al extranjero en representación de su pais. Además de sus estudios, actualmente también trabaja como investigadora en el museo de la Universidad de Tokio.
Quién es Kei Komuro
Nacido en 1991 en Yokohama, donde viven actualmente su madre y su abuelo, Kei Komuro recibió una educación secundaria básica y superior en una escuela internacional en Tokio. En 2010, se inscribió en la International Christian University, donde se convirtió en compañera de clase de la princesa Mako, y trabajó a tiempo parcial en un restaurante francés .
Komuro dice que le gusta tocar música y pintar cuadros y le gustan los deportes. Es bueno tocando el violín y esquiando, un deporte en el que la princesa Mako también sobresale. Después de graduarse de la universidad en 2014, consiguió un trabajo en un banco importante y desde estudió derecho empresarial en la escuela de posgrado de la Universidad de Hitotsubashi mientras trabajaba en un bufete de abogados en Tokio.
Monarquias.com / NHK / The Japan Times / Nippon.com
“Espero que los estragos de la guerra nunca más se repitan”, dijo el emperador Naruhito de Japón al participar junto a la emperatriz Masako de una ceremonia organizada por el Gobierno este domingo (15 de agosto) para recordar los 76 años de la rendición nipona que puso fin a la Segunda Guerra Mundial
El ceremonial, al que suelen acudir cada año unas 6.000 personas, contó apenas con unos 200 participantes debido a la pandemia de Covid-19. Cuando el reloj marcó el mediodía, tanto los asistentes como grupos de personas en diversos puntos del país guardaron un minuto de silencio en memoria de los más de 3 millones de personas que perdieron la vida en el escenario asiático del conflicto.
“Analizando el largo período de paz de la posguerra, reflexionando sobre nuestro pasado y teniendo en cuenta los sentimientos de profundo remordimiento, espero sinceramente que los estragos de la guerra nunca más se repitan”, expresó el emperador Naruhito durante su discurso pronunciado en el acto.
“Junto a nuestro pueblo, rindo ahora mi más sincero homenaje a todos aquellos que perdieron la vida en la guerra, tanto en los campos de batalla como en otros lugares, y rezo por la paz mundial y por el continuo desarrollo de nuestro país”, agregó el monarca, el primero nacido después de la guerra.
La ceremonia se llevó a cabo en el Nippon Budokan, con la asistencia de alrededor de 185 personas, la más baja registrada desde que el gobierno comenzó a realizar el evento en 1963. Allí, los emperadores Naruhito y Masako observaron un momento de silencio para los aproximadamente 2,3 millones de militares y 800.000 civiles que murieron en la guerra, incluidos los muertos en los bombardeos atómicos estadounidenses de Hiroshima y Nagasaki.
En los días finales de la guerra, el 14 de agosto de 1945, en medio de la consternación por el primer bombardeo atómico de la historia, el emperador Hirohito (abuelo de Naruhito) anunció en la radio que Japón aceptaba las exigencias de la Conferencia de Potsdam y se rendía sin condiciones. Meses después, el emperador Hirohito renunció a su legendaria divinidad y reinó hasta su muerte en 1989.
“Los asesores del gobierno que trabajan en una forma de resolver la crisis de sucesión que se avecina ni siquiera considerarán la opción”, escribió el londinense The Times. “El panel parece estar sometiéndose a la voluntad de quienes lo designaron: los políticos nacionalistas conservadores del gobierno de Yoshihide Suga, el primer ministro”.
Los tradicionalistas creen que solo los hombres pueden ascender al trono, pese a que a lo largo de los últimos 2.600 años (desde la fecha en que se cree que se fundó Japón) siete mujeres reinaron en nombre de emperadores que estaban incapacitados o eran menores de edad. La actual Ley de la Casa Imperial fue establecida en 1947, prohibiendo la sucesión femenina.
El panel de asesores, conformado por el ex presidente de la Universidad de Keio, Atsushi Seike, Tetsuro Tomita, presidente de East Japan Railway Co., y Mayumi Ohashi, profesora de derecho en la Universidad de Sophia, entre otros, decidió reanudar las discusiones centrándose en dos propuestas:
Una propuesta es permitir que las mujeres miembros de la Familia Imperial permanezcan en la familia después de casarse con plebeyos, ya que actualmente deben dejar a la familia después de tales matrimonios, según la Ley de 1947. Ello permitiría que la familia real no disminuyera en número y pueda continuar cumpliendo con las actividades oficiales que le solicita el Gobierno.
La segunda propuesta es permitir que la Familia Imperial “adopte” a los descendientes masculinos de antiguos miembros del Linaje Imperial, que perdieron sus títulos nobiliarios y estatus en la corte imperial también debido a la Ley de 1947. Esta idea fue apoyada públicamente por el anterior primer ministro, Abe Shinzo.
Algunos conservadores proponen incluso la concertación de matrimonios de las princesas solteras (entre ellas Aiko, hija del emperador Naruhito y la emperatriz Masako) con los hombres de las familias Kuni, Kitashirakawa, Kaya, Asaka, Higashikuniy Takeda y otras seis familias descendientes de antiguos emperadores, para volver a incluirlos en el Linaje Imperial.
El panel reiniciará sus discusiones sobre cómo garantizar una sucesión imperial estable después de que los funcionarios de la secretaría completen la investigación y los estudios, además de entrevistas con expertos en el sistema imperial y la historia de Japón. Sin embargo, ya desterró la idea de permitir la sucesión femenina, diciendo que esto debería discutirse cuando el príncipe Hisahito -el único sobrino varón del emperador, de 14 años- ascienda al trono.
Con 13 mujeres entre los 18 miembros de la familia imperial actual, las restricciones truncan severamente la línea de sucesión. En 2019, el emperador Akihito abdicó alegando cansancio. Cuando su hijo, Naruhito, ascendió al trono, dejó al hermano del nuevo emperador, el príncipe heredero Akishino, y a Hisahito como los únicos dos herederos viables en el plan de sucesión. El otro candidato elegible, el príncipe Hitachi, tío del emperador Naruhito, tiene 85 años.
El emperador emérito japonés Akihito, quien abdicó al Trono del Crisantemo en abril de 2019, aprovecha su tiempo libre para dedicarse a su gran pasión científica y, en el transcurso de estos años, ha descubierto dos nuevas especies de peces gobio.
El artículo sobre el descubrimiento se publicó online en mayo en la versión en inglés de la revista de la Sociedad Ictiológica de Japón, de la cual el emperador es miembro honorario,y se trata del 34º artículo de Akihito relacionado con esta el pez gobio y el primero desde que abdicó.
“El último descubrimiento es el primero de su tipo realizado por el emperador emérito en 18 años, lo que eleva el número total de nuevas especies de peces gobio que ha encontrado a 10”, dijo el Japan Times.
Las dos nuevas especies fueron recolectadas en las islas de Zamami e Iriomote en la prefectura de Okinawa entre 2001 y 2008 por personal del instituto de investigación biológica del Palacio Imperial de Tokio.
El emperador Akihito, ahora de 87 años, descubrió que se trataba de una nueva especie después de analizar los órganos sensoriales de la cabeza de los peces y otras características.
El emperador, que se ha dedicado a la clasificación de peces gobio desde que era príncipe heredero, inició su investigación hace cuatro años, pero solo pudo poner todas sus energias y su tiempo en ello después de su abdicación. Ahora está considerando revisar y reorganizar su investigación anterior, pero aún no se ha fijado un plan detallado.
Un apasionado investigador
Hombre de grandes inquietudes científicas, Akihito se dio a conocer a sus súbditos como un experto en taxonomía, ictiología, historia natural y conservacionismo, aptitud y devoción investigadoras que heredó directamente de su padre Hirohito, el cual, tras la guerra, había dedicado muchas horas de su vida al estudio de especies biológicas marinas en su laboratorio instalado en el Palacio Imperial.
En 2005 una nueva especie de pez de la familia de los góbidos, en cuya taxonomía Akihito estaba especializado, fue bautizada con el nombre de Exyrias akihito en honor al ictiólogo emperador. Dos años después, los ictiólogos Watson, Keith y Marquet definieron el nuevo género Akihito de góbidos, exclusivo de las aguas dulces del archipiélago de Vanuatu y la isla de Futuna, y formado por dos especies, Akihito futuna y Akihito vanuatu.
“El panel se estableció en respuesta a una resolución no vinculante del parlamento en 2017 que pedía al gobierno que intensificara el debate después de que el entonces emperador Akihito expresó su deseo de abdicar debido a la vejez”, informó Japan Times.
El panel de seis miembros escuchará a expertos en varios campos y tiene como objetivo llegar a una conclusión para los próximos meses, momento en el que presentará sus hallazgos a la Dieta.
“El tema que están discutiendo es un asunto importante en relación con la base de la nación”, dijo el primer ministro Yoshihide Suga al comienzo de la reunión. “Espero que escuche una variedad de opiniones y las ordene de una manera que sea fácil de entender”.
El comité de expertos se formó en medio de una creciente preocupación por el número cada vez menor de miembros de la familia imperial y lo que eso significa para el futuro del Trono del Crisantemo. Estará formado por el ex presidente de la Universidad de Keio, Atsushi Seike, Tetsuro Tomita, presidente de East Japan Railway Co., y Mayumi Ohashi, profesora de derecho en la Universidad de Sophia, entre otros.
Según un funcionario del gobierno nipón, citado por Japan Times, el comité consultará a un total de unos 20 expertos para que den su opinión sobre el tema.
El preocupante asunto de la sucesión al trono
Bajo la sucesión imperial patrilineal de Japón, solo masculina, el emperador Naruhito, de 61 años, solo tiene tres herederos: su hermano, el príncipe heredero Akishino, de 55, su sobrino, el príncipe Hisahito, de 14, y su tío, el príncipe Hitachi, de 85. El emperador y la emperatriz Masako tiene una hija, la princesa Aiko, de 19 años.
El panel acordó preguntar a los expertos sobre 10 puntos clave, incluida su posición sobre la inclusión de miembros imperiales femeninos o matrilineales en la línea de sucesión, la regla actual que exige que las mujeres que se casan con plebeyos abandonen su estatus imperial y la adopción de herederos varones de antiguas ramas de la familia imperial.
El público japonés está cada vez más a favor de permitir que una mujer ascienda al trono, y el 85% de los encuestados en una encuesta de Kyodo News realizada la primavera pasada apoya la medida. Pero los conservadores del gobernante Partido Liberal Democrático son reacios a realizar cambios significativos en las reglas sobre la sucesión imperial.
El sistema imperial de Japón se remonta al siglo V y ha habido ocho mujeres monarcas entre los siglos VI y XVIII. Pero ninguno de ellos era de ascendencia femenina. La ley actual entró en vigor en 1947.
El emperador Naruhito de Japón dijo, con motivo de su cumpleaños número 61, sentirse agradecido por la “perseverancia y fuerza del pueblo” de su país frente a la pandemia de Covid y expresó su aprecio por los profesionales médicos que la han enfrentado.
En una conferencia de prensa, el emperador ofreció sus condolencias por las numerosas pérdidas sufridas en el último año a causa del Covid, reconociendo los esfuerzos que han realizado las personas para prevenir una mayor propagación de infecciones, así como las dificultades y el estrés provocado por la pandemia.
“Espero un futuro brillante después de que el público supere la pandemia de coronavirus con paciencia al cooperar entre sí”, dijo el monarca.
El emperador también expresó su esperanza de que visite la región nororiental de Tohoku de Japón, que conmemorará el décimo aniversario del terremoto, tsunami y desastre nuclear del 11 de marzo que mató a unas 16.000 personas y dejó unas 2.500 desaparecidas, la mayoría en las prefecturas de Fukushima, Iwate y Miyagi.
“Si tengo la oportunidad, espero visitar las zonas afectadas con más de 10 años transcurridos”, dijo. “Siento que las heridas de las personas afectadas por el desastre aún no se han curado”.
El fuerte temblor que azotó el noreste de Japón a principios de este mes le recordó una vez más que Japón “necesita pensar en el Gran Terremoto del Este de Japón como parte del presente, y no solo del pasado”, según publicó la agencia Kyodo News.
Este año, como el anterior, el tradicional saludo del emperador en el palacio imperial de Tokio fue cancelado por la pandemia. Naruhito dijo que es “desafortunado” que no pueda reunirse con sus padres y su hermano menor, el príncipe heredero Fumihito, pero que se comunica con ellos con frecuencia.
En la conferencia de prensa, el emperador también expresó su preocupación por el aumento de los casos de violencia doméstica y abuso infantil, junto con las crecientes tasas de suicidio entre las mujeres y la población más joven debido a la pandemia.
Respecto a su familia inmediata, el emperador dijo que continuaría apoyando a su esposa, la emperatriz Masako, de 57 años, quien «todavía está en proceso de recuperación». La emperatriz es propensa a sufrir episodios de agotamiento después de eventos importantes, dijo.
También habló sobre su hija, la Princesa Aiko, una estudiante de la Universidad de Gakushuin que se convertirá en un miembro adulto de la familia cuando cumpla 20 años en diciembre.
«Espero que aprenda de muchas personas y que las experiencias que ha tenido amplíen sus puntos de vista», dijo el emperador sobre su hija, quien actualmente asiste al Departamento de Lengua y Literatura Japonesa de la universidad.
Aiko es la única hija de los emperadores pero no es la heredera al trono. Cuando se le preguntó sobre el futuro de su hija, el emperador dijo que cree que habrá oportunidades para hablar sobre ello con la princesa, incluso sobre su matrimonio.
Japón está en estado de Emergencia y la Agencia de la Casa Imperial anunció la cancelación de la celebración pública de cumpleaños del emperador Naruhito en el Palacio Imperial de Tokio para evitar la propagación del coronavirus. Se trata de la segunda vez que el cumpleaños del monarca se cancela debido a la pandemia.
El evento, que debía celebrarse el 23 de febrero, fue cancelado porque se llevaría a cabo “a fines de febrero cuando hace frío”, mientras que “mucha gente se congregaría en el palacio”, dijo Kenji Ikeda, vice gran administrador de la Agencia imperial, citado por The Japan Times.
En el cumpleaños imperial, más de 80.000 ciudadanos suelen ingresar al palacio imperial para escuchar el mensaje del emperador. Antes de la pandemia, el cumpleaños del emperador se canceló por última vez en 1996 de acuerdo con los deseos del entonces emperador Akihito debido a la crisis de rehenes en la embajada japonesa en Perú.
En Japón, los pacientes con Covid-19 ingresados en hospitales, cuyas condiciones se consideran graves, aumentaron a niveles récord esta semana. Las cifras de nuevos casos diarios se consideran récord y el país registra un total de 330.544 infecciones. La semana pasada, Japón notificó a la Organización Mundial de la Salud (OMS) el hallazgo de varios casos de infectado con la nueva cepa del coronavirus.
Las reglas sucesorias vigentes en la monarquía japonesa, que solo permiten a los hombres ascender al Trono del Crisantemo, debe ser una “prioridad” en las discusiones sobre cómo lograr una sucesión imperial estable, manifestó el primer ministro Yoshihide Suga.
“En las circunstancias actuales, se debe dar prioridad a la sucesión sólo masculina”, dijo Suga en un programa de radio transmitido por Nippon Broadcasting System, refiriéndose a la larga tradición de sucesión masculina.
A los largo de 2.600 años, Japón tuvo 126 emperadores, salvo las excepciones de siete mujeres que gobernaron como regentes de familiares cercanos que estaban incapacitados para reinar. Ley de la Casa Imperial de 1947 establece que solo los varones en línea paterna pueden ascender al Trono del Crisantemo.
Actualmente, solo tres hombres están habilitados para remplazar al emperador Naruhito, de 60 años, quien solo tiene una hija mujer. El príncipe heredero es el hermano menor del emperador, el príncipe Akishino, de 55 años, y la línea sucesoria se completa con su hijo Hisahito, de 14, y el tío del emperador, el príncipe Hitachi, de 85 años.
El actual gobierno dijo que mantendrá un debate sobre cómo asegurar una sucesión imperial “estable” luego de los llamados del Parlamento para abordar el problema. La medida se produce en medio de preocupaciones de que la familia imperial podría quedarse sin herederos: en el futuro, la responsabilidad de perpetuar a la dinastía reposará únicamente en el príncipe Hisahito.
El Parlamento pidió al gobierno crear un comité de expertos para analizar las posibilidades para impedir que la familia imperial se “extinga” en las próximas décadas, pero la administración de Suga está retrasando el debate. En una encuesta de Kyodo News realizada el año pasado, el público japonés mostró su apoyo a que las mujeres asciendan al trono.