Qué familia real europea podría ocupar el trono británico si la Casa de Windsor se extinguiera

Las familias reales de todo el mundo comparten vínculos más estrechos de lo esperado. La reina Victoria, que gobernó el Imperio británico durante 64 años, entabló relaciones familiares con la mayoría de las principales familias reales europeas, lo que significa que actualmente muchos otros miembros de la realeza, incluidos monarcas de la actualidad, tienen a la soberana como antepasada. La reina Victoria fue la monarca británica que más tiempo reinó en la historia hasta que la reina Isabel II batió su récord.

El reinado de la reina Victoria duró 63 años y siete meses, más que cualquiera de sus predecesores. Heredó el trono a la edad de 18 años después de que los tres hermanos mayores de su padre murieran sin hijos legítimos sobrevivientes. Durante su vida, la reina Victoria tuvo nueve hijos con su esposo, el príncipe Alberto, muchos de los cuales se casaron con otras familias reales europeas.

JORGE V EN LA RECEPCIÓN OFICIAL DE SU YERNO, EL REY HAAKON VII DE NORUEGA.

A través de la reina Victoria y su contemporáneo el rey Christian X de Dinamarca, la reina Isabel II y el príncipe Felipe de Inglaterra, el rey Harald V de Noruega, la reina Margarita II de Dinamarca, el rey Carlos XVI Gustavo de Suecia, el rey Felipe VI de España, el rey Felipe de Bélgica y el gran duque Enrique de Luxemburgo tienen amplias conexiones sanguíneas. Pero, ¿qué familia real europea está más vinculada a la familia real británica?

A lo largo de la historia, las casas reales de Gran Bretaña y Noruega han estado estrechamente relacionadas. Esto se remonta a la época vikinga, cuando los reyes noruegos gobernaban partes de lo que hoy es Gran Bretaña. En los tiempos modernos, la relación diplomática entre los dos países ha sido más armoniosa que hace 1.000 años.

MAUD, PRINCESA INGLESA QUE FUE REINA DE NORUEGA, CON SU HIJO Y SU NUERA EN LA CORONACIÓN DE JORGE VI (1937)

Las familias reales noruega y británica descienden del rey Eduardo VII (1901-1910), que era hijo de la reina Victoria, lo que significa que los miembros de ambas familias están estrechamente relacionados. La hija menor de Eduardo VII, la princesa Maud, se casó con el príncipe Carlos de Dinamarca, quien más tarde fundaría la actual Familia Real de Noruega al aceptar la corona del país nórdico con el nombre de Haakon VII. Su hijo, Olav V, era bisnieto de la reina Victoria.

Maud y Carlos de Dinamarca vivieron principalmente en Inglaterra antes de ser coronados en Noruega, y ella mantuvo una fuerte conexión con su país natal, visitando a su familia durante los meses de invierno. En 1937 Maud asistió a la coronación de su sobrino, Jorge VI, y un año más tarde murió en Londres tras ser sometida a una cirugía. La casa real guardó luto por la última británica que fue reina de un país europeo.

ISABEL II EN EL CASTILLO DE WINDSOR CON SU TÍO, OLAV V DE NORUEGA

Maud estuvo en el bautizo de su sobrina nieta, la actual reina Isabel II, en 1926. Isabel es nieta del rey Jorge V, el hijo y sucesor de Eduardo VII y rey fundador de la Casa de Windsor, tras haber renunciado al apellido Sajonia-Coburgo-Gotha. El padre de Isabel, Jorge VI, era primo hermano del rey Olav V, hijo de la princesa Maud, reina de Noruega.

El rey Harald V y la reina Isabel II son primos segundos, lo que significa que es el miembro de la realeza extranjera más estrechamente relacionado con la reina inglesa. Las visitas de Estado ocurridas a lo largo de las últimas décadas también fueron visitas familiares y el rey Olav, sobre quien pesaron rumores de un posible matrimonio con la reina madre de Inglaterra, estuvo muy presente en los acontecimientos familiares más importantes de la Casa de Windsor. Por descender de Eduardo VII, el rey Harald V ocupa actualmente el puesto 84 en la línea de sucesión.

Los hijos y nietos del rey Harald también ocupan un lugar en la sucesión al trono británico: el príncipe Haakon Magnus, el príncipe Sverree Magnus, la princesa heredera Ingrid Alejandra, la princesa Martha Luisa, y posteriormente sus hijas Maud A. Behn, Leah I. Behn, Emma T. Behn. En los siguientes puestos se encuentran los hijos y nietos de la fallecida princesa Ranhild de Noruega, hermana de Harald V; la princesa Astrid de Noruega, otra hermana de Harald, viene después, seguida por sus hijos y nietos.

Hace 30 años: Harald V y Sonia fueron consagrados como Reyes de Noruega

El 23 de junio de 1991, hace exactamente 30 años, el rey Harald V de Noruega fue consagrado como el nuevo monarca de su país en una ceremonia solemne y sagrada. El acontecimientos fue el cierre de un período de luto que había comenzado el 17 de enero de 1991, tras el fallecimiento de su padre, el rey Olav V (1903-1991).

La Catedral de Nidaros (Nidarosdomen), antigua ciudad medieval que desde 1931 adoptó el nombre de Trondheim, fue el escenario de aquella magnífica ceremonia de consagración y bendición. Allí, el 22 de junio de 1906, tuvo lugar la última coronación de un rey noruego, la de Haakon VII (1868-1957), fundador de la actual dinastía. Su hijo y sucesor, Olav V, fue bendecido y no coronado. La ceremonia de bendición de Harald V fue una réplica de la de Olav V.

Durante el oficio, los obispos Finn Wagle y Andreas Aarflot, en presencia de unos 2.000 asistentes, bendijeron al rey, lo invistieron por voluntad de Dios y le pidieron que le ilumine en el ejercicio de su cargo. El recorrido hasta Trondheim para la ceremonia de la bendición se inició en Oslo el 20 de junio, en un viaje que la tradición impone que se realice en tren. El regreso hacia la capital se realizó en barco a lo largo de la costa, y el nuevo rey recibió en cada ciudad el saludo del pueblo en los distintos puntos de su itinerario. Se espera que este mismo protocolo se aplique cuando el futuro rey, el príncipe Haakon, ascienda al trono.

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La coronación de Haakon VII (1906)

La «Ceremonia de Bendición» remonta sus raíces a un milenio atrás y testimonia la profunda identificación entre la corona, el Gobierno y la Iglesia de Noruega. Antiguamente, las aclamaciones de los reyes de Noruega se llevaban a cabo en la asamblea del Oyrating, en Trondheim, y su origen se halla en el siglo X. La Ley de Sucesión al Trono del año 1163 establecía el Oyrating como asamblea nacional investida de la potestad de aclamar al rey noruego, y esta ceremonia se llevó a la práctica durante la proclamación del rey Sverre Sigurdsson, en 1177.

La nueva costumbre de consagración del rey, es decir, la coronación en el transcurso de una ceremonia religiosa, fue introducida en Noruega en esa época. El rey Magnus Erlingsson fue coronado y ungido en la ciudad de Bergen, arraigando de esta manera en su país una costumbre propia a los pueblos germanos. Por entonces, la costumbre de la coronación real iniciada en Europa por los emperadores romanos de Oriente y Occidente, ya formaba parte de los rituales cortesanos de la Europa cristiana.

El último rey proclamado en el Oyrating según las antiguas leyes fue Haakon V Magnusson, en 1299. Terminada la ceremonia en el lugar de la asamblea, los altos dignatarios eclesiásticos y temporales se dirigieron a Nidarosdomen, donde se ofició una misa solemne y el obispo bendijo al rey. Los sucesivos reyes fueron bendecidos en la catedral siguiendo esta pauta.

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La consagración de Olav V (1957)

La última coronación de un rey noruego fue la de Haakon VII y la reina Maud, en 1906. Las insignias de la corona fueron colocadas en el altar mayor antes de la llegada del rey y, por primera vez desde 1531, se utilizó la catedral en toda su amplitud. Dos mil trescientas personas asistieron a la solemne ceremonia. Dos años más tarde, se anuló el Artículo 10 de la Constitución, con solo dos votos en contra, que establecía que un rey debía ser coronado para iniciar su reinado oficialmente.

Al ascender al trono el rey Olav V, en 1957, solicitó una ceremonia de bendición para comenzar su reinado, lo cual todos creyeron lógico ya que el rey es la cabeza visible de la Iglesia de Noruega. El 23 de junio d 1991, el rey Harald V y la reina Sonia continuaron con esta tradición que generaciones enteras de reyes noruegos siguieron durante 1.000 años de historia. Las insignias de la corona (corona, cetro, orbe y espada reales) fueron colocadas en el altar frente al cual los reyes, arrodillados, fueron bendecidos por el obispo de Nidaros.

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Conozca las coronas de los reyes de Noruega, el tesoro de Trondheim

Haakon VII fue el único rey de la monarquía moderna de Noruega que fue bendecido, ungeido y coronado como tal, con una corona sobre su cabeza, hace 114 años. Para dar un inicio solemne a su reinado, el antiguo príncipe Carlos de Dinamarca llegó a su país de adopción y fue coronado en 1906 junto a la reina Maud en la Catedral de Nidaros (Nidarosdomen) de la ciudad de Trondheim, siguiendo la tradición de los antiguos reyes de Noruega. Antes que él, durante el siglo XIX, Carlos Juan XIV, rey de Suecia y Noruega de la dinastía Bernadotte, se había hecho coronar allí en una ceremonia al estilo sueco.

Dos años después, el artículo 10 de la Constitución, que estipula la sacra coronación de los reyes, fue abolido con solo dos votos en contra porque “la tradición de consagrar a los reyes ha caído en desuso en nuestros países vecinos”. En Dinamarca, la última coronación se celebró en 1840 y el ascenso al trono es oficializado mediante una proclamación. En Suecia, la historia mostraría que la última sería la de Oscar II, en 1873. Actualmente, la única monarquía europea que mantiene la tradición de coronar a sus reyes es la inglesa.

CORONA DEL REY. Creada para Carlos Juan de Suecia y Noruega en 1814.
LA ÚLTIMA CORONACIÓN. Haakon VII y Maud fueron coronados en Nidarosdomen en 1906.

Aunque la costumbre ya no existe, los sucesivos reyes Olav V (1959) y el actual, Harald V (1991) fueron “bendecidos” en la misma catedral frente a un altar donde se colocaron las insignias reales. Se trata de la corona real creada en 1818 para el rey Carlos Juan de Suecia y Noruega, quien pagó con dinero propio la joya a un joyero sueco llamado Olof Wihlborg.

La corona, de 1,5 kilos, está hecha de oro y adornada con muchas perlas y piedras preciosas, entre amatista, granate, ópalo, peridoto, crisoprasa, topacio, turmalina, zafiro y esmeralda. La piedra preciosa grande al frente es una turmalina verde.

CORONA DE LA REINA. Utilizada por última vez por la reina Maud en 1906.
Las coronas son expuestas en Nidarosdomen en la ceremonia de bendición de cada nuevo rey.

Junto a la esta joya se colocó la corona de la reina, cuya última cabeza que llevó fue la reina Maud. Confeccionada en 1830, se utilizó por primera vez treinta años después, cuando la princesa Luisa de Holanda, esposa de Carlos XV de Suecia, fue coronada en Noruega.

Hecha de plata dorada, cuenta con una enorme amatista púrpura, además de citrinos, crisoprasa y topacio. Pero la corona de la reina está adornada ante todo con perlas tanto en la corona como en el terciopelo rojo en el tirón. El tirón es la parte de la corona que está hecha de una fina pieza de tela. Está bordado con hasta 1578 perlas pequeñas.

Las dos coronas, culminadas con la cruz cristiana, volverán al altar de Nidarosdomen cuando el heredero Haakon y la princesa Mette-Marit se conviertan en reyes.

Harald V de Noruega extiende su licencia por enfermedad y el príncipe Haakon sigue al mando

El monarca, de 83 años, se encuentra bajo recuperación en la finca real de Kongsseteren después de someterse a una cirugía de rodilla.

El rey Harald V de Noruega extendió su licencia por enfermedad hasta el 14 de marzo, según anunció este fin de semana la casa real, porque todavía se encuentra convaleciente por la cirugía de rodilla a la que se sometió.

Los médicos recomiendan una mayor rehabilitación antes de que el rey reanude sus deberes constitucionales”, dijo la casa real en un comunicado de prensa.

El rey Harald V y la reina Sonia, monarcas de Noruega desde 1991.

La información agrega que el monarca, de 83 años, recibe tratamiento de fisioterapia en la residencia vacacional de Kongsseteren (Villa Real), situada en Voksenkollen, una colina en las afueras de Oslo.

Durante este período, es el príncipe heredero Haakon (47) quien actúa como regente y lleva adelante cabo los deberes oficiales del rey.

“El Príncipe Heredero dirigirá la nación como Regente hasta que el rey esté lo suficientemente sano como para reanudar sus deberes constitucionales”, explicó el periodista Oskar Aanmoen. “Dirigirá el consejo de estado y tendrá audiencias con políticos clave y el liderazgo de la defensa noruega”, agregó Aanmoen en Royal Central.

Los reyes de Noruega recibieron la segunda dosis de la vacuna de Covid

Los monarcas Harald y Sonia tienen 83 años. El gobierno tuvo que explicar las razones por las que se los vacunó siendo personas excluidas de la primera fase de la vacunación.

La casa real noruega informó que el rey Harald V y la reina Sonia recibieron su segunda dosis de la vacuna contra el coronavirus que el gobierno está aplicando gradualmente a toda la población de riesgo. Los monarcas, ambos de 83 años, y la princesa Astrid (88), hermana del rey habían recibido la primera dosis el pasado 13 de enero.

El ministro de Salud, Bent Høie, explicó a la prensa por qué se había vacunado al rey Harald y la reina Sonia, a pesar de que no era su turno en el orden de prioridad en este momento: “El gobierno ha ofrecido vacunas a la familia real en función de su papel. Nos alegra que hayan aceptado la oferta, que nuestra pareja real hoy haya recibido la primera dosis de vacunación”.

El funcionario dijo que no vio problemas en la vacunación del rey y que “la población noruega tiene una gran comprensión de eso”. “Tenemos personas en la familia real que están en un grupo de alto riesgo en términos de edad, entre otras cosas, por eso es importante”, amplió Høie al diario Aftenbladet.

La segunda dosis de la vacuna se aplicó al rey poco tiempo después de que se sometiera a una operación por una lesión en el tendón sobre la rodilla derecha. Harald V estuvo de baja por enfermedad durante 14 días y durante este período el príncipe heredero Haakon Magnus quien actuó como regente y llevó a cabo los deberes constitucionales del rey.

Exitosa operación de rodilla del rey Harald V de Noruega

El sábado 30 de enero por la mañana, el monarca de 83 años fue operado en el Rikshospitalet.

El rey Harald V de Noruega fue operado por una lesión en el tendón sobre su rodilla derecha temprano este sábado 30 de enero y la Casa Real declaró que la cirugía fue exitosa y que el rey está en buen estado de salud.

La operación del rey Harald, de 83 años, tuvo lugar en el Rikshospitalet, el principal hospital de Oslo, y había sido anunciada sorpresivamente el viernes.

A principios de 2020, el rey fue internado por mareos y estuvo de licencia algunas semanas. Posteriormente, Harald V fue hospitalizado a principios de octubre para operar una nueva válvula cardíaca. La operación fue exitosa y el rey estuvo de baja por enfermedad durante un mes.

El príncipe Haakon se convierte en regente

El rey estará de baja por enfermedad hasta el 14 de febrero”, anunció al casa real. En el mismo comunicado de prensa se informó que “Su Alteza Real el Príncipe Heredero Regente lleva a cabo los deberes constitucionales del Rey durante el período”.

El rey Harald dejó claro que el trono está en buenas manos cuando el príncipe heredero se convierte en regente, algo que en el último año y medio ha ocurrido con bastante frecuencia.

“Tanto el rey Haakon como Olav eran reyes que hacían las cosas solos. Mi padre no me dejó ir en absoluto. Operamos más desde la idea de cooperación. Hay otros tiempos. Nos llamo un equipo, con la corte, la pareja del príncipe heredero y nosotros. Es una fortaleza”, dijo el rey Harald en el libro recientemente publicado por el periodista Harald Stanghelle.

Harald V de Noruega vuelve al quirófano por un problema en una rodilla

El rey Harald V de Noruega fue ingresado en el principal hospital de Oslo este viernes 29 de enero para someterse a una cirugía por un tendón lesionado sobre la rodilla derecha, informó oficialmente el palacio real.

La cirugía del rey Harald, de 83 años, está programada para el sábado. Tras esto, el monarca permanecerá de baja por enfermedad hasta el 14 de febrero y el príncipe heredero Haakon Magnus asumirá las funciones de su padre en calidad de regente.

La cirugía del monarca, de 83 años, está programada para el sábado 30 de enero, cuando el príncipe heredero asumirá como regente.

Harald V se sometió a un reemplazo de válvula cardíaca el año pasado para mejorar su respiración, y los médicos descartaron una infección por Covid-19. La válvula aórtica del rey fue reemplazada por una válvula artificial en 2005. Dichas válvulas tienen una vida útil esperada de 10 a 15 años, dijo la familia real.

Harald V es el jefe de estado de Noruega, pero sus deberes son ceremoniales y no tiene poder político. Ascendió al trono tras la muerte de su padre, el rey Olav, el 17 de enero de 1991. Primer rey nativo del país desde el siglo XIV, se ganó los corazones de su país con su mensaje directo y franco y al exponer sus sentimientos sobre las minorías.

Nueva licencia por enfermedad del rey Harald V de Noruega

El rey de Noruega, Harald V, se encuentra con licencia por enfermedad hasta el 31 de enero por un dolor en las piernas y el príncipe heredero lo remplazará en la reunión del Gabinete de ministros, informó el palacio real.

Esta licencia por enfermedad es una de las varias que tuvo el rey Harald en el último año y medio. En septiembre del año pasado, estuvo de baja por enfermedad durante un período en relación con una operación cardíaca, y en enero del año pasado, sufrió mareos. Antes, una infección viral le obligó a dejar sus obligaciones temporalmente.

El 17 de enero de este año, se cumplieron 30 años desde que el rey Harald V y la reina Sonia ascendieron al trono de Noruega. En declaraciones recientes, el rey dejó claro que la monarquía está en buenas manos cuando el príncipe Haakon se convierte en su regente.

“Tanto el rey Haakon como Olav eran reyes que hacían las cosas solos. Mi padre no me dejó participar en absoluto”, recordó el rey. “Ahora son otros tiempos. Somos un equipo, con la corte, príncipe heredero y la princesa heredera y nosotros”, dijo en un libro recientemente publicado.

El rey Harald V conmemora 30 años de reinado con el apoyo unánime de los noruegos

El 17 de enero de 1991, hace 30 años, el príncipe heredero de Noruega se convirtió en el rey Harald V al fallecer su padre, el popular rey Olav V. Primer monarca nacido en suelo noruego en más de 700 años y el primero casado con una mujer noruega, Harald V, ahora de 83 años, ha sabido ganarse la simpatía de los noruegos, muy especialmente de los jóvenes, por su discurso franco y moderno.

Hijo del rey Olav (1903-1991) y de la princesa Martha de Suecia (1901-1954), Harald pasó su primera infancia en Maryland, Estados Unidos, junto a su madre y hermanas mayores, las princesas Ragnhild y Astrid, tras la invasión de Noruega por el Ejército alemán en abril de 1940, mientras su abuelo, el rey Haakon VII, y su padre dirigían la resistencia desde Londres.

Una vez que la familia real regresó a Noruega tras el final de la guerra el 13 de mayo 1945, Harald reanudó sus estudios, ya iniciados en Estados Unidos, en la Escuela Primaria Smestad, y, a partir de 1950, en la Escuela Catedralicia de Oslo, donde se diplomó en Ciencias en 1955. En 1956 inició su instrucción castrense en las escuelas de cadetes de Marina y Caballería y entre 1957 y 1959 estudió en la Academia Militar para oficiales, de la que salió con el despacho de teniente.

La muerte de la princesa Martha a los 53 años en 1954 ensombreció la existencia de la pequeña familia real de Noruega. “Era una familia de luto. Lo tuve que procesar yo solo, no había nadie con quien hablar del tema, solo uno de los buenos amigos de papá me sacó el tema. Él entendió cómo me sentía, de lo contrario no mucha gente hablaba de ello”, contó Harald en un libro biográfico recientemente publicado. “Fue un momento difícil, pero peor fue para el rey Olav, creo. Perder a tu madre es malo. Tuvimos que vivirlo, tuvimos que superarlo de una forma u otra”.

Cuando en 1957 falleció el rey Haakon, su padre se convirtió en nuevo monarca y Harald asumió su función como príncipe heredero, lo que le dio el derecho a participar en las reuniones del Consejo de Estado. A principios del año siguiente prestó juramento ante la Constitución como heredero al trono. Entre 1960 y 1962 estudió Ciencias Políticas y Económicas e Historia en el Balliol College de Oxford, Gran Bretaña, y posteriormente trabajó en Oslo para dos entidades estatales, la Compañía Naviera del Ártico y la Comisión de Bosques.

Durante la enfermedad de su padre, desde mediados de 1990, el príncipe asumió el papel de regente y presidente del Consejo de Estado. El longevo monarca murió a los 89 años el 17 de enero de 1991, con lo cual Harald se convirtió en rey el mismo día. El 21 de enero prestó juramento de acatamiento de la Constitución ante el Parlamento. El 23 de junio Harald V fue solemnemente entronizado con una ceremonia de bendición en la catedral Nidaros de Trondheim.

La hasta entonces princesa Sonia se convirtió en reina, y la primera consorte real de la historia nacida en Noruega, además de la primera reina de orígenes plebeyos del país. No sin resistencias paternales y agrios debates en el Parlamento, pero con el entusiasmo popular, Harald se había casado en 1968 en la catedral de Oslo con la plebeya Sonja Haraldsen, hija de un hombre de negocios y nacida en 1937. Durante su juventud, Sonia había trabajado como empleada en un centro comercial de Oslo.

La pareja tuvo dos hijos, la princesa Martha Luisa y el príncipe Haakon, el heredero del trono y quien en meses recientes tuvo que ejercer como regente por la enfermedad de su padre. “Se ha convertido en mi amigo y mi compañero de trabajo”, reconoció el rey sobre su heredero. “Me pide consejos y yo los recibo de él. La relación se ha vuelto cada vez más estrecha, es un hombre sabio. Le irá bien cuando llegue ese momento”, dice Harald, quien sin embargo está preocupado por su hijo: “Veo que el Príncipe Heredero trabaja muy duro. Estoy empezando a preocuparme un poco por él. Es un hombre joven, pero es esto de establecerse lo que te obliga a trabajar más duro”.

Caso de rey-ciudadano en un país donde la aristocracia está abolida desde el siglo XIX, Harald ha demostrado sus aptitudes deportivas como miembro de la selección nacional de Vela en los Juegos Olímpicos de 1964, 1968 y 1972, y con la obtención de algunos trofeos en esta especialidad (1968 y 1972), siendo en la actualidad un practicante de la caza, la pesca y el esquí. En 1994 presidió el Comité Organizador de los Juegos Olímpicos de Invierno en Lillehammer y es presidente de la Asociación de Vela de su país y miembro del Comité Internacional de la Yatch Racing Union.

Harald V de Noruega destacó la esperanza de todos frente “al año en el que los sueños se rompieron”

El rey Harald V de Noruega destacó este 31 de diciembre la esperanza de la humanidad y la unión de la familia frente a lo que llamó “el año en el que los sueños se rompieron”: “Estamos juntos para vivir en una pandemia, pero nos ha afectado de manera completamente diferente”, reconoció.

Para muchos, fue el año en el que los sueños se rompieron y las cosas empeoraron aún más de lo que estaban. Para otros, la familia se volvió más unida. Para la mayoría de la gente, probablemente ha sido una combinación de la mayoría de las cosas” dijo el monarca, de 83 años, en su mensaje de Año Nuevo.

El monarca dedicó su mensaje a agradecer a sus súbditos por haber colaborado como sociedad en la lucha contra la pandemia de Covid-19: “Gracias por renunciar a los cumpleaños y las vacaciones, por mantenerse alejados unos de otros”, dijo. “Se permite estar asustado, triste y desesperado. Debemos ser generosos con nosotros mismos, porque el estado de ánimo fluctúa para todos”, agregó Harald.

“Un niño me preguntó en una carta si tenía 100 años. Le respondí que en realidad no soy tan mayor, pero que he estado involucrado en muchas cosas a lo largo de mi vida”, dice y continúa: No puedo decirles que todo estará bien y que todo será como antes. Puedo prometerles que la pandemia en la que estamos ahora terminará. Hemos pasado por grandes pruebas antes. Debemos saber con nosotros mismos que lo superamos porque nunca perdimos la esperanza”, dice.

El mensaje real tuvo que ser grabado nuevamente debido al trágico deslizamiento de tierras en la localidad de Gjerdrum, que mató a más de una veintena de personas y dejó muchos desaparecidos y viviendas destruidas: “El terrible acontecimiento nos impresiona profundamente a todos. Simpatizo con ustedes que ingresan al nuevo año con dolor e incertidumbre”, dijo el rey.

La periodista experta de la Casa Real en la revista Se og Hør, Caroline Vagle, opinó que el mensaje fue cálido y unificador: “Una cariñosa palmada en la espalda para todos nosotros por estar de pie en lo que él llamó un maratón de final abierto. También contó abiertamente cómo él y la reina extrañan abrazar a sus amados nietos”, dijo:

“El discurso suele grabarse antes de Navidad, pero este año como el año pasado hubo que añadir una nueva fiesta. El año pasado sobre Ari, y este año sobre el trágico deslizamiento de tierra en Gjerdrum. Como de costumbre, el rey fue cercano y cariñoso en su mensaje. Y es precisamente en tiempos de crisis cuando realmente se hace suyo”, dijo la periodista. “Se convierte en una figura unificadora. ¡Una especie de buen abuelo para todos nosotros!”, agregó.

El año 2020 fue difícil para varios miembros de la familia real debido a la situación del coronavirus. A fines de noviembre, la pareja real tuvo que ser puesta en cuarentena, luego de que un empleado de la corte diera positivo, pero la pareja real no se contagió. También en marzo, tuvieron que ser puestos en cuarentena, como resultado de una visita de Estado que realizaban a Jordania cuando la OMS declaró la pandemia.

También fue el año en que el rey Harald fue hospitalizado como resultado de un problema respiratorio y cardíaco, por lo cual se sometió a una operación de válvulas cardíacas y se tomó una licencia por enfermedad durante un mes.

La familia real noruega se reúne para Navidad tras un año de distancias

Los reyes y la familia de los príncipes herederos fueron retratados tras asistir a una misa de Adviento en el palacio de Oslo. Celebrarán juntos la Navidad.

Tras un año marcado por la distancia familiar y los problemas de salud del rey Harald V, el monarca volvió a reunirse con parte de su familia para un servicio religioso de Adviento en el Palacio Real de Oslo.

La casa real publicó una serie de nuevas fotografías oficiales en las que aparecen el monarca, de 83 años, la reina Sonia, el príncipe heredero Haakon Magnus, su esposa Mette-Marit y los dos hijos de la pareja, la princesa Ingrid Alejandra y el príncipe Sverre Magnus.

Este año, sin embargo, las fotos son diferentes, marcadas por el distanciamiento personal obligado para evitar un posible contagio de coronavirus. Esto es importante dada la avanzada edad de los monarcas y el delicado estado de salud del rey, que estuvo internado y fue operado por problemas cardíacos en octubre.

“Hay una gran diferencia con respecto a años anteriores. La familia del Príncipe Heredero y la pareja real se encuentran a una gran distancia. El famoso metro de distancia. Por supuesto, esto se debe a razones de control de infecciones y al hecho de que son dos núcleos familiares diferentes”, explicó la experta de la realeza Caroline Vagle en la revista Se Og Hor.

Vagle también presta especial atención al rey, que apareció con un bastón: “El rey Harald se ve muy bien después de la operación, lo cual es muy gratificante. El rey ha luchado contra los problemas de movilidad durante mucho tiempo, lo que es completamente independiente del curso de su enfermedad en el último año. Creo que es bueno que ahora esté usando un bastón”, agregó la periodista.

Hasta ahora, ha habido cierta incertidumbre sobre dónde celebrará la familia real la festividad cristiana de este año. Según un comunicado de prensa, la familia real pasará unida la Nochebuena y la Navidad en la residencia real de Skaugum pero respetará las reglas de control de infecciones, tanto nacionales como locales. Sin embargo, los reyes solo irán a Skaugum para la celebración, y se instalarán estos días en la finca real de Bygdøy.

La semana pasada, la primera ministra de Noruega, Erna Solberg, remarcó que las medidas para contener la pandemia de coronavirus seguirán en vigor al menos hasta Semana Santa y anticipó que, pese al inminente inicio de la campaña de vacunación, la población «debe estar preparada para que el verano de 2021 no sea como el verano de 2019».

Al mismo tiempo, el país nórdico mantiene en vigor una serie de restricciones, entre ellas límites para las reuniones públicas y privadas, una prohibición a la venta de alcohol pasada la medianoche o cuarentenas de diez días para los viajeros que lleguen al país nórdico desde zonas de riesgo, informó Europa Press. Recientemente también ha cerrado sus fronteras con el Reino Unido debido al brote de una nueva cepa del virus.

El rey cuenta: qué dice Harald V de Noruega en el libro que se convirtió en bestseller

Las conversaciones entre un escritor republicano y el rey se convirtieron en un éxito de ventas. “Harald V tiene una fuerte empatía y una cercanía que casi ningún rey ha tenido”, afirma el autor, Harald Stanghelle.

El libro “Kongen Forteller” (El rey cuenta), basado en las conversaciones privadas mantenidas por el periodista Harald Stanghelle con el rey Harald V de Noruega, se convirtió en un éxito de ventas al poco tiempo de su lanzamiento. Según Raymond Vik, gerente de comunicaciones de la editorial Kagge, la circulación es de 70.000 ejemplares, y el libro encabeza la lista de bestsellers de las principales cadenas de librerías.

Es el libro más vendido en este momento, independientemente del género. Considerando que ha pasado más de un mes desde que se publicó el libro, indica que quienes lo leen siguen recomendándolo”, dijo.

Stanghelle está seguro una cosa: “Es el rey quien vende, no el autor”. El escritor dijo que descubrió al rey como un hombre inesperadamente abierto a compartir historias de su vida privada: “Hubo muchas risas. El rey Harald es bueno para conversar y para ver lo cómico en situaciones. Me perdí desde el primer momento y dije ‘tú’ en lugar de ‘el rey’, como dice la etiqueta que debería ser abordado en una conversación”, dice.

Harald V y Príncipe Heredero Haakon en Svalbard. Foto tomada por la reina Sonia.

“Personalmente, soy republicano, pero veo claramente que es una figura importante en la unión de la nación”, dijo el autor. Está muy claro lo importante que es que exprese la situación en tiempos difíciles. En la conversaciones con él, he obtenido una comprensión más profunda de lo que requiere el papel de rey”. “Hablar de su propia vida emocional fue difícil para él, pero experimenté un rey sorprendentemente abierto. Experimentar la pérdida a su madre a los 17 años lo ha moldeado”.

La muerte de la princesa Martha a los 53 años en 1954 ensombreció la existencia de la pequeña familia real de Noruega. “Era una familia de luto. Lo tuve que procesar yo solo, no había nadie con quien hablar del tema, solo uno de los buenos amigos de papá me sacó el tema. Él entendió cómo me sentía, de lo contrario no mucha gente hablaba de ello”, reveló el rey.

“Mucho ha cambiado a medida que las personas ahora asumen lo personal y lo emocional con más frecuencia”, reflexionó. “Ese no fue el caso entonces. No sé si el hecho de que perdí a mi madre se resolvió tanto. Pero la vida tenía que continuar. Tenía que hacerlo. Fue un momento difícil, pero peor fue para el rey Olav, creo. Perder a tu madre es malo. Tuvimos que vivirlo, tuvimos que superarlo de una forma u otra”.

Otra foto tomada por la reina Sonia del rey Harald con sus perros.

Refiriéndose al suicidio de Ari Behn, padre de sus nietas, el rey dijo que fue “un shock”. “Estábamos juntos cuando sucedió. Fue un shock. Estábamos muy sorprendidos, aunque sabíamos que estaba en problemas. Es doloroso y lleva mucho tiempo superarlo. El hecho de que estuviéramos juntos cuando nos enteramos de la muerte nos dio, como abuelos, la oportunidad de acercarnos más a nuestros nietos. Nos hemos acercado mucho más el uno al otro”, dijo el rey Harald al periodista.

El interés del rey por los problemas sociales “viene de dentro y es genuino”, reconoció el autor al momento de abordar uno de los temas clave del libro, los abusos sexuales y emocionales en la infancia: “No es posible mostrar tanto interés y calidez si no se aprende. El rey Harald es un rey que ve y escucha. Tiene una fuerte empatía y una cercanía con la gente de este país que casi ningún rey ha tenido”, dijo Stanghelle en una entrevista con el diario VI.

Para el libro, el rey proporcionó una serie de fotografías privadas de la familia real. “Creo que son una familia corriente”, dijo el autor. Reconoce, además, que la conversación más conmovedora fue la que mantuvo sobre la relación del rey con el príncipe heredero Haakon: “Lo más conmovedor es lo que dice sobre la relación con su hijo. Lo describe como amigo y compañero de trabajo. Tiene una estrecha relación con el príncipe heredero Haakon y no le preocupa en absoluto el día en que asumirá el mando. Probablemente esté mucho menos preocupado que su propio padre, el rey Olav”.

Harald y su nieta, la princesa Ingrid Alejandra, en una foto tomada por la reina Sonia.

“Se ha convertido en mi amigo y mi compañero de trabajo. Me pide consejos y yo los recibo de él. La relación se ha vuelto cada vez más estrecha, es un hombre sabio. Le irá bien cuando llegue ese momento”, dice Harald, quien sin embargo está preocupado por su hijo: “Veo que el Príncipe Heredero trabaja muy duro. Estoy empezando a preocuparme un poco por él. Es un hombre joven, pero es esto de establecerse lo que te obliga a trabajar más duro”.

Si bien el rey Olav, padre de Harald fallecido en 1991, fue llamado “folkekongen” (rey del pueblo) por sus contemporáneos, Stanghelle cree que el rey Harald hoy está más cerca de la gente que su padre: “Se merece el título honorífico de Rey del Pueblo. Tanto el rey Haakon como el rey Olav se encargaron de la tarea real de una manera muy fuerte y se adaptaron a su época. El propio rey Harald dice que se para sobre sus hombros. Interpreta nuestras actitudes y ayuda a moldearlas.

“La familia real noruega se ha permitido mostrar compasión, emoción y debilidad. El rey ha sido abierto sobre sus enfermedades. En el discurso de Año Nuevo anterior, se refirió al dolor en la familia después de la muerte de Ari Behn y que tres de los nietos habían perdido a su padre. El rey Harald no ha perdido ninguna dignidad por ello”, dijo el autor, quien señala que hay una gran diferencia en comparación con, por ejemplo, la casa real británica. “El problema para ellos es la distancia emocional. Nadie sabe lo que piensa la reina Isabel”, afirmó.

Harald V de Noruega está “lo suficientemente saludable” para volver al trabajo

En su primer compromiso tras regresar de baja por enfermedad, el rey de 83 años recibirá a la canciller en el palacio de Oslo.

El rey Harald V de Noruega pronto volverá a sus actividades oficiales semanas después de su cirugía cardíaca. El Palacio Real de Oslo emitió una breve declaración antes de que el rey reanudara sus funciones a partir del domingo, porque los médicos lo declararon «suficientemente sano», informó el sitio Royal Central.

En su primer compromiso tras regresar de la baja por enfermedad, Harald V, de 83 años recibirá a la canciller Ine Eriksen Soreide en una audiencia a la que también asistirán su la reina Sonia y el príncipe heredero Haakon, quien en las últimas semanas actuó como Regente del Reino. Posteriormente, según la agenda oficial, Harald V recibirá a los nuevos embajadores de Tailandia, de Emiratos Árabes Unidos y de Grecia.

Harald V, quien en enero cumpliría 30 años de reinado, fue internado en el Hospital Universitario de Oslo el 25 de septiembre después de tener problemas respiratorios y se le hizo una prueba de Covid que resultó negativa. Fue dado de alta del hospital después de unos días, mientras que su licencia por enfermedad se extendió para que los médicos pudieran evaluar mejor su estado de salud.

El 9 de octubre Harald fue sometido a una exitosa cirugía cardíaca para reemplazar una válvula cardíaca operada por primera vez en 2005.

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Una tradición milenaria: cómo es la entronización de los reyes de Noruega

En la igualitaria Noruega, el rey no es coronado, sino bendecido. La Constitución abolió la coronación, que fue remplazada por una ceremonia de orígenes ancestrales.

“¡Un soberano electo! ¡Esto es demasiado horrible!”, lamentó la anciana gran duquesa de Mecklemburg a su sobrina, la princesa de Gales, cuando en 1905 se enteró de la noticia de que los noruegos, mediante un referéndum nacional, eligió al príncipe Carlos de Dinamarca como rey de la nueva Noruega independiente. El nuevo rey había solicitado a las autoridades someter su candidatura a la voluntad popular para asegurarse así que contaba con el apoyo de la gente sobre la cual reinaría durante los próximos 50 años.

Primer rey de Noruega, última coronación

Junto a su esposa la princesa Maud de Inglaterra y su hijo Alejandro, Carlos hizo las maletas y abandonó su Copenhague natal dejando allí a una enorme familia para instalarse en el vasto Palacio de Oslo, que había estado deshabitado durante décadas. Adoptó el nombre de Haakon VII, para unir su linaje al de los antiguos reyes noruegos, y transformó a su hijo en el príncipe Olav.

Para dar un inicio solemne a su reinado, Haakon VII fue coronado en 1906 junto a la reina Maud en la catedral de Nidaros (Nidarosdomen) de Trondheim, siguiendo la tradición de los antiguos reyes de Noruega. Antes que él, durante el siglo XIX, Carlos Juan XIV, rey de Suecia y Noruega de la dinastía Bernadotte, se había hecho coronar allí en una ceremonia al estilo sueco.

Las coronaciones del siglo XIX

La costumbre de la coronación era manifestar la institución de Noruega como un reino libre, pese a tener el mismo monarca que Suecia. Los reyes conjuntos eran coronados tanto en Suecia como en Noruega, pero a Noruega le faltaban las insignias y lo necesario para la ocasión. Por eso Carlos XIV Juan ordenó y pagó las coronas reales y el resto de las insignias, y aunque hubo momentos de preocupación por las finanzas y ni el Palacio Stiftgården ni la catedral estaban en buenas condiciones, la sobrina ceremonia de coronación finalmente se celebró.

Sus sucesores, el rey Carlos XV y la reina Luisa, en 1860, y el rey Oscar II y la reina Sofía, en 1873, siguieron sus pasos. Ahora, el período de unión con Suecia había concluido y Noruega era una nación independiente y soberana. Esto quedó naturalmente reflejado en la ceremonia de coronación de Haakon VII, quien decidió retomar la costumbre típicamente noruega y ser coronado en Trondheim, ciudad asociada a las coronaciones reales durante más de mil años -aunque las ceremonias habían variado en forma a través de los siglos-.

Carlos XV (IV de Noruega) y la reina Luisa, amantes de la pompa y el esplendor, fueron coronados en 1860. La catedral fue decorada de manera muy llamativa, se restauró el palacio Stiftsgården y se instalaron muebles modernos de forma permanente para que ya no sea necesario pedir prestado a los ciudadanos de alcurnia de la ciudad. Además, se construyó un salón de fiestas temporal donde la ciudad celebró un baile para la pareja real y sus mil invitados. Trece años después, durante la coronación de Oscar II y Sofía, las festividades superaron todo lo que Trondheim vio de esplendor en los últimos siglos.

Durante algunos días, Haakon VII y Maud se hospedaron en el Palacio de Stiftgarden, un vasto palacio de madera que sirvió de morada real y sede de los fastuosos banquetes oficiales en ocasión de las coronaciones de Carlos XIV Juan, Carlos XV y Oscar II. La procesión de coronación, sin embargo, fue suprimida y las insignias de la Corona habían sido colocadas en el altar mayor antes de la entrada del rey en Nidarosdomen.

Por primera vez desde el año 1531 se utilizó la Catedral en toda su amplitud, ya que las oras de restauración emprendidas en 1869 estaban tan avanzadas en 1906 que el extremo oeste de la nave pudo utilizarse como salón provisional. Dos mil trescientas personas asistieron a la solemne ceremonia, entre ellos los reyes Eduardo VII y Alejandra, padres de la reina Maud.

Antiguamente, las aclamaciones de los reyes de Noruega se llevaban a cabo en la asamblea del Oyrating, en Trondheim, y su origen se halla en el siglo X.

En 1908, el artículo 10 de la Constitución, relativo a la coronación, fue abolido con solo dos votos en contra. La comisión de Control de Asuntos Constitucionales del Parlamento había recomendado por unanimidad suprimir la ceremonia, según explicaron, porque “la tradición de consagrar a los reyes ha caído en desuso en nuestros países vecinos”. En Dinamarca, la última coronación se celebró en 1840 y el ascenso al trono es oficializado mediante una proclamación. En Suecia, la historia mostraría que la última sería la de Oscar II, en 1873. Actualmente, la única monarquía europea que mantiene la tradición de coronar a sus reyes es la inglesa.

Las regalías de la corona, el tesoro de Nidarosdomen

Durante la ceremonia, Haakon recibió la corona real creada en 1818 para el rey Carlos Juan, quien pagó con dinero propio la joya a un joyero sueco llamado Olof Wihlborg. La corona, de 1,5 kilos, está hecha de oro y adornada con muchas perlas y piedras preciosas, entre amatista, granate, ópalo, peridoto, crisoprasa, topacio, turmalina, zafiro y esmeralda. La piedra preciosa grande al frente es una turmalina verde.

La reina Maud, quien fuera una de las cinco nietas de la reina Victoria de Gran Bretaña que fue coronada en un país extranjero, recibió una corona de 1830 que se utilizó por primera vez en 1860, cuando Luisa de Holanda, esposa de Carlos XV, fue coronada en Noruega. Hecha de plata dorada, cuenta con una enorme amatista púrpura, ademásde citrinos, crisoprasa y topacio. Pero la corona de la reina está adornada ante todo con perlas tanto en la corona como en el terciopelo rojo en el tirón. El tirón es la parte de la corona que está hecha de una fina pieza de tela. Está bordado con hasta 1578 perlas pequeñas.

La “Ceremonia de Bendición” remonta sus raíces a un milenio atrás y testimonia la profunda identificación entre la corona, el Gobierno y la Iglesia de Noruega. 

Al morir el rey Haakon VII, en 1957, no existía fundamento legal alguno para que su sucesor, el rey Olav V, fuera consagrado en Nidarosdomen. Sin embargo, como esto no significaba una prohibición, después de prestar juramento ante el Parlamento en Oslo el rey (que era viudo de la princesa Martha de Suecia), uniendo sus notables conocimientos de historia y un desarrollado valor de la tradición, pidió ser consagrado en Trondheim. El rey sentía que una ceremonia religiosa era lo más natural, ya que como monarca era cabeza visible de la Iglesia de Noruega. El obispo de Nirados, Arne Fjellbu, apoyó firmemente el deseo real.

Olav V, una ceremonia de tintes históricos

La “Ceremonia de Bendición” remonta sus raíces a un milenio atrás y testimonia la profunda identificación entre la corona, el Gobierno y la Iglesia de Noruega. Antiguamente, las aclamaciones de los reyes de Noruega se llevaban a cabo en la asamblea del Oyrating, en Trondheim, y su origen se halla en el siglo X. La Ley de Sucesión al Trono del año 1163 establecía el Oyrating como asamblea nacional investida de la potestad de aclamar al rey noruego, y esta ceremonia se llevó a la práctica durante la proclamación del rey Sverre Sigurdsson, en 1177.

La nueva costumbre de consagración del rey, es decir, la coronación en el transcurso de una ceremonia religiosa, fue introducida en Noruega en esa época. El rey Magnus Erlingsson fue coronado y ungido en la ciudad de Bergen, arraigando de esta manera en su país una costumbre propia a los pueblos germanos. Por entonces, la costumbre de la coronación real iniciada en Europa por los emperadores romanos de Oriente y Occidente, ya formaba parte de los rituales cortesanos de la Europa cristiana. El último rey proclamado en el Oyrating según las antiguas leyes fue Haakon V Magnusson, en 1299. Terminada la ceremonia en el lugar de la asamblea, los altos dignatarios eclesiásticos y temporales se dirigieron a Nidarosdomen, donde se ofició una misa solemne y el obispo bendijo al rey. Los sucesivos reyes fueron bendecidos en la catedral siguiendo esta pauta.

La ceremonia de Olav V fue sobria y, sin embargo, según el autor e historiador Tor Bomann-Larsen, los países nórdicos nunca habían visto una coronación real más magnífica. Con su decisión de ser consagrado en Nidarosdomen, el rey Olav V reestableció las bases de una tradición con raíces que se remontan a un tiempo a las aclamaciones reales ante la asamblea (Orating) y a las ceremonias de coronación de los reyes noruegos entre 1163 y 1906. El 21 de junio de 1991, el actual rey Harald V y la reina Sonia continuaron esta tradición recobrada por Olav, que generaciones de reyes noruegos siguieron a lo largo de mil años.

Durante la ceremonia, cumplida al final de período de luto por la muerte del rey Olav, las insignias de la Corona fueron colocadas en la catedral, su hogar permanente desde entonces, siguiendo el deseo de Carlos XIV Juan. Las coronas de los monarcas, culminadas con la cruz cristiana, desempeñaron un papel importante en la bendición de los reyes, siguiendo la pauta marcada por Olav V, y que seguirá cuando el actual príncipe heredero Haakon y la princesa Mette-Marit asciendan al trono.

LAS REGALÍAS DE LA CORONA NORUEGA. En 1814, el rey Karl Johan hizo que se hiciera la corona real con sus propios fondos. Eventualmente se agregaron otras partes de las insignias. La corona del rey está hecha de oro y pesa 1030 gramos. Consiste en un anillo de 4 cm de alto que lleva 8 aros. La corona está dominada por una gran turmalina. En la parte superior hay un globo en esmalte azul salpicado de pequeñas estrellas doradas. Entre las coronas hay cosidas 50 perlas. La corona de la reina está hecha de plata con un dorado pesado. El encaje es de oro. En el borde superior de la coronación hay una banda de perlas con 153 perlas. Las insignias también consisten en la corona del Príncipe Heredero, El cetro del rey, el cetro de la reina, el cetro de la reina y la espada nacional.

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Harald de Noruega habló de su relación con el príncipe Haakon y de su gran preocupación sobre el futuro rey

A los 83 años, el monarca cree que estuvo demasiado lejos de sus hijos cuando eran pequeños y espera que su heredero no cometa el mismo error.

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En el nuevo libro «Kongen forteller«, que será publicado próximamente en Noruega, el rey Harald V toca una serie de temas personales, incluida la relación con su familia. En uno de los capítulos se refiere al shock que supuso el suicidio de Ari Behn, el exesposo de su hija Martha Luisa y padre de sus nietas, y reflexionó acerca de cómo tuvo que afrontar la temprana muerte de su madre, cuando él era un adolescente de 17 años. En un nuevo capítulo, adelantado por la revista SE og HØR, el rey explica que no siempre le fue fácil tener que dejar a sus hijos para cumplir con sus obligaciones reales.

“De repente descubrí que estuve fuera 200 días en el extranjero. Tenía hijos pequeños, o teníamos hijos pequeños. No creo que nos hayan perdonado por completo todavía que nos hayamos ido tanto tiempo. No fue bueno. Así que tuvimos que empezar a hacer más aquí en casa”, dijo el rey, que explicó que estuvo a punto de irse a Nueva York por un tiempo, una imagen clara de cuánto estaba realmente en movimiento en esos años. Como tampoco era el caso de que su esposa, Sonia, se quedara en casa todo el tiempo, el príncipe heredero Haakon (47) y la princesa Märtha Louise (49) pasaban la mayor parte del año sus padres.

«Se ha convertido en mi amigo y mi compañero»

El rey dice que él mismo se ha arrepentido de haber estado tanto ausente y ahora le preocupa que su hijo, que está casado con Mette-Marit y padre de dos hijos -la princesa Ingrid Alejandra y el príncipe Sverre Magnus, cometa el mismo error que él. “Veo que el Príncipe Heredero trabaja muy duro. Estoy empezando a preocuparme un poco por él. Es un hombre joven, pero es esto de establecerse lo que te obliga a trabajar más duro”, dice. La separación, sin embargo, no significó un trauma para los hijos de Harald, quien conserva con ellos una relación muy especial.

“Se ha convertido en mi amigo y mi compañero de trabajo. Me pide consejos y yo los recibo de él. La relación se ha vuelto cada vez más estrecha, es un hombre sabio. Le irá bien cuando llegue ese momento”, dice Harald, quien recientemente tuvo problemas de salud y fue operado mientras el príncipe Haakon asumió las tareas de Estado como regente. El rey Harald explica en el libro que luego no interfiere en el trabajo que hace el príncipe regente, pero le preocupa que si al regente no se le permite decidir cosas por sí mismo, podría convertirse en una tarea “difícil”. Por lo demás, afirma que está seguro de que Haakon algún día afrontará perfectamente las tareas como rey.

Fuente: SE og HØR

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El rey de Noruega abrió su corazón sobre la prematura muerte de su madre

En un libro basado en entrevistas, Harald V se refirió al «shock» que sufrió la familia real con el suicidio de Ari Behn y recordó su propia experiencia tras perder a su madre, Marta de Suecia.

En un libro basado en entrevistas, Harald V se refirió al “shock” que sufrió la familia con el suicidio de Ari Behn y recordó su propia experiencia tras perder a su madre, Marta de Suecia. El autor de Kongen forteller, Harald Stanghelle escribe que Behn, exesposo de la princesa Martha Luisa, iba a visitar a la familia real en Kongsseteren el día en que se quitó la vida.

“Estábamos juntos cuando sucedió. Fue un shock. Estábamos muy sorprendidos, aunque sabíamos que estaba en problemas. Es doloroso y lleva mucho tiempo superarlo. El hecho de que estuviéramos juntos cuando nos enteramos de la muerte nos dio, como abuelos, la oportunidad de acercarnos más a nuestros nietos. Nos hemos acercado mucho más el uno al otro”, dice el rey Harald en el libro.

El monarca, de 83 años, asegura que “no tenía ninguna duda de que lo que le había sucedido a Ari Behn debía incluirse en el discurso de Año Nuevo”, que debía dar una semana más tarde. “Cuando su familia decidió ser transparente con el tema fue algo natural para mí. Habría estado totalmente mal si no lo hubiera incluido, sin embargo, fue difícil para mí encontrar las palabras adecuadas porque hablaba del padre de mis nietas”, explica el rey. En las páginas del libro Harald V reconoció que la muerte de Ari Behn le recordó a su propia historia, con la muerte de su madre, la princesa heredera Marta, quien murió de cáncer en 1954, cuando su hijo tenía 17 años.

La muerte de Marta a los 53 años ensombreció la existencia de la pequeña familia real de Noruega. “Era una familia de luto. Lo tuve que procesar yo solo, no había nadie con quien hablar del tema, solo uno de los buenos amigos de papá (el rey Olav V) me sacó el tema. Él entendió cómo me sentía, de lo contrario no mucha gente hablaba de ello”, reveló el rey.

“Mucho ha cambiado a medida que las personas ahora asumen lo personal y lo emocional con más frecuencia”, reflexionó. “Ese no fue el caso entonces. No sé si el hecho de que perdí a mi madre se resolvió tanto. Pero la vida tenía que continuar. Tenía que hacerlo. Fue un momento difícil, pero peor fue para el rey Olav, creo. Perder a tu madre es malo. Tuvimos que vivirlo, tuvimos que superarlo de una forma u otra”.

La princesa Marta nació el 28 de marzo de 1901 en Estocolmo y fue bautizada con los nombres de Märtha Sofia Lovisa Dagmar Thyra. Como Noruega estaba en unión con Suecia en este momento (esta unión se disolvería cuatro años después), también se convirtió en la princesa de Noruega al momento de su nacimiento. Sus padres fueron el príncipe Carlos de Suecia (1861-1951) y la princesa Ingeborg de Dinamarca (1878-1958), y su hermana menor fue Astrid, futura reina de Bélgica fallecida en un accidente automovilístico. Siendo joven se comprometió con el príncipe heredero Olav de Noruega, quien era primo hermano suyo, ya que ambos tenían una abuela común en la reina Luisa Josefina Eugenia de Dinamarca (1851-1926).

La boda entre Olav y Märtha fue la primera boda real celebrada en suelo noruego en 340 años. La última había ocurrido el 23 de noviembre de 1589, cuando Noruega estaba en unión con Dinamarca, y fue protagonizada por el rey escocés James VI (1566-1625) y la princesa danesa Anna (1574-1619). La pareja se instaló en la residencia de Skaugum, donde criaron a sus hijos, la princesa Ragnhild (1930-2012), la princesa Astrid (nacida en 1932) y el príncipe Harald (nacido en 1937). La muerte de su suegra, la reina Maud, en 1938, convirtió a Martha en primera dama del país y en un gran apoyo del rey Haakon VII.

Desafortunadamente, los tres hijos eran muy jóvenes cuando experimentaron la muerte de su madre, que nunca logró convertirse en reina de Noruega. “Märtha y yo íbamos a celebrar nuestras bodas de plata, pero tres días antes fue internada en el Rikshospitalet”, relataría mucho después el rey Olav. “Fue la enfermedad del hígado la que volvió a atacar. Mi esposa falleció la noche del 4 al 5 de abril de 1954. Para mí, fue una pérdida muy, muy grande. Sí, para todos. Mi padre, que también era su tío, la amaba. Y fue mutuo”. Haakon VII murió tres años después y el viudo de Martha, Olav V, nunca volvió a casarse.

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El rey de Noruega se recupera de la operación, pero el príncipe sigue al mando

Harald V fue dado de alta este lunes 12 de octubre tras ser operado el pasado viernes. El príncipe Haakon dijo que se encuentra “muy bien”.

El rey Harald de Noruega, de 83 años, abandonó este lunes el Rikshospitalet de Oslo tres días después de haber sido sometido a una operación de cambio de válvula en el corazón, informó la Casa Real. «El rey está en buen estado y dejará hoy el hospital», señaló en un breve comunicado su médico personal y jefe del departamento cardíaco de ese centro.

El príncipe heredero Haakon le dijo a la cadena NRK el domingo que su padre está feliz y y se recupera bien después de la exitosa operación cardíaca: “Él está bien. Y me gustaría agradecer a todo el equipo del hospital, con Bjørn Bendz al mando, que ha hecho un trabajo increíblemente bueno”, dijo el príncipe.

El monarca noruego fue internado el pasado jueves para una operación rutinaria de sustitución de la válvula que le había sido instalada en 2005. Durante la intervención, que transcurrió sin complicaciones, se usó anestesia local, por lo que el rey mantuvo el conocimiento. La operación del viernes se realizó a través de la ingle con anestesia local y el rey Harald estuvo despierto durante la operación, que se describió como exitosa, informó Aftenposten.

Fue el segundo ingreso hospitalario en el último mes de Harald, que pasó tres días en el mismo centro a finales de septiembre por problemas respiratorios. El monarca estará de licencia durante todo el mes, período en el que será el príncipe heredero Haakon el que desempeñe sus funciones.

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Alivio en Noruega: la operación del rey Harald V resultó “exitosa”

En ausencia de esta figura unificadora con poderes esencialmente simbólicos, el príncipe heredero Haakon, de 47 años, ejerce como jefe de Estado interino.

La intervención al rey Harald, de 83 años, que fue operado del corazón para la implantación de una nueva válvula cardíaca, resultó «exitosa», anunció este viernes en un comunicado el Palacio Real noruego. «Su Majestad fue operado en el día de hoy en el Hospital Nacional de Oslo», continuó la nota, que agregó que «la operación fue un éxito y el rey se encuentra en buenas condiciones».

El soberano, que había sido puesto bajo anestesia local, permaneció despierto a lo largo de toda la intervención, según la misma fuente. En el año 2005, el rey había sido sometido a una operación a corazón abierto. Estas válvulas tienen una vida útil de entre 10 y 15 años y «por lo tanto, no es inhabitual que deban ser renovadas luego de un tiempo determinado», había señalado el Palacio Real en un comunicado.

En el trono hace más de 29 años, Harald sufre desde hace algunas semanas «dificultades respiratorias» que no están ligadas al covid-19 pero que ya lo llevaron a pasar tres días en el hospital a fines de septiembre. En ausencia de esta figura unificadora con poderes esencialmente simbólicos, el príncipe heredero Haakon, de 47 años, ejerce como jefe de Estado interino.

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Noruega: el rey Harald V volvió al hospital para ser operado de una válvula cardíaca

“El estudio que hemos realizado recientemente ha demostrado que esta intervención es necesaria para mejorar la respiración del rey”, dijo el médico real Bjørn Bendz.

El rey Harald V de Noruega fue ingresado en el Hospital Real (Rikshospitalet) de Oslo este jueves 8 de octubre para someterse a una operación para cambiar la válvula cardíaca. La operación está prevista para el viernes 9 de octubre, informó la Casa Real en un comunicado.

En 2005, el Rey se sometió a una operación en la válvula cardíaca entre el corazón y la arteria principal, la llamada válvula aórtica. Luego, la válvula aórtica del rey fue reemplazada por una válvula cardíaca artificial, hecha de material biológico. Estas válvulas cardíacas biológicas artificiales tienen una vida útil de entre 10 y 15 años. Por tanto, no es raro que estas intervenciones tengan que repetirse después de algún tiempo”, dijo la Casa Real.

“La operación esta vez no será una operación a corazón abierto. El rey estará despierto y la operación se realizará a través de la ingle con anestesia local”, se afirma en un comunicado de prensa publicado en la página web del Palacio.

El médico personal del rey, Bjørn Bendz, dijo por su parte: “Su Majestad el Rey ha acudido a revisiones periódicas, y el informe que hemos realizado recientemente ha demostrado que esta intervención es necesaria para mejorar la respiración del Rey. Cientos de este tipo de operaciones se realizan al año en Rikshospitalet, y los operadores noruegos tienen mucha experiencia”.

Se amplía la baja por enfermedad

Tanto el rey como la reina Sonia cancelaron la visita prevista a la ciudad Trondheim este fin de semana, y serán reemplazados por el príncipe heredero Haakon, quien cumple las tareas del monarca durante la licencia de su padre. Harald V fue internado el pasado 25 de septiembre después de sentirse mal estando en la residencia real de Bygdø en Oslo y el príncipe tuvo que remplazarlo tanto en la reunión del Gabinete como en la apertura del parlamento.

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Haakon de Noruega presidió por primera vez la apertura del Storting por enfermedad del rey

Se trata de la primera vez en 56 años que Harald V se ausenta de la cita parlamentaria más importante del año.

Por primera vez, el príncipe heredero Haakon de Noruega pronunció el discurso del trono para los representantes electos del país durante una apertura parlamentaria fuertemente marcada por la pandemia del coronavirus.

Cada otoño durante los últimos 30 años, el rey Harald V viajó desde el Palacio de Oslo hasta el Storting (Parlamento) para pronunciar el discurso que el gobierno redacta y que marca el inicio de un nuevo año parlamentario. Antes de que el rey encabezara su primera apertura parlamentaria en 1990, también estuvo al lado de su padre durante años como príncipe heredero. Esta vez el monarca está de licencia por enfermedad después de haber sido internado por dificultades respiratorias.

“El rey Harald ha estado presente durante la inauguración anual del Storting un total de 56 veces, lo que representa más de un tercio de todos los Storting en toda la historia de Noruega. En los primeros años después de 1814, el Storting no se reunía anualmente. Casi una quinta parte (18 por ciento) de todos los parlamentos de Noruega se inauguraron con un discurso de apertura del propio rey Harald V”, informó el diario “Aftenbladet”.

“El gobierno cree que la crisis del coronavirus ha mostrado lo mejor de Noruega. Ahora quieren hacer todo lo posible para recuperar la vida cotidiana y asegurarse de que la gente tenga un trabajo al que ir”, leyó el príncipe en el hemiciclo del Storting, que también se vio afectado por las restricciones, con separaciones de plástico entre los asientos de los 169 legisladores. “El gobierno dice que espera que se pueda aprobar una vacuna hacia el cambio de año y que el servicio de salud pueda vacunar gradualmente a una proporción cada vez mayor de la población”, afirmó. “La esperanza es que podamos volver a vivir la vida como queremos”.

El edificio suele estar abarrotado durante la solemne inauguración del Parlamento, pero este año solo estuvieron presentes en el salón las más altas autoridades: los representantes de la familia real, los 169 representantes parlamentarios del país, el gobierno y la Corte Suprema. A los representantes electos tampoco se les permitió entonar la «Canción del Rey» y el himno nacional por razones de control de infecciones. En cambio, fueron los solistas del Coro de Solistas Noruegos quienes actuaron, desde la galería de la audiencia.

Ausente por primera vez en 56 años

El rey Harald V pronunció su primer discurso del trono cuando ejercía como regente en septiembre de 1990, cuando su padre, el rey Olav, estaba muy enfermo. Antes de ese momento, el rey Olav había presidido la sesión inaugural todos los años desde 1956, los dos primeros años como príncipe heredero cuando el rey Haakon VII estaba enfermo. En cuanto al príncipe Haakon, de 49 años, ha asistido con su padre en la inauguración parlamentaria desde que cumplió 18 años, cuando su padre pronunció su primer trono como rey en 1991.

A la ceremonia también asistió este viernes la reina Sonia, madre de Haakon, aunque este no siempre ha sido el caso. Antes de que el rey Harald V ascendiera al trono, la costumbre era que la reina solo estuviera presente cuando los nuevos representantes electos se reunían por primera vez después de una elección parlamentaria. Por lo tanto, hubo reacciones críticas cuando Harald quiso llevar a la reina Sonja a su primera apertura parlamentaria como rey en 1991. “La reina no tiene cabida en nuestro sistema constitucional”, dijo el líder del Partido Laborista, Gunnar Berge.