El calamitoso final de Cecilia de Grecia, la hermana del duque de Edimburgo

En 1937, una tragedia de aviación sembró dolor sobre el antiguo ducado alemán de Hesse-Darmstadt con la muerte de toda la familia real. La tragedia marcó la juventud del actual duque de Edimburgo.

El 16 de noviembre de 1937, a consecuencia de una intensa niebla ocurrió una espantosa catástrofe de aviación que causó gran emoción en la realeza europea. Un avión comercial, que habla salido de Frankfur por la tarde, y que no había podido aterrizar en Bruselas debido a las malas condiciones atmosféricas reinantes, intentó aterrizar en el aeropuerto de Steene, cerca de Ostende, pero chocó contra la chimenea de una fábrica, y una de las alas se desprendió.

La princesa Cecilia, una de las cuatro hermanas del príncipe Felipe de Inglaterra, se hallaba en ese avión. De 26 años y reconocida como la más hermosa de las cuatro hermanas, era la hija más joven del príncipe Andrés de Grecia y de la princesa germano-británica Alicia de Battenberg. Entre los restos del avión se halló el cadáver de un bebé recién nacido, por lo que se cree que la princesa entró en labor de parto hijo durante el vuelo, lo que podría explicar por qué el piloto intentó realizar un aterrizaje de emergencia y no programado.


Cecilia de Grecia, diez años mayor que su hermano Felipe, murió a los 26 años.
Cecilia de Grecia (der.) junto a sus hermanas Margarita, Teodora y Sofía

El esposo de Cecilia provenía del linaje de los soberanos de Hesse-Darmstadt, que durante décadas había sorteado numerosas calamidades familiares. Su abuela, la princesa Alicia de Inglaterra, había muerto en una epidemia de difteria en 1878 junto a varios de sus hijos, uno de ellos víctima de la hemofilia. Una de sus tías, Alix de Hesse, se convirtió en zarina de Rusia y fue ejecutada junto a su familia en 1918 por los bolcheviques. En la matanza también pereció la gran duquesa Isabel, hermana de Alix y princesa de Hesse-Darmstadt por nacimiento.

Cecilia de Grecia, que era una niña de diez años cuando su familia fue expulsada dramáticamente de su país a causa de una revolución, se casó a los 20 años en Darmstadt con Georg-Donatus, con quien tuvo tres hijos: el príncipe Luis nació en 1931, el príncipe Alejandro en 1933 y la princesa Johanna, nacida en 1936, y quien sobrevivió gracias a que se quedó en el hogar familiar de Darmstadt. Sería adoptada por su tío, Luis, pero murió de meningitis dos años después.

Boda de Cecilia de Grecia con Georg Donatus de Hesse, gran duque hereditario.
Los grandes duques hereditarios con sus hijos Luis y Alejandro.

En octubre de 1937 murió el padre de Georg Donatus, el gran duque Ernst Ludwig, último soberano del desaparecido trono gran ducal de Hesse. Unas pocas semanas después, la familia organizó un viaje a Londres para participar de la boda del príncipe Luis de Hesse (1908-1968), hermano de Georg Donatus, con la hija del diplomático británico Margaret Geddes (1913- 1997). El 16 de noviembre, la princesa Cecilia dejó a su pequeña hija en casa y abordó con su familia el vuelo con destino a Inglaterra.

El avión se desplomó vertiginosamente al suelo, estrellándose, y el combustible hizo que de un momento al otro el aparato quedara envuelto en llamas. Todos sus ocupantes fallecieron carbonizados: la gran duquesa Leonore de Hesse (66 años), el gran duque heredero (31 años) y su esposa Cecilia y sus dos hijos Luis y Alejandro, el barón Joachim Riedesel Freiherr zu Eisenbach (27 años) y la señora Lina Hahn, dama de compañía de la gran duquesa. También falleció el piloto Alfred Martens, así como la tripulación de tres hombres del Junkers JU 52.


El joven príncipe Felipe de Grecia, de 16 años, participó del cortejo fúnebre.

Un funeral masivo tuvo lugar el 23 de noviembre de 1937 en Darmstadt.

El príncipe Luis, su prometida y otros invitados a la boda se enteraron de la muerte de todos sus familiares en el aeropuerto, pero la boda siguió adelante a muy pequeña escala un día después del accidente. Después remplazaron su luna de miel por un viaje a Alemana, para participar de los funerales. En Alemania, una gran parte de la población lamentó la popular familia del ex gran duque Ernesto Luis, quien había fallecido solo 38 días antes. Georg Donatus era un nativo de Darmstadt, por lo que era muy cercano a sus ciudadanos.

El 23 de noviembre de 1937, todos los muertos fueron enterrados en el cementerio Park Rosenhöhe de Darmstadt. Cecilia y Georg Donatus eran miembros del incipiente Partido Nazi, y las fotos de su multitudinario funeral en Darmstadt muestran al joven príncipe Felipe, por entonces de 16 años, caminando como parte del cortejo fúnebre y rodeado de personas que realizan el saludo nazi. El ataúd del barón Joachim Riedesel zu Eisenbach fue trasladado a Lauterbach en Alta Hesse y, también con gran dolor por parte de la población, fue enterrado en la cripta familiar en Sickendorf el 22 de noviembre.

La familia real británica se mantiene «unida en oraciones» por el príncipe Felipe

Una alta fuente del palacio real dijo a la prensa que la preocupación de la familia y el personal es grande desde que «todos empezaron a descubrir que el duque no volvería a casa pronto».

La Familia Real británica se mantiene hoy «unida en oraciones» después de que el príncipe Felipe, esposo de la reina Isabel II, fuera trasladado el lunes a un hospital especializado para recibir tratamiento por una infección y una afección cardíaca

El duque de Edimburgo, de 99 años, recibió este lunes el alta médica y fue trasladado a otro hospital, donde permanecerá bajo observación por una dolencia cardiaca previa.

Una alta fuente del palacio de Buckingham fue citada por el diario «The Mirror» diciendo: «El personal y toda la Familia Real están unidos en sus oraciones por el Duque».

«Ha habido un esfuerzo colectivo y todopoderoso para mantenerlo a él y a la reina a salvo durante la crisis del coronavirus en los últimos 11 meses», agregó, refiriéndose al confinamiento que la reina Isabel II y el duque mantuvieron desde marzo de 2020.

Sin embargo, la fuente agregó que hubo «un cambio significativo en el estado de ánimo cuando todos empezaron a descubrir que el duque no volvería a casa pronto».

«Los pensamientos de todos ahora están firmemente centrados en él saliendo de esta enfermedad», agregó la fuente.

A través de un comunicado del Palacio de Buckingham confirmó que el príncipe Felipe fue trasladado del Hospital King Edward VII, en donde permaneció dos semanas, rumbo al St. Bartholomew, también en Londres, donde seguirán realizándole pruebas.

«El duque se siente cómodo y está respondiendo al tratamiento, pero se espera que permanezca en el hospital al menos hasta el final de esta semana», informó Buckingham.

El pasado 16 de febrero, Felipe, quien cumplirá 100 años en junio, fue ingresado por «precaución» después de que «se sintiese mal». Considerado el consorte en activo más longevo de la historia de la familia real británica, anunció su retirada de la vida pública en 2017.

Hace unos días, su nieto, el príncipe Guillermo, adelantó que Felipe se encontraba «bien» y que los médicos continuarían «vigilando» la salud de su abuelo.

Días más tarde, el príncipe Eduardo dijo en declaraciones a la cadena Sky News que su padre estaba mejorando. “Hasta donde yo sé, está mucho mejor, así que está deseando salir, que es lo más positivo”, dijo.

“Al igual que Meghan, Felipe luchó por encajar con la familia real”, afirma autor una nueva biografía del príncipe

A pocos meses de que el príncipe Felipe de Inglaterra, duque de Edimburgo, cumpla 100 años de edad, una nueva biografía del autor británico Ian Lloyd ofrece una visión fascinante de su larga e intensa vida.

El duque de Edimburgo siempre ha afirmado tener poco interés en su legado. Pero a medida que se acerca a su cumpleaños número 100, será consciente de que la privacidad pacífica que ha cultivado durante su jubilación probablemente se rompa, ya que el centro de atención recae sobre él una vez más.

Lloyd, autor de una nueva biografía The Duke: 100 Chapters In The Life Of Prince Philip cree al príncipe, esposo de la reina Isabel II, no le gustará ser el centro de atención durante su centenario y que, en última instancia, preferirá ser recordado no por sus errores sino por su servicio.

“Creo que le molesta”, dijo Lloyd a The Telegraph. “Michael Parker, el secretario privado del duque, dijo que su razón de ser es apoyar a la reina, en primer lugar, en segundo lugar y en tercer lugar”.

El autor asegura que el príncipe Felipe podría sentirse identificado con su hijo, Harry, y la esposa Meghan Markle, que decidieron dejar el palacio para llevar vidas independientes.

“El príncipe Felipe… tuvo que forjarse su propio papel”, dice Lloyd.

“Si Meghan le hubiera consultado sobre los problemas que tenía para adaptarse, no tengo ninguna duda de que él le habría contado los suyos”, dice. “Él la habría aconsejado. Pero también habría dicho ‘Baja la cabeza y sigue adelante’”

El duque de Edimburgo, agrega Lloyd, prefiere canalizar sus energías para hacer lo mejor de las cosas: “Felipe siempre tuvo un profundo respeto por la familia real. El deber lo era todo. No pensó: ‘¿Es esto apropiado para mí?’ No analizó demasiado”, dice.

“Esta idea de que tú también deberías tener realización personal no era algo que él hubiera considerado. Es una generación diferente”, agrega el autor.

Sin embargo, el duque siempre ha estado cerca de Harry: “Lo adora y ve mucho de sí mismo en él. El hecho de que Meghan sea la esposa de Harry no habrá ayudado. Definitivamente verá su decisión de mudarse al extranjero como un incumplimiento del deber”, dice Lloyd.

“El príncipe Felipe se habrá sentido muy decepcionado [con la partida de los Sussex] porque su enfoque en la vida es apoyar a la monarquía”, dice Lloyd.

“No le gusta la pompa de la realeza, los paseos, era algo que consideraba una pérdida de tiempo”, dice Lloyd.

“Le habría entristecido mucho que la realeza más joven no lo vea de esa manera. Harry tal vez pensó: ‘Bueno, nunca voy a ser rey, es solo un papel de paso’, pero eso es exactamente lo que Felipe tenía. Nunca ha sido el jefe de su propia familia y nunca ha tenido un papel protagónico. Creo que le resultó difícil, pero intentó adaptarse”.

En el palacio de Buckingham “realmente lo odiaban”

Felipe, nacido como un príncipe de Grecia en 1921, “viene de un entorno completamente diferente al de muchas de las personas que se han unido a la familia real”, dice el autor. “Él mismo es de la realeza … pero vino de esta infancia muy extraña con mucha adversidad”.

“Desde los nueve años, quedó prácticamente huérfano sin hogar permanente. Debe haber tenido un efecto tremendo en él”, dice Lloyd.

Al igual que con Meghan, la nacionalidad del duque afectó la forma en que fue recibido en el Reino Unido. “Había un elemento de xenofobia en algunas de las críticas [de Meghan]”, dice Lloyd. “Eso fue igual para Felipe. A pesar de que había servido en la Royal Navy, se le consideraba un extranjero y muchos no lo consideraban adecuado para una princesa británica”.

“El príncipe Felipe se habrá sentido muy decepcionado [con la partida de los Sussex] porque su enfoque en la vida es apoyar a la monarquía”, dice Lloyd.

El duque de Edimburgo resistió sus propios problemas al unirse a la familia real, aunque su caso apenas fue ayudado por los amigos aristocráticos del rey Jorge VI y la reina Isabel, quienes lo detestaban intensamente y se burlaban a sus espaldas.

Felipe “no les agradaba, no confiaban en él y se notaba”, dice Lloyd. “Era mucho más pobre que ellos y lo pasaron muy mal encajando. Realmente lo odiaban. Fue visto con gran sospecha, no solo por los cortesanos, sino también por los amigos del rey y al reina, que lo despreciaban”.

Cuando un ayuda de cámara abrió la maleta de Felipe en su primera visita a Sandringham House, se sintió “mortificado” al ver sus trajes remendados y sus calcetines zurcidos. El rey Jorge tuvo que prestarle ropa para la cena.

Y lo hizo, escribiendo a sus organizaciones benéficas para dejar en claro que no tenía ninguna intención de ser “un inquilino permanente” o simplemente un encabezado en el papel.

Qué lugar ocupa el duque de Edimburgo en la sucesión al trono británico

Aunque expatriado y despojado de sus títulos reales de Grecia y Dinamarca, Felipe tiene derecho de sucesión al trono que hoy ocupa su esposa.

Nacido como príncipe de Grecia y Dinamarca hace 99 años, el príncipe Felipe perdió sus títulos, su apellido y hasta su pasaporte cuando la monarquía desapareció en Grecia. Expatriado real a muy corta edad, adoptó el apellido de su familia inglesa -los Mountbatten- para establecerse en el Reino Unido con la idea de conseguir una esposa “conveniente”, siguiendo el consejo de su padre.

Pero aunque había nacido en la cocina de una pobre casa de Corfú y su primera cuna fue un cajón de frutas, el príncipe Felipe tiene más sangre azul que la mayoría de los demás consortes de la realeza europea.

Felipe de Grecia junto a su abuela, la marquesa de Milford-Haven, nieta de la reina Victoria de Inglaterra.

Curiosamente, el príncipe Felipe no es solo el consorte de la reina Isabel II, sino que también tiene derechos personales a la corona británica por ser descendiente de la reina Victoria. Los hereda a través de su madre, la princesa Alicia de Battenberg (1887-1969), nacida en el Castillo de Windsor en 1887. Su bisabuela, la reina Victoria, estuvo presente en su nacimiento y en su bautismo.

Alicia era hija de la princesa Victoria de Hesse (1863-1950), nieta de la reina Victoria, quien después de la Primera Guerra Mundial, cuando su marido el príncipe Luis de Battenberg adoptó el apellido inglés Mountbatten, pasaría a ser conocida como la Marquesa de Milford-Haven. Murió en el Palacio de Kensington, su residencia “de gracia y favor”, a los 97 años.

Felipe en los años ’60 con su madre, Alicia de Grecia.

La madre de la marquesa de Milford-Haven fue la princesa Alicia de Gran Bretaña (1843-1878), quien murió trágicamente durante una epidemia de fiebre tifoidea en Hesse-Darmstadt, donde vivía con su marido e hijos. Alicia era la tercera hija de la reina Victoria y la bisabuela del príncipe Felipe. Otra de sus hijas sería la última zarina de Rusia, Alix de Hesse, rebautizada Alejandra Feodorovna cuando se casó con el zar Nicolás II.

Al ser descendiente de la reina Victoria a través de su madre, Felipe tiene derecho a la corona británica y ocupa un sitio, aunque muy remoto, en la línea sucesoria, después de todos los miembros de la Casa de Windsor y de unos 600 descendientes de la reina Victoria. Se calcula que el príncipe Felipe se ubica alrededor del puesto 670 en la sucesión al trono inglés, inmediatamente después de los descendientes de su tío, Lord Mountbatten.

¿Tiene derecho al trono danés? El príncipe Felipe también es descendiente de Christian IX de Dinamarca (padre de su abuelo, el rey Jorge I de Grecia), por lo que al momento de su nacimiento en 1921 ocupó un puesto en la línea de sucesión danesa. Sin embargo, la Ley de Sucesión de 1953 eliminó los derechos de sucesión de su rama de la familia en Dinamarca, lo que hizo posible que una mujer heredara el trono si ahora tiene hermanos mayores o menores. Esto significó que la princesa Margarita se convirtió en la presunta heredera y se aseguró de que se convirtiera en la reina de Dinamarca. Esa ley también eliminó los derechos de sucesión de los miembros menores de la Casa de Glücksburg, lo que incluye al príncipe Felipe y a todos sus descendientes. Por otra parte, al momento de su renuncia a sus derechos al trono griego, en 1947, ocupaba el sexto lugar en la sucesión.

Nuevo confinamiento en Inglaterra vuelve a reunir a Isabel II y Felipe en Windsor

La pareja real pasará su 73º aniversario de bodas en el castillo donde se conocieron después de la II Guerra Mundial. La cuarentena se extenderá durante un mes.

La reina Isabel II de Inglaterra y su marido, el príncipe Felipe, volvieron a reunirse en el Castillo de Windsor para pasar junto segundo confinamiento nacional impuesto por el gobierno de Boris Johnson, confirmó el Palacio de Buckingham.

La pareja real había estado separada desde que la reina, de 94 años, regresó a Windsor el mes pasado para reanudar sus deberes reales mientras el consorte, de 99, permaneció en Sandringham. La pandemia del coronavirus los ha obligado a mantenerse alejados de Londres desde marzo.

Según reveló The Mail on Sunday, el regreso de Isabel II y Felipe al Castillo de Windsor, ubicado a 40 kilómetros de Londres, significa que la pareja estará junta para el nuevo período de cuarentena impuesto en Inglaterra (que se extenderá durante todo el mes) y pasará allí el 73 aniversario de bodas el 20 de noviembre.

“Felipe está dispuesto a pasar su aniversario con la reina”, dijo una persona allegada al diario The Sun.

Isabel y Felipe

Pasaron siete meses juntos en ‘la Burbuja de Su Majestad’ debido a Covid-19 este año y solo han estado separados por unas pocas semanas. También se ve como una oportunidad para que el personal de Sandringham se tome un descanso para que se sientan mejor trabajando en Navidad”.

El personal de Sandringham se ha quejado anteriormente de que las restricciones de la “burbuja” creada en torno de la reina, para mantenerla a salvo del coronavirus, los alejó de sus respectivas familias debido al patrón de turnos de tres semanas, más siete días de cuarentena obligatoria.

Según los informes de la prensa británica, se espera Isabel II y Felipe, con su aislamiento en Windsor, ayuden a calmar la tensión, después de que los trabajadores de la finca de Sandringham se “rebelaron” contra un plan para permanecer confinados durante la Navidad.

Se pidió a un equipo de unos 20 empleados que permaneciera en la finca de Norfolk de la monarca sin sus familias para apoyarla a ella, al príncipe Felipe y otros miembros de la familia real durante el período festivo. Pero se cree que el grupo, que se dice que involucra a trabajadores de limpieza, lavandería y mantenimiento, se amotinó porque no están dispuestos a aislarse de sus seres queridos durante cuatro semanas.

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Desaire real: por qué las hermanas del príncipe Felipe no fueron invitadas a su boda en 1947

Las conexiones de su familia con el nazismo, apenas dos años después de la Segunda Guerra Mundial, le crearon un enorme problema al consorte.

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Al príncipe Felipe de Inglaterra, duque de Edimburgo, se le negó el permiso para invitar a sus hermanas a asistir a su boda con la entonces princesa Isabel de Inglaterra en 1947. Felipe Mountbatten, nacido príncipe Felipe de Grecia, naturalizado inglés con el apellido Mountbatten y creado duque de Edimburgo solo tuvo a su madre, la princesa Alicia, a su lado cuando llegó al altar de la abadía de Westminster el 20 de noviembre de ese año.

Las hermanas de Felipe, las princesas Margarita, Teodora y Sofía de Grecia, se habían casado con miembros de la nobleza alemana mientras la familia intentaba recuperar las conexiones perdidas después de que su tío, Constantino I de Grecia, fuera derrocado en una revolución en 1922. Las hermanas tuvieron que conformarse con escuchar la ceremonia por la radio. En Westminster, la princesa Alicia ocupó la primera fila junto a sus hermanos, Lord Mountbatten y la princesa heredera Luisa de Suecia.

La cuarta hermana del príncipe, la princesa Cecilia, también se había casado con un duque hereditario alemán, Georg-Donatus de Hesse, pero había muerto con casi toda su familia en un terrible accidente de avión en 1937. El propio Felipe, un adolescente de 16 años, caminó detrás del cortejo fúnebre de su hermana en Darmstadt (Alemania), en una procesión formada por cientos de guardias con cruces esvasticas en sus uniformes y el público haciendo el saludo nazi al paso de los féretros.

El biógrafo real Philip Eade, explicó: «Las hermanas del príncipe Felipe no fueron invitadas a la boda porque estaban casadas con oficiales alemanes de alto rango, uno de ellos miembro de las SS. Su padre había muerto durante la guerra, así que el único miembro de su familia era su madre”. La comentarista real Ingrid Seward dijo por su parte: “Creo Felipe que estaba un poco herido. Pero probablemente fue la decisión correcta porque todavía había un sentimiento anti-alemán muy, muy fuerte en este país”.

Pero años más tarde pudo vengarse de los funcionarios del Palacio de Buckingham que impidieron que las princesas asistieran a la boda, cuando asumió un papel de liderazgo en la planificación de la coronación de su esposa, Isabel II. La narradora del documental ‘Philip: The King Without Crown‘ de Channel 5, Glynis Barber, dijo: «Esta vez, Felipe, como presidente de la Comisión de Coronación, pudo asegurarse de que sus tres hermanas estuvieran en la lista de invitados para presenciar el extraordinario evento».

Las tres hermanas del duque pudieron asistir y presenciar el paso final de su hermano hacia una vida de deber tanto para la reina como para la monarquía, con la coronación de su cuñada Isabel II en la Abadía de Westminster. “El príncipe Felipe tuvo que inclinarse y rendir homenaje a su esposa. Y dijo que era su vasallo”, explicó Seward. “Ese fue un momento simbólico en el que realmente había decidido que su vida iba a estar dedicada a su vida, que estaba dedicada a la monarquía. Básicamente, ambos habían renunciado a todo por el deber porque no tenía sentido que ella lo dejara todo por el deber si él no estaba preparado para hacer lo mismo y apoyarla”.

Durante muchos años, Felipe contó con la desaprobación del enorme aparato cortesano de Buckingham que, como la mayoría de los ingleses, lo despreció por los contactos de su familia con el nazismo. Él, sin embargo, se consideraba inglés: desde muy pequeño había sido educado en Inglaterra al cuidado de sus tíos, el marqués de Milford-Haven y el conde Mountbatten (hermanos de la princesa Alicia). Antes de la boda con Isabel, además, renunció a todos sus títulos extranjeros y adoptó el apellido inglés de su familia.

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