Un lugar entre tumbas medievales: dónde son sepultados los reyes y reinas de Dinamarca

Crespones negros cubrieron mástiles, balcones, puertas, tiendas y barcos de Copenhague en los días posteriores a la muerte de Federico IX, el último rey de Dinamarca muerto en ejercicio, hace 50 años.

Desde entonces reina la mayor de sus hijas, la popular reina Margarita II, quien ya tiene un sitio reservado en la catedral de Roskilde del siglo XII, el lugar de enterramiento de los reyes daneses durante los últimos 600 años.

Dónde son enterrados los reyes de Dinamarca

Funeral de Christian X en 1947.

Los reyes y reinas de Dinamarca son enterrados en la Catedral de Roskilde, a unos 35 kilómetros del centro de Copenhague. Pero antes de esto, siguiendo una tradición que data del año 1746, los ataúdes de los monarcas son expuestos al público en la Iglesia del Castillo de Christiansborg, en una ceremonia denominada “Castrum Doloris”.

Esta es la iglesia de la casa real por excelencia y una de las obras maestras del neoclasicismo en Dinamarca. La iglesia pertenece a las partes del castillo de Christiansborg que están disponibles para la casa real.

Las tumbas de Federico VIII y Luisa en Rosklde.

Ubicada en el Slotsholmen de Copenhague, se ha utilizado durante años para ceremonias de la iglesia para miembros de la familia real, bodas, confirmaciones y bautismos, como el del príncipe Christian en 2006.

Varios reyes daneses yacieron en castrum doloris en la iglesia rodeados de banderas, escudos de armas y estandartes, siendo las últimas veces en 2000, cuando el pueblo danés se despidió de la reina madre Ingrid, y en 2018, cuando murió el príncipe consorte Enrique, esposo de Margarita II.

Castrum doloris del rey Federico IX (1972)

La iglesia original fue construida entre los años 1738 y 1742 durante la construcción del primer Castillo de Christiansborg. Tras el incendio del palacio, en 1794, la actual iglesia fue construida entre 1813 y 1826 en estilo clásico por el arquitecto C.F. Hansen.

La iglesia volvió a incendiarse en 1992 tras ser alcanzada por un cohete de emergencia durante el carnaval. El fuego se desprendió del techo y la cúpula, y el templo se salvó por poco de no destruirse por completo. Después de la reconstrucción y restauración, la iglesia se inauguró en 1997 en relación con el 25 aniversario del reinado de Margarita II.

Profesión fúnebre del rey Federico IX en 1972.

Los restos reales son llevados en procesión a Roskilde

Los entierros de los reyes, en cambio, se realizan desde el siglo XV en la Catedral de Roskilde, donde actualmente hay un espacio designado para servir de tumba de Margarita II.

Desde el funeral de Margarita I en 1413, esta iglesia ha sido lugar de sepultura real con algunas excepciones, pero todos los reyes posteriores a Christian III, que murió en 1559, están enterrados allí.

Catedral de Roskilde

Se afirma además que tanto Harald Blåtand (Diente Azul) como su hijo, Svend Tveskæg, están enterrados en Roskilde. Sin embargo, se basa en fuentes inciertas, por lo que no se puede decir con certeza.

Fue Harald Blåtand quien designó a Roskilde como capital de Dinamarca en 960 y ordenó construir una pequeña iglesia de madera dedicada a la Santísima Trinidad en la ubicación de la catedral actual. La primera catedral de piedra, de estilo románico, se completó en 1080 y poco después se completó un monasterio.

Funeral del rey Federico IX en 1972.

En 1200, se inició una ampliación de la catedral. La nueva catedral era de estilo gótico y tenía el doble de altura que la antigua. La renovación del interior de la catedral comenzó en 1439, pero un incendio en 1443 quemó la catedral y tuvo que ser reconstruida.

Durante la Reforma, en 1538, la catedral dejó de ser un lugar de culto católico y se convirtió en un lugar de culto protestante. Allí actualmente hay decenas de tumbas de los reyes de las dinastías de Schleswig-Holstein, que reinó hasta 1863, y de su sucesora, la Casa de Glucksborg.

Mausoleo de los reyes Federico IX e Ingrid en Roskilde.

La reina Luisa, consorte de Christian IX, murió en septiembre de 1898 en el Palacio Bernstorff y fue sepultada en la Capilla Glücksborger de Roskilde. Ocho años más tarde, su viudo fue sepultado allí.

Las puertas del mausoleo volvieron a abrirse en 1912, después de la rocambolesca muerte del rey Federico VIII en Hamburgo. Su esposa, la princesa Luisa de Suecia, murió en Amalienborg y fue sepultada también en Roskilde.

Castrum doloris del príncipe Enrique (2018)

El rey Christian X, abuelo de Margarita II y quien se hizo célebre como símbolo de la resistencia a los nazis, murió en Amalienborg en 1947 y su cuerpo fue enterrado en Roskilde. Allí mismo sería sepultada cinco años más tarde la reina viuda, Alejandrina de Mecklemburg-Schwering, fallecidaa a los 73 años.

El último entierro de un monarca fue en 1972, cuando murió Federico IX, padre de Margarita. Sin embargo, su tumba no se encuentra en el interior de la catedral, sino en un mausoleo apartado en las afueras del templo, con vistas al mar que amaba el llamado “rey marinero”. Hasta que se terminó de construir esta capilla el féretro del rey reposó en la capilla de la parte noroeste de la catedral, donde descansan los restos de sus ancestros más cercanos.

Sarcófago que adornará la tumba de Margarita II.

Se sabe que la reina Margarita II será sepultada en Roskilde en una tumba sobre la que reposará un formidable catafalco diseñado especialmente para ella. Con un costo de 3 millones de euros, la construcción del “sarkofag” se inició en 2003: tiene más de tres metros de largo y pesa siete toneladas.

El catafalco sobre el que se apoya está elaborado con arenisca de Francia, país natal del príncipe Enrique y los tres pilares que lo sostienen, de granito danés, basalto feroés y mármol groenlandés: uno por cada uno de los tres países que reúne el Reino de Dinamarca. Las cabezas de elefante que adornan los tres pilares, moldeadas en plata, representan la insignia de la Orden del Elefante.

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Hace 46 años murió Knud de Dinamarca, el príncipe amargado que no pudo ser rey

En la milenaria dinastía danesa, una línea genealógica ininterrumpida conformada por medio centenar de monarcas, la reina Margarita II ocupa un lugar muy especial: es la primera mujer que reina de verdad.

Su predecesora y homónima, Margarita Valdemarsdotter (1353-1412) reinó en nombre de su hijo, Oluf II. Durante siglos, el ascenso de una mujer al trono danés estuvo vetado, hasta que en pleno siglo XX el rey Federico IX dio el primer paso hacia la igualdad sexual.

La nueva “Ley de Sucesión al Trono” promulgada el 27 de marzo de 1953, permitió la sucesión al trono de la princesa Margarita, la mayor de las tres hijas de Federico IX, y desplazó a un segundo lugar al hermano menor del rey.

El rey Christian X con sus hijos, el futuro Federico IX y Knud.

El príncipe destronado

El hermano menor, el príncipe Knud (1900-1976), estaba llamado a ser el siguiente rey danés. De hecho, en 1947 le fue otorgado el título de Príncipe Hereditario, ocupando desde entonces el primer lugar en la sucesión al trono, debido a que el rey Federico IX y la reina Ingrid solo habían tenido tres hijas mujeres.

En 1933 contrajo matrimonio con su prima hermana, la princesa Carolina Matilde (1912-1995), junto a la que llevó una activa vida social, muchas veces en representación de los reyes Federico e Ingrid. El matrimonio tuvo tres hijos. La princesa Elisabeth fue la mayor, nacida en 1935. En 1940 nació el príncipe Ingolf, destinado a ser el siguiente rey. En 1942 nació el príncipe Christian.

Los reyes Christian X y Alejandrina con sus hijos Federico y Knud.


En 1947, al llegar al trono Federico IX, se hizo evidente que la reina Ingrid no tendría más hijos. Los nuevos monarcas tenían tres hijas -Margarita, Benedicta y Ana María- y las leyes danesas indicaban que solo los hombres podían reinar.

Se nombró príncipe heredero a Knud, pero los daneses demandaron que la princesa Margarita fuera la siguiente reina. La necesidad de la nueva ley de sucesión separó al rey Federico de su hermano, y creó entre ellos una rivalidad que duraría toda la vida.

En 1933 Knud se casó con su prima hermana Carolina Mathilde de Dinamarca.


El referéndum de mayo de 1953 en el que la población danesa podía aprobar la sucesión femenina se convirtió en una elección entre la elogiada y muy inteligente familia del rey Federico y la familia del príncipe Knud, ridiculizada por “fea y estúpida”. El referéndum aprobó la nueva Constitución y la Ley de Sucesión recibió el apoyo del electorado.

En una entrevista concedida en 2010, el príncipe Ingolf recordó que fue ridiculizado al día siguiente del referéndum por todos sus compañeros en la escuela: había perdido la posibilidad de ser rey y eso era motivo de burla. La nueva Constitución y la Ley de Sucesión recibieron la aprobación real en un Consejo de Estado que tuvo lugar en el palacio de Christiansborg el 5 de junio de 1953.

Knud y Carolina Mathilde tuvieron tres hijos (Elisabeth, Ingolf y Christian)


Una enemistad que duró décadas

El entonces primer ministro Erik Eriksen dijo más tarde el historiador Tage Kaarsted que el príncipe Knud trató de sabotear la firma de la Constitución que le arrebataría el trono. Al salir de la reunión, el príncipe heredero Knud era apenas el cuarto en la línea de sucesión, por detrás de sus tres sobrinas, lo que consideró una traición por parte de su hermano.

A pesar de que ya no era el heredero de la Corona, se le otorgó el título de “Príncipe Hereditario”, lo que podía parecer irónico, ya que estaba claro que iba a heredar nada. Los hermanos casi no volvieron a hablarse y el príncipe Knud conservó toda su vida el dolor de haber sido despreciado por los daneses.

Knud y Carolina Mathilde tuvieron tres hijos (la princesa Elisabeth, única sobreviviente, y los fallecidos Ingolf y Christian)


“Creo que mis padres sólo vieron al rey Federico y la reina Ingrid cuando se reunían en las actividades oficiales”, recordó el príncipe Ingolf. El rey murió en enero de 1972 y su hermano Knud le sobrevivió unos años. “Le hubiera gustado mucho ser rey durante esos años”, dijo Ingolf, quien agregó que su padre “murió como un hombre amargado” durante el reinado de su sobrina Margarita II.

El príncipe Ingolf perdió su título cuando se casó con una plebeya en 1968 y adoptó el de “Conde de Rosenborg”. Recibe anualmente 1,5 millones de coronas danesas de la Lista Civil, como una especie de “compensación” por haber perdido el trono. Después de la muerte de su padre, sintió que era hora de poner fin al conflicto familiar y se acercó a su prima, la reina Margarita II, muy en contra de la voluntad de su madre.

El conde la convenció de que los problemas de la vieja generación no debían interferir en la relación de la generación joven, y desde entonces Ingolf y sus hermanos apoyaron a la reina en sus labores oficiales. Tras la muerte de Knud en 1976, Carolina Matilde salió poco de su residencia, y su frágil salud le impidió asistir a muchos acontecimientos familiares, pero tuvo tiempo de reconciliarse con la reina Ingrid antes de morir, en 1995.

Quién fue el príncipe Knud. Titulado príncipe hereditario, nació el 27 de julio de 1900 y fue bautizado Knud Christian Frederik Michael. Casado con la princesa Caroline-Mathilde de Dinamarca, prima hermana suya (1912-1995), tuvo tres hijos: la princesa Elisabeth, Ingolf y Christian, que perdieron sus títulos principescos por sus matrimonios, adoptando los títulos de Condes de Rosenborg. La familia vivió durante muchos años en el castillo de Sorgenfri y en Klitgaarden en Skagen. Knud murió el 14 de junio de 1976.

El castillo de Fredensborg, corazón de la monarquía danesa, celebró sus tres siglos de vida

La reina Margarita II de Dinamarca participó el 17 de mayo de 2022 en la celebración del 300 aniversario del Castillo de Fredensborg, una de las residencias oficiales de la monarquía danesa, ubicado a unos 40 kilómetros de Copenhague.

El castillo fue construido como un hogar de recreo para el rey Federico IV por el arquitecto JC Krieger, quien comenzó la construcción en 1719. El edificio principal fue consagrado en 1722 mientras que la iglesia, escenario de múltiples bodas, bautizos y funerales reales, en 1726.

Posteriormente, el castillo fue reconstruido y ampliado por los arquitectos Nicolai Eigtved, L. de Thurah y CF Harsdorff durante los reinados de Christian VI, Federico V y de su segunda esposa, Juliana María de Brunswick-Wolfenbüttel-Bevern, a finales del siglo XVIII.

Después de la muerte de la reina Juliana María, en 1796, el castillo se usó pocas veces y no fue sino hasta el reinado de Christian IX (1863-1906)) y la reina Luisa que la residencia volvió a ser el hoga principal de la monarquía danesa.

Christian IX, apodado “suegro de Europa” porque sus hijos casaron con príncipes y monarcas extranjeros, reunía en Fredensborg a varias generaciones de su familia cada verano. Desde entonces, el castillo fue escenario de bodas, aniversarios y fiestas de cumpleaños de la familia real y la reina Margarita lo ocupa durante seis meses al año, en primavera y otoño.

El castillo también sirve como sitio de recepción a los jefes de Estado de todo el mundo en visita oficial, y es allí donde los embajadores de otros países entregan sus cartas credenciales a la reina. Durante las visitas de estado, existe la tradición de que el dignatario visitante escriba su nombre con un diamante en uno de los cristales del castillo.

Uno de los rincones más espectaculares del castillo es la Sala de la Cúpula (Kuppelsalen), de inmensas proporciones, que hoy, como hace tres siglos, se utiliza como salón de bailes y de otras galas de los más principales eventos de la Casa Real, como bodas y banquetes de estado.

El jardín del castillo de unas 120 hectáreas fue diseñado por JC Krieger con, entre otras cosas, siete callejones que irradiaban desde el castillo en forma de abanico y atravesaban el bosque circundante. Fue remodelado por Nicolas-Henri Jardin en la década de 1760 y, entre otras cosas, está adornado con impresionantes esculturas de Johannes Wiedewelt.

El rey que murió en un taxi de Hamburgo y nadie supo quién era

El 15 de mayo de 1912, los habitantes de Dinamarca despertaban sorprendidos por la noticia de que el rey Federico VIII había muerto de forma inesperada. El rey Federico y su esposa la reina Luisa habían viajado días antes a la ciudad alemana de Hamburgo, donde pasarían un tiempo para dirigirse luego a la Riviera Francesa, donde planeaban descansar para calmar sus enfermedades. Federico VIII estaba acompañado también por sus hijos menores, las princesas Thira y Dagmar, y el príncipe Gustavo.

El monarca, de 69 años, estaba sufriendo de una leve afección cardíaca y viajaba bajo el nombre de incógnico de «Conde Kronberg». La familia real se alojaba en el Hotel Hamburger Hoff, cerca del Jungfernsteg, que ahora es un importante centro comercial de Hamburgo. El hotel estaba ubicado no muy lejos de la elegante calle Schwiegerstrasse, y del «barrio rojo» de Hamburgo, que estaba repleto de burdeles y bares.

Después de la cena, el rey dijo que le gustaría dar un pequeño paseo por la Schwiegerstrasse. A 300 metros del hotel, el rey Federico VIII cayó desplomado en la calle. En sus últimos instantes, el rey fue subido a un taxi y se le preguntó dónde se alojaba, pero la muerte no le permitió dar su nombre. Como no tenía documentos de identidad con él, la policía concluyó por su vestimenta que era un hombre de alcurnia.

La policía llevó el cadáver al hospital municipal, donde las autoridades enviaron el cadáver a una morgue pública donde permaneció, según el New York Times, “olvidado y sin atención durante cinco horas entre otros ocho cuerpos no reconocidos.

federico viii 2

Los médicos declararon que su muerte fue fulminante a causa de una apoplejía, pero nadie conocía la identidad de este distinguido hombre. Eran tiempos en los que las fotografías y los filmes no estaban difundidos popularmente, y no era fácil reconocer a la gente famosa a simple vista.

Al notar que el rey no había regresado al hotel, su valet se dirigió a la jefatura de la policía para dar una descripción exacta del rey para que fuera buscado en restaurantes y burdeles, pensando que Federico VIII había decidido “explorar la ciudad de noche”. Al recibir la descripción, los oficiales recordaron haber llevado a la morgue a un “anciano bien vestido de identidad incierta” que había sido encontrado muerto en una plaza.

LOS REYES MUEREN EN SU CAMA

Tras ser denunciada la desaparición del Rey de Dinamarca, su cuerpo fue reconocido en el depósito de cadáveres y llevado al hotel a las 4 de la mañana, donde fue vestido y acostado dignamente en la cama de su habitación. Dos horas más tarde, la reina Luisa y sus tres hijos fueron despertados con la noticia. Tras haberlo visto partir a pie, tan solo unas horas antes, la reina Luisa recibió el cadáver de quien había sido su marido durante más de cuarenta años.

El Hamburger Hoff izó una bandera danesa a media asta y, antes de viajar con rumbo a Copenhague, la reina emitió una declaración a los ciudadanos de Hamburgo, agradeciéndoles por el amor y los cuidados que habían mostrado a su esposo. Al día siguiente de ser sorprendido con la noticia, el príncipe heredero fue proclamado rey de Dinamarca con el nombre de Christian X. 

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El último consorte de sangre azul: cómo se relacionaba el príncipe Felipe con la realeza europea

El príncipe Felipe, esposo de la reina Isabel II de Inglaterra durante 73 años, era el último consorte de sangre azul de las monarquías reinantes de Europa, aunque hasta 2014 compartió el mérito con su “prima” la reina Sofía de España, cuyo esposo, Juan Carlos I, abdicó a trono ese año.

El príncipe Felipe nació en Grecia, como miembro de las familias reales griegas y danesas, y su título real de nacimiento fue “Príncipe de Grecia y Dinamarca”, aunque está relacionado con otras familias reales dentro de Europa gracias a sus ilustres ancestros.

La monarquía griega es en realidad relativamente nueva, creada por la Conferencia de Londres de 1832 que tenía como objetivo establecer un gobierno estable para el país. La primera corona griega se ofreció al príncipe Leopoldo de Sajonia-Coburgo- Gotha, tío del príncipe consorte Alberto, esposo de la reina Victoria Inglaterra.

Los príncipes Andrés y Alicia de Grecia con sus hijas (Margarita, Teodora, Cecilia y Sofía) y el príncipe Felipe.
El príncipe Felipe (der) con su primo Miguel de Rumania (izq) y parte de las familias reales de Rumania y Grecia.

Leopoldo no estaba interesado en ser el primer rey de Grecia, pero más tarde fue elegido rey de los belgas, y la corona helenica fue aceptada por el príncipe Otto de Baviera, de la histórica dinastía Wittelsbach. Reinó durante 30 años antes de ser depuesto, y en 1862 comenzó la búsqueda de un rey, ya que el rey Otto y su esposa, Amalia, no tuvieron descendencia.

La mayoría de los griegos prefería que el príncipe Alfredo, el segundo hijo de la reina Victoria, fuera rey, pero ella se negó a someter a su hijo a un cargo “secundario”. El trabajo finalmente fue tomado por el príncipe Guillermo de Dinamarca de la Casa de Glucksburg, el segundo hijo del monarca danés, de 17 años.

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En 1863, el joven príncipe danés se convirtió en Jorge I, rey de los helenos y cuatro años más tarde, tras un viaje a San Petersburgo, se casó con la gran duquesa Olga Constantinovna de Rusia, sobrina del zar Alejandro II. El padre del príncipe Felipe, el príncipe Andrés, fue el séptimo hijo de Jorge y Olga.

El príncipe Andrés se casó en 1903 con la princesa germano-británica Alicia de Battenberg, un nombre que luego la familia rebautizó como Mountbatten cuando el sentimiento antialemán hacía estragos en el Reino Unido. La princesa era nieta de la princesa Alicia, hija a su vez de la reina Victoria.

Los abuelos paternos de Felipe: la reina Olga y el rey Jorge I de Grecia.
Los abuelos maternos de Felipe: el 1º marqués de Milford-Haven y la princesa Victoria de Hesse.

El príncipe Andrés y la princesa Alicia habían conocido en Londres en la coronación del rey Eduardo VII en 1902, un pariente que tenían en común. Eduardo VII era el tío de Andrés ya que estaba casado con Alejandra de Dinamarca, hermana mayor del rey Jorge de Grecia. Además, Eduardo VII también era el tío abuelo de Alicia.

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La familia real griega fue destituida en 1924, cuando el príncipe Felipe (quinto de los hijos que tuvieron Andrés y Alicia) todavía era un bebé y pasó a vivir como un verdadero refugiado en las cortes reales de Europa. Para entonces, su tía materna, Lady Luisa Mountbatten, ya estaba casada con el príncipe heredero Gustavo Adolfo de Suecia, quien colaboró financieramente con la educación de Felipe.

El joven príncipe se educó en Francia y Alemania, y posteriormente se trasladó a Londres, donde vivió en el Palacio de Kensington con su abuela materna Lady Victoria Mountbatten, marquesa de Milford-Haven, y su tío Lord George Mountbatten. Asistió a Cheam School, luego Gordonstoun en Escocia, antes de unirse a la Royal Navy en 1939 a la edad de 18 años.

Los reales primos del duque de Edimburgo

En 1934, la princesa Marina de Grecia, una prima hermana de Felipe (hija del príncipe Nicolás de Grecia y la gran duquesa Elena de Rusia) se casó con el duque de Kent, hijo del rey Jorge V de Inglaterra. El joven Felipe, de 13 años, asistió a la boda en Westminster que consagró a su prima como duquesa de Kent y miembro de la familia real más prestigiosa de Europa. Sus hijos son el duque de Kent, la princesa Alejandra y el príncipe Miguel, primos hermanos de la reina Isabel II.

Los padres de Felipe, la princea Alicia de Battenberg y el príncipe Andrés de Grecia.
La princesa Alicia pasó los últimos años de su vida en Londres y murió en el palacio de Buckingham en 1969.

La vasta lista de primos hermanos de Felipe incluyen, además de los reyes Jorge II, Alejandro I y Pablo I de Grecia, a Elena de Grecia, reina madre de Rumania y protagonista de un dramático matrimonio con Carol II; la princesa Irene, miembro de la familia real italiana por su matrimonio con el duque de Aosta; y la princesa Catalina, que se convirtió en una lady inglesa al casarse con un súbdito británico y abandonar su título principesco.

La lista de primos hermanos del duque de Edimburgo se completa con la gran duquesa María Pavlovna de Rusia, casada con el príncipe Guillermo de Suecia y autora de dos importantes autobiografías; y su hermano Dimitri Pavlovich, recordado por haber participado del complot para asesinar al monje Grigori Rasputin, odiado por la nobleza rusa por su nefasta influencia en los zares Nicolás II y Alejandra de Rusia.

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Pero Felipe emparentaba con la familia imperial rusa también a través de su madre. La hermana de su abuela materna, la princesa Alix de Hesse-Darmstad, concretó en 1894 su matrimonio con el último zar, Nicolás II, y adoptó el nombre de Alejandra Feodorovna. Ambos reinaron hasta ser derrocados en 1917 y fueron asesinados por los bolcheviques un año más tarde en Ekaterimburgo.

El príncipe Felipe mantuvo una relación cercana también con su primo Miguel I, último rey de Rumania. Nacido en 1921 (unos meses después de Felipe), Miguel era hijo de la princesa griega Elena y juntos pasaron varias temporadas vacacionales, y compartieron juegos, ya que tenían la misma edad. También nacida en 1921, la princesa Alejandra, hija del rey Alejandro de Grecia y última reina de Yugoslavia, fue una figura cercana a Felipe durante su juventud y llegó a escribir una biografía del príncipe.

Los últimos reyes de Grecia

La familia real griega regresó del exilio en 1935 después de que un referéndum mostrara que el 98 por ciento del país quería restablecer la monarquía. El primo hermano de Felipe, Jorge II (hijo de su tío Constantino I), se convirtió en rey. Pero en 1941, durante la Segunda Guerra Mundial, los miembros de la familia real se vieron obligados nuevamente a exiliarse después de que los alemanes invadieron.

La familia real regresó al trono griego nuevamente en 1946, pero Jorge II murió un año después y su hermano Pablo se convirtió en rey hasta su muerte. Un año más tarde, Felipe se casó con la princesa Isabel y su esplendorosa boda en Londres reunió a una multitud de parientes. Entre ellos se encontraban su tío Jorge de Grecia, casado con la princesa María Napoleón, quienes también habían contribuido a la crianza de Felipe.

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Sobrina de Felipe, la princesa Sofía de Grecia (hija del rey Pablo) contrajo matrimonio en 1962 con el príncipe Juan Carlos de Borbón, futuro rey de España y rey emérito desde su abdicación. El actual rey español, Felipe VI, y el duque de Edimburgo comparten, además del nombre, dos ancestros comunes: Jorge I de Grecia y la reina Victoria.

En 1964, a la muerte del rey Pablo, Constantino II se convirtió en el último rey de Grecia. Constantino y su esposa, Ana María de Dinamarca, vivieron en Hampstead en Londres durante muchos años y solo se les permitió regresar a vivir a Grecia en 2013. El hijo mayor del rey Constantino, el príncipe heredero Pablo, se casó Marie-Chantal Miller, hija del cofundador de DFS (Duty Free Shops), Robert Miller.

Obras de arte de Margarita II de Dinamarca son vendidas con el seudónimo “Ingahild Grathmer”

Dos acuarelas que fueron puestas a la venta por la casa de subastas danesa Bruun Rasmussen a principios de semana, en el marco de una subasta de diseño y arte moderno, llamaron la atención entre los observadores.

De los 469 objetos que fueron ofrecidos, las dos acuarelas que se vendieron juntas llevan la firma “IG”, que significa “Ingahild Grathmer”. Sin embargo, no hay ningún artista llamado Ingahild Grathmer en Dinamarca.

Detrás de la firma se esconde la reina de Dinamarca, Margarita II, una reconocida artista. Sus acuarelas se valoraron en 10.000 coronas danesas (unos 1.600 dólares). Pero después de que la conexión con la reina se hizo conocida entre las partes interesadas, comenzó una puja intensiva: tras 46 ofertas, un comprador llegó a pagar casi 8.000 dólares por ellas.

“Evidentemente, existe un gran interés entre los amantes del arte que gustan de las pinturas de la reina. Entonces siempre se puede discutir cuál es el precio correcto, pero debe ser el precio que el mercado está dispuesto a pagar”, explicó Niels Raben, jefe del departamento de arte moderno de Bruun Rasmussen, a la revista Se og Hør.

¿Cómo terminaron las pinturas en una subasta? El diario sueco Expressen explicó que las dos acuarelas fueron un regalo personal de la reina al historiador de arte Erik Fischer en 1978, según se puede leer en el reverso de las obras. Después de eso, las pinturas cambiaron de dueño varias veces y finalmente terminaron en la casa de subastas.

La reina Margarita II es una artista muy talentosa

Se sabe desde hace mucho tiempo que la reina Margarita II es una artista muy talentosa y dedica por completo todos los jueves a sus grandes pasiones artísticas. En enero de 2012, 130 pinturas acrílicas, acuarelas y collages creados por la monarca tuvieron su propia exposición en el Ark’s Art Museum de Copenhague.

“Margarita no es solo una reina, también es una artista activa, es fantástico que detrás de la fachada de la reina se esconda una artista visual real y comprometida”, dijo entonces el director del museo, Christian Gether. “Es un una persona abierta, vulnerable y buscadora que logra traducir los pensamientos existenciales humanos en arte simple y claro”, agregó.

Margarita II alentó a Dinamarca a rescatar “lo que realmente importa” de un 2020 “inimaginable”

La reina dijo que la crisis económica la “afectó mucho” e instó a “tomar las buenas lecciones aprendidas y organizar nuestra vida de acuerdo con ellas”.

La reina Margarita II de Dinamarca ha enviado sus deseos de “mucha alegría” para el año 2021 con un muy personal mensaje centrado en las lecciones que debería dejar la pandemia del coronavirus en las vidas de los seres humanos. “Miramos hacia el futuro con confianza y expectativa, y miramos hacia atrás: ¿salió el año como esperábamos? ¡No! El año 2020 nos trajo lo que nadie había imaginado”, dijo la reina, de 80 años, en el mensaje televisado.

“La crisis ha provocado cambios, tanto a nivel personal como social”, reconoció la monarca, quien pidió a los daneses “asegurarse unos a otros de que, al otro lado de la crisis, recordemos lo que hemos pasado”. Tomemos las buenas lecciones aprendidas y tratemos de organizar nuestra vida de acuerdo con ellas”, instó y continuó:

“En febrero, el coronavirus golpeó Europa y, a principios de marzo, grandes sectores de la sociedad danesa tuvieron que confinarse. La pandemia ha cambiado a toda la sociedad: ha cambiado nuestra vida cotidiana, hemos tenido que hacer muchas cosas de otra manera, evitar el contacto, mantener la distancia, quedarnos en casa, trabajar de formas diferentes a las que estamos acostumbrados.

“Nos enfrentamos a una enfermedad que nadie conocía y contra la que no teníamos medicamentos. Fue alarmante y resultó necesario llevar a cabo restricciones de gran alcance en nuestra vida diaria. Las calles llenas de gente quedaron desiertas. Muchos, sobre todo los ancianos, tuvieron que prescindir de su estrecho contacto con familiares y amigos.

“Con gran preocupación observamos el número de personas infectadas y hospitalizadas, y el número de muertes, que pronto aparecieron. Fue grave. Eso lo entendimos. Pasó factura a todos, pero, forzados por las graves circunstancias, surgieron nuevas ideas sobre cómo podríamos vivir con la crisis y superarla. La gente se reunía en red, trabajaban desde casa, salían a pasear por la naturaleza donde era posible y tal vez disfrutaron la primavera con más intensidad que nunca.

Cuando se acercó el verano, la presión disminuyó. Seguíamos sin poder ir al extranjero, pero nos quedamos en casa. Dimos paseos por el bosque de hayas verdes, fuimos a la playa, la hermosa playa danesa, redescubrimos o experimentamos, quizás por primera vez, cuántos lugares maravillosos y diversos hay en Dinamarca, a veces “a la vuelta de la esquina”.

“Creo que muchos han tenido una experiencia reveladora con respecto a nuestra hermosa naturaleza y la calma que puede brindarnos en situaciones en las que estamos bajo presión. El clima se ha beneficiado durante la crisis; vale la pena prestarle atención y es importante que sigamos cuidando bien la naturaleza.

“En otoño, el coronavirus regresó, más rápido de lo esperado y con fuerza renovada. Fueron necesarias nuevas restricciones, pero afortunadamente no tan trascendentales como hemos visto en otros lugares de Europa donde se han impuesto toques de queda. Sin embargo, las empresas se han visto obligadas a declararse en quiebra y muchos han perdido sus puestos de trabajo. Por causas ajenas a ellos, muchos han visto caer el trabajo de su vida. Esto me ha afectado mucho”.

La reina danesa alentó a los ciudadanos a reflexionar: “¿Qué es lo que realmente nos importa, como sociedad, como seres humanos? ¿Qué lecciones hemos aprendido? ¿Y qué podemos llevarnos?” “Cuando hemos perdido algo o hemos tenido que prescindir de algo, aprendemos a apreciar lo que tenemos. Hemos experimentado cuánto significa nuestro contacto con otras personas, cuán importantes son los vínculos estrechos para todos nosotros y cuán esencial es la confianza, en los demás, y en la sociedad de la que todos formamos parte”, dijo.

Margarita II dijo que espera que “las cosas se muevan pronto en la dirección correcta” aunque advirtió quenos esperan algunos meses más de invierno”, respecto a la pandemia. “Debemos seguir viviendo con restricciones, y no ha sido muy divertido, especialmente durante la época navideña”, reconoció. “Sin embargo, no nos desanimemos, sigamos practicando la precaución y la consideración al socializar con los demás. Es motivo de alegría y aliento que la vacuna sea ahora una realidad y que haya comenzado la vacunación”.

“Esta noche nos despedimos de un año extraño. No nos olvidaremos de 2020”, dijo para finalizar su mensaje, en el que agradeció especialmente la tarea del personal de salud y otros sectores que desempeñaron trabajos vitales durante la crisis sanitaria. “Este año ha sido una prueba de fuego, pero hemos demostrado que a la hora de la crisis podemos unirnos, y logramos encontrar momentos de luz, a pesar de las privaciones y la incertidumbre”.

Video: primera aparición pública de Christian de Dinamarca tras superar el Covid-19

El nieto de Margarita II, que pasó dos semanas en aislamiento junto a su familia en en Copenhague, aparece en un video publicado con motivo de la Navidad.

El príncipe Christian de Dinamarca, de 15 años, fue visto por primera vez en público 15 días después de haber sido diagnosticado con Covid-19.

El segundo en línea de sucesión al trono danés apareció junto a su familia en un video publicado por la casa real en Instagram en la que encienden velas navideñas en su residencia oficial.

La familia del príncipe heredero Federico ingresó en cuarentena el pasado 7 de diciembre después de que el hijo mayor dio positivo al Covid-19 tras el hallazgo de un caso en la escuela a la que asiste y no tuvo contactos con otros miembros de la familia real, incluyendo a la abuela, la reina Margarita II, con la única excepción de sus padres y tres hermanos.

Como medida preventiva, la familia de Federico se aisló en el palacio de Federico VIII, en Copenhague, donde reside. Posteriormente tanto el príncipe heredero como su esposa, la princesa Mary, y sus otros hijos -los príncipes Isabella, Vincent y Josephine- se realizaron pruebas de coronavirus que dieron resultado negativo.

Esta semana, pasarán la navidad en su residencia del palacio de Amalienborg, mientras la reina Margarita II celebrará la ocasión en compañía de su hijo menor, Joaquín, y su familia, en el castillo Marselisborg.

Desde el comienzo de la pandemia, Dinamarca registró más de 132.000 contagios y 1.020 muertos sobre 5,8 millones de habitantes, clasificándose entre los países más afectados de Europa.

Pero el aumento de los casos fue exponencial durante varias semanas, y el gobierno anunció la introducción a principios de diciembre nuevas restricciones sociales, como el cierre de colegios, escuelas superiores, universidades, bares, restaurantes y centros deportivos.

Documental revive el clamor de Enrique de Dinamarca en sus últimos años: «Quiero una identidad»

Casi tres años después de su muerte, grabaciones de audio inéditas formarán parte de un nuevo documental sobre el esposo de la reina Margarita II.

Un nuevo documental sobre el príncipe Enrique de Dinamarca revelará los sentimientos del fallecido esposo de la reina Margarita II durante sus últimos años de vida y la frustración que sufría por no ser titulado “rey”. “Quiero una identidad. Estoy sin identidad y sin igualdad”, dice en el documental el príncipe consorte, fallecido en 2018.

A través de grabaciones de audio, que nunca antes se habían reproducido en público, nos acercamos al príncipe Enrique y su lucha por encontrar su lugar en Dinamarca y su papel como marido de la reina”, anunció la cadena DR1 en un comunicado de prensa.

El príncipe Henrik de Dinamarca estuvo constantemente a la sombra de su esposa, la reina Margrethe, y nunca aceptó su papel secundario. Sus últimos días de vida se volvieron oscuros, su demencia lo atormentó severamente y expresó en varias ocasiones lo insatisfecho que estaba con la situación de ser el esposo de la reina que no era rey.

“Era emocionante y divertido, pero también temperamental”, dijo la periodista Stéphanie Surrugue, biógrafa del príncipe y colaboradora del documental. “No tengo miedo de ofender a nadie, porque lo conocí muy bien durante los años que trabajamos juntos. No tengo miedo de mostrar las múltiples facetas de Enrique. Fue maravilloso, pero también duro”.

El príncipe era muy divertido, muy sensible, muy terco, muy talentoso, irónico y un amante de la vida que amaba la buena comida”, dijo Surrugue. “Escuchar su voz de nuevo y recordar lo honesto que eligió ser y la confianza que eligió mostrarme, en realidad ha sido una agradable sorpresa recordarlo”, agregó.

En los últimos años, expresó cada vez más su amargura, y culminó cuando anunció que no quería ser enterrado al lado de su esposa en la Catedral de Roskilde como estaba planeado. Seis meses después murió en el castillo de Fredensborg a los 74 años.

A principios de este año, la reina Margarita II habló sobre cómo fue la última vez que estuvo con su esposo y contó sobre la demencia de su esposo: “Empecé a notar que no todo estaba como de costumbre. Pero cuando se trata de la demencia, se necesita un tiempo antes de que comprenda qué está mal. No fue fácil los últimos años, él no estaba bien”, dijo la soberana.

Margarita II conoció al francés Henri-Marie-Jean André de Laborde de Monpezat, en una cena en Londres en 1965 y estuvo tranquilamente casada con él durante 53 años. Pero los últimos tiempos fueron muy amargos: “Es difícil ser familiar de una persona que sufre demencia porque esa persona cambia. No es la misma persona con la que ha vivido durante tantos años”, dijo la reina.

Margarita II de Dinamarca tendrá una Navidad atípica, marcada por la pandemia

La reina estará en el sur de Jutlandia y no en el castillo de Marselisborg, donde celebra la Navidad desde hace 40 años.

Falta menos de un mes para la víspera de Navidad y la casa real de Dinamarca se está preparando para unas fiestas que este año serán atípicas, marcadas por la pandemia del coronavirus, y por la necesidad de proteger a la reina Margarita II, de 80 años, de una posible infección.

Con frecuencia, la reina Margarita II y su esposo, el fallecido príncipe Enrique, han celebrado la Navidad en el castillo de Marselisborg, en Aarhus, una tradición que no se interrumpió desde 1969. Pero este año pasará la celebración cristiana en Castillo de Schackenborg, en Møgeltønder, en el sur de Jutlandia, con su hijo menor y su familia, que vivieron allí hasta 2014, cuando la familia se mudó al norte de Copenhague.

El año pasado, el príncipe, su esposa, la princesa Marie, y los dos hijos de la pareja, el príncipe Henrik de 11 años y la princesa Athena, de 8 años, se mudaron a Francia, pero la familia regresará a Dinamarca a finales de diciembre para pasar la Navidad con la reina. Los dos hijos mayores de Joaquín, Nicolás, de 21 años, y Félix, de 18 (hijos de la exprincesa Alejandra), también estarán en Nochebuena en Schackenborg, según un comunicado de prensa de la Familia Real.

CASTILLO DE SCHACKENBORG, JUTLANDIA

“Si toda la familia real se reuniera, entrarían en conflicto por la prohibición de reuniones sociales, que se ha reducido a 10 personas”, dijo el diario online Nyheter24. Por ello, el príncipe heredero Federico, de 52 años, y su esposa Mary se quedarán en Copenhague y pasarán la Navidad en el Castillo de Amalienborg con sus cuatro hijos, Christian, Isabella, Vincent y Josephina.

El castillo de Schackenborg fue propiedad de la familia Schack hasta mediados del siglo XX. El último heredero finalmente entregó el castillo a la familia real en la década de 1970, razón por la cual una parte se convirtió en la residencia privada del príncipe Joaquín. Desde 2014 solo ha sido el segundo hogar de la familia y está abierto al público.

La familia real danesa también tiene la tradición de ir a la iglesia en Nochebuena, pero en el comunicado de prensa de la Casa Real no se desprende si las restricciones sanitarias del coronavirus afectarán esta actividad.

Margarita II de Dinamarca se recluye más a medida que Covid avanza en Europa

Más restricciones para evitar los contagios de coronavirus se imponen en el reino escandinavo y afectan la agenda de la soberana, de 80 años.

Después de haber tenido que cancelar las celebraciones de su 80 cumpleaños en abril y de haber pasado varios meses en confinamiento por la pandemia de Covid, la reina Margarita II de Dinamarca se alejará aún más de las actividades oficiales. En riesgo a causa de su avanzada edad, la soberana acaba de cancelar las audiencias públicas del Palacio de Christiansborg, toda una tradición real, y se cree que los daneses no volverán a ver a la soberana en público durante mucho tiempo.

“Es un momento difícil con muchos desafíos debido a la situación de la corona, y para la familia real hoy es triste verse obligada a anunciar a muchos daneses que no podrán acudir a una audiencia”, dijo la corte tras anunciar la cancelación de actividades.

Según explicó Royal Central, las audiencias públicas se llevan a cabo muchas veces al año, durante todo el año, y a ella pueden asistir personas que, por ejemplo, hayan recibido una medalla real o una orden real sin inscripción previa. En tal oportunidad, pueden ser recibidas por la reina en el palacio.

Anteriormente, la casa real anunció que se suspendían los banquetes de gala que la reina suele ofrecer al gobierno, el parlamento y el cuerpo diplomático con motivo de Año Nuevo.

El Gobierno de Dinamarca endureció en los últimos días las limitaciones vigentes por la pandemia , una decisión tomada ante el aumento de los nuevos contagios, que alcanzaron nuevos récords. Así, desde esta semana, kioskos y supermercados no pueden vender alcohol desde las 22.00 horas, la misma hora a la que los bares tendrán que cerrar. Del mismo modo, las reuniones sociales se redujeron desde 50 personas hasta 10. Además, el uso de mascarillas volvió a ser obligatorio en cualquier edificio que cuente con un acceso público, como supermercados, hospitales o escuelas, al igual que lo es en el transporte público.

El resto de las restricciones impuestas hasta el momento, por su parte, permanecerán en vigor hasta al menos el 2 de enero, dijo la primera ministra danesa, Mette Frederiksen, quien señaló que la situación es «grave», aunque reconoció que Dinamarca está «mucho mejor preparada ahora» para afrontar la segunda ola pandémica que cuando estalló la crisis sanitaria. De forma paralela, dijo de que no se descarta implantar más medidas si los contagios continúan en aumento, que de manera directa afectarán la agenda de la reina Margarita II.

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Las pompas reales de Año Nuevo en Dinamarca, suspendidas por la pandemia

La crisis del coronavirus provocó la cancelación de las fiestas tradicionales de la Casa Real. En abril, obligó a suspender los festejos por el 80 cumpleaños de la reina.

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La Casa Real de Dinamarca anunció la cancelación de todas las recepciones de gala de Año Nuevo, que cada año ofrece la reina Margarita II, debido a la pandemia de coronavirus, afirma en un comunicado de prensa.

“Como resultado de la continua propagación del COVID-19 en Dinamarca, Su Majestad la Reina ha decidido cancelar la gala de Año Nuevo para el gobierno, el Portavoz del Folketing, los representantes oficiales de Dinamarca y la Corte el 1 de enero de 2021”, afirmó la Casa Real en un comunicado de prensa.

La evolución de la pandemia de COVID-19 y la eventualidad de una segunda ola pandémica en Europa es «muy preocupante», aunque la situación no sea tan grave como la vivida hace algunos meses, advirtió la Organización Mundial de la Salud (OMS).

«El número de casos diarios aumenta, los ingresos en los hospitales también. El covid es ya la quinta causa de muerte y se ha alcanzado el nivel de 1.000 muertos por día», dijo la organización.

La zona Europa de la OMS incluye a 53 países, Rusia incluido, y ya ha registrado más de 7,25 millones de casos de coronavirus y casi 250.000 muertes por covid-19, según datos de la Organización, que también advirtió que pandemia “empeorará” en Europa en noviembre y la mortalidad va a aumentar.

Ante esto, la casa real cambió sus planes. Algunos daneses, sin embargo, podrán desea a la reina un feliz año nuevo en “una pequeña fiesta de Año Nuevo en el Castillo de Christiansborg el 4 de enero de 2021 para el Primer Ministro y algunos otros representantes oficiales de Dinamarca”, agregó la información difundida esta semana. El tradicional discurso de Año Nuevo se realizará como siempre, el 1 de enero a las 18hs, informó el sitio Royal Central.

Los principales eventos de fin de año solo se han cancelado una vez antes, en 2005 debido al tsunami que azotó el Sudeste Asiático en la Navidad de 2004. Este año, al inicio de la pandemia, Margarita II canceló todos los planes para la celebración de su cumpleaños 80, que incluía varias cenas de gala con invitados internacionales.

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La «reina infiel» y el doctor Struensee: un amor prohibido en la corte danesa

Víctima de desórdenes mentales, Christian VII de Dinamarca no notó que su médico, Johann Friedrich Struensee, no solo ejercía como el gobernante e facto, sino que también amaba a la reina.

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El 28 de abril de 1772, Johann Friedrich Struensee, médico, asistente y consejero personal del rey danés Christian VII, fue ejecutado y desmembrado públicamente en Copenhague a los 35 años de edad. Oficialmente, se anunció que el doctor había abusado de la confianza del rey, usurpado el poder real mediante engaños y cometido, por lo tanto, un delito de alta traición contra la corona danesa y el país.

Entre las decisiones que el doctor había tomado en nombre del rey estaban la abolición de de la tortura, del trabajo esclavo y la censura a la prensa. Extraoficialmente, sin embargo, la familia real danesa, la nobleza y gran parte de la población sabían que el mayor delito cometido por el doctor Struensee era haberse enamorado (y embarazado al menos una vez) a la reina Carolina Matilde, una princesa inglesa que era entonces la esposa de Christian VII.

Struensee había nacido treinta y cinco años antes en Halle, en el norte de Alemania, y era el hijo de un prominente ministro luterano y nieto de un médico que había tratado al rey Christian VI de Dinamarca, por lo que la familia era muy respetada en el reino nórdico.

En 1769 se trasladó a Copenhague, donde comenzó a trabajar en el equipo de médicos del rey Christian VII, quien para entonces ya manifestaba serias alteraciones mentales. En el afán del gobierno por mantener al rey tranquilo y alejado de los problemas políticos, Struensee se convirtió en el mayor confidente del rey y empezó a asesorarlo en todo lo concerniente al gobierno.

Por otro lado se encontraba la reina Carolina Matilde. Nacida en Leicester House, en Londres, era la hija del príncipe Federico Luis de Gales y la princesa Augusta de Sajonia-Gotha. También era la nieta del rey Jorge II de Inglaterra. Su abuela fue Sofía Dorotea de Celle, aquella princesa alemana que fue condenada a pasar su vida encerrada en un castillo luego de ser descubierta su relación adúltera con un noble sueco. En el fondo, las vidas de abuela y nieta son casi una copia idéntica.

Según la historiadora María Pilar Queralt del Hierro, “nada hacía presagiar que la joven princesa inglesa iba a seguir los pasos de su abuela. Bella, jovial, culta y con la garantía de estar vinculada a una potencia tan pujante como la Gran Bretaña del siglo XVIII, Carolina no tardó en convertirse en objeto de deseo de diversas familias reinantes europeas que la consideraron la mujer idónea para desposarse con su heredero”.

En 1766, el rey Jorge III dio permiso a su hermana Carolina Matilde para casarse con el flamante rey danés Christian VII, sin considerar la peligrosa enfermedad mental que padecía aquel monarca.

Carolina Matilde tenía quince años cuando llegó a la corte de Copenhague y se llevó el susto de su vida: “Christian no era, como le habían asegurado, un muchacho gentil y apuesto, tan culto y refinado como ella, sino un hombre burdo, hosco y enfermizo. Tampoco le habían avisado -posiblemente tampoco lo hicieran a la corte de Londres- de que padecía importantes desequilibrios mentales que no solo le llevaban a ser un monarca débil siempre manejado por su entorno, sino un hombre amante de los placeres al que el matrimonio y su corta edad (acababa de cumplir 16 años) no le impedían que dilapidara su vida en continuas orgías y excesos”.

La boda se celebró el 8 de noviembre de 1766 y el 28 de enero de 1768 Carolina Matilde dio a luz a su primer hijo, un niño que en el futuro se convirtió en el rey Federico VI. Un año más tarde, aparecía en escena el elegante Struensee.

Struensee, rey de facto

Aunque al principio Carolina Matilde se mostró muy recelosa e incluso claramente renuente hacia Struensee, que había adquirido una gran influencia sobre el rey, empezó a desarrollar una amistad con el médico. El inteligente Struensee ofrecía a la reina lo que nadie en la fría corte danesa podía darle: charlas inteligentes y apoyo en los difíciles momentos en que Carolina Matilde debía enfrentarse a la despiadada reina Juliana María (madrastra del rey), que terminó convertida en su enemiga número uno. Struensee tuvo poder absoluto entre los años 1770 y 1772, período durante el cual, actuando en nombre del rey, llegó a emitir más de 1.000 órdenes ministeriales, a un ritmo de más de tres órdenes por día.

El rey, con cada vez más evidentes problemas mentales, le dejaba hacer ciegamente para poder dedicarse a sus amantes, sus juegos de cartas y sus salidas nocturnas. Entre las medidas que tomó se cuentan la abolición de la esclavitud y del trabajo gratuito entre la burguesía, el apoyo a la prensa libre, y diferentes reformas de universidades para incentivar el pensamiento libre, reestructurar las instituciones judiciales para minimizar la corrupción y abolir de privilegios de la nobleza.

Aunque al principio las medidas de gobierno del favorito real fueron aceptadas, lentamente Struensee se fue transformando en el enemigo secreto de quienes veían más afectados sus intereses. Paralelamente comenzaron a circular rumores de la íntima relación que Struensee mantenía con la reina Carolina Matilde.

“Carolina, ofuscada por la pasión e impulsada por su amante, comenzó a inmiscuirse en los asuntos de Estado. Su apoyo decidido a la política reformista no tardó en hacerla destinataria de las iras de los sectores más conservadores de la corte, que se pusieron en estado de alerta a fin de buscar la forma de acabar con el poder político del tándem formado por reina y favorito”.

El escándalo estalló el 7 de julio de 1771, cuando Carolina Matilde dio a luz a una niña, la princesa Luisa Augusta, y en la corte nadie dudaba de la paternidad biológica del médico elevado a la categoría de ministro principal. A la inocente niña la despreció hasta su abuela, quien la llamaba despectivamente “la Petite Struensee”.

Golpe palaciego

Pronto comenzó a librarse una verdadera batalla palaciega contra Carolina Matilde, orquestada por la abuela de su marido, la vieja reina Sofía Magdalena (quien experimentaba viva repugnancia hacia el asunto porque era muy religiosa) y de la implacable reina Juliana María, cuyas motivaciones eran menos nobles: si lograba forzar el divorcio de los reyes por adulterio, los niños de Carolina Matilde serían nombrados ilegítimos y su hijo favorito, Federico, ascendería al trono.

La reina madre orquestó un golpe palaciego y, apoyada por su hijo, ordenó a la guardia real detener a Johann Struensee y a Carolina Matilde en la Fortaleza de Kronborg. La reina confesó su adulterio con la esperanza de salvarle la vida a su amado, pero fue inútil. El 28 de abril de 1772 Struensee fue condenado: se le cortó una mano, se lo castró y se le cortó la cabeza. Su cuerpo y mano y cabeza se exhibieron ante el pueblo danés como una muestra de lo que le sucede a quienes osan traicionar a la Corona, un crimen de “lesa majestad”.

Seis semanas después, Carolina Matilde fue expulsada de Dinamarca y enviada a Hannover, la tierra de sus padres, sin siquiera haberse despedido de sus dos hijos, a quienes nunca volvió a ver. Desde su prisión, la reina intentó, en vano, persuadir a su hermano Jorge III para que se le permitiera ver a sus pequeños, pero el rey no sólo la ignoró, sino que también la condenó.

Carolina Matilde murió el 11 de mayo de 1775 a causa de la escarlatina. Había pasado los últimos tres años de su vida encerrada en la fortaleza de Celle, la misma en la que su abuela pasó sus últimos días confinada por su marido como castigo por su infidelidad.

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Los tesoros de Rosenborg: así son las impresionantes joyas de la corona danesa

Tesoros invaluables, solo se usaron una vez en la vida de cada monarca, en su coronación o coronación.

La más antigua de las joyas es la espada de Christian III, de 1551. Desde 1680 aproximadamente, las joyas se conservan en el Castillo de Rosenborg.

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Las Regalías de la Corona son los símbolos más importantes del Reino de Dinamarca, considerados «emblemas y símbolos indicativos del monarca» de un valor incalculable. Se trata de las coronas de los reyes y las reinas, el cetro, el orbe (símbolo del Universo y la Tierra), la espada de la coronación, la espada del reino, el vaso para el aceite de la coronación y los tronos utilizados en las coronaciones reales a través de los siglos y que hoy se conservan en el Castillo de Rosenborg.

La coronación más antigua conocida en Dinamarca es la de Knud VI en 1170 en la Iglesia de Ringsted, y la tradición de la coronación continuó hasta Federico III. En ese entonces, Dinamarca era una monarquía electiva, en la que el hijo mayor del rey fue elegido rey solo por la gracia del Consejo Privado, y tenía que firmar un contrato, una Carta de Coronación, que restringía sus poderes con respecto a la Consejo privado. En la coronación del rey era, por tanto, los Consejeros Privados quienes participaron simbólicamente en la colocación de la corona real en la cabeza.

En su origen, las joyas se mostraban en la ceremonia de coronación del monarca electo, en la que el clero y la nobleza ceñían la corona a la cabeza del rey para expresar de manera simbólica que con ese gesto le conferían la dignidad real en nombre del pueblo.

Durante el reinado de Federico III, Dinamarca se convirtió en una monarquía absolutista, y su hijo, Christian V, por lo tanto, heredó automáticamente el título de rey por la gracia de Dios y ya no por del Consejo Privado. Por tanto, la ceremonia de coronación quedó en desuso; el rey comenzó a colocarse la joya sobre su propia cabeza, después de lo cual se hacía ungir en la iglesia, como un símbolo de la posición divina de la monarquía.

La corona de Christian IV también se usó en la coronación de Federico III, aunque en la coronación de Christian V como monarca absoluto en 1670 comenzó a utilizarse una nueva corona, que se conoce como “Corona de los Reyes Absolutos”. La disolución del absolutismo fue testigo de la última coronación ocurrida en suelo danés, la de Christian VIII, en 1840. A partir de entonces, la corona solo se ha utilizado una vez en la vida de cada rey, curiosamente, cuando está muerto. Según la tradición, el ataúd del monarca se exhibe en la iglesia del palacio en Christiansborg para el llamado «Castrum doloris» (del latín: Lecho del dolor) donde la corona se coloca en la tapa del ataúd y las otras insignias son colocadas en frente de ella.

Como consecuencia de la instauración del absolutismo en 1660/1661, la coronación quedó reemplazada por una ceremonia de ungimiento con la que quedaba de manifiesto que el rey ya no era elegido por el pueblo sino ungido por el Señor.

Corona de Christian V

Se trata de la Corona de los Reyes Absolutos, utilizada por los reyes desde Christian V hasta Christian VIII. Realizada por Paul Kurtz, es de oro con esmalte y piedras talladas en mesa. Tiene un peso total de 2.080 gramos y cuenta con dos granates y dos zafiros, de los cuales el más grande se remonta a la época de Federico I y fue presumiblemente un regalo del duque de Milán a su padre, Christian I, en 1474. En la cima hay un diamante tallado, detrás del cual se puede ver el monograma de Christian V en hilo dorado. Desde la abolición del absolutismo, la corona solo se ha utilizado en el castrum doloris de los reyes fallecidos.

Paul Kurtz llegó a Dinamarca desde Alemania en 1655, hizo artículos de plata y oro para Federico III y fue mencionado en 1659 como “el orfebre del rey”. El rey hizo comprar gran parte del ajuar de sus hijas en París, que, ya en ese momento, era un centro de la moda europea, aunque las joyas fueron encargadas a Kurtz. Por tanto, se le consideraba un joyero destacado. En 1670-1671 realizó su obra principal, la corona de Christian V, inspirada en la corona de Luis XIV de Francia, pero Kurtz reemplazó las puntas en forma de lirio de la corona francesa con palmetas y adornó la corona con una hilera de diamantes entrelazados con palmeta y acanto. De esa forma se creaba un juego de luces “blancas”, que se enmarcaba en azul y rojo en los zafiros y granates del anillo de la corona y el orbe y la cruz en la parte superior.

Después de la muerte de Kurtz, su hijo Frederik continuaron con su obra y fue nombrado orfebre de la corte en 1676.

La introducción de la monarquía constitucional en 1849 supuso el fin de los ungimientos, que quedaron reemplazados por una ceremonia en la que el primer ministro proclama al nuevo monarca desde los balcones del palacio de Christiansborg.

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La corona de la reina

Realizada para la reina Sofía Magdalena por el joyero de la corte Frederik Fabritius en 1731, estuvo en uso hasta 1840. Se cree que las piedras talladas provienen de la corona de la reina Sofía Amalia de 1648. La corona fue diseñada especialmente para la reina, ya que la corona anterior fue usada por la muy despreciada Anna Sophie Revntlow, la segunda esposa de Federico IV.

El tesoro danés también incluye joyas como la Corona de la Princesa Inglesa (arriba), que perteneció a la princesa Luisa, hija del rey Jorge II de Inglaterra, quien en 1743 se casó con el rey Federico V de Dinamarca y Noruega. Aunque solo logró ser reina durante cinco años, Luisa ganó una gran popularidad y fue muy apreciada por la gente, especialmente en Copenhague, y los historiadores aseguran que su presencia fue un soplo de aire fresco en la corte danesa, que con Christian VI se había sumergifo por estrictas reglas de vida religiosas. La reina era una mujer de espíritu a la que le encantaban las fiestas y los bailes. Su muerte, por complicaciones de un embarazo, fue un tremendo golpe su marido.

La Corona de Christian IV, realizada entre los años 1595 y 1596 por Dirich Fyring , es una de las joyas más impresionantes.

Las figuras en las puntas grandes de la corona ilustran las virtudes y poderes de un rey, mientras en la parte delantera de la corona se ve un pelícano picoteándose a sí mismo para alimentar a su descendencia con la sangre, simbolizando la necesidad de que cada rey sacrifique su propia sangre para proteger a sus súbditos. También tiene la figuras alegóricas de la fuerzay ya la justicia, que representan las habilidades marciales de los reyes y su posición como juez supremo. En la parte posterior de la corona se encuentra una madre que amamanta mostrando al rey como superior a la iglesia, mostrando su amor a Dios y su devoción por sus súbditos.

La Corona de Christian IV se diseñó deliberadamente abierta, en clara alusión a las coronas de la Unión de Kalmar, formada por Suecia y Noruega pero encabezada por Dinamarca. Esta elección deliberada, entonces, fue presumiblemente hecha para mostrar el reclamo más o menos legítimo de una Escandinavia unificada. La corona se utilizó por última vez en la coronación de Federico III en 1648, quien decidió modernizarla, aunque tuvo problemas económicos. Incluso tuvo que rescatar la corona de un banquero en Hamburgo, porque Christian IV la había empeñado.

Manto de coronación de terciopelo de seda rojo, bordado en hilo de oro con 1400 coronas reales y forrado con piel de conejo blanco; el borde de la parte superior es de armiño. Christian V usó la túnica en su coronación en 1671.

El orbe, de oro con esmalte y las piedras preciosas, se hizo en Hamburgo para la coronación de Federico III en 1648 y se utilizó para las unciones de la autocracia.

La espada de la coronación, de oro con esmalte, mesa y piedra rosa. Fue utilizada por los reyes autocráticos y posiblemente por Federico III. Originalmente fue un regalo de bodas de Christian IV a Federico III en 1643.

El Cetro Real, elaborado en oro con esmalte y diamantes tallados, fue hecho para la coronación de Federico III en 1648 por un joyero desconocido de Copenhague y se usó en las unciones de la monarquía hasta 1840.

Fuente y fotos: Kongernessamling

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Efecto Delphine: Dinamarca se pregunta si aparecerán hijos ilegítimos de sus reyes

Históricamente, explicaron expertos, muchos reyes daneses tuvieron hijos fuera del matrimonio y generalmente eso no ha sido ningún secreto. Pero la corte supo manejar los asuntos discretamente.

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La victoria de la artista belga Delphine Böel en su demanda de paternidad contra el rey Alberto II de Bélgica sorprendió: no porque un rey tuviera un hijo extramatrimonial, sino porque la Justicia otorgó a esa hija los mismos derechos, títulos y apellidos que ostentan los hijos legítimos del monarca.

La noticia llegada desde Bélgica llevó a muchos en Dinamarca si cabría esperar la aparición de hijos o descendientes ilegítimos de anteriores monarcas. “Es bastante significativo y también bastante nuevo que a los niños que no son del matrimonio real se les pueda dar el estatus de príncipes y princesas. Esto es bastante espectacular, porque puede ser que haya otros que lo intenten ahora”, dijo el historiador y experto real Michael Bregnsbo de la Universidad del Sur de Dinamarca.

“Esta es la primera vez que ves a un hijo que se equipara de esa manera [con los hijos legítimos]. Lo tradicional es que se les ayude, se les apoye o se les dé una bonita pensión. Cualquier otra cosa que no sea esto”, dijo a la prensa danesa Ditlev Tamm, profesor emérito de historia jurídica en la Universidad de Copenhague.

Históricamente, explicó el experto, muchos reyes de Dinamarca tuvieron hijos fuera del matrimonio y generalmente eso no ha sido ningún secreto. Por ejemplo, las grandes familias nobles Gyldenløve y Danneskiold-Samsøe descienden de los hijos que los reyes Federico III (1609-1670) y Christian V (1646-1699) tuvieron fuera del matrimonio. “Y esa es precisamente la razón por la que no es seguro que veas un caso del mismo tipo en Dinamarca”, evalúa Ditlev Tamm.

“Aunque anteriormente ha habido casos de hijos fuera del matrimonio con reyes daneses, evalúa que en los últimos tiempos en Dinamarca se los ha tratado de forma más discreta”, explicó. “Por lo que tengo entendido, los casos se han tratado con discreción y los hijos en cuestión han recibido la herencia a la que pueden haber tenido derecho”, dijo Tamm.

Si en el futuro aparece una persona desconocida que sea descendiente de un miembro de la familia real, Ditlev Tamm cree que la Corte real intentaría resolverlo sin llegar a la instancia de un juicio.

“Estoy seguro de que Dinamarca se ha asegurado un registro sensato de los casos que pudieron existir, para que no terminen en una situación como la de Bélgica. También se trata de que la casa real actúe con sensatez y de manera proactiva y deje claro que quiere evitar este tipo de situaciones, y así tenerlo bajo control y asegurarse de que los derechos se hagan valer y la casa real mantenga su popularidad”, finalizó.

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Historia de Christiansborg, el palacio real escenario de la serie de Netflix “Borgen”

Desde el siglo XV, los distintos castillos y palacios han sido el centro de poder del reino, independientemente de que este poder haya sido ejercido por reyes o políticos electos.

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Definida como una de las mejores series políticas de los últimos tiempos, la danesa “Borgen” relata la historia de Birgitte Nyborg, una candidata a primera ministra de Dinamarca sin muchas chances de gobernar que, tras un fantástico debate electoral y un caso de corrupción que envolvió al gobierno, se encontró encabezando un gobierno de coalición. La serie transcurre en Borgen, o como se denomina al magnífico Palacio de Christiansborg de Copenhague, centro político de Dinamarca relacionado durante mucho tiempo con la realeza danesa.

El actual Palacio de Christiansborg es sólo el último de varios edificios que se han situado en el Slotsholmen de la capital danesa durante más de ocho siglos a lo largo de los cuales el edificio ha sido reemplazado por otro debido a guerras, urgencias de modernización e incendios. Actualmente, el edificio es sede de los tres Poderes del Estado danés y, además, reserva una parte importante para los actos protocolares más solemnes de la Casa Real, entre ellos funerales, bautismos y la proclamación de cada nuevo monarca, cosa que ocurrió por última vez en 1972.

Base de poder del reino

El Tribunal Supremo ha tenido sus instalaciones en varios castillos desde su fundación en 1661. El Folketing (Parlamento) se trasladó a Christiansborg después de la introducción de la democracia en 1849, en el reinado de Federico VII, el último rey de la dinastía Oldenborg. Finalmente, partes de la oficina del Primer Ministro se trasladaron a Christiansborg en 1968, mientras que el resto lo hizo a partir de 1980.

Antes, el conjunto de palacios sirvió como residencia principal de la familia real desde el siglo XV y hasta 1794, cuando los reyes trasladaron su residencia al Palacio de Amalienborg. Hasta el día de hoy, la Familia Real utiliza gran parte de Christiansborg: el ala regia del reconstruido palacio de sigue albergando los locales de representación de la monarquía, destinados, entre otros usos, a banquetes de gala oficiales, convites reales, recepciones de Año Nuevo y audiencias públicas de la reina. Además, cuenta con la Capilla, donde se realizan funerales reales, y el Complejo Riding Ground, que por ejemplo alberga las Caballerizas Reales.

EN CHRISTIANSBORG SE REALIZA LA PROCLAMACIÓN DE CADA NUEVO MONARCA.

El castillo de Copenhague, cárcel para una princesa

El castillo de Copenhague, construido sobre las ruinas del antiguo castillo, se mantuvo durante varios cientos de años y fue reconstruido muchas veces en varios estilos diferentes. La parte más famosa del castillo fue la prisión de la «Torre Azul», donde la hija de Christian IV, la princesa Leonora Christina, una intelectual y talentosa escritora, estuvo encarcelada durante 22 años.

Leonora Christina era una de las hijas favoritas de Christian IV pero, poco después de su muerte en 1648, ella y su esposo, Corfitz Ulfeldt (el «rigshofmester», el funcionario de más alto rango de la corte real), entraron en conflicto con Federico III y, no menos importante, con la reina Sofía Amalia. La pareja huyó a Suecia en 1651 y participó en conspiraciones contra el gobierno danés regresando ocho años después. Detenidos de inmediato, la princesa y su marido fueron mantenidos cautivos en el castillo de Hammershus, Bornholm.

Federico III los hizo liberar al año siguiente, pero cuando Ulfeldt fue acusado de alta traición, en 1663, Leonora Christina fue arrestada en Inglaterra y entregada a Dinamarca. Hasta la muerte de Sofía Amalia, estuvo encarcelada en la Torre Azul y pasó el resto de su vida en una fundación para damas nobles en Maribo, Lolland.

Las ruinas del castillo aún existen y se pueden visitar en las excavaciones techadas debajo del actual palacio.

El primer Christiansborg

El conjunto del palacio fue terminado en general en 1745. Ya en 1794, sin embargo, un incendio arruinó el palacio y la capilla. Solo se salvó el Complejo Riding Ground, que hoy en día es la única parte que se conserva del edificio del primer lujoso palacio. En 1766 se estableció un Teatro de la Corte en los edificios del Riding Ground Complex, que hoy alberga el Museo del Teatro.

Durante la década de 1720, el rey Federico IV reconstruyó a fondo el antiguo castillo. Ya en 1731, sin embargo, su hijo, Christian VI, demolió el castillo de Copenhague y pidió a su maestro de obras Elias David Häusser erigiera el primer Palacio de Christiansborg con la ayuda de los dos talentosos arquitectos Nicolai Eigtved y Lauritz de Thurah. El resultado fue un magnífico palacio barroco que incluía un complejo de pistas de equitación y una capilla del palacio.

El segundo Christiansborg

En 1884, el segundo Christiansborg también fue destruido por un incendio. Esta vez, además del Riding Ground Complex, la capilla del palacio y los edificios contiguos a la capilla, los edificios ministeriales en Slotsholmsgade y el edificio Kunstkammer también se salvaron de las llamas. Este segundo palacio albergaba, además del poder real, muchas otras instituciones, incluida la Corte Suprema y la Colección Real de Arte. En relación con la introducción de la democracia en 1849, el palacio también se puso a disposición del nuevo parlamento.

CHRISTIANSBORG ES EL ESCENARIO DE LOS BANQUETES DE ESTADO.

Mientras la Familia Real residía temporalmente en Amalienborg, el arquitecto C.F. Hansen comenzó en 1803 a construir el segundo Christiansborg en el estilo neoclásico de la época. Cuando se completó el palacio en 1828, el rey Federico VI decidió no vivir en el palacio, pero lo usó solo con fines de representación. El único monarca que ha vivido en el palacio es el rey Federico VII, que residió allí en la última década de su vida, hasta morir en 1863.

El tercer Christiansborg

El arquitecto Thorvald Jørgensen fue seleccionado para realizar la construcción del tercer Christiansborg. La primera piedra se colocó en 1907, año a partir del que el palacio se empezó a utilizar por etapas, pero la inauguración de las Salas Reales de Recepción el 12 de enero de 1928, durante el reinado de Chrisian X, se consideró la finalización oficial del palacio. Sin embargo, las instalaciones del Rigsdag ya se empezaron a utilizar en 1918.

Qué sucederá en Dinamarca cuando muera la reina Margarita II

La monarca tiene un sitio reservado en la catedral de Roskilde del siglo XII, el lugar de enterramiento de los reyes daneses durante los últimos 600 años.

Crespones negros cubrieron mástiles, balcones, puertas, tiendas y barcos de Copenhague en los días posteriores a la muerte de Federico IX, el último rey de Dinamarca muerto en ejercicio, hace casi 49 años. Desde entonces es la mayor de sus hijas, la popular reina Margarita II, quien dirige los destinos de la que se considera la monarquía reinante más antigua de Europa: pasaron tantos años desde la muerte de aquel rey que muy pocos recuerdan cómo es el protocolo que se lleva a cabo después de que el monarca muere.

¿Son coronados los reyes de Dinamarca?

La tradición indica que es el primer ministro danés el encargado de anunciar al pueblo la muerte de su monarca, aunque, esto se llevaba a cabo cuando no existían las redes sociales y los medios de comunicación como la radio y la TV estaban muy poco difundidos. Esto hace pensar que, llegado el momento de la partida de la reina Margarita, la casa real podía emitir el comunicado a través de su sitio web y las redes sociales antes de que el gobierno realice el anuncio.

El rey Federico IX estuvo muy enfermo durante varios días, por lo que la población danesa comenzó a prepararse para recibir la noticia mientras la casa real ultimaba los preparativos para su entierro. El 15 de enero de 1972 por la mañana, horas después de que Federico IX hubiera muerto en un hospital, el primer ministro y los miembros del gobierno fueron recibidos en el palacio de Federico VIII, en el complejo real de Amalienborg, por la princesa Margarita. Allí, la sucesora debió anunciar el nombre con el cual sería conocida como monarca y el lema de su reinado, además de confirmar en sus puestos a todos los ministros del Estado.

En Dinamarca, aunque la sucesión al trono es automática, no existen las coronaciones y solo es necesaria una proclamación. A las 3 de la tarde del 15 de enero, una multitud contempló el balcón principal del Palacio de Christiansborg, desde donde el primer ministro Jens Otto Krag, acompañado de la nueva reina, anunció la muerte del rey y alentó a la población a entonar vivas a la reina. Fue la primera vez en la historia de Dinamarca que un jefe de Gobierno socialdemóicrata proclamó a un monarca, ya que que en 1906 (Federico VIII), en 1912 (Cristian X) y en 1947 (Federico IX) fueron proclamados por primeros ministros del Partido Conservador, llamado “Venstre”.

Proclamación de Margarita II (15 de enero de 1972) en Christiansborg
Proclamación de Margarita II (15 de enero de 1972)

Horas después, el Parlamento (Folketing) celebró una reunión extraordinaria en la que el primer ministro leyó la declaración oficial de la muerte del rey y los parlamentarios manifestaron su adhesión a la nueva monarca. Debido a que no hubo anuncios de cambios en estas tradiciones, se espera que ocurra todo de esta forma cuando sea proclamado rey el actual príncipe heredero, Federico.

Las obras teatrales y cinematográficas del país fueron suspendidas, al igual que las transmisiones radiales, que comenzaron a pasar ininterrumpidamente música clásica, amada por el rey fallecido. En toda la ciudad se izaron a media asta las banderas de todos los edificios públicos y privados del país y sonaron las 81 descargas de pésame y luto de las baterías artilleras “Sixtus”, en secuencias de 27 descargas y un ligero intervalo entre las mismas. A la misma hora, y siguiendo la tradición de cuando el monarca se encuentra Copenhague, se celebró la colorida ceremonia del cambio de la guardia en el palacio real pero sin marchas militares.

Funeral de Christian X en 1947.
Las tumbas de Federico VIII y Luisa en Rosklde.

Dónde son enterrados los reyes de Dinamarca

Los reyes y reinas de Dinamarca son enterrados en la Catedral de Roskilde, a unos 35 kilómetros del centro de Copenhague. Pero antes de esto, siguiendo una tradición que data del año 1746, los ataúdes de los monarcas son expuestos al público en la Iglesia del Castillo de Christiansborg, en una ceremonia denominada “Castrum Doloris”. Esta es la iglesia de la casa real por excelencia y una de las obras maestras del neoclasicismo en Dinamarca. La iglesia pertenece a las partes del castillo de Christiansborg que están disponibles para la casa real.

Ubicada en el Slotsholmen de Copenhague, se ha utilizado durante años para ceremonias de la iglesia para miembros de la familia real, bodas, confirmaciones y bautismos, como el del príncipe Christian en 2006. Varios reyes daneses yacieron en castrum doloris en la iglesia rodeados de banderas, escudos de armas y estandartes, siendo las últimas veces en 2000, cuando el pueblo danés se despidió de la reina madre Ingrid, y en 2018, cuando murió el príncipe consorte Enrique, esposo de Margarita II.

Castrum doloris del rey Federico IX (1972)
Profesión fúnebre del rey Federico IX en 1972.

La iglesia original fue construida entre los años 1738 y 1742 durante la construcción del primer Castillo de Christiansborg. Tras el incendio del palacio, en 1794, la actual iglesia fue construida entre 1813 y 1826 en estilo clásico por el arquitecto C.F. Hansen. La iglesia volvió a incendiarse en 1992 tras ser alcanzada por un cohete de emergencia durante el carnaval. El fuego se desprendió del techo y la cúpula, y el templo se salvó por poco de no destruirse por completo. Después de la reconstrucción y restauración, la iglesia se inauguró en 1997 en relación con el 25 aniversario del reinado de Margarita II.

Los restos reales son llevados en procesión a Roskilde

Los entierros de los reyes, en cambio, se realizan desde el siglo XV en la Catedral de Roskilde, donde actualmente hay un espacio designado para servir de tumba de Margarita II. Desde el funeral de Margarita I en 1413, esta iglesia ha sido lugar de sepultura real con algunas excepciones, pero todos los reyes posteriores a Christian III, que murió en 1559, están enterrados allí. Se afirma además que tanto Harald Blåtand (Diente Azul) como su hijo, Svend Tveskæg, están enterrados en Roskilde. Sin embargo, se basa en fuentes inciertas, por lo que no se puede decir con certeza.

Catedral de Roskilde
Mausoleo de los reyes Federico IX e Ingrid en Roskilde.

Fue Harald Blåtand quien designó a Roskilde como capital de Dinamarca en 960 y ordenó construir una pequeña iglesia de madera dedicada a la Santísima Trinidad en la ubicación de la catedral actual. La primera catedral de piedra, de estilo románico, se completó en 1080 y poco después se completó un monasterio. En 1200, se inició una ampliación de la catedral. La nueva catedral era de estilo gótico y tenía el doble de altura que la antigua. La renovación del interior de la catedral comenzó en 1439, pero un incendio en 1443 quemó la catedral y tuvo que ser reconstruida. Durante la Reforma, en 1538, la catedral dejó de ser un lugar de culto católico y se convirtió en un lugar de culto protestante. Allí actualmente hay decenas de tumbas de los reyes de las dinastías de Schleswig-Holstein, que reinó hasta 1863, y de su sucesora, la Casa de Glucksborg.

La reina Luisa, consorte de Christian IX, murió en septiembre de 1898 en el Palacio Bernstorff y fue sepultada en la Capilla Glücksborger de Roskilde. Ocho años más tarde, su viudo fue sepultado allí. Las puertas del mausoleo volvieron a abrirse en 1912, después de la rocambolesca muerte del rey Federico VIII en Hamburgo. Su esposa, la princesa Luisa de Suecia, murió en Amalienborg y fue sepultada también en Roskilde.

Castrum doloris del príncipe Enrique (2018)
Sarcófago que adornará la tumba de Margarita II.

El rey Christian X, abuelo de Margarita II y quien se hizo célebre como símbolo de la resistencia a los nazis, murió en Amalienborg en 1947 y su cuerpo fue enterrado en Roskilde. Allí mismo sería sepultada cinco años más tarde la reina viuda, Alejandrina de Mecklemburg-Schwering, fallecidaa a los 73 años. El último entierro de un monarca fue en 1972, cuando murió Federico IX, padre de Margarita. Sin embargo, su tumba no se encuentra en el interior de la catedral, sino en un mausoleo apartado en las afueras del templo, con vistas al mar que amaba el llamado “rey marinero”. Hasta que se terminó de construir esta capilla el féretro del rey reposó en la capilla de la parte noroeste de la catedral, donde descansan los restos de sus ancestros más cercanos.

Se sabe que la reina Margarita II será sepultada en Roskilde en una tumba sobre la que reposará un formidable catafalco diseñado especialmente para ella. Con un costo de 3 millones de euros, la construcción del “sarkofag” se inició en 2003: tiene más de tres metros de largo y pesa siete toneladas. El catafalco sobre el que se apoya está elaborado con arenisca de Francia, país natal del príncipe Enrique y los tres pilares que lo sostienen, de granito danés, basalto feroés y mármol groenlandés: uno por cada uno de los tres países que reúne el Reino de Dinamarca. Las cabezas de elefante que adornan los tres pilares, moldeadas en plata, representan la insignia de la Orden del Elefante.

Margarita II lució la histórica diadema de perlas de las reinas danesas en un nuevo retrato oficial

Diseñada en el siglo XIX para la princesa Luisa (1808-1871), antepasada de Margarita II, fue utilizada por todas las reinas danesas del siglo XX.

La reina Margarita II de Dinamarca lució la diadema de perlas de la Princesa Luisa en un nuevo retrato oficial publicado por la casa real. El retrato fue tomado con motivo del 80 cumpleaños de la monarca en abril de este año, que no pudo ser celebrado como estaba planeado a causa de la pandemia del coronavirus.

“Existe una tradición de que los retratos de regentes se reemplacen de vez en cuando, a menudo en relación con eventos especiales, aniversarios o cumpleaños redondos. Por lo tanto, los retratos también forman parte de la historia de la vida y el trabajo del jefe de estado de Dinamarca”, dijo la casa real danesa en su cuenta de Instagram. ⁣

El nuevo retrato fue tomado en el Dome Hall en el Castillo de Fredensborg por el fotógrafo Per Morten Abrahamsen y muestra la reina en traje de gala con la Orden del Elefante, el retrato de la Orden de Frederik IX, la Cruz del Gran Comandante de la Orden Dannebrog y la estrella del pecho de la Orden del Elefante. Además, la reina luce su conjunto “Pearl Pearl” compuesto por tiara, collar, aretes y broche con diamantes.

La reina Alejandriina, abuela de Margarita II
La reina Ingrid (madre de Margarita II)

En el nuevo retrato de gala Margarita II luce, además, la histórica diadema de perlas, que en su momento se diseñó para la princesa Luisa (1808-1871), hija del rey Federico Guillermo III de Prusia y consorte del príncipe holandés Federico. Su hija, la princesa Luisa de Holanda transmitió la diadema a los descendientes de su matrimonio con el rey Carlos XV de Suecia. La tiara llegó a Dinamarca en relación con el matrimonio del príncipe Federico de Dinamarca (futuro rey Federico VIII) con la nieta de la princesa, Lovisa de Suecia, que había heredado la tiara de su madre y su abuela.

“La tiara consta de 18 perlas en forma de pera que cuelgan de arcadas tachonadas de diamantes. Todo en la tiara está unido a un anillo con diamantes. La tiara forma parte del llamado conjunto Perlepoire, que también consta de un collar, pendientes y un broche grande y pequeño con diamantes”, reseñó la Casa Real, que recordó que Margarita II ha usado la tiara en varias fotografías oficiales a lo largo del tiempo, incluida la primera como regente de Dinamarca en 1972. Anteriormente, su madre, la reina Ingrid, y su abuela, la reina Alejandrina, también usaron la tiara en retratos oficiales.

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Margarita II de Dinamarca, muy “conmovida” por su cumpleaños 80 en “un momento crítico”

En balcones y parques, los daneses festejan el 80º cumpleaños de la popular monarca, que miró por TV los homenajes en el marco del aislamiento.

Dinamarca celebró este jueves el 80º cumpleaños de Margarita II, soberana muy querida por sus súbditos que, a causa de la crisis sanitaria, festejaron a su reina observando las medidas de rigor. La monarca, que accedió al trono el 14 de enero de 1972, a la muerte de su padre, el rey Federico IX, tendría que haber desfilado por las calles de la capital Copenhague. Pero como consecuencia de la epidemia de covid-19, Margarita II celebró sus 80 años en la intimidad.

Al mediodía, los daneses conmemoraron la fecha desde sus balcones, calles o parques -cantando y agitando banderas del país escandinavo-, eso sí, respetando rigurosamente las medidas vigentes de distanciamiento social, como muestran las imágenes transmitidas en directo por la cadena de televisión danesa DR. Desde el castillo de Fredensborg, residencia real situada a unos 40 km al norte de Copenhague, la reina siguió por televisión los homenajes y posteriormente se emitió un mensaje en su nombre en el que reconoció que su cumpleaños “no resultó como había imaginado, pero estoy agradecido por la forma en que resultó”.

“Mirando hacia atrás, recordaré mi 80 cumpleaños como único, uno de los más memorables”, reconoció Margarita II. Aunque reconoció que el mundo atraviesa un “momento crítico” y mucho “peligro”, felicitó a los daneses por haber “demostrado que nos preocupamos el uno por el otro y que hay poco espacio para el egoísmo”. “Hemos notado que la falta de contacto humano cercano, y la falta de un abrazo, significa más de lo que habíamos imaginado”, dijo. “Esto indica que juntos contribuimos a controlar la enfermedad. Hemos demostrado que podemos recuperarnos y que nos estamos moviendo en la dirección correcta”.

A continuación, el mensaje completo:

“Celebrar el cumpleaños es una tradición antigua y muy arraigada en Dinamarca. Lo celebramos de diferentes maneras, pero la mayoría de las personas prefieren celebrarlo junto con familiares y amigos. Esta es también la forma habitual en mi familia. Siempre he esperado celebrar mi cumpleaños para poder sentir, literalmente, la atmósfera cálida y sincera que me rodea en mi cumpleaños. Siempre ha significado algo muy especial para mí.

“Este año, no ha sido así. Hemos recibido la visita de un invitado inesperado y peligroso que ha marcado todo el país. Muchas celebraciones, confirmaciones y bodas se han visto afectadas, y este es también el caso de mi cumpleaños. ¿Esto significa que ha sido un día largo y triste? No, en absoluto. Por el contrario, el día me ha brindado mucho confort y me ha enriquecido más de lo que puedo decir.

“Me conmueve profundamente que tantos hayan deseado celebrar mi cumpleaños también este año. Les agradezco de todo corazón por los saludos, las canciones y los muchos pensamientos que durante todo el día han llegado de todas partes del Reino. La creatividad e inventiva de los daneses ha sido abrumadora. A pesar de sus propias preocupaciones y tristezas, muchos se han tomado el tiempo de enviarme sus saludos de cumpleaños.

“Mirando hacia atrás, recordaré mi 80 cumpleaños como único, uno de los más memorables. También aquí, muestra que cuando golpea la crisis, podemos y nos uniremos en nuestra comunidad, juntos, pero a distancia. Hace casi un mes, hablé sobre el serio desafío de la crisis del coronavirus, no solo para nuestra sociedad, sino para el mundo en general. Hice un llamamiento urgente a todos para que entiendan la seriedad de lo que enfrentamos.

“Todos y cada uno de nosotros somos sometidos a una prueba severa. Muchos están enfermos, muchos han perdido a sus seres queridos y muchos están preocupados por el futuro. Mis pensamientos van a todos y cada uno. Vivimos en tiempos inciertos; pero también vemos que todo el mundo está haciendo un esfuerzo para ver la crisis y cumplir con las instrucciones de las autoridades, esto se aplica tanto a los niños como a los adultos.

“Acabamos de celebrar la Pascua, y muchos de nosotros hemos tenido que pasarla de una manera diferente a la que estamos acostumbrados. Esto no ha hecho que el mensaje de Pascua sea menos poderoso. También aquí, hemos experimentado estar juntos, aunque por separado.

“Pero la crisis también nos ha enseñado algo de nosotros mismos de lo que podemos estar orgullosos. Somos capaces de hacer más de lo que pensamos; en problemas grandes y pequeños, los daneses se ayudan mutuamente desde nuestros lugares individuales en la sociedad. Hay impulso, y surgen nuevas ideas, y vemos nuevas formas de trabajar y estar juntos. Hemos demostrado que nos preocupamos el uno por el otro y que hay poco espacio para el egoísmo. Hemos notado que la falta de contacto humano cercano, y la falta de un abrazo, significa más de lo que habíamos imaginado.

“Mucho indica que juntos contribuimos a controlar la enfermedad. Hemos demostrado que podemos recuperarnos y que nos estamos moviendo en la dirección correcta; pero ahora es un momento crítico, porque aún no estamos fuera de peligro.

“Es cansador y una molestia hacer que la vida cotidiana funcione. Se ha vuelto triste y solitario para muchos, especialmente para las personas solteras y de edad avanzada, que se sienten aisladas de su vida normal. Pero ahora debemos aferrarnos y perseverar, para asegurarnos de que todos, grandes y pequeños, jóvenes y viejos, podamos superar la crisis. Entonces podemos regresar a una Dinamarca, que bien puede haber cambiado, pero que, sin embargo, será la Dinamarca que todos compartimos, arraigados en nuestra comunidad y confiamos el uno en el otro.

“Mi cumpleaños no resultó como había imaginado, pero estoy agradecido por la forma en que resultó: deseo agradecer a todos los que han contribuido a hacer de mi cumpleaños un día festivo y memorable. Ahora estamos abriendo lentamente Dinamarca nuevamente. Mis pensamientos y saludos van una vez más a cada persona en este país y en todo el Reino con mis deseos de esperanza, coraje y confianza”.

Casada con el príncipe Enrique, de origen francés, fallecido en 2018 a los 83 años, Margarita II es muy querida en su reino y, según algunos historiadores, su popularidad se debe a su capacidad para unificar al país e imponerse como una fuerza moral. A sus 31 años, fue la primera mujer en ascender al trono danés, la casa real europea más antigua que existe en la actualidad, y no tiene la menor intención de cederlo. «Permaneceré en el trono hasta que me caiga de éste», advirtió la soberana, una fumadora empedernida. 

La monarquía danesa se encuentra entra las más populares del mundo. En 2018, un sondeo de la empresa de investigación de mercados Voxmeter demostró que más de las tres cuartas partes de los daneses están a favor de la monarquía, en tanto sólo el 14,6% de éstos desea que se establezca una república.

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Reina, artista, intelectual, esposa, madre, mujer: 80 datos sobre la vida de Margarita II

Con motivo del 80 cumpleaños de la reina Margarita II, la casa real de Dinamarca publicó 80 datos sobre su vida y su reinado, que reproducimos a continuación:

1. Cuando los ciudadanos de Dinamarca se levantaron el martes 16 de abril de 1940, era un día ventoso de primavera y se pronosticaba que las temperaturas fluctuarían de 2,1 a 7,8 grados. En las primeras páginas, la noticia estuvo marcada por la ocupación alemana, y el diario “Politiken” declaró, entre otras cosas: «Un llamamiento impresionante a la comprensión y ayuda de toda la población: por el bienestar del país y el futuro de la gente».

2. Ese el 16 de abril de 1940, el ánimo de los daneses cambió cuando una niña de 3,300 gramos llegó al mundo a las 10.10 de la mañana en la Mansión de Frederik VIII en el palacio Amalienborg de Copenhague. Después de solo 23 minutos, se envió el siguiente telegrama: «Su Alteza Real la Princesa Heredera Ingrid dio a luz el martes a las 10.10 con una hija de buena salud. Madre e hijo están bien».

3. Siguiendo una vieja tradición, los nacimientos reales se saludan con 21 disparos, pero debido a que la niña naciódurante la ocupación alemana de Dinamarca, esto no pudo suceder. Por el contrario, las banderas fueron izadas en todo el país. En el periódico Christian Day, el día después del nacimiento, se podía leer lo siguiente: «El saludo fue cancelado debido a las condiciones especiales, pero a cambio las banderas se mantuvieron en lo alto en toda la ciudad y en varios de los barcos del puerto».

4. Los padrinos de Margarita en el bautismo del 14 de mayo de 1940 en la Iglesia de Holmen fueron su abuelo, el rey Christian X, el príncipe Knud de Dinamarca, el príncipe Axel de Dinamarca, el rey Gustavo V de Suecia, su abuelo el príncipe heredero Gustavo Adolfo de Suecia, el príncipe Gustavo Adolfo de Suecia y el príncipe Arturo de Gran Bretaña.

5. En sus primeros cuatro años de vida, la reina también fue princesa de Islandia. Esto se refleja en el tercero de los cuatro nombres de la reina: Margrethe Alexandrine Þórhildur Ingrid.

6. El apodo de juventud de Margarita, “Daisy” proviene de su abuela, la princesa heredera Margarita de Suecia, cuyo nombre lleva el nombre de la reina. La princesa heredera nació como la princesa Margarita de Gran Bretaña, donde “Daisy” es un apodo común para las personas llamadas Margaret. La princesa heredera Margareta murió a la edad de 38 años el 1 de mayo de 1920.

7. La reina aprendió a leer en primer grado.

8. A través de su abuela materna, Margarita II es tataranieta de la reina Victoria de Gran Bretaña, reconocida como ancestro común de casi todas las familias reales europeas. Otros tataranietos sobrevivientes son la reina Isabel II y el príncipe Felipe de Gran Bretaña, el rey Carlos Gustavo de Suecia, el rey Harald V de Noruega y el rey Juan Carlos de España.

9. Cuando Dinamarca fue liberada del nazismo en 1945, la reina dormía en su habitación en la mansión de Frederik VIII en Amalienborg. Sin embargo, la pequeña princesa fue despertada y sus padres le ofrecieron refrescos para celebrar el evento. Para entonces ya tenía una hermana, la princesa Benedicta, nacida en 1943.

10. La primera vez que la reina asistió al Teatro Real de Copenhague fue para la presentación de la fiesta Elverhøj, que se organizó poco después de la liberación. Para Margarita, este fue el comienzo de un amor por el teatro para toda la vida.

11. Durante muchos años, Margarita bailó ballet, y dando sus primeros pasos con el bailarín de ballet Edel Pedersen. Durante más de 40 años, la reina bailó ballet semanalmente y continúa siendo una ávida espectadora de este arte actualmente.

12. Uno de los libros infantiles favoritos de la reina es la historia de Peter Plys.

13. A los 12 años, la reina recibió su primer traje nacional de Groenlandia. Sucedió después del gran viaje a Groenlandia de sus padres, el rey Federico IX y la reina Ingrid en 1952.

14. Cuando era niña, Margarita solía pasar Navidad y Semana Santa en la Casa de la Caza Trend, que se construyó en 1938-39 en un trozo de madera al noroeste de Farsø en Himmerland. En el libro «Las raíces más profundas» de 2016, la reina escribió: «Disfrutamos estar en Trend, que es una casa de un piso, y eso solo fue maravilloso para nosotros. Salíamos por la puerta y entrábamos directamente en el bosque».

15. La reina se convirtió en miembro de la Sociedad Danesa de Ornitología a los 13 años y continúa interesada por las aves hasta el día de hoy.

16. Margarita viajó por primera vez en unas vacaciones de esquí en Noruega en 1954. Durante muchos años, la reina tuvo la tradición de pasar sus vacaciones de invierno en Noruega, donde hasta hace unos años también esquiaba con amigos cercanos, entre ellos la reina Sonia de Noruega.

17. A los 14 años, experimentó por primera vez la representación de “Hamlet” de Shakespeare en el Castillo Kronborg. En 2016, la reina volvió a estar entre la multitud cuando The Royal Shakespeare Company realizó la obra en Kronborg con motivo del 400 aniversario de la muerte de William Shakespeare.

18. La princesa fue confirmada por la Iglesia danesa en el Castillo de Fredensborg el 1 de abril de 1955.

19. De 1955 a 1956, fue alumna en un internado en Inglaterra.

20. En 1956, a los 16 años, asistió por primera vez a la ceremonia de Apertura del Parlamento danés.

21. Cuando cumplió 18 años en 1958, la joven princesa fue admitida en el Consejo de Estado de conformidad con la sección 17 de la Constitución. 1: “Los Ministros al unísono constituyen el Consejo de Estado, en el cual el sucesor del trono, cuando es mayor de edad, asume el cargo. El Rey presidirá, excepto en el caso mencionado en la sección 8 y en los casos en que el poder legislativo en virtud de las disposiciones de la sección 9 puede haber conferido al Consejo de Estado la autoridad para dirigir el gobierno».

22. Como joven princesa, la reina estaba de vacaciones de excavación en Italia a fines de la década de 1950 con su abuelo, el rey sueco Gustavo VI Adolfo. Abuelo y nieta compartieron el interés en la arqueología.

23. A los 13 años fue confirmada como Princesa Heredera después de que un referéndum nacional optara por abolir la ley sálica, que prohibía la entronización de mujeres. La última vez que una mujer reinó en Dinamarca fue en el siglo XIV, con Margarita I como regente.

24. En junio de 1959 Margarita aprobó su examen final en la escuela Zahles como estudiante privada.

25. En 1959 conoció las Islas Faroe, territorio danés cerca del Círculo Polar Ártico, región que continuó visitando durante su reinado hasta la última vez, en 2016. La primera vez que estuvo en Groenlandia fue en 1960, cuando tenía 20 años, y viajó allí por última vez en 2015.

26. En 1960, estudió filosofía en la Universidad de Copenhague, y en el período 1960-1961, realizó estudios de arqueología en la Universidad de Cambridge. Estudió Ciencias Políticas en la Universidad de Aarhus en el período 1961-1962, en la Sorbona en 1963 y en la London School of Economics en 1965.

27. De visita en los estudios de cine de Paramount en Hollywood, conoció a Elvis Presley en 1960 cuando junto a las princesas nórdicas Astrid de Noruega y Margarita de Suecia visitó los Estados Unidos en relación con la apertura de una nueva ruta de vuelo desde Dinamarca.

28. Una habitación de 4 metros cuadrados en el Colegio de la Universidad de Aarhus fue el hogar de la princesa Margarita mientras estudió ciencias políticas en 1961 y 1962.

29. El 10 de junio de 1967 se casó con el conde francés Henri Marie Jean André de Laborde de Monpezat, quien se convirtió en el príncipe Henrik de Dinamarca. La boda tuvo lugar en la iglesia de Holmen (Copenhague) y la fiesta de bodas se celebró en el Castillo de Fredensborg. El príncipe consorte falleció el 13 de febrero de 2018.

30. Margarita ayudó a su sastre Jørgen Bender en la confección de su vestido de novia. El vestido estaba adornado con encaje irlandés que la reina Ingrid heredó de su madre, y que la misma reina Ingrid usó en su boda en 1935.

31. Con motivo de la boda real, se creó la Fundación Reina Margrethe y Príncipe Henrik, que apoya propósitos sociales, científicos y culturales.

32. La reina creció en el Palacio de Federico VIII en Amalienborg, donde hoy vive la familia del Príncipe Heredero. Tras su boda, Margarita se mudó a la Mansión de Christian IX, también en Copenhague.

33. Cuando Neil Armstrong llegó a la Luna en julio de 1969, la princesa miró la transmisión televisiva con su segundo hijo, el príncipe Joaquín, de apenas semanas de vida, en sus brazos.

34. “Souris” fue el nombre del primer perro de la reina y del príncipe Henrik. Nació en 1970 y murió nueve años después. Desde entonces, la pareja real tuvo 16 perros. La actual mascota de la reina se llama “Tilia”.

35. Margarita se ofreció como voluntaria en el Cuerpo de Aviación Femenino durante el período 1958-1970 y durante este período recibió una capacitación integral. La reina terminó con el rango de Mayor.

36. Además de la conexión con la Defensa danesa, la monarca tiene una conexión especial con una sola unidad en la Defensa británica. En 1972, se convirtió en Coronel en Jefe Aliado (Coronel honorario) en el Regimiento de la Reina, más tarde el Regimiento Real de la Princesa de Gales. En 1997, asumió el cargo de Coronel en Jefe del Regimiento Real de la Princesa de Gales.

37. Margarita habla cinco idiomas: además del danés materno, habla fluidamente inglés, francés, sueco y alemán.

38. A los 30 años leyó por primera vez «El señor de los anillos». Los libros de Tolkien han significado mucho para la reina tanto intelectual como artísticamente. Cuando sus hijos eran pequeños, les leía los libros, y en las habitaciones infantiles de los príncipes, la reina dibujaba los paisajes imaginarios que Tolkien describía en los libros.

39. El primer trabajo artístico profesional de la reina se remonta a principios de la década de 1970, cuando el «Señor de los Anillos» de Tolkien inspiró a la reina a una serie de pequeños dibujos de paisajes que luego se utilizaron para ilustrar la trilogía bajo el seudónimo “Ingahild Grathmer”.

40. La reina ha estado pintando la mayor parte de su vida. Inicialmente, usó principalmente pinturas de acuarela, pero desde entonces la reina ha usado principalmente pinturas acrílicas.

41. Ocho veces la reina fue parte del equipo artístico detrás de un espectáculo de ballet en Tivoli. El último ballet, donde la reina trabajó como escenógrafa y vestuarista, fue la «Reina de las Nieves» en 2019.

42. Dinamarca tuvo nueve primeros ministros y 24 gobiernos durante los 48 años de reinado de Margarita II. El primero fue Jens Otto Krag, quien proclamó a la reina como nueva monarca el 15 de enero 1972, horas después de la muerte de Federico IX, en el balcón del palacio Christiansborg.

43. Desde su ascenso al trono en 1972, reina presidió 547 consejos de Estado, una reunión de gabinete en la que el Primer Ministro y los Ministros presentan proyectos de ley y resoluciones, así como los proyectos de ley aprobados por el Parlamento, para ser ratificados por la monarca.

44. La reina es la 21º monarca de la dinastía Oldenborg en el trono danés, linaje que en 1863 pasó a la rama Glucksborg, inaugurada por su tararabuelo, Christian IX.

45. El lema de reinado elegido por la Reina es «La ayuda de Dios, el amor del pueblo, la fuerza de Dinamarca», creado por ella poco antes de su proclamación en el Castillo de Christiansborg.

46. Margarita fue quien decidió usar el número romano «II» como reconocimiento de Margarita I (1353-1412), quien nunca fue formalmente el monarca de Dinamarca, pero que prácticamente realizó esta tarea como regente de su hijo, Oluf VI, monarca de Dinamarca, Noruega y Suecia.

47. La reina diseñó su propio monograma, además del de sus hijos y su nieto, el príncipe Christian, nacido en 2005 y segundo en la línea sucesoria.

48. Varias marchas fueron compuestas en honor de la reina desde que en 1972 se compuso la “Marcha Honoraria de la Reina”. Poco después se compuso una nueva Marcha Honoraria, que desafortunadamente resultó inadecuada para que la Guardia Real de Vida marchara. En 1980, por lo tanto, se celebró un concurso nacional para buscar una nueva marcha real.

49. En 1974, Margarita y Henrik compraron el castillo Château de Cayx, ubicado en la región vinícola de Cahors, en el sur de Francia. Desde entonces, el castillo fue el lugar elegido para muchas de las vacaciones de verano de la familia real.

50. La reina fue honrada con 11 condecoraciones danesas y 50 extranjeras, además de 15 doctorados Honoris Causa, incluidos los de la London School of Arts en 1975 y la Universidad de Oxford en 1992.

51. Durante todo su reinado Margarita honró a 78 personas con la Orden del Elefante, máxima condecoración de Dinamarca, de la que es gran maestre. La Orden del Elefante se otorga principalmente a los miembros de la casa real danesa, de las casas reales extranjeras y las casas principescas, así como a los jefes de Estado extranjeros. Solo tres veces en los últimos 100 años un danés nacido burgués recibió la orden.

52. En 1981, la reina tradujo «Todas las personas son mortales», de Simone de Beauvoir, del francés al danés bajo el seudónimo SM Vejerbjerg con la ayuda del príncipe Henrik.

53. Durante los Juegos Olímpicos de Londres 2012, la reina y los otros miembros de la familia real vivieron en el Royal Ship Dannebrog, que estaba atracado en el Támesis.

54. Durante los Juegos Olímpicos de 2012, la Reina Dinamarca entregó las medallas ganadoras en el estadio Eton Dorney.

55. La reina va a Londres todos los años en diciembre, donde hace compras navideñas y visita a su gran amiga, la reina Isabel II, entre otras cosas.

56. Desde la muerte del rey Federico IX en 1972, la reina continuó la tradición del viaje anual de verano en el barco real Dannebrog. Margarita II llevó a cabo un total de 48 viajes a bordo del yate (“Dannebrogstogter”), de los cuales 44 los realizó junto con al príncipe Henrik.

57. Durante todo su reinado realizó 54 visitas de estado salientes y recibió 58 visitas oficiales de monarcas y presidentes extranjeros.

58. La última visita de Estado de Margarita II fue a Argentina en 2019.

59. La reina es madrina o protectora de 74 organizaciones danesas y 9 extranjeras. Parte del patrocinio ha sido heredado de sus padres. Más recientemente, la reina se convirtió en la mecenas del Hospital Danés de Gota en Sønderborg, inaugurado en 2019.

60. Margarita II es madrina, entre otros, del rey Guillermo Alejandro de los Países Bajos, del Príncipe Heredero Haakon de Noruega y del príncipe Carlos Felipe de Suecia.

61. La Reina recibió el Premio de la Lengua Materna en 1989, y en 2004 recibió el Premio Hans Christian Andersen.

62. Desde principios de la década de 1990, la reina interesa por la técnica de decoupage, donde utiliza recortes de libros y revistas para crear nuevos diseños. La reina ha utilizado el método como telón de fondo para la reproducción de algunas de las famosas aventuras de Hans Christian Andersen, incluidas «The Snow Queen» en 2000 y «The Wild Swans» en 2009.

63. Desde su primera exposición en la Køge Sketch Collection en 1988, la reina exhibió su arte tanto sola como junto con muchos otros lugares en el hogar y en el extranjero.

64. Margarita y el príncipe Henrik exhibieron sus pinturas y esculturas por primera vez en 2013 en el Museo de Arte ARoS. La exposición se llamó «Pas de Deux Royal – una reunión artística». La exposición incluyó 150 obras, incluyendo pinturas de paisajes de la reina, textiles de iglesias, escenografías y decoupages, así como poemas y esculturas del príncipe consorte.

65. La reina misma diseñó su sarcófago, que ya fue concluido y está preparado para cuando fallezca y sea enterrada en la Catedral de Roskilde.

66. La reina está muy interesada por la historia de los vikingos. Una de sus primeras obras artísticas fueron las ilustraciones del libro sobre el legendario rey danés Regnar Lodbrog. El libro fue publicado por Jørgen Stegelmann, director de la Escuela Krebs, donde los dos hijos de la reina fueron alumnos. El libro fue ilustrado por Ingahild Grathmer, el seudónimo de la reina.

67. En el 75 cumpleaños de la reina, el 16 de abril de 2015, la Royal Danish Science Society instituyó el «Premio de Ciencia de la Reina Margarita II», que desde entonces se otorga anualmente a un investigador menor de 50 años.

68. En Pascua, la Reina tiene una tradición de pintar huevos de Pascua. Los huevos de colores brillantes adornan posteriormente el Castillo de Marselisborg. Este año, la estancia de Pascua en el castillo de Marselisborg fue cancelada debido a la propagación del coronavirus.

69. La reina introdujo una tradición navideña especial. Después de asistir a la iglesia con su familia, reúne a todo el personal del palacio y les lee el evangelio de Navidad. Luego, todos reciben un regalo personal de la monarca.

70. Los calendarios navideños con 24 puertas para abrir uno todos los días a partir del 1 de diciembre es una tradición internacional pero fuertemente arraigada en Dinamarca. La reina introdujo esta tradición en la familia real bordando tapices con bolsillos que acomodarían 24 pequeños regalos para sus nietos. El diseño del calendario con bolsillos decorados con corazones bordados y motivos navideños está inspirado en la hoja de la marca de Navidad de la reina de 2003. Cada calendario tiene su propio carácter distintivo con variaciones del bordado para que los niños puedan conocer fácilmente el suyo.

71. A la reina le encanta bailar mucho Les Lanciers. Con el tiempo, este baile fue una característica habitual de cumpleaños y cenas oficiales.

72. Una vez al año, la reina realiza una reverencia. Esto sucede en la mesa de Año Nuevo en Amalienborg el 1 de enero, cuando la reina y las miembros femeninas de la familia real se inclinan ante los invitados antes de dirigirse a la mesa. La tradición proviene originalmente del Parlamento de Suecia y fue llevada a Dinamarca por la reina Ingrid. En aquel entonces, las damas reales se inclinaban cuando el rey abría el parlamento sueco todos los años.

73. Margarita II pronunció 48 discursos de Año Nuevo a través del tiempo, un evento televisivo que cada 31 de diciembre reúne a miles de daneses frente a la televisión y en el que la monarca vuelca sus más sinceros pensamientos.

74. Con sus 48 años en el trono, la reina es el segundo monarca más antiguo en la historia danesa, solo superada por su antepasado Christian IV, que se sentó en el trono danés durante 60 años.

75. Después de que el Reino Unido abandonó la Unión Europea (UE) a principios de este año, Margarita II es el jefe de Estado más antigua de la UE.

76. Cuando Margarita II cumpla 80 años el 16 de abril de 2020, será apenas el segundo monarca danés en alcanzar esa edad en casi 1.000 años de historia. El primero fue su tatarabuelo Christian IX quien vivió 88 años.

77. A lo largo de su reinado, Margarita II agradeció personalmente a todos los equipos de guardias que custodian los castillos. Solo dos veces tuvo que cancelar los desfiles de la Guardia Parroquial Real, primero por una vez que padeció gripe y ahora en marzo de 2020 debido a la pandemia del coronavirus.

78. El jueves es el día libre de la reina. Ese día de la semana lo reserva para otras actividades y a menudo aprovecha ese tiempo “fuera de la oficina” para realizar sus actividades creativas. En sus distintas residencias, la reina creó talleres donde realiza las actividades artísticas.

79. Margarita II se dedica desde hace muchos años al arte eclesiástico. Como artista, ha cosido y bordado varios textiles de la iglesia en colores claros y con el simbolismo de la imagen relacionada con el tema cristiano. Recientemente diseñó y bordado un nuevo antependio y un nuevo granizo para la iglesia del castillo de Graasten.

80. Con motivo del 500 aniversario de la Reforma en 2017, creó un nuevo antependio con Lutero como el motivo central de la Iglesia del Castillo en Wittenberg, Alemania. Además, entre otras cosas, creó estandartes para la Catedral de Haderslev en 1988 y la Iglesia de Holmen en 2012, así como las casullas para la Catedral de Viborg en 1989, la Catedral de Aarhus en 1999 y la Catedral de Aalborg en 2006.