Delphine de Bélgica se unió a la familia real en un homenaje a sus antepasados reales

La princesa Delphine de Sajonia-Coburgo, recientemente reconocida como hija del ex rey Alberto II de Bélgica, participó junto a su esposo de un sentido homenaje a los miembros fallecidos de la familia real en la Cripta Real de la Iglesia de Nuestra Señora de Laeken.

Después del encuentro con su hermano el rey Felipe, en el Castillo de Laeken, y con el rey Alberto II y la reina Paola en el Castillo de Belvédère, este es el tercer encuentro privado que se hace público desde el reconocimiento oficial de la artista Delphine Boël como Princesa de Bélgica.

Desde el 1 de octubre, fecha en la que el Tribunal de Apelación de Bruselas dictó sentencia, Delphine Boël es considerada hija legítima del rey Alberto II.

La fecha para la reunión familiar, que contó además con la presencia de la princesa Astrid (hermana de Delphine) no fue elegida al azar. El 17 de febrero de 1935 se celebró en Laeken una misa en conmemoración de la muerte del rey Alberto I, quien había muerto accidentalmente en un accidente de montañismo Marche-les-Dames exactamente un año antes.

Tras la trágica muerte de la reina Astrid (madre de Alberto II) el 29 de agosto de 1935, se decidió conmemorar cada 17 de febrero a todos los miembros fallecidos de la familia real.

Se trata de la tercera vez que Delphine se reúne con miembros de la familia real desde que la Justicia le reconoció su derecho a titularse princesa, poniendo punto final a la disputa que comenzó en 2013.

Desde entonces, cada año se celebra una misa en esta fecha en la iglesia de Laeken, a las afueras de Bruselas. Si bien este año no se pudo celebrar misa por las medidas sanitarias, los miembros de la familia real, incluidos la princesa Delphine y su esposo Jim O’Hare, se turnaron para rezar en la cripta.

Esta es la primera vez que la familia real invita a Delphine de Sajonia-Coburgo a esta ceremonia, en un nuevo intento por mostrar una familia unida y reconciliada con el pasado. “La princesa Delphine fue invitada como sus hermanos y hermanas y respondió positivamente”, dijo el director de comunicación del Palacio, Francis Sobry.

Delphine de Bélgica: “Me trataban mal y el día que me reconocieron, la gente cambió”

La princesa Delphine de Sajonia-Coburgo, hija del exrey Alberto II de Bélgica, reconoció haber sufrido el desprecio público durante su batalla por el reconocimiento.

“Me trataban mal. El día que me reconocieron, la gente cambió”. Incluso los círculos nobles “cambiaron por completo” en su trato hacia ella. “Pero eso puede suceder en todos los niveles de la sociedad”, reconoció la princesa en una entrevista concedida al canal de televisión belga LN24.

Delphine, de 52 años, reconoció que “es importante que los hermanos y hermanas sean tratados por igual”, meses después de que su medio hermano, el rey Felipe, la recibiera en su residencia de Laeken. Después fue recibida en el castillo de Belvedere por su padre, el rey Alberto II, y la reina Paola, dos encuentros que calificó como “dos pasos en la dirección correcta”.

Ya sea un hijo ilegítimo o el hijo de un primer matrimonio que no es admitido en una familia recién formada: una persona repudiada es vista sesgada por la sociedad”, dijo.

“Un niño no ha pedido nacer. Por eso es importante que la familia deje claro que es parte de nuestra vida. Para que el mundo exterior también lo acepte. Entonces, la aceptación comienza con la familia, luego sigue la sociedad”, agregó la princesa.

Delphine, nacida en 1968 de la relación secreta entre el entonces príncipe Alberto y la baronesa Sibile de Selys-Longchamps, dijo en el reportaje tener “mucha suerte de tener un hombre que es extremadamente dulce y muy leal”, refiriéndose a su esposo. Además, dijo que es “absolutamente” monárquica pero volvió a aclarar que no quiere dinero del Estado: “Eso no está en mi naturaleza”.

Efecto Delphine: los reyes Alberto y Paola de Bélgica modificaron su contrato matrimonial

Los exmonarcas dividieron sus bienes en una jugada legal que podría reducir ampliamente el legado que le corresponde a la hija extramatrimonial de Alberto II.

Los ex reyes de Bélgica, Alberto II y Paola, modificaron su contrato matrimonial, en un arreglo que reduce la herencia a la hija reconocida del exmonarca, Delphine de Sajonia-Coburgo. Hasta el momento, los ex reyes, con 61 años de matrimonio, mantenían un contrato matrimonial de bienes comunes, pero recientemente han decidido enmendarlo para dividir la propiedad.

La ley de enmienda consiste en dividir la propiedad común de la pareja de ancianos. Si la mayor parte de la propiedad va a Paola, Alberto reduce la herencia de su hija recién reconocida Delphine”, explicó el periodista y conocedor de la monarquía belga Wim Dehandschutter.

El reconocimiento de la artista Delphine Boel como hija extramatrimonial de Alberto II con la baronesa Sibile de Selys-Longchamps, tras muchos años de batalla judicial, implica que la ahora princesa de Sajonia-Coburgo adquiriera el derecho a recibir parte de la herencia de su padre tras su muerte.

Primer encuentro de Delphine con Alberto II y Paola en octubre.

“Hasta hace poco, Alberto y Paola estaban casados bajo un contrato matrimonial con una separación de bienes con una comunidad de bienes limitada. Convirtieron eso en una separación de bienes. Eso significa que vuelven a ser económicamente independientes entre sí. Todo lo que estaba incluido en su propiedad común, el rey retirado y la reina lo dividieron de común acuerdo”, explicó Dehandschutter.

Para el rey Felipe, Astrid y Laurent, la división de bienes de sus padres no cambia nada, porque ya sea que los bienes se agreguen a los activos de Alberto o Paola, los heredarán de todos modos. “Pero para Delphine hace una gran diferencia si la mayor parte fue para Paola”, agregó el experto. No se sabe qué porcentaje del patrimonio común fue a parar a cada uno de los cónyuges.

Delphine de Sajonia-Coburgo con su hermano, el rey Felipe.

Citando a un juez de familia, el periódico belga Nieuwsblad explica que “la ley belga no define si hay que dividirlo en cincuenta por ciento”, por lo que “bien podría ser el 80 por ciento para uno y el 20 por ciento para otro”.

“De modo que puede asegurarse de que la mayor cantidad posible vaya a uno de los dos”, dijo la fuente. “De esta manera evitan que, por ejemplo, el dinero, los bienes raíces o las joyas preciosas terminan en el lado equivocado de la familia. Entonces parece que Alberto está asegurando su patrimonio”.

Delphine de Bélgica: ¿tiene derecho a recibir un salario estatal ahora que es princesa?

La más reciente incorporación de la Familia Real belga lleva años diciendo que su reclamo de filiación no tenía motivos económicos. El gobierno y el Parlamento parecen haber zanjado la cuestión de un salario oficial.

Reconociendo que Delphine Boël es la hija de Alberto II, el Tribunal de Apelación de Bruselas concluyó a principios del mes de octubre que no se podía hacer ninguna distinción entre hijos legítimos e hijos ilegítimos, y que todos deberían ser tratados en perfecta igualdad de condiciones. En ese sentido, la artista belga pasó a ser Su Alteza Real la Princesa Delphine de Bélgica con el apellido de Sajonia-Coburgo.

Sin embargo, queda un interrogante. Esta semana, la diputada belga Barbara Pas (del partido de derecha VB) aprovechó la oportunidad para señalar, nuevamente, el presupuesto de la Casa Real. Su razonamiento es que los principios de no discriminación e igualdad de trato entre los hijos del rey deben aplicarse también a los salarios que reciben la princesa Astrid y el príncipe Laurent, hermanos menores del rey Felipe.

Dotar a Delphine de Sajonia-Coburgo con un salario proveniente del Estado “en este período de ajuste”, causado por la pandemia del coronavirus, sería “totalmente inaceptable”, dijo la diputada, quien en cambio sugirió eliminar los salarios estatales otorgados a la princesa Astrid y al príncipe Laurent.

El primer ministro Alexander De Croo respondió que la sentencia del Tribunal de Apelación no planteó “ningún problema en términos del principio constitucional de igualdad” y que, por lo tanto, no obliga a modificar “leyes y reglamentos vigentes”. Por ello, explicó que el gobierno no tiene previsto retirar las subvenciones a Astrid y Laurent y tampoco dotar a Delphine de un salario estatal.

La Casa Real de Bélgica recibe 13 millones de euros anuales provenientes de los fondos públicos, de los que una parte está destinada a salarios y el resto cubre el mantenimiento de las viviendas reales, los gastos de las visitas oficiales, los de la calefacción, la electricidad y el parque automovilístico. No se incluyen los costos de viajes oficiales ni de seguridad.

En 2014, el Senado belga reorganizó el sistema de subvenciones de la familia real. Los hijos del rey, con la excepción de la heredera al trono, ya no recibirán salarios provenientes de fondos públicos. Desde entonces, la Lista Civil se reparte entre el rey, la reina consorte, el príncipe heredero y su consorte, el ex monarca y su consorte o la reina viuda.

Sin embargo, la nueva ley no planteó cambios en los salarios de los príncipes Astrid (cerca de 330.000 euros) y Laurent (unos 320.000 euros), quienes asumen tareas oficiales de representación y, por lo tanto, no pueden ejercer una actividad profesional. “Esto significa que tienen derecho a su donación de por vida”, dice Marc Uyttendaele, experto constitucionalista belga y abogado de Delphine.

Vincent Dujardin, profesor de historia contemporánea en la Universidad Catolica de Lovaina, explica que Delphine no tiene derecho a un salario oficial: “No, en la medida en que no ha habido matrimonio que haya sido validado y refrendado por un gobierno que permita tener una actividad pública y una investidura; y cumplir con los deberes de representación del rey”.

El experto compara la situación con las princesas Esmeralda y María Cristina, las hijas del segundo matrimonio del rey Leopoldo III, que no reciben una dotación del Estado belga ya que no cumplen con actividades oficiales ni ocupan un lugar en la sucesión al trono.

Delphine no pretende asumir ninguna misión de representación y no imagina por un segundo dejar su trabajo”, recordó Uyttendaele en una entrevista. La propia princesa dijo recientemente que sus motivaciones de reconocimiento familiar nunca fueron monetarias. “Por tanto, es absurdo, como ha dado a entender un abogado de Alberto II, que alguna vez busque una dotación. Ella no tiene derecho a ello y no tiene la intención de ser una carga para el estado”, afirmó Uyttendaele.

Prohibido estrictamente copiar completa o parcialmente los contenidos de MONARQUIAS.COM sin haber obtenido previamente permiso por escrito y sin incluir el link al texto original. Puede encontrarnos en Facebook o Instagram.

Stéphane Bern sobre la reunión de Delphine y Alberto II: «El acto de perdonar viene de la reina Paola»

Según el periodista especializado, la razón por la que fue necesario esperar tantos años para una reconciliación está en la crisis conyugal por la que atravesaron Alberto y Paola en los años 70 y 80.

El encuentro de la princesa Delphine de Sajonia-Coburgo primero con su hermano, el rey Felipe, y después con su padre, el rey Alberto II, es emblemático: después de años de escándalos que desprestigiaron a la monarquía belga, la familia real busca perdón y reconciliación, pero no sólo entre puertas adentro del palacio sino con los ciudadanos.

La familia real anunció este martes que llegó a hora de la reconciliación después de años de amargas batallas judiciales, con el reencuentro del exrey Alberto II y la reina Paola con su hija extramatrimonial y ahora princesa, Delphine. El palacio real sorprendió a todos al divulgar una carta firmada por el exmonarca, su esposa y Delphine, acompañada de una fotografía en que se puede ver a los tres en una sala del Castillo de Belvedere, en las afueras de Bruselas.

La nota -firmada por «Delphine, Paola y Alberto«- dice que el exmonarca y su hija decidieron «abrir un nuevo capítulo», después de una guerra judicial entre ambos que se arrastró por siete años en tribunales belgas para que Alberto II asuma la paternidad de la escultora Delphine Boel. «Después de los escándalos, las heridas y el sufrimiento, ha llegado el momento del perdón, de la cura y de la reconciliación», afirmaron los tres personajes de esta historia que durante muchos años mantuvo en vilo a los belgas.

Según el periodista especializado en asuntos de la realeza Stéphane Bern, la razón por la que fue necesario esperar tantos años para una reconciliación está en la crisis conyugal por la que atravesaron Alberto y la exreina Paola en los años 70 y 80. «Alberto no quería herir a la reina, por eso no reconoció a Delphine. Cuando él y Paola se reconciliaron, intentaron borrar los obstáculos», dijo. «Hoy podemos decir que el acto de perdonar viene de la reina Paola», consideró.

Delphine nació en febrero de 1968 de la larga relación (1966-1984) que mantuvo su madre, la baronesa Sibylle de Sélys Longchamps, con Alberto, quien era en ese entonces el príncipe heredero de la corona belga y estaba casado con la italiana Paola Ruffo di Calabria. Alberto asumió el trono belga en 1993, con el nombre de Alberto II, y su esposa se convirtió en la reina Paola. El monarca abdicó en 2013, en favor de su hijo mayor, Felipe, manchado por las acusaciones y los rumores sobre su intensa vida sentimental fuera del matrimonio.

Educada en el Reino Unido y Suiza, la joven Delphine Boel (apellido del marido de su madre) se transformó en una reconocida artista plástica y escultora. El caso llegó a los tribunales en 2013 y según Delphine eso ocurrió a raíz de la negativa del exrey de admitir su paternidad o incluso de ayudar a la baronesa Longchamps. Finalmente a fines de 2019 un tribunal belga obligó a Alberto II a someterse a un examen que, en enero de 2020, confirmó la paternidad. Finalmente, a inicios de octubre de este año la justicia le concedió el título Princesa de Bélgica.

«¡Que giro increíble en toda esta situación!», exclamó Stéphane Bern. En su opinión, el gesto que abrió la puerta a esta reconciliación familiar fue la decisión del actual rey de los belgas, Felipe, de recibir a su media hermana a inicios de octubre. Otro especialista en la familia real belga, Vincent Dujardin, profesor de historia contemporánea, coincidió plenamente con Bern y apuntó que el rey Felipe «impulsó» a su padre, para recomponer su imagen, afectada por su anterior negativa a aproximarse de su hija.

“Después de 21 años de silencio obstinado y 7 años de duros litigios, de repente invita a su hija ilegítima Delphine con los brazos abiertos”, opinó el periodista especializado Flip Feyten. “Aparentemente, Alberto y Paola acaban de reconocer cuán anticuados son sus puntos de vista sobre los valores familiares y los privilegios reales”.

Refiriéndose al rey Felipe, Feyten explicó que “sus manos estuvieron atadas durante el proceso” judicial ya que “cada declaración suya podría interpretarse como un intento de influir en el proceso”, pero tras el juicio decidió reconciliarse con Delphine y despejar “la sombra que todo este asunto arrojó sobre la monarquía y su autoridad moral”. “Felipe tiene un compromiso personal sincero y su padre debió de mirarlo asombrado ”, apuntó.

Para Patrick Weber, un analista de temas reales belgas, la reaproximación «es muy positiva para la familia real porque esto se había convertido en una cosa sucia», y en cambio el encuentro «permite iniciar la vía de la reconstrucción entre Alberto y Delphine». Alberto II “sólo recientemente ha comenzado a darse cuenta de que su actitud fue percibida por la población”, dijo Feyten.

“Los devastadores comentarios de la prensa y las redes sociales no son una mentira”, agregó el experto. “Hijos, hijos ilegítimos, hijos biológicos: son todos los hijos. Incluso en una familia real. El hecho de que Alberto y Paola aparentemente aún no se dieran cuenta de esto dice algo sobre su falta de mundo y sus ideas obsoletas sobre los valores familiares y los privilegios reales”.

Prohibido estrictamente copiar completa o parcialmente los contenidos de MONARQUIAS.COM sin haber obtenido previamente permiso por escrito y sin incluir el link al texto original. Puede encontrarnos en Facebook o Instagram.

La suerte de Delphine: qué sucedió con los hijos ilegítimos de los anteriores reyes de Bélgica

Delphine Boel no es la única: desde 1831 se cuentan al menos 8 personas que aseguraron ser hijos de monarcas belgas, nacidos de amores fugaces extramatrimoniales.

Anuncios

Durante los últimos veinte años años, el rey Alberto II de Bélgica ocupó los titulares de la prensa mundial a causa de la disputa legal que mantuvo contra él una de sus supuestas hijas ilegítimas, la artista y aristócrata Delphine Boël, quien finalmente fue reconocida como tal. Sorprendente, pero no inusual: desde la fundación de la monarquía belga, hace casi 190 años, todos los reyes, excepto Balduino, ocultaron hijos extramatrimoniales alrededor del mundo.

A lo largo de los años, algunos nombres nuevos podrían haberse agregado al árbol genealógico de la dinastía Sajonia-Coburgo-Gotha, o al menos eso sucedería si todas las salvajes historias y los rumores difundidos por la prensa a través de las décadas son ciertas: desde 1831 se cuentan al menos 8 personas que aseguraron ser hijos de monarcas belgas, nacidos de amores fugaces extramatrimoniales.

763 (5)
ARCADIE CLARET FUE LA MADRE DE GEORGES Y ARTHUR, PRESUNTOS HIJOS DE LEOPOLDO I.

La larga tradición de reyes adúlteros con hijos ilegítimos hizo necesaria la creación de un fondo especial que, según la historiadora belga Kathy Pauwels, se usa para apoyar monetariamente a los hijos extramatrimoniales de la familia real y “para apaciguar su propia conciencia”. “Es una tradición de larga data, pero que aún existe. Los hijos ilegítimos, por lo tanto, todavía reciben dinero de ellos «, dijo la experta.

El historiador Victor Capron, quien escribió un libro sobre el amor secreto de Leopoldo I, el primer rey de los belgas, confirmó la existencia de esa ayuda económica. Según él, el fondo existe desde mediados del siglo XIX y fue utilizado por primera vez, en el mayor secreto, por Leopoldo I, quien depositó unos 2,4 millones de francos en la cuenta en ese momento una cantidad inmensa, para sus hijos bastardos.

763 (1)
BLANCHE DELACROIX Y SUS HIJOS, LUCIEN Y PHILIPPE DURRIEUX.

El primer rey belga, Leopoldo I, fue el primero en dar el mal ejemplo. El tío amado de la reina Victoria de Inglaterra engendró dos hijos con su amante, la joven Arcadie Claret, de 36 años, hija de un soldado. Una aventura que comenzó cuando aún era menor de edad.

Los hijos Georges y Arthur recibieron el nombre de “von Eppinghoven” en el momento de su nacimiento, y también fueron elevados a su nobleza por decisión del rey. Los dos vivieron juntos con su madre, que ocultó su relación con Leopoldo I, en una mansión especial cerca del palacio real. Sin embargo, algunos creen que Arcadie vivió vivió allí poco tiempo, porque Leopoldo habría necesitado el lugar para instalar a nuevas amantes.

LECTURA RECOMENDADA

763 (2)

Leopoldo II siguió el ejemplo de su predecesor. De todos los reyes, sus aventuras sexuales son, sin duda, las más difundidas. Entre otras cosas, tuvo un romance con Blanche Delacroix, una prostituta que tenía apenas 16 años cuando comenzó a compartir las sábanas con el viejo rey de 66 años, según relata el periodista Eigen Berichtgeving, del diario belga Het Laatste Nieuws.

Los dos se habrían conocido en la Exposición Universal de 1900 en París, tras lo cual Delacroix tuvo dos hijos de Leopoldo II: Lucien y Philippe Durrieux, llamados así por el proxeneta y el marido oficial de su madre. Al igual que su padre, Leopoldo II también cuidó de su familia extramatrimonial: sus hijos pronto fueron elevados a Duque de Tervuren y al Conde de Ravenstein, respectivamente, y su madre fue obsequiada con un castillo en el sur de Francia.

763 (3)
ALBERTO I Y SU ESPOSA, ISABEL DE BAVIERA.

El historiador Bram Bombeek también mencionó en el pasado las aventuras parisinas de Leopoldo II, donde habría corrido detrás de conocidas damas de nobleza belga. Su presunta aventura con la bailarina y aristócrata Cléo de Merode le valió el apodo de «Rey Cléopold». Y también en Londres se difundieron rumores sobre sus aventuras escandalosas: Leopoldo II aparece mencionado en el «escándalo de Jefferson», en el que una prostituta de Londres lo habría ayudado con prostitutas menores de edad.

Alberto I, sobrino y sucesor de Leopoldo II, fue apodado “Rey Caballero” a causa de su valeroso papel contra los alemanes en la Primera Guerra Mundial. Sin embargo, en su libro ‘The Fall of Albert‘, el autor Jacques Noterman escribe que tuvo entre cinco y seis hijos ilegítimos, uno de los cuales luego se convertiría en secretario del palacio real.

763 (4)
LA PATINADORA LISELOTTE LANDBECK HABRIA SIDO MADRE DE UNA HIJA DE LEOPOLDO III.

Los rumores nunca fueron probados, pero el rey Alberto, en cualquier caso, mantuvo una vida amorosa llena de acontecimientos. Cuando se estrelló en Marche-les-Dames, surgieron todo tipo de teorías: el monarca no me había caído de las rocas, sino que fue asesinado por una amante o incluso por su esposa, la reina Isabel, que estaba cansada de su infidelidad.

Leopoldo III, al contrario de su padre, fue el rey belga más impopular a causa de su actitud pasiva sostenida ante la invasión nazi, que fue catalogada de colaboracionismo, lo cual le costó el trono en 1951. Padre de ocho hijos, Leopoldo III fue, en cualquier caso, el más fértil de los reyes belgas.

Michel_Didisheim1_3
EL CONDE MICHEL DISISHEIM, PRESUNTO HIJO DEL REY LEOPOLDO III.

Leopoldo III sería en padre de una hija de la campeona de patinaje Liselotte Landbeck, llamado Ingeborg Verdun. O al menos eso dijo la mujer que murió en 2013. En una revista belga, Ingeborg aseguró que cuando tenía cincuenta años supo que era hija de un rey belga.

Según Leo Van Audenhaeghe, quien escribió el libro «De Küssnacht a Argenteuil» sobre los dramas en la casa real belga, Leopoldo III también tuvo un hijo ilegítimo: el conde Michel Didisheim (actualmente de 88 años), quien fue durante un cuarto de siglo el secretario privado de Alberto II. El conde habría recibido el apellido del esposo de su madre, pero en realidad sería un hijo de Leopoldo III.

LECTURA RECOMENDADA

Prohibido estrictamente copiar completa o parcialmente los contenidos de MONARQUIAS.COM sin haber obtenido previamente permiso por escrito y sin incluir el link al texto original. Puede encontrarnos en Facebook o Instagram.

«Felipe y Delphine tienen mucho en común porque sufrieron la falta de amor paterno»

El rey «demostró que no está de acuerdo con las decisiones de su padre» y «que realmente ve a la nueva princesa como un familiar», dijo Mario Danneels, el periodista que descubrió el caso Boel.

“Un evento único en la historia de la familia real belga”. Así es como el periodista belga Mario Danneels se refirió al encuentro entre el rey Felipe y la más reciente incorporación de la casa real, la princesa Delphine de Sajonia-Coburgo: “Ambos han carecido de amor paternal. Así que deben haber tenido suficiente material para charlar”, dijo Danneels, quien tenía 18 años cuando publicó un explosivo libro sobre la relación entre el rey Alberto II y la reina Paola y mencionó por primera vez el nombre de Delphine Boël.

Pero aunque conoce bien la historia, Danneels dice que le sorprendió mucho la reunión en el Castillo de Laeken. “No podía creer lo que veía cuando vi el comunicado de prensa sobre la reunión entre Delphine y nuestro rey”, dice. “Había escuchado que había tenido lugar un evento importante, pero nunca pensé que se trataría de esto. Ésta es una señal muy positiva”, opinó en el diario belga Het Laaste Nieuws.

“El comunicado también contrastaba con los anuncios habituales del palacio real. Por ejemplo, el mensaje fue firmado con ‘Felipe y Delphine‘ sin mencionar sus títulos. Esto demuestra que realmente ven a la nueva princesa como una familia. Que ella pertenece y que su contacto es muy casual. Es un gesto muy lindo. Por supuesto, esto es importante para Delphine, aunque ella misma no habrá presionado para este anuncio público”, dijo el periodista.

Para Danneels, el rey Felipe merece respeto el gesto con su hermana. “Porque, por supuesto, esto es difícil para sus padres. Sus palabras y hechos contrastan marcadamente con los de Alberto en ese momento”, explicó. El exmonarca, quien abdicó en 2013, “seguía insistiendo en que nunca había tenido una conexión emocional con Delphine y que no estaba involucrado en su educación. Esas fueron mentiras descaradas y, además, fue un balde de agua fría para Boël”.

Danneels recuerda que “sorprendentemente” el comunicado posterior a la reunión afirma que el vínculo continuará desarrollándose dentro de la familia. “Por tanto, los contactos permanecerán. Eso abre la puerta a las reuniones con la reina Mathilde y sus hijos. Ahora todo es posible. También estoy seguro de que Felipe y Delphine tenían mucho de qué hablar. Ambos han experimentado una falta de amor paterno. Eso crea un vínculo”.

El rey Felipe, opina el periodista, “demuestra que no está de acuerdo con las decisiones de su padre”. Para los reyes Alberto II y Paola el asunto sería “una píldora amarga de tragar de todos modos”, y que “lucharon durante 21 años contra el reconocimiento de Delphine y utilizaron todos los procesos legales para arrastrar todo”. “Dado que la salud de Paola se había deteriorado, después de su fractura de cadera y un derrame cerebral, hubo más contacto entre Felipe y su madre, pero esta decisión nuevamente no habrá ayudado a su vínculo. Esto habrá sido difícil para Paola en particular”, opinó.

Prohibido estrictamente copiar completa o parcialmente los contenidos de MONARQUIAS.COM sin haber obtenido previamente permiso por escrito y sin incluir el link al texto original. Puede encontrarnos en Facebook o Instagram.

Cómo reaccionó Astrid de Bélgica tras el reconocimiento de su hermana Delphine

El rey Felipe la recibió en su palacio, el príncipe Laurent le ofreció todo su apoyo y Alberto II y Paola dijeron estar «felices» con eso: pero qué hay de la otra hermana del rey.

Anuncios

El encuentro del rey Felipe de Bélgica con su media hermana Delphine de Sajonia-Coburgo, una semana después de que la justicia belga la declarara oficialmente hija de Alberto II, marca un antes y un después en la historia de la familia real. Si durante años el rey Alberto se negó a tener una relación con su hija extramatrimonial, su sucesor busca que los errores de las anteriores generaciones no hagan mella en su reinado. De esta forma, abrió las puertas de su residencia, el Castillo de Laeken, para recibir a su nueva hermana y flamante princesa.

El rey emérito, inesperadamente, saludó el acercamiento familiar protagonizado por Delphine y Felipe y agregó que «mi esposa (la reina Paola) y yo estamos muy felices por esto que ha sido realizado por iniciativa del rey», y señaló que es el inicio de «días mejores para todos y en particular para Delphine».

Ese mismo día, el príncipe Laurent, durante muchos años llamado el “enfant terrible” de la monarquía belga y enemistado a sus padres, dijo a la prensa que su hermana puede contar con su apoyo: “Delphine debe saber que puede contar conmigo. Sin duda, ella ya lo sabe. Nos conocemos hace mucho tiempo”, reveló al periódico en holandés Het Nieuwsblad.

Pero hay un miembro de la familia real que guarda silencio, y es la hermana de Delphine, la princesa Astrid (58), única mujer entre los vástagos de Alberto II y Paola.

En entrevista con MONARQUIAS a principios de octubre, el periodista belga y conocedor de los asuntos de la familia real belga Wim Dehanschutter había anticipado: “Delphine sabe que Laurent siente simpatía por ella. Se conocieron una vez en una fiesta y él conversó ostentosamente con ella mientras era filmado por un equipo de televisión. Pero ella no se acerca a él. Creo que a Laurent le gusta Delphine porque ambos tienen una mala relación con su padre, Alberto. Delphine sin embargo no puede contar con el apoyo de la princesa Astrid. La princesa, que a menudo visita a sus padres y también viaja con ellos, está claramente del lado de su padre”.

Unas semanas después, y tras el significativo encuentro del pasado 9 de octubre, las cosas parecen no haber cambiado en este sentido. “Astrid está atrapada entre dos fuegos. Por un lado, es hija de un padre y el contacto con Delphine sería una traición hacia el papá Alberto”, reveló Wim Dehanschutter en Het Nieuwsblad. “Por otro lado, Astrid es leal a su hermano, el rey Felipe. El actual jefe de la monarquía recibió a Delphine con humanidad y gracia a la familia real. El tono del rey Alberto en su nota de prensa deja a Astrid más espacio para seguir el ejemplo de su hermano”.

“Astrid no quiere poner en peligro la cálida relación con sus padres. A diferencia de Felipe y Laurent, ella salió relativamente ilesa de su traumatizante niñez, que estuvo marcada por la falta de calidez y amor paternal. Ella es la única de los tres niños que perdonó a Alberto y Paola por sus errores”, relató.

Prohibido estrictamente copiar completa o parcialmente los contenidos de MONARQUIAS.COM sin haber obtenido previamente permiso por escrito y sin incluir el link al texto original. Puede encontrarnos en Facebook o Instagram.

Experto real: “El encuentro de Felipe y Delphine da a Alberto II una lección de humanidad y humildad”

El encuentro del rey con la princesa Delphine es un «gesto histórico, con el que le da a Alberto una lección de humanidad y humildad”, dijo el periodista belga y experto en asuntos reales Wim Dehandschutter a MONARQUIAS.COM.

Anuncios

La visita de la princesa Delphine al Castillo de Laeken para reunirse con su hermano, el rey Felipe I de Bélgica, es vista como un acto simbólico de reconciliación con el pasado. Los expertos belgas creen que tanto la artista, ahora Delphine de Sajonia-Coburgo, como el monarca belga tienen un vínculo especial debido a la que ambos “sufrieron la carencia de afecto paternal” durante toda su infancia y remarcan que la reunión es un ejemplo para las generaciones anteriores.

“Primero el Congo, ahora Delphine: el rey Felipe ha curado dos heridas supurantes del pasado real en menos de cuatro meses. Felipe abraza públicamente a su media hermana apenas una semana después de su reconocimiento por parte de la corte de Bruselas. Un gesto histórico, con el que le da a Alberto una lección de humanidad y humildad”, dijo el periodista belga y experto en asuntos monárquicos Wim Dehandschutter a MONARQUIAS.

El rey de los belgas, Felipe, se reunió con la princesa Delphine de Sajonia-Coburgo, que ya forma parte de la familia real luego de que la justicia la reconoció como hija del exmonarca Alberto II, informó el jueves al palacio real. De acuerdo con un comunicado del palacio, el encuentro tuvo lugar el 9 de octubre y fue el inicio de un “largo y rico intercambio” entre ambos. La nota, firmada por ambos, agrega que la relación entre el rey y su media hermana “se va a desarrollar en un marco familiar”.

Dehandschutter opina que “al firmar el comunicado de prensa con sus nombres de pila, en lugar de sus títulos de rey y princesa, Felipe y Delphine indican claramente que se ven como familia, unidos por su falta de amor paterno”. Dejando en claro que el rey y la princesa quieren desarrollar un vínculo familiar, el periodista no descarta que “la próxima vez la reina Mathilde y los niños se unirán al grupo, al igual que el compañero de vida de Delphine, Jim, y su descendencia” el príncipe Oscar y la princesa Joséphine.

Según revela el experto, el rey Felipe informó “discretamente” a su padre que se reuniría con Delphine, con quien el exrey mantuvo una relación más que tensa y angustiante desde que ella comenzó a reclamar el reconocimiento de paternidad.

“Que quede claro: el rey Felipe está rompiendo con el pasado. Cree que el futuro de la monarquía es más importante que su relación con el papá Alberto. No es que esta relación fuera buena, para usar un eufemismo. Pero la última oportunidad de reconciliación en Laeken parece haberse perdido”.

Dehandschutter destaca que la importancia que el rey Felipe da a la reconciliación con el pasado quedó demostrada el pasado mes de junio, cuando expresó su “más profundo pesar” por las atrocidades cometidas por los belgas, con el rey Leopoldo II (1865-1909) al mando, en el Congo. “Al corregir él mismo los errores de sus predecesores, trabaja en la credibilidad de la monarquía”, opina.

El comunicado del rey Alberto II y su esposa, la reina Paola, en reacción al encuentro entre el rey y Delphine, este viernes, fue “una sorpresa”, afirma Dehandschutter a MONARQUIAS. El texto “involucra enfáticamente a ‘mi esposa’, la reina Paola”, en un mensaje mensaje en el que ambos manifestaron su felicidad por el encuentro en Laeken. “Paola siempre fue vista como la razón principal por la que Alberto guardó silencio sobre Delphine durante años y se negó a reconocerla”, agrega.

En la nota, Alberto II dijo que él y la reina Paola están “muy felices por esto que ha sido realizado por iniciativa del rey”, y señaló que es el inicio de “días mejores para todos y en particular para Delphine”. El anciano monarca, de 86 años, ahora “parece estar aludiendo a un nuevo comienzo, sea lo que sea que eso signifique”, finalizó Dehandschutter.

Alberto II, quien abdicó en 2013 en parte debido a las batallas legales sobre las reclamaciones de paternidad hechas por Boël, se vio obligado a reconocer que ella era su hija en enero después de que un tribunal ordenó una prueba de ADN. Boël fue el resultado de una relación extramarital entre el entonces príncipe de Lieja y la baronesa Sybille de Selys Longchamps en los ños 60, cuando su matrimonio con Paola estaba prácticamente roto. Boël pasó mucho tiempo con Alberto cuando era niña, llamándolo «Papillon», pero nunca obtuvo un reconocimiento tácito. Finalmente lanzó una batalla legal para demostrar la paternidad en junio de 2013, luego de que la mayor de sus dos hijos, Joséphine, ingresara en el hospital con neumonía y sintiera la ausencia de su padre biológico.

Prohibido estrictamente copiar completa o parcialmente los contenidos de MONARQUIAS.COM sin haber obtenido previamente permiso por escrito y sin incluir el link al texto original. Puede encontrarnos en Facebook o Instagram.