La pandemia de Covid-19 obligó al palacio de Buckingham a cancelar la tradicional ceremonia Royal Maundy, en la que la reina Isabel II entrega un obsequio simbólico a ciudadanos jubilados para agradecer su contribución a la vida comunitaria en el Reino Unido. Esta vez, el obsequio fue enviado por correo.
“La reina ha hablado de su tristeza por no poder entregar el dinero conmemorativo de la Virgen en persona por segundo año consecutivo, ya que, en cambio, envió las monedas simbólicas a los jubilados cristianos”, informó el diario The Telegraph.
La reina Isabel II escribió a los destinatarios para expresarles su “agradecimiento personal” por su invaluable contribución a la vida comunitaria del país, diciendo: “Sin embargo, espero que este Obsequio Santo les recuerde en los próximos años que sus esfuerzos han sido verdaderamente apreciados”. “Estoy segura de que usted estará triste, como yo, de que las circunstancias actuales hagan imposible que ese servicio se lleve a cabo”, dijo la reina.
La reina escribió en su carta a los 95 hombres y 95 mujeres homenajeados este año: “Estoy encantada de enviarles el obsequio, que espero que acepten como expresión de mi agradecimiento personal por todo lo que han hecho para enriquecer la vida de su comunidad. Cada año, en el Royal Maundy Service, tenemos la oportunidad de reconocer y agradecer el trabajo realizado por innumerables personas por el bienestar de sus vecinos; trabajo que a menudo se ha dado por sentado u oculto”.
El obsequio consiste en dinero que se entrega en dos bolsitas, una roja y otra blanca. El monedero blanco contiene las monedas Maundy de acuñación única (monedas de plata de uno, dos, tres y cuatro centavos) por un valor de 95 centavos. En la bolsa roja hay una moneda de 5 libras que conmemora el 95 aniversario de la reina, y una moneda de 50 peniques que representa el 50 aniversario del Día Decimal en 1971. Los clérigos de todas las denominaciones recomiendan a los jubilados que han apoyado a la iglesia y sus comunidades locales que reciban este honor real.
La reina Isabel II de Inglaterra realizó este miércoles su primer viaje fuera del Castillo de Windsor después de haber recibido la segunda dosis de la vacuna contra el Covid-19, y se reunió con pilotos de la fuerza aérea a los que les preguntó si “persiguían a los rusos”.
En el Reino Unido, país más castigado de Europa con casi 127.000 muertos, el gobierno lleva a cabo una campaña masiva que llegó ya a 30 millones de personas. Algunos estudios, citados hoy por la prensa británica, dicen que la segunda dosis le daría a la reina una inmunidad ante el Covid cercana al 100%.
El palacio de Buckingham se negó a comentar oficialmente sobre las segundas dosis de la pareja real, pero una fuente dijo a The Sun: “Dado que la reina ha decidido hacer una aparición pública tan cerca de 12 semanas después del anuncio de recibir su primera vacuna, está claro que ya ha recibido la segunda.
“Los ayudantes no habrían querido ponerla en riesgo. Obviamente, es mucho más reconfortante saber que cualquier persona que haya recibido dos dosis de la vacuna está tan bien protegida, incluso a los 94 años”, afirmó la persona.
Este miércoles, la monarca conmemoró el centenario de la Fuerza Aérea australiana, país del cual también es soberana, visitando un memorial militar en el sur de Inglaterra. Al conversar con el comandante de un escuadrón sobre su trabajo, le preguntó si había sido «enviado para perseguir a los rusos». «¡Eso es correcto, señora, nos divertimos mucho!» respondió el militar.
Durante el acto, la reina dijo a la multitud que estaba “encantada” de estar al aire libre en su primer compromiso público desde noviembre: “Es un día bastante agradable. Estoy encantada de estar aquí”, afirmó.
Desde hace un año, la reina y el príncipe Felipe han pasado la mayor parte del tiempo confinada en el Castillo de Windsor a causa de la pandemia. La reina, quien hizo muy pocos viajes durante este periodo, pero participó en muchos actos mediante videoconferencias, cumplirá 95 años el 21 de abril, y no podrá participar este año en el tradicional desfile militar en el centro de Londres celebrando su aniversario.
El príncipe holandés Bernardo de Orange-Nassau, primo hermano del rey Guillermo Alejandro, fue vacunado contra el coronavirus este martes 30 de marzo en un hospital de Ámsterdam. La inoculación del príncipe, de 51 años, se debió a que es una persona incluida en los grupos de riesgo ante el Covid-19, según explicó el instituto sanitario.
“Desde el miércoles pasado, se ha invitado a pacientes de alto riesgo del UMC de Ámsterdam a realizar su campaña de vacunación contra el virus corona. Hoy fue el turno de Bernhard van Oranje y esperamos que todos los que también reciben una invitación vengan y se vacunen”, tuiteó el hospital junto a una fotografía del príncipe.
El programa de vacunación puesto en marcha por el gobierno holandés prioriza a los “grupos de pacientes que tienen un riesgo extra alto de enfermarse gravemente o morir a causa del Covid-19” ya que estas personas “tienen un riesgo comparable al de las personas de alrededor de 70 años”. Este grupo incluye a personas cuyo sistema inmunológico está gravemente comprometido (es decir, su sistema inmunológico no funciona correctamente) y personas que no tienen una inmunosupresión muy grave y que tienen un alto riesgo de complicaciones por cualquier otro motivo.
El príncipe Bernardo, hijo de la princesa Margarita de Holanda (hermana de la ex reina Beatriz) y Pieter van Vollenhoven, fue diagnosticado con cáncer linfático -linfoma no-Hodgkin- en 2013 y sigue un tratamiento que interfiere en su vida cotidiana. El príncipe, casado y con tres hijos, también ha sido tratado durante varios años de la enfermedad de Crohn, una patología inflamatoria intestinal crónica, de base genética.
La reina Isabel II de Gran Bretaña y su esposo, el príncipe Felipe recibieron las primeras dosis de la vacuna contra el coronavirus, que les fueron aplicadas de un médico de la casa en el Castillo de Windsor, confirmó una fuente a la prensa británica.
La reina, de 94 años, y el duque de Edimburgo, de 99, fueron vacunados este sábado 9 de enero y, como la casa real había anticipado, hicieron pública la noticia. Se entiende que la monarca decidió que la información debería hacerse pública para evitar especulaciones, dijeron las fuentes del palacio.
No se ha confirmado si la pareja recibió la vacuna desarrollada por los laboratorios Pfizer y BioNTech, o la que la Universidad de Oxford elaboró junto a la famacéutica AstraZeneca, ambas utilizadas en el Reino Unido desde diciembre para el personal de salud y personas en edad de riesgo.
La casa real había anticipado en diciembre que Isabel II y el príncipe Felipe tenían prioridad en la campaña de vacunación, pero no por su posición, sino por sus avanzadas edades. Por esta misma razón, la monarca y el consorte se encuentran bajo un estricto aislamiento desde mediados de marzo, tras el inicio de la pandemia.
Enfrentado a otra ola imparable de coronavirus desde el descubrimiento en diciembre de una nueva cepa aparentemente más contagiosa, Reino Unido anunció el viernes 1.325 muertes y 68.053 casos en 24 horas, sus cifras más altas desde el inicio de la pandemia.
Los 56 millones de habitantes de Inglaterra entraron el martes en un tercer confinamiento total previsto legalmente hasta finales de marzo. Escocia, Gales e Irlanda del Norte aplicaron medidas similares con duraciones variadas. En Londres los hospitales corren el riesgo de verse saturados de enfermos y la «propagación del virus está fuera de control», dijo su alcalde, Sadiq Khan.
El príncipe heredero de Arabia Saudita, Mohamed bin Salman Al Saud, fue la primera persona en ser vacunada en el país árabe, tras recibir este viernes 25 de diciembre la primera dosis de la vacuna de Pfizer y BioNTech frente a las cámaras de televisión.
Un video del príncipe de 38 años, hijo del rey Salman, fue publicado por la agencia estatal de noticias SPA a través de Twitter, marcando el inicio de la campaña masiva de vacunación del reino árabe, que garantizará vacunas gratuitas para los ciudadanos y residentes extranjeros.
Tras la inoculación del príncipe, el ministro de Salud, Tawfiq bin Fawzan Al-Rabiah, agradeció al heredero de la dinastía Al-Saud “su entusiasmo y seguimiento continuo para proporcionar vacunas”, así como “sus directivas permanentes para brindarles los mejores servicios” a los ciudadanos del país.
Según la estrategia del Ministerio de Salud del país, el 70 por ciento de la población será vacunada para finales de 2021. A mediados de diciembre, el reino de Arabia Saudita fue uno de los primeros países del mundo en aprobar el uso de la entonces candidata a vacuna de Pfizer-BioNTech.
La vacuna desarrollado por la empresa alemana Biontech y el gigante farmacéutico estadounidense Pfizer ya fue autorizada, entre otros, en el Reino Unido, Estados Unidos y Canadá. Según sus fabricantes, tiene una efectividad del 95 por ciento y se recomienda para personas mayores de 16 años.
El príncipe de Gales sugirió que es posible que no reciba la vacuna Pfizer-BioNTech, recientemente aprobada en Reino Unido, sino que tendría que esperar a la de Oxford-Astrazeneca.
El príncipe Carlos de Gran Bretaña confirmó esta semana que se aplicará la vacuna contra el coronavirus, pero dijo que está «muy abajo» en la lista de prioridades y que ya tiene anticuerpos después de haber contraído la enfermedad, Covid-19, en marzo de este año.
“Creo que estoy muy abajo en la lista y tendré que esperar», dijo y agregó: «Creo que tendré que esperar a AstraZeneca antes de que llegue mi turno. Estoy un poco más abajo en la lista”.
En declaraciones al personal durante un recorrido por un centro de vacunación en Gloucester el jueves, el príncipe Carlos sugirió que es posible que no reciba una de las vacunas Pfizer-BioNTech recientemente aprobadas, que actualmente se están implementando, sino que tendría que esperar a la de Oxford-Astrazeneca, que aún está pendiente de aprobación regulatoria.
“Sus palabras sirven de impulso a los esfuerzos del Gobierno para fomentar una amplia aceptación de la droga, frente a los activistas ‘anti-vax’”, dijo el diario The Telegraph. Gran parte de la población espera que la familia real los aliente a vacunarse contra Covid, frente a una gran campaña antivacunación que emerge en las redes sociales.
Como un hombre sano de 72 años, el príncipe pertenece a la cuarta categoría prioritaria del Comité Conjunto de Vacunación e Inmunización.
Como un hombre sano de 72 años, el Príncipe de Gales pertenece a la cuarta categoría prioritaria del Comité Conjunto de Vacunación e Inmunización, que incluye a personas de 70 a 74 años y personas clínicamente extremadamente vulnerables. El Gobierno británico anunció que espera vacunar a los aproximadamente 25 millones de personas vulnerables para Semana Santa.
Los comentarios del Príncipe se producen en medio de especulaciones de que es posible que el heredero del trono no quiera aceptar la vacuna Pfizer-BioNTech debido a su escepticismo de larga data sobre los productos modificados genéticamente.
El fármaco Pfizer-BioNTech es una vacuna de «ARNm» de nueva generación en la que se inyecta información genética en el cuerpo que reprograma las células para fabricar parte de la proteína Covid-19 que luego desencadena la construcción de una respuesta inmune capaz de combatir el virus. También utiliza nanotecnología.
Carlos confirmó esta semana que se aplicará la vacuna contra el coronavirus, pero dijo que está «muy abajo» en la lista de prioridades.
La prensa británica recuerda que en 2004 el príncipe recibió críticas por decir que sería «sorprendente» que la tecnología no «ofreciera alteraciones similares» a la talidomida. La vacuna de Oxford, aunque es muy innovadora, está más cerca del modelo tradicional, en el que se inyecta una partícula viral debilitada o inactivada en el cuerpo, produciendo de manera similar la proteína Covid que desencadena la respuesta inmune.
Aunque el príncipe le dijo al personal el jueves que tiene anticuerpos, después de haber sufrido de Covid-19 en marzo, su idoneidad para la vacuna no es diferente, ya que los científicos británicos creen que los anticuerpos, que brindan protección, disminuyen después de unos meses.
Los comentarios del príncipe de Gales llegaron después de que, a principios de este mes, se anunciara que la reina Isabel II y el príncipe Felipe harán público el momento de su vacunación para alentar a la población, aunque este gesto tiene precedentes.
En 1957, en medio de una ansiedad generalizada sobre una nueva vacuna contra la polio, la reina divulgó que el príncipe Carlos (entonces de 9 años) y la princesa Ana (de 7) habían sido vacunados contra la enfermedad, lo que tuvo un efecto significativo en la actitud del público.
El nieto de la reina Margarita II, segundo en la sucesión al trono danés, fue testeado tras un brote en la escuela a la que asiste.
El príncipe Christian de Dinamarca, de 15 años, dio positivo hoy por coronavirus este lunes 7 de diciembre, y toda su familia fue aislada para evitar la propagación de la enfermedad, confirmó la Casa Real en un comunicado.
El príncipe, nieto de la reina Margarita II y segundo en la sucesión al trono danés, fue testeado después de que sus padres, el príncipe heredero Federico y la princesa Mary, fueran notificados de un brote local en la escuela a la que asiste, Tranegårdskolen, en la ciudad de Hellerup.
El príncipe Christian resultó estar infectado y, por lo tanto, se encuentra aislado en sus habitaciones del palacio de Frederik VIII en Amalienborg, informó la Casa Real. Se aclaró, sin embargo, que el joven no tuvo contacto con la reina, de 80 años, ni otros miembros de la familia real.
El príncipe se encuentra aislado en sus habitaciones del palacio de Frederik VIII en Amalienborg.
Toda la familia del príncipe Federico está aislada siguiendo los consejos de la Agencia Danesa para la Seguridad del Paciente, y permanecerán así hasta que, de acuerdo con las directrices de las autoridades sanitarias, sea justificable interrumpir el aislamiento, informó la prensa local.
La cadena de televisión DR dijo que los príncipes herederos tienen varios compromisos en su calendario oficial, entre ellos el Foro Global de Refugiados, una entrega de premios y un concierto navideño, entre otros. Debido al aislamiento, no está claro si podrán cumplirlos.
El príncipe Christian es la primera persona infectada por el coronavirus en la familia real de Dinamarca, que desde marzo procuró aislar a la reina Margarita II por hallarse en el grupo de mayor riesgo. Ante la pandemia, la corte suspendió los más importantes eventos del calendario real durante todo el año.
Futuro rey . Christian es el hijo mayor del príncipe heredero Federico y la princesa Mary.
El adolescente se sumó de esta forma a una nutrida lista de personas de la realeza europea afectadas directamente por la pandemia. El príncipe británico Carlos, de 71 años fue diagnosticado con la infección un mes antes que su hijo, Guillermo, quien mantuvo su diagnóstico positivo en secreto hasta noviembre.
El soberano de Mónaco, Alberto II, fue uno de los primeros miembros de la realeza europea infectados cuando fue diagnosticado en marzo. El príncipe belga Joachim dio positivo en mayo después de asistir a una fiesta en España a pesar del confinamiento que vivía ese país. A finales de noviembre, Carlos Felipe y Sofía de Suecia desarrollaron síntomas leves de gripe y posteriormente dieron positivo.
La reina, de 94 años, y el príncipe Felipe, de 99, se encuentran en el grupo de riesgo más alto, y tendrán que reducir su lista de invitados al máximo.
La familia real británica ha pasado la Navidad en su residencia de Sandringham, Norfolk, desde finales de la década de 1980 y, por lo general, asisten a un servicio religioso tradicional en una pequeña iglesia cercana. Sin embargo, este año la pandemia de Covid obligó a una serie de cambios que quebraron la tradición
De este modo, la reina Isabel II y el príncipe Felipe pasarán la Navidad «tranquilamente» en el Castillo de Windsor, 40 kms al oeste de Londres, rompiendo con la tradición de recibir a toda la Familia Real en Sandringham durante el período festivo. Un portavoz del Palacio de Buckingham dijo: «Habiendo considerado todos los consejos apropiados, la reina y el duque de Edimburgo han decidido que este año pasarán la Navidad tranquilamente en Windsor”.
La reina está “contenta de tener una temporada festiva tranquila con la esperanza de volver a la normalidad en 2021”, dijo el periodista británico Chris Ship.
La familia real acostumbraba a celebrar la Navidad en el Castillo de Windsor cuando los hijos de la reina eran pequeños. Pero cuando la residencia fue remodelada en 1988, se trasladaron las celebraciones a Sandringham, donde han pasado el día desde entonces. Por lo general, la familia real asiste a un servicio religioso tradicional en St. Mary Magdalene.
Al igual que muchas grandes reuniones familiares este año, la reunión de la Casa de Windsor ya estaba cancelada, ya que la familia en general se dividió en grupos más pequeños que el gobierno bautizó “burbujas”. El Reino Unido mantiene ahora un confinamiento estricto, pero del 23 al 27 de diciembre a los británicos se les permitirácombinar tres hogares, lo que significa que la monarca tuvo que tomar algunas decisiones difíciles.
La reina, de 94 años, y el príncipe Felipe, de 99, se encuentran en el grupo de riesgo más alto, y los problemas de salud preexistentes de este último que lo llevaron al hospital la Navidad pasada son un factor clave en cualquier toma de decisiones. Ahora la pareja deberá organizar una Navidad reducida y segura en la que contará con la compañía de los condes de Wessex y otro grupo familiar que aún no se confirmó.
El príncipe de Gales y su esposa, Camilla, pasarán la Navidad en la casa de Highgrove, según explicó la periodista Rebecca English: “El príncipe Carlos y la duquesa de Cornualles pasarán el día de Navidad en Highgrove, aunque esperan ver a la reina y al príncipe Felipe en algún momento… aunque fuera en el exterior para dar un paseo”.
Ocurrirá mientras Inglaterra se encuentra actualmente bajo un duro confinamiento debido a la pandemia de Covid-19, lo que despertó la indignación de muchos.
El príncipe Carlos de Gran Bretaña y su esposa y Camilla, duquesa de Cornualles, lideraron la conmemoración del Día del Recuerdo y visitaron la tumba del Soldado Desconocido de la Abadía de Westminster esta semana. Sin embargo, los compromisos de la pareja real por el aniversario del Armisticio no terminarán ahí, ya que ahora se preparan para hacer un importante viaje al extranjero durante el fin de semana.
El martes se anunció que los futuros reyes de Gran Bretaña viajarán a Alemania el domingo 15 de noviembre para participar de la conmemoración con políticos de alto nivel. El corresponsal real de ITV, Chris Ship, escribió sobre el compromiso: “El príncipe Carlos y Camilla viajarán a Alemania este fin de semana después de haber sido invitados a asistir a la Ceremonia de Memoria Central en el Bundestag en Berlín por primera vez. Fueron solicitados por el presidente de Alemania, Frank-Walter Steinmeier”.
En un segundo tuit, el experto real agregó: “El viaje de dos días a Alemania es la primera visita oficial de la realeza al extranjero desde que golpeó la pandemia del coronavirus”. “El Gobierno del Reino Unido les pidió que asistieran al Día Nacional de Luto de Alemania en el Bundestag el domingo”, aclaró, y dijo que príncipe de Gales, de 71 años, y la duquesa de Cornualles, de 73, serán “testeados” de coronavirus antes de emprender el viaje desde Londres.
Esto ocurre mientras Inglaterra se encuentra actualmente bajo confinamiento debido a la pandemia de Covid-19 y el gobierno pidió a todas las personas que limiten sus viajes tanto como sea posible. Sin embargo, los viajes por trabajo todavía están permitidos, por lo que Camilla y el príncipe Carlos podrán ir al extranjero este fin de semana.
Si bien gran parte de la nación permanece en sus casas de acuerdo con las restricciones impuestas por el gobierno para mitigar el impacto de la segunda ola de coronavirus, el próximo viaje del príncipe y la duquesa despertó algunas quejas y muchos británicos criticaron el viaje en las redes sociales preguntándose por que el heredero del trono y su esposa son exceptuados de cumplir las reglas
“¿No está el Reino Unido confinado?”, se preguntó un internauta ante la noticia del próximo viaje real. Otro dijo: “Creo que deberían predicar con el ejemplo, incluido el alemán, quedarse en casa como le están diciendo al resto del mundo. Acabamos de recibir órdenes de no viajar fuera de nuestra comunidad, sin importar nuestro país”. Un tercer usuario comentó: “El mismo gobierno que elaboró las directrices les pide que vayan a esta visita”.
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Los monarcas de Inglaterra, Dinamarca, Suecia y Noruega afrontaron largos encierros. Una posible vacuna del Covid quizás ayude a recuperar su vieja normalidad.
El año 2020 pasará a ser recordado como uno de los años más horribles vividos por la Humanidad en el último siglo a causa de la pandemia del coronavirus: con más de 50 millones de infectados y 1,2 millones de víctimas fatales, el virus paralizó a todas las economías, además de los eventos y los viajes a escala mundial.
Las casas reales del mundo vieron suspendidas sus actividades y contemplaron cómo muchos monarcas en edades consideradas de riesgo se veían obligados a encerrarse lejos de las ciudades para evitar el contagio. Por eso, la posible llegada de una vacuna será una buena noticia también para ellos.
ISABEL II Y FELIPE, SOLOS EN WINDSOR
La vacuna contra el covid-19 que están desarrollando Pfizer Inc. y BioNTech SE previno más de 90% de los contagios en un estudio en el que participaron decenas de miles de voluntarios, en lo que corresponde al avance científico más alentador hasta ahora en la batalla contra el coronavirus. Si bien los ensayos durante un tiempo más, a ocho meses después del inicio de la peor pandemia en un siglo los resultados preliminares son esperanzadores y abren el interrogantes sobre si estamos más cerca del final del virus.
“Esta es la mejor noticia que podría recibir el mundo y la salud pública”, señaló William Gruber, vicepresidente sénior de desarrollo e investigación clínica de vacunas de Pfizer, citado por Bloomberg News. Fue mejor que el mejor resultado que previeron, dijo. Como se esperaba que la efectividad de las primeras vacunas estuviera dentro de un rango de entre 60% y 70%, “más de 90% es extraordinario”, dijo el director ejecutivo de BioNTech, Ugur Sahin. “Esto demuestra que el covid-19 se puede controlar. Al fin y al cabo, en realidad se trata de una victoria de la ciencia”, agregó.
Esta victoria de la ciencia podría significar que la reina Isabel de Inglaterra y su esposo, el príncipe Felipe, finalmente rompan el duro confinamiento que han atravesado desde el 19 de marzo. Y esto no significa que la pareja real británica y los reyes de Dinamarca, Suecia o Noruega estén desesperados por vacunarse, sino que la vacunación masiva de la población hará más seguro el ambiente para una paulatina vuelta a la normalidad.
En marzo, la reina y el consorte -ahora de 94 y 99 años, respectivamente- se recluyeron en el castillo de Windsor, a 40 kms. de Londres, rodeados por apenas un pequeño grupo de asistentes que se autodenominaron“la Burbuja de Su Majestad”. Tras un período en Escocia y otro en el campo, Felipe actualmente está en Windsor, mientras Isabel II ha regresado brevemente a Londres para el homenaje a los soldados británicos y regresó al confinamiento tras apenas haber tratado con su familia.
«Teníamos un vecino amable que nos hacía la compra«
MARGARITA II, UN CUMPLEAÑOS 80 LEJOS DE LA FAMILIA
Actualmente, Dinamarca estableció medidas más drásticas tras el descubrimiento de una mutación del coronavirus proveniente de los visones, que obligó a sacrificar millones de esos mamíferos y a cerrar una parte del país. La primera ministra dijo que el país se encuentra ante un rebrote “inquietante”, lo que significará el encierro de la población en edad de riesgo.
CARLOS XVI GUSTAVO Y SILVIA DE SUECIA, CONFINADOS EN STENHAMMAR
En Suecia, uno de los pocos países de Europa que no aplicó medidas de confinamiento, actualmente la pandemia «evoluciona rápidamente en el mal sentido» y «la situación es seria», reconoció el primer ministro esta semana. Los reyes Carlos Gustavo (74) y Silvia (76) pasaron cuatro meses de confinamiento desde marzo en el remoto castillo de Stenhammar, su residencia de verano.
“Teníamos un vecino amable que nos hacía la compra, porque solo estábamos nosotros dos. Debo decir que nunca me había sentido tan mayor de 70 años como ahora”, dijo la reina a la revista Svensk Dam. Tras una primera ola que provocó más de 5.000 muertos en un país con poco más de 10 millones de habitantes, la situación epidémica estuvo bajo control entre julio y mediados de octubre, pero el número de casos de coronavirus volvió a disparase en los últimos días, imponiéndose más encierros que pronto afectarán a los propios monarcas.
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“No tratamos al público como niños, les decimos la verdad y tú dejas que el público decida lo que les va a preocupar», reclamó el líder de un grupo republicano. Biógrafos reales también cuestionaron la decisión.
Un contagio de coronavirus mantenido oculto durante meses, de parte de un futuro soberano, corre el riesgo de incomodar a la familia real británica.
El protagonista del caso, revelado el domingo, es el príncipe Guillermo, de 38 años, segundo en la línea de sucesión al trono de la inoxidable reina Isabel y empeñado desde hace tiempo -con el favor de los medios y el establishment del Reino Unido- en promover su imagen de rey «in pectore», prudente pero moderno, equilibrado pero abierto a la comunicación con el mundo externo.
En un contexto de presunta transparencia, este contagio secreto puede sacudir el tablero. El encargado de filtrar todo fue el Sun, el diario popular irreverente propiedad de Rupert Murdoch. Pero los hechos fueron confirmados por fuentes anónimas también en la BBC, mientras la corte se atrincheró por ahora detrás de un solemne «no comment» oficial. Sin embargo, no hubo desmentida a la información -que estalla con retraso- según la cual el primogénito de Carlos y Diana contrajo coronavirus en abril.
El príncipe Guillermo, duque de Cambridge, quiso mantener el asunto oculto «para no alarmar» más aún a la nación en las semanas de la primera ola del virus, letal por el número de víctimas fatales en el reino. El contagio se produjo al parecer poco después del de su padre, el príncipe Carlos, de 71 años, que en cambio eligió darlo a conocer.
De hecho Guillermo sufrió una forma no grave de la infección, limitándose aaislarse en la residencia de Anmer Hall, en Norfolk, fingiendo desde allí una situación de normalidad jalonada durante el mes en cuestión por una serie de compromisos a distancia, por teléfono o en videollamada, bien difundidos por el palacio de Kensington y a menudo realizados en pareja con su esposa, Catalina.
«No había síntomas importantes y por eso no quise preocupar a nadie», dijo al parecer el duque de Cambridge para justificarse, según la fuente que citó el Sun, al explicar una decisión tomada en primera persona.
«No tratamos al público como niños, les decimos la verdad«
Jonny Dymond, royal correspondent de la BBC, se apresuró a acudir en su auxilio afirmando que al fin y al cabo las condiciones de salud del príncipe no serían tales como para representar un «tema de interés público». También recordó que para la Casa de Windsor es importante defender la privacidad de sus miembros, sobre todo lo que aún no reinan.
Sin embargo, la cortina de silencio que cayó sobre los hechos no deja de plantear interrogantes sobre la coherencia de Guillermo, que hasta ahora gozó de buena prensa en su país sobre todo por haber promovido -con Catalina y sus tres hijos, Jorge, Carlota y Luis- una imagen de confiabilidad, además de relativa modernidad, incluso en comparación con su hermano menor, el «rebelde» Harry y su esposa Meghan Markle.
La decisión de mantener el secreto apunta hacia una «opinión condescendiente del público» y carece de liderazgo, sugirió Graham Smith, líder del grupo anti-monárquico británico Republic. «Todos los demás funcionarios públicos que lo han descubierto han sido honestos y abiertos al respecto, sobre todo como una forma de mostrar algún tipo de liderazgo y (liderar) con el ejemplo y tomando las precauciones necesarias”.
“No tratamos al público como niños, les decimos la verdad y tú dejas que el público decida lo que les va a preocupar», dijo Smith, y agregó: «La gente estaba preocupada por Boris Johnson , pero nadie lo escondió, a todos se les dijo lo que estaba pasando y la gente pudo hacer sus propios juicios. Es una opinión bastante condescendiente del público y una visión muy inflada de la importancia de Guillermo para el país».
“Un paso atrás” en términos de transparencia
Joe Little, editor en jefe de la revista Majesty, dijo que la decisión de Guillermo de mantener en secreto su prueba positiva de Covid-19 en abril fue «un paso atrás» en términos de transparencia. «Creo que, con el beneficio de la retrospectiva, habría sido sensato una vez que se recuperó por completo decir ‘Bueno, mire, lo he tenido, pero ahora estoy bien», dijo.
«Podríamos habernos enterado a finales de abril en lugar de en noviembre. Es inevitable que estas cosas salgan al final», dijo Little. Agregó: «Se trata de transparencia en estos días y este es un paso atrás, supongo».
Por su parte, la biógrafa de la realeza Penny Junor describió la decisión de no hacer público el diagnóstico de Guillermo como «muy extraña», y dijo que iba en contra del precedente real. «Quizás deberíamos haberlo sabido porque no es un individuo privado”, dijo.
“La batalla de Carlos por el coronavirus y dar a conocer esto públicamente le permitió compartir su experiencia con otras personas que también enfrentan la enfermedad”, agregó la autora. «El príncipe Carlos pudo hablar y estar junto a personas que también lo habían tenido. En lugar de ser una especie de rey precioso que estaba envuelto en algodón y mantenido alejado e inmune a las enfermedades que contrae el resto del mundo, había sufrido”.
«Y creo que habría sido útil si hubiéramos sabido que Guillermo también había tenido el virus», concluyó Junor.
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El país superó el millón de infectados de Covid, que podría matar a 85.000 personas durante el invierno. La reina, de 94 años, continúa en las afueras de la capital.
Un nuevo confinamiento impuesto en el Reino Unido por la pandemia de coronavirus vuelve a paralizar las actividades de la reina Isabel II para las próximas semanas, pone en duda la ceremonia de homenaje a los militares caídos en las guerras y retrasaría el regreso de la monarca a Londres.
El primer ministro británico, Boris Johnson, ofreció una conferencia de prensa este sábado 31 de octubre con asesores médicos y científicos del gobierno para anunciar nuevas medidas para combatir la Covid-19 en el Reino Unido. El Grupo Asesor Científico para Emergencias (SAGE) le acaba de advertir al premier que el Covid-19 se estaba propagando significativamente más rápido y que, en el peor escenario, podría matar a 85.000 personas este invierno, indicó The Guardian.
La reina Isabel, de 94 años, es considerada por su edad parte del grupo de riesgo de coronavirus, que ha sido especialmente letal en personas ancianas. Desde que dejó Londres el pasado 19 de marzo, la monarca y su esposo Felipe, de 99 años, no regresaron a la capital y habían anunciado que lo harían a finales de octubre. La pareja real estuvo confinada en el Castillo de Windsor, donde hicieron raras apariciones en fotografía o video, y pasaron un tiempo de descanso en el Castillo de Balmoral (Escocia) y Sandringham (Norfolk).
El nuevo confinamiento en el Reino Unido provocará el cierre de los negocios no esenciales, así como el sector hotelero durante un mes. Sin embargo, y a diferencia de las restricciones primaverales, las escuelas y las universidades permanecerán abiertas. El cierre incluirá también restricciones a los viajes y entrará en vigor desde el próximo jueves hasta el 2 de diciembre, según informó BBC.
El Remembrance Sunday, el homenaje a los soldados que cada año lidera la reina Isabel II, está planeado para el 8 de noviembre. Tradicionalmente, los miembros senior de la familia real, acompañados por el Gobierno, representantes de la Iglesia de Inglaterra y de las Fuerzas Armadas, depositan ofrendas florales ante el Cenotafio, erigido en Whitehall, Londres, tras el final de la Primera Guerra Mundial. En los últimos años, el príncipe Carlos depositó la ofrenda de su madre mientras ella presencia la ceremonia desde un balcón acompañada por otros miembros de la familia real.
La ceremonia suele reunir a una inmensa multitud en torno al Cenotafio, pero las autoridades del gobierno de Boris Johnson y la casa real estaban planificando una reducción drástica de la cantidad de personas que asistirían. Las nuevas reglas de confinamiento impuestas este sábado, sin embargo, ponen en duda la conmemoración después de que numerosas ceremonias por el 80ª aniversario de la Segunda Guerra Mundial fueran suspendidas a lo largo de todo el año por la pandemia, dijo el sitio Royal Central.
Hablando a título personal en el programa BBC Radio 4 Today, el profesor Calum Semple, miembro del SAGE, dijo que el Reino Unido ya se encuentra golpeado por una segunda ola de la pandemia. «A diferencia de la primera ola, donde tuvimos un bloqueo nacional que protegió a grandes sectores de la sociedad, este brote ahora se está extendiendo en todos los grupos de edad», dijo. «Se observan muchos más casos, particularmente en mujeres más jóvenes entre las edades de 20 y 40», con tres o cuatro veces más de mujeres de ese grupo de edad que llegan al hospital que hombres, porque están expuestas al contagio en áreas de la salud, el comercio minorista y algunos ámbitos educativos”.
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Más restricciones para evitar los contagios de coronavirus se imponen en el reino escandinavo y afectan la agenda de la soberana, de 80 años.
Después de haber tenido que cancelar las celebraciones de su 80 cumpleaños en abril y de haber pasado varios meses en confinamiento por la pandemia de Covid, la reina Margarita II de Dinamarca se alejará aún más de las actividades oficiales. En riesgo a causa de su avanzada edad, la soberana acaba de cancelar las audiencias públicas del Palacio de Christiansborg, toda una tradición real, y se cree que los daneses no volverán a ver a la soberana en público durante mucho tiempo.
“Es un momento difícil con muchos desafíos debido a la situación de la corona, y para la familia real hoy es triste verse obligada a anunciar a muchos daneses que no podrán acudir a una audiencia”, dijo la corte tras anunciar la cancelación de actividades.
Según explicó Royal Central, las audiencias públicas se llevan a cabo muchas veces al año, durante todo el año, y a ella pueden asistir personas que, por ejemplo, hayan recibido una medalla real o una orden real sin inscripción previa. En tal oportunidad, pueden ser recibidas por la reina en el palacio.
Anteriormente, la casa real anunció que se suspendían los banquetes de gala que la reina suele ofrecer al gobierno, el parlamento y el cuerpo diplomático con motivo de Año Nuevo.
El Gobierno de Dinamarca endureció en los últimos días las limitaciones vigentes por la pandemia , una decisión tomada ante el aumento de los nuevos contagios, que alcanzaron nuevos récords. Así, desde esta semana, kioskos y supermercados no pueden vender alcohol desde las 22.00 horas, la misma hora a la que los bares tendrán que cerrar. Del mismo modo, las reuniones sociales se redujeron desde 50 personas hasta 10. Además, el uso de mascarillas volvió a ser obligatorio en cualquier edificio que cuente con un acceso público, como supermercados, hospitales o escuelas, al igual que lo es en el transporte público.
El resto de las restricciones impuestas hasta el momento, por su parte, permanecerán en vigor hasta al menos el 2 de enero, dijo la primera ministra danesa, Mette Frederiksen, quien señaló que la situación es «grave», aunque reconoció que Dinamarca está «mucho mejor preparada ahora» para afrontar la segunda ola pandémica que cuando estalló la crisis sanitaria. De forma paralela, dijo de que no se descarta implantar más medidas si los contagios continúan en aumento, que de manera directa afectarán la agenda de la reina Margarita II.
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La crisis del coronavirus provocó la cancelación de las fiestas tradicionales de la Casa Real. En abril, obligó a suspender los festejos por el 80 cumpleaños de la reina.
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La Casa Real de Dinamarca anunció la cancelación de todas las recepciones de gala de Año Nuevo, que cada año ofrece la reina Margarita II, debido a la pandemia de coronavirus, afirma en un comunicado de prensa.
“Como resultado de la continua propagación del COVID-19 en Dinamarca, Su Majestad la Reina ha decidido cancelar la gala de Año Nuevo para el gobierno, el Portavoz del Folketing, los representantes oficiales de Dinamarca y la Corte el 1 de enero de 2021”, afirmó la Casa Real en un comunicado de prensa.
La evolución de la pandemia de COVID-19 y la eventualidad de una segunda ola pandémica en Europa es «muy preocupante», aunque la situación no sea tan grave como la vivida hace algunos meses, advirtió la Organización Mundial de la Salud (OMS).
«El número de casos diarios aumenta, los ingresos en los hospitales también. El covid es ya la quinta causa de muerte y se ha alcanzado el nivel de 1.000 muertos por día», dijo la organización.
La zona Europa de la OMS incluye a 53 países, Rusia incluido, y ya ha registrado más de 7,25 millones de casos de coronavirus y casi 250.000 muertes por covid-19, según datos de la Organización, que también advirtió que pandemia “empeorará” en Europa en noviembre y la mortalidad va a aumentar.
Ante esto, la casa real cambió sus planes. Algunos daneses, sin embargo, podrán desea a la reina un feliz año nuevo en “una pequeña fiesta de Año Nuevo en el Castillo de Christiansborg el 4 de enero de 2021 para el Primer Ministro y algunos otros representantes oficiales de Dinamarca”, agregó la información difundida esta semana. El tradicional discurso de Año Nuevo se realizará como siempre, el 1 de enero a las 18hs, informó el sitio Royal Central.
Los principales eventos de fin de año solo se han cancelado una vez antes, en 2005 debido al tsunami que azotó el Sudeste Asiático en la Navidad de 2004. Este año, al inicio de la pandemia, Margarita II canceló todos los planes para la celebración de su cumpleaños 80, que incluía varias cenas de gala con invitados internacionales.
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Las restricciones impuestas por el gobierno para mitigar el impacto de COVID-19 impulsaron la decisión de Isabel II.
Las ceremonias de investidura y otros «eventos a gran escala» planificados para el Palacio de Buckingham y el Castillo de Windsor este año se han pospuesto a causa de la pandemia de COVID-19, dijeron funcionarios reales. El Palacio dijo que la decisión había sido tomada en línea con “directrices actuales del gobierno, y como medida de precaución sensata en las circunstancias actuales”.
“La reina todavía tiene la intención de usar el palacio para audiencias y compromisos, pero el aumento de casos de coronavirus y las restricciones de la «regla de los seis» sobre reuniones en interiores parecen haber impulsado la medida”, informó la agencia de noticias PA.
El Palacio de Buckingham dijo por su parte en su sitio web: “De acuerdo con las directrices gubernamentales actuales, y como una precaución sensata en las circunstancias actuales, no habrá eventos a gran escala en el Palacio de Buckingham o el Castillo de Windsor durante el resto del año”.
“Se examinaron una variedad de posibilidades para ver si era posible que las inversiones se llevaran a cabo de manera segura de acuerdo con las pautas”, agregaron los funcionarios. “Lamentablemente, debido a la gran cantidad de invitados y destinatarios que asistieron, no fue posible encontrar una manera de llevar a cabo estos eventos de manera segura en las circunstancias actuales”.
El palacio dijo que la intención de la reina sigue siendo regresar al Castillo de Windsor en octubre y reanudar el uso del Palacio de Buckingham durante un programa de otoño de audiencias y compromisos, “de acuerdo con todas las orientaciones y consejos pertinentes” para mitigar la propagación del nuevo coronavirus. La reina ahora se encuentra en su residencia campestre de Sandringham con el duque de Edimburgo y se espera que se mude al Castillo de Windsor en las próximas semanas antes de regresar a Londres.
La casa imperial suspendió numerosos compromisos y eventos mientraslos trabajadores dejan de presentarse al palacio.
La Agencia de la Casa Imperial de Japón se encuentra bajo «alerta total» y toma precauciones extremas en plena crisis global por el coronavirus COVID-19, para proteger al emperador y a otros miembros de la familia imperial de la infección a medida que aumenta la preocupación por el brote. En Japón se registran a la fecha 500 casos, pero la cifra total mundial superó los 108.000 a medida que la epidemia se expande por más de cincuenta países. La familia imperial ha decidido recluirse en sus palacios y numerosos compromisos y actividades, incluidos los homenajes a las víctimas del Gran Terremoto de 2011, se cancelaron o pospusieron.
«Se supone que es un momento para que la nueva casa imperial se ponga en movimiento después de una serie de ritos de sucesión, por lo que es triste que tengamos que cancelar un evento tras otro», dijo un funcionario de la Kunaicho, la agencia imperial. El Palacio Imperial, ícono turístico de Tokio, fue cerrado al público en el cumpleaños número 60 del emperador el 23 de febrero tras la decisión de la agencia de no hacer que la pareja imperial u otros miembros de la familia aparezcan en público y las restricciones aumentaron. Según la agencia japonesa Kyodo, la apertura anual del camino en los terrenos del palacio que generalmente, que atrae a unas 380.000 personas el año pasado cada primavera, se canceló este año.
Preocupación por los ancianos emperadores
La visita de Estado del presidente chino Xi Jinping al emperador Naruhito se canceló al igual que al menos cinco eventos relacionados con el príncipe heredero Akishino, el hermano menor del emperador, y su familia también sufrieron cambios. Dado que hay muchos miembros mayores en la familia, incluido el ex emperador Akihito, de 86 años, y la emperatriz Michiko, de 85, la corte ha tomado varias medidas para protegerse contra el coronavirus. Según The Japan Times, los funcionarios de palacio evitan los desplazamientos en horas pico y comienzan a trabajar a distancia. Los que necesitan reunirse con miembros de la familia deben utilizar barbijos mientras la casa imperial también dejó de aceptar cientos de limpiadores voluntarios del Palacio Imperial.
La epidemia del nuevo coronavirus contagió ya a más de 100.000 personas en todo el mundo, según la Agence France Presse. La Organización Mundial de la Salud (MS) calificó la propagación del virus como «profundamente preocupante», ya que una oleada de países reportó sus primeros casos de la enfermedad, que ahora mató a casi 3.500 personas e infectado a más de 100.000 en 92 naciones. Corea del Sur, el segundo país más afectado por la enfermedad, protestó contra las medidas que tildó de «irracionales» de cuarentena que impuso Japón a las personas que llegan de ese país.