Roberto de Luxemburgo subastará miles de botellas de vino de sus bodegas y donará el dinero a investigación médica

El príncipe Roberto, primo hermano del gran duque Enrique de Luxemburgo, anunció que subastará más de 4.200 botellas de vino de sus bodegas y donará las ganancias a su fundación caritativa.

Al frente de un gran imperio bordelés, gracias al Domaine Clarence Dillon fundado por su bisabuelo, que comprende 42 hectáreas de viñedos, el príncipe venderá su colección a través de la casa de subastas de Sotheby’s en Nueva York el 21 de mayo.

Cualquier postor que tenga la suerte de ganar uno (o varios) de estos lotes sabrá con certeza que disfrutará de algunos de los vinos más finos y raros del mundo, al mismo tiempo que apoyará una causa que finalmente nos ayudará a todos”, dijo el príncipe.

Sotheby’s subastará un total de 818 lotes con precios que van desde los 50 dólares (unos 47 euros) hasta los 80.000 dólares (casi 76.000 euros). Entre ellos destacan botellas de Château de Haut-Brion de 1906, 1918 y 1919, así como de los años 20, 30 y 40.

La junta directiva de Domaine Clarence Dillon, así como otras fincas, también sumaron donaciones como experiencias de cata o veladas, estimadas entre 10.000 y 15.000 euros por lote.

El dinero recaudado será donado a la fundación PolG, fundada por el propio príncipe Roberto para la investigación de los trastornos mitocondriales.

El príncipe explicó que experimentó de cerca la enfermedad porque su hijo, Frederik de Nassau, sufre una mutación del gen PolG desde los 14 años. Este trastorno hace que ciertos órganos funcionen mal al debilitar las células.

“En julio de 2016, cuando mi esposa y yo recibimos el diagnóstico de la enfermedad de Frederik, una rara enfermedad mitocondrial degenerativa relacionada con PolG, estábamos absolutamente devastados”, dijo el príncipe, que agregó que quedaron “conmocionados, asustados y desesperados”.

Al igual que muchos padres que han perdido a un hijo o están cuidando a un niño enfermo, nos sentimos totalmente incapaces de manejar esta situación”, relató en una carta citada por Sotheby’s.

Y continuó: “Los siguientes cinco años estuvieron compuestos por cuidados continuos, cirugías para el querido Frederik y, por supuesto, una búsqueda frenética de respuestas, terapias y una cura”. “Asistimos a conferencias y seminarios, nos reunimos con fundaciones, nuevas empresas de biotecnología, fondos, grandes farmacéuticas, médicos, investigadores y laboratorios de todo el mundo”, agregó.

La subasta de sus vinos ayudará a la “aceleración en la investigación mitocondrial y, por lo tanto, un enfoque en una mejor comprensión de la potencia de nuestras células”, explicó.

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Luis de Luxemburgo canceló su boda con la abogada francesa Scarlett-Lauren Sirgue

El príncipe Luis, tercer hijo de los grandes duques de Luxemburgo, y su prometida, la abogada francesa Scarlett-Lauren Sirgue, anunciaron la cancelación de su compromiso y su futura boda, que estaba planeada para este año.

“No nos vamos a casar. A pesar de ello, no ha habido sombras ni problemas en nuestra pareja, sino diferencias de opinión fundamentales que nos han llevado a tomar la decisión de cancelar nuestro compromiso», dijo la pareja en un comunicado enviado a la revista francesa Point de Vue.

«En el momento de nuestro compromiso, obviamente discutimos las cuestiones relacionadas con la entrada de Scarlett en una familia real, con todo lo que eso implica en términos de protocolo. Esto no supuso ninguna dificultad para nosotros. Estuvimos de acuerdo en esto», dice la nota.

La declaración finaliza diciendo: «Es una decisión que hemos tomado de mutuo acuerdo y después de una larga consideración. Seguimos unidos por un gran respeto y una admiración genuina hacia el otro».

«Estamos de todo corazón con nuestro querido hijo Luis y nuestra querida Scarlett, a la que amamos. Toda la familia está con vosotros. Estamos pensamos en vosotros», expresó la gran duquesa María Teresa, en la única reacción que la casa real de Luxemburgo tuvo después de la noticia.

Luis, de 35 años, anunció su compromiso en abril de 2021. Nacida en Burdeos el 8 de agosto de 1991, Scarlett-Lauren es la hija menor de los abogados Pierre Sirgue y Scarlett Sigrue. Al comienzo de su carrera, trabajó junto a su madre en Derecho de Familia, antes de decidirse a centrarse más específicamente en Derecho de Víctimas.

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Foto: Estefanía, futura gran duquesa de Luxemburgo, cumplió 38 años

Estefanía, futura gran duquesa de Luxemburgo, cumplió 38 años este 18 de febrero y la Corte Gran Ducal publicó un nuevo retrato de la princesa en las redes sociales para conmemorar la fecha.

La princesa, que tiene el título oficial de gran duquesa heredera, es la esposa del gran duque heredero Guillermo y madre del príncipe Carlos, segundo en la sucesión al trono.

Nacida el 18 de febrero de 1982 y perteneciente a una de las familias aristocráticas más antiguas de Bélgica, creció en el Castillo Anvaing, de estilo gótico-renacentista, construido en el siglo XVI en la región belga de Valonia.

Estefanía de Lannoy es licenciada en Filología germánica por la Universidad de Lovaina y habla con fluidez francés y alemán, los idiomas del Gran Ducado, además de inglés y ruso.

Estefanía, hija del conde Philippe de Lannoy y Alix della Faille de Leverghem, se convirtió en princesa de Luxemburgo en 2012, en la Catedral de Nuestra Señora, en una boda religiosa oficiada por el Arzobispo Jean-Claude Hollerich.

Estefanía y Guillermo aseguraron la línea sucesoria al trono gran ducal en marzo de 2020, cuando fueron padres por primera vez de un niño. El nieto de los actuales grandes duques fue bautizado con el nombre de Carlos.

Lea además: Quién es quién en la familia real de Luxemburgo

La familia real de Luxemburgo tampoco rechaza un matrimonio igualitario entre sus herederos

El parlamento de Holanda abrió la discusión en las monarquías europeas, hace dos semanas, cuando preguntó al primer ministro Mark Rutte qué sucedería si un heredero del trono deseaba casarse con una persona de su mismo sexo. El debate se replicó en Suecia, donde la casa real debió emitir una declaración sobre su postura. Y ahora fue el turno del Gran Ducado de Luxemburgo.

¿Puede el heredero de la familia real luxemburguesa casarse con una persona del mismo sexo? Consultado sobre este tema, la Casa Gran Ducal respondió con simpleza que “todos los matrimonios en Luxemburgo están sujetos a la legislación nacional, incluidos los matrimonios de la familia gran ducal celebrados en Luxemburgo”.

El representante de la corte aclaró, sin embargo, que “todo matrimonio” de la familia real “está sujeto al acuerdo previo del jefe” de la monarquía, es decir, el gran duque. Es decir, todas las personas en línea sucesoria que no reciban el permiso tácito del soberano, deben abandonar su lugar en la sucesión al trono y su título.

La corte gran ducal concluyó en declaraciones al diario L’Essentiel que “corresponde por tanto al jefe de familia dar su consentimiento o no a un matrimonio entre dos personas del mismo sexo”. Pero aclaró que “el pacto familiar excluye la posibilidad de que un niño nacido por adopción o donación de gametos pueda ser considerado heredero” al trono.

Príncipe de Nassau y Príncipe de Borbón-Parma (título éste último que su padre retiró de las atribuciones nobiliarias de las dinastía Nassau en 1987), el gran duque Enrique tiene una completa línea sucesoria -encabezada por el gran duque herederitario Guillermo y su hijo, el príncipe Carlos- que incluye además a otros tres de sus cinco hijos y dos de sus cinco nietos.

El heredero al trono, el príncipe Guillermo, tiene un hijo de su matrimonio con la princesa Estefanía, el príncipe Carlos, de un año y siete meses de vida. El príncipe Luis, tercer hijo del gran duque Enrique, perdió su derecho al trono para sí y su descendencia al casarse sin el consentimiento de su padre. La princesa Alejandra y el príncipe Sebastián, hijos menores del gran duque, están solteros.

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Fotos: la familia real de Luxemburgo, primeras vacaciones desde que inició la pandemia

La familia real de Luxemburgo se reunió por primera vez al completo desde que inició la pandemia de Covid-19 para retomar su tradición de vacaciones veraniegas en Cabasson (Francia).

Descubra las fotos de la primera reunión de verano de la Familia Gran Ducal desde el inicio de la pandemia”, escribió la casa gran ducal en su sitio web junto con las imágenes tomadas en la casa familiar de esa localidad francesa.

Los grandes duques Enrique y María Teresa reunieron en Cabasson a sus cinco hijos, tres nueras y cinco nietos. El príncipe hereditario, Guillermo, asistió con su esposa Estefanía y por primera vez con su hijo, Carlos, nacido al inicio de la pandemia.

El príncipe Félix y su esposa, Claire, viajaron a Francia con sus hijos Liam y Amelia. El príncipe Luis asistió con su prometida, la abogada francesa Scarlett-Lauren Sirgue, y sus hijos Noah y Gabriel, nacidos de su matrimonio con Tessy Antony.

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Quién es quién en la realeza: el príncipe Félix de Luxemburgo

El segundo hijo de los grandes duques Enrique y María Teresa cumple 37 años este 3 de junio, ocasión que aprovechamos para repasar su vida.

El príncipe Félix Léopold Marie Guillaume de Luxemburgo nació el 3 de junio de 1984 como segundo hijo del actual gran duque Enrique y de su esposa María Teresa Mestre, nacida en Cuba. El príncipe nació en el Hospital Maternidad Gran Duquesa Charlotte en la ciudad de Luxemburgo tres años después que su hermano mayor, Guillermo. Posteriormente Enrique y María Teresa serían padres del príncipe Luis (1986), la princesa Alejandra (1991) y el príncipe Sebastián (1992).

El príncipe Félix, que actualmente ocupa el tercer lugar en la línea sucesoria al trono, lleva el nombre de su bisabuelo Félix de BorbónParma (1893-1970), esposo de la difunta gran duquesa Carlota, soberana de Luxemburgo entre 1919 y 1964. El príncipe Félix fue bautizado teniendo como padrinos a su tío el príncipe Juan, hermano menor del gran duque Enrique, y su tía Catalina Mestre, única hermana de María Teresa.

Félix y sus cuatro hermanos crecieron en el Castillo de Fischbach y fueron a la escuela primaria en la cercana ciudad de Lorentzweiler. Para su educación secundaria, el príncipe asistió a la École Privée Notre-Dame (Sainte-Sophie) de Luxemburgo, así como a la American School of Luxembourg en la misma ciudad. Se graduó en el internado suizo Collège Alpin International Beau Soleil en Villars-sur-Ollon en 2003 y obtuvo su título de escuela secundaria con distinción.

Según la tradición familiar, el príncipe Félix se inscribió en la Royal Military Academy Sandhurst en el Reino Unido en 1998, pero no se graduó debido a una grave lesión en la rodilla que lo obligó a abandonar el programa antes de tiempo. Con su carrera militar en un segundo plano, el príncipe trabajó como aprendiz para varias empresas privadas con el fin de adquirir algo de experiencia profesional. En 2005, se incorporó al departamento de marketing y relaciones públicas de la empresa suiza Grand Chelem Management SA, donde ayudó a organizar varios eventos culturales y deportivos.

Los intereses del príncipe Félix incluyen la filosofía y la ciencia, lo que lo llevó a obtener una licenciatura en bioética en el Pontificio Athenaeum Regina Apostolorum en Roma. Obtuvo su maestría en 2013. Antes de matricularse en la universidad italiana, asistió a cursos de ciencias políticas, ciencias de la comunicación y psicología en varias universidades, incluido el Vesalius College en Bruselas y el Boston College en los Estados Unidos. El príncipe habla luxemburgués, inglés, francés y alemán con fluidez, pero también habla algo de español e italiano.

El príncipe Félix está casado con Claire Lademacher, nacida en Alemania, a quien conoció en 2001 en el internado suizo. La pareja pasó a estudiar bioética juntos en Roma y más de diez años después de su primer encuentro, anunciaron su compromiso el 13 de diciembre de 2012. Celebraron una ceremonia civil el 17 de septiembre de 2013 cerca de la ciudad natal de Claire en Königstein im Taunus, Alemania.

Una ceremonia religiosa siguió cuatro días después en la Basílica de Sainte Marie-Madeleine en Saint-Maximin-la-Sainte-Baume, Francia. Desde su boda con el príncipe Claire Lademacher asumió el título oficial de “Su Alteza Real la Princesa Claire de Luxemburgo, Princesa de Nassau”.

Después de su boda, la pareja se estableció en la región de Provenza, en el sur de Francia, donde el padre de la princesa Claire es dueño de un viñedo que ahora dirige la pareja principesca. Además, participan activamente en el día a día de la bodega Château Les Crostes en Lorgues.

Poco después de establecerse en la pintoresca finca de Château Les Crostes, el 15 de junio de 2014 la princesa Claire dio a luz a una niña en la sala de maternidad de la Gran Duquesa Charlotte en la ciudad de Luxemburgo. La princesaAmalia Gabriela María Teresa lleva el nombre de sus dos abuelas: Gabriele Schneider y la gran duquesa María Teresa.

Dos años después, la pareja dio la bienvenida a su segundo hijo el 28 de noviembre de 2016. El príncipeLiam Henri Hartmut nació en Ginebra y lleva los nombres de sus dos abuelos: el gran duque Enrique y Hartmut Lademacher. El príncipe Liam fue bautizado en El Vaticano.

Como miembro de la familia Gran Ducal, el príncipe Félix participa regularmente en funciones oficiales y viaja a Luxemburgo para estar allí en importantes ocasiones nacionales como el Día Nacional de Luxemburgo o la tradicional Octava.

Félix ha sido un gran deportista desde muy joven y en su época escolar fue elegido como el “mejor atleta” durante cinco años seguidos. Hasta el día de hoy, juega regularmente al tenis, golf y polo y disfruta tanto de los deportes de invierno como de los deportes acuáticos. Como ávido amante de los deportes, es patrocinador de varias asociaciones deportivas, patrocina del club de paracaidistas Cercle Para Luxembourg y la federación de baloncesto de Luxemburgo desde 2005.

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Nuevas fotos de Carlos de Luxemburgo con motivo de su primer cumpleaños

La casa granducal de Luxemburgo compartió este 10 de mayo nuevos retratos del primero de los grandes duques herederos, el príncipe Carlos, con motivo de su primer cumpleaños.

¡Su Alteza Real el Príncipe Carlos celebra hoy su primer cumpleaños! Para este hermoso evento, la pareja heredera se complace en compartir nuevas fotos con ustedes, escribió la Casa Gran Ducal en su cuenta de Twitter.

El nacimiento de Carlos, el 10 de mayo de 2020, fue una de las pocas noticias felices de la realeza europea en un año marcado por la pandemia y una sucesión de problemas que afectaron a casi todas las familias reales.

El niño, hijo del príncipe Guillermo y la condesa belga Estefanía de Lannoy, sexto nieto de los grandes duques y segundo en la línea sucesoria al trono, nació en la Maternidad Gran Duquesa Charlotte, en la ciudad de Luxemburgo.

El príncipe y futuro soberano de Luxemburgo, quien nació ocho años después de la boda de sus padres, recibió los nombres de Charles Jean Philippe Joseph Marie Guillaume, con los títulos de Príncipe de Luxemburgo y príncipe de Nassau.

El 19 de septiembre del año pasado fue bautizado en la Abadía Saint-Maurice-et-Saint-Maur en Clervaux, siendo sus padrinos sus tíos, el príncipe Luis de Luxemburgo y la condesa Gaëlle de Lannoy.

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María Teresa de Luxemburgo: “La vida en la realeza es exigente, requiere dedicación y hacer las cosas sin quejarse”

La vida dentro de la realeza es “exigente” y no todo lo que reluce es oro, admitió la gran duquesa María Teresa de Luxemburgo en una entrevista para el programa “Good Morning America” de la cadena estadounidense ABC.

Entrevistada en el Castillo de Berg, la esposa del gran duque Enrique habló sobre la “responsabilidad particular” de pertenecer a una familia real, y agregó: “Es una vida de renunciar a su libertad, es una vida de compromiso con tu país, y especialmente de servicio”.

Consultada sobre la renuncia del príncipe Harry y la duquesa de Sussex a la familia real británica, María Teresa no dudó en hacer saber sus pensamientos: “Tienen que entender lo que tienes que renunciar y lo que tienes que ofrecer. Uno podría estar tentado a pensar que ser parte de una familia real se reduce a alfombras rojas, tiaras y cosas hermosas. Pero puedo decirte eso cuando usar una tiara durante cinco horas en una cena de estado, te da un gran dolor de cabeza. Ese es el otro lado de la realidad”.

La existencia de los miembros de la realeza “es una vida exigente, que requiere más dedicación y hacer las cosas sin quejarse”, reflexionó la gran duquesa. “Eres un símbolo. Estás ahí para todos. Estás siempre al servicio de todos y disponible para todos”, recordó la sobernaa.

María Teresa Mestre, de 65 años, nació en La Habana, hija de banqueros cubanos que tuvieron que exiliarse al inicio de la revolución castrista. En 1980 se comprometió con el príncipe Enrique, al que había conocido en la Universidad de Ginebra, y con quien tuvo cinco hijos. En 2000, ambos se convirtieron en los monarcas.

Durante la entrevista, la gran duquesa también habló de que su familia cubana era su “columna vertebral” y recordó su primer encuentro con Enrique: “Me dije a mí misma, lo peor que puedes hacer es enamorarte de un príncipe heredero. Es un problema”, dijo riendo.

“En el momento en que lo vi, eso fue todo”, agregó María Teresa, quien admitió que fue un desafío enorme pasar de “una persona privada a convertirse en una persona pública. Cuando ingresas a una familia real, también te casas con la institución y te casas con el país”, reconoció.

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Luis de Luxemburgo se casará con la abogada francesa Scarlett-Lauren Sirgue

La familia real de Luxemburgo anunció este martes el compromiso matrimonial del príncipe Luis, tercer hijo de los grandes duques, con la abogada parisina Scarlett-Lauren Sirgue.

La cuenta oficial de Instagram de la Familia Real compartió tres nuevas fotografías de la pareja en compañía de los padres del príncipe, el gran duque Enrique y la gran duquesa María Teresa.

En un comunicado publicado por la corte gran ducal, los monarcas dieron: “Nos complace anunciar el compromiso de nuestro hijo, el príncipe Luis, con la señorita Scarlett-Lauren Sirgue”.

Los príncipes Gabriel y Noah se unen a nosotros para rodear a la nueva pareja con todo nuestro afecto. Les deseamos una inmensa felicidad”, agregaba el comunicado de los grandes duques.

Nacida en Burdeos el 8 de agosto de 1991, Scarlett-Lauren es la hija menor de los abogados Pierre Sirgue y Scarlett Sigrue. Al comienzo de su carrera, trabajó junto a su madre en Derecho de Familia, antes de decidirse a centrarse más específicamente en Derecho de Víctimas.

Scarlett-Lauren trabaja para la empresa fundada por sus padres, «Sibe Avocats», donde el príncipe Luis trabaja como mediador. Si el matrimonio recibe el consentimiento real del gran duque, la abogada será titulada Princesa de Luxemburgo mientras sus hijos serán Príncipes de Nassau.

El príncipe Luis está separado de Tessy Antony

El príncipe Luis estuvo casado anteriormente con Tessy Antony, con quien tuvo dos hijos, el príncipe Gabriel de Nassau, de 14 años, y el príncipe Noah de Nassau, de 12. La pareja se divorció en 2019 y actualmente la ex princesa Tessy está comprometida con un empresario suizo.

La ex princesa Tessy se unió al ejército de Luxemburgo en 2002 a la edad de 18 años, alcanzando el rango de cabo. Dos años más tarde, cuando era una de las pocas mujeres del personal de mantenimiento de la paz de la ONU en Kosovo, conoció al príncipe Luis, que estaba de visita en el ejército.

Su familia sólo se enteró de su historia de amor cuando Tessy quedó embarazada y dio a luz a los 19 años, y se casó, en septiembre de 2005, proporcionando al gran duque Enrique su primer nieto. Lo ocurrido enfureció a la familia real, conocida por su conservadurismo, y el príncipe debió renunciar a su derecho al trono para sí mismo y sus hijos.

Cuando Tessy se casó con el príncipe Luis en septiembre de 2006, seis meses después de dar a luz, el gran duque la despojó de cualquier derecho a reclamar su título, pero años después se revocó esta decisión, que reconoció tanto a la madre como a sus hijos con títulos principescos. El matrimonio se rompió en 2016 y se les concedió un decreto nisi en febrero del año pasado.

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Los grandes duques de Luxemburgo, a 40 años de su boda: “Nuestro matrimonio es una alianza de fuego y hielo”

Días después de haber cumplido 40 años de matrimonio, los grandes duques Enrique y María Teresa de Luxemburgo señalaron que la suya es “una alianza de fuego y hielo” y que su matrimonio es un “verdadero éxito” y un ejemplo para los jóvenes: “A pesar de las dificultades encontradas, el amor sigue siendo el más fuerte”, reconoció la soberana.

En una entrevista concedida a la revista francesa Paris Match, los soberanos luxemburgueses hablaron de su vida como pareja y se refirieron especialmente a la turbulencia vivida en la casa real después del Informe Waringo, que apuntaba a la pesada influencia de María Teresa en la toma de decisiones del palacio.

Enrique, de 65 años, reconoció que “hay tanta cercanía, tanta complicidad entre nosotros que nos hemos vuelto indispensables el uno para el otro, aunque seamos muy diferentes”. “Esta una especie de alianza de fuego y hielo, pero al mismo tiempo somos bastante fusionables. Y, francamente, diría que este matrimonio es un verdadero éxito”.

“Tenemos la suerte de tener cinco hijos maravillosos y juntos estamos al servicio de Luxemburgo, para representarlo. Nuestra familia encarna la continuidad histórica y la independencia del país. En una era en la que los puntos de referencia están desapareciendo, este poder simbólico, que une, federa más allá de las divisiones, es, creo, fundamental”, dijo el gran duque.

El entonces príncipe heredero Enrique se casó el 14 de febrero de 1981 (Día de los enamorados) con la exiliada cubana María Teresa Mestre, hija de banqueros, a quien había conocido en la Universidad de Ginebra.

“Estos cuarenta años han pasado a una velocidad extraordinaria. No puedo creer que hemos estado casados durante tantos años. Por supuesto, siempre ha habido altibajos, como en toda pareja, pero nuestro matrimonio me hizo muy feliz”, dijo Enrique en la entrevista.

“Si hay un mensaje fundamental que transmitir es que se necesita perseverancia”, aconsejó el gran duque. “Ante los obstáculos, no debemos resignarnos sino al contrario actuar, sin escatimar esfuerzos, para seguir avanzando juntos, para decirnos que el amor siempre vencerá”.

Enrique recordó que cuando conoció a María Teresa, a finales de los años 70, “era muy bonita, llena de encanto, chispeante de inteligencia. Con mucho humor, y esa alegría latina que poco probé en Luxemburgo y que enseguida me conquistó”.

La gran duquesa María Teresa dijo que los jóvenes pueden ver en su matrimonio de 40 años “un mensaje positivo: a pesar de las dificultades encontradas, el amor sigue siendo el más fuerte”.

Dirigéndose a su esposo, le dijo: “Lo que me gustó de ti fue, ante todo, tu impresionante belleza. Y especialmente la bondad en tus ojos, tu actitud. Esta profunda benevolencia hacia todos, tan firmemente anclada en ti, todavía me impresiona”.

Una de las cosas que más admiro de mi esposo es esta capacidad de ser positivo, de ver siempre lo bello, lo bueno. Admito que no tengo la misma facultad”, dijo María Teresa en la entrevista.

“La comunicación también es fundamental. Teniendo más facilidades en esta área, nunca dudé en hablar libremente sobre lo que me dolía o parecía insuperable. Frente a un nórdico bastante silencioso, a veces fue un desafío. Afortunadamente, estamos unidos por un amor inquebrantable. Y cuando uno sufre, el otro experimenta un sufrimiento similar”.

María Teresa de Luxemburgo: “Hay una forma de misoginia en querer borrar a la esposa del Gran Duque”

María Teresa de Luxemburgo, la esposa del gran duque Enrique, dijo que “hay una forma de misoginia” en el cambio de nombre de la corte, de Casa Gran Ducal a Casa del Gran Duque, después de que el Informe Waringo develara el año pasado la pesada influencia de la consorte en la toma de decisiones en palacio.

Tratar de reducir la institución granducal a un solo representante de tipo presidencial es amputarla. Si bien Luxemburgo quiere ser ejemplar en términos de igualdad entre hombres y mujeres, sin duda hay una forma de misoginia en querer borrar a la esposa del Gran Duque”, dijo la gran duquesa María Teresa en una entrevista con la revista Paris Match.

“Nunca me permitiría reclamarme igual a mi esposo, tengo demasiado respeto por el lugar que ocupa; pero de ahí desviarme de cualquier decisión dentro de una institución para la que trabajé veinte años”, lamentó la soberana.

Defendió, sin embargo, el papel principal que ha protagonizado en los veinte años de reinado del gran duque: “Llevar en alto la imagen de Luxemburgo ha sido una tarea enorme. A veces, dediqué más tiempo a hacer que esta casa estuviera a la altura de los huéspedes que recibíamos que a cuidar de mis hijos que, con razón, me culpan por ello. A pesar de todo el amor que nos une, a veces se sentían solos”.

El informe del exfuncionario de la casa gran ducal Jeannot Waringo no fue amable con la gran duquesa, a quien acusó de haber tomado “las decisiones más importantes en materia de gestión de personal, ya sea a nivel de contratación, asignación a diferentes servicios o incluso el despido”. El informe decía que “no hay otra solución” que reorganizar la corte para disminuir la influencia de María Teresa, a quien exempleados acusaron de dirigir el palacio como una “dictadora”.

“Somos una pareja, pero también una pareja al servicio del país”

En la entrevista con Paris Match, el gran duque defendió el rol de su esposa en su reinado: “Somos una pareja, pero también una pareja al servicio del país”. “Cuando tomé el trono en 2000, era obvio que la persona con la que iba a compartir mi vida me ayudaría en mis responsabilidades. Esta contribución es sumamente importante en la función real y la misión del Jefe de Estado”, dijo.

“Francamente, y aquí soy absolutamente categórico, no hubiera podido realizar esta tarea, cargada de responsabilidades y sacrificios en términos de libertad, sin la mujer que amo a mi lado. Habría sido imposible”, aseguró el gran duque, de 65 años.

El soberano explicó que el cambio de nombre de la corte real se debió a la necesidad de “centrarnos en la función constitucional del Jefe de Estado, pero, para mí, la monarquía debe ser llevada por la pareja reinante y la familia Gran Ducal. Poder con rostro humano, protector, compartiendo el destino de todos”.

«Es una especie de alianza de fuego y hielo»

“Tenemos la suerte de tener cinco hijos maravillosos y juntos estamos al servicio de Luxemburgo, para representarlo. Nuestra familia encarna la continuidad histórica y la independencia del país. En una era en la que los puntos de referencia están desapareciendo, este poder simbólico, que une, federa más allá de las divisiones, es, creo, fundamental”.

“Hay tanta cercanía, tanta complicidad entre nosotros que nos hemos vuelto indispensables el uno para el otro, aunque seamos muy diferentes”, aseguró el gran duque después de haber celebrado sus 40 años de matrimonio. “Es una especie de alianza de fuego y hielo, pero al mismo tiempo somos bastante fusionables. Y, francamente, diría que este matrimonio es un verdadero éxito”.

Refiriéndose a los rumores de abdicación después del escándaloso informe Waringo, el gran duque Enrique dijo: “Ese día llegará, por supuesto, pero no ha llegado el momento. Creo que todavía tengo cosas que hacer antes de entregárselo a mi hijo”.

Algunas frases destacables de la entrevista

Enrique de Luxemburgo:

“Estos cuarenta años han pasado a una velocidad extraordinaria. No puedo creer que hemos estado casados durante tantos años. Por supuesto, siempre ha habido altibajos, como en toda pareja, pero nuestro matrimonio me hizo muy feliz”.

“Si hay un mensaje fundamental que transmitir es que se necesita perseverancia. Ante los obstáculos, no debemos resignarnos sino al contrario actuar, sin escatimar esfuerzos, para seguir avanzando juntos, para decirnos que el amor siempre vencerá”.

“Era muy bonita, llena de encanto, chispeante de inteligencia. Con mucho humor, y esa alegría latina que poco probé en Luxemburgo y que enseguida me ganó”.

“Somos pareja, pero también una pareja al servicio del país. Cuando tomé el trono en 2000, era obvio que la persona con la que iba a compartir mi vida me ayudaría en mis responsabilidades. Esta contribución es sumamente importante en la función real y la misión del Jefe de Estado. Francamente – y aquí soy absolutamente categórico – no hubiera podido realizar esta tarea, cargada de responsabilidades y sacrificios en términos de libertad, sin la mujer que amo a mi lado. Habría sido imposible”.

“Cambiamos el nombre para centrarnos en la función constitucional del Jefe de Estado, pero, para mí, la monarquía debe ser llevada por la pareja reinante y la familia Gran Ducal. Poder con rostro humano, protector, compartiendo el destino de todos. Tenemos la suerte de tener cinco hijos maravillosos y juntos estamos al servicio de Luxemburgo, para representarlo. Nuestra familia encarna la continuidad histórica y la independencia del país. En una era en la que los puntos de referencia están desapareciendo, este poder simbólico, que une, federa más allá de las divisiones, es, creo, fundamental”.

[Sobre sus hijos y nietos] “Cada nacimiento fue una gran alegría para todos. Hoy tenemos el placer de verlos felices, equilibrados, llevando bien la vida, trabajando…”

“El amor se construye con los días, se fortalece con el tiempo. Finalmente, después de cuarenta años, comenzamos a conocernos”.

María Teresa de Luxemburgo:

“Es un momento de gran emoción, una maravilla personal, pero no solo eso. Las parejas jóvenes pueden ver un mensaje positivo en él: a pesar de las dificultades encontradas, el amor sigue siendo el más fuerte”.

“Una de las cosas que más admiro de mi esposo es esta capacidad de ser positivo, de ver siempre lo bello, lo bueno. Admito que no tengo la misma facultad. (…) La comunicación también es fundamental. Teniendo más facilidades en esta área, nunca dudé en hablar libremente sobre lo que me dolía o parecía insuperable. Frente a un nórdico bastante silencioso, a veces fue un desafío. Afortunadamente, estamos unidos por un amor inquebrantable. Y cuando uno sufre, el otro experimenta un sufrimiento similar”.

“Lo que me gustó de ti fue, ante todo, tu impresionante belleza. Y especialmente la bondad en tus ojos, tu actitud. Esta profunda benevolencia hacia todos, tan firmemente anclada en ti, todavía me impresiona”.

“Viniendo de una familia de grandes filántropos en Cuba, no fue difícil para mí. Me criaron con esta filosofía: ‘Cuanto más tienes, más debes dar’. Justo antes de nuestro compromiso, sin que yo lo supiera, mis futuros suegros organizaron una reunión con el primer ministro Pierre Werner en la oficina del gran duque Juan. Al verme angustiado, el gran duque rompió el hielo con una adorable sonrisa: ‘Entonces, ¿estás muy enamorado?’ Nos reímos, intercambiamos durante mucho tiempo y sentí que fui adoptada. Tal vez los luxemburgueses desconozcan hasta qué punto los exiliados buscan una identidad, un país. Al no haber conocido Cuba, lo único que tenía era Luxemburgo. Y me entregué al mil por ciento”.

“Tratar de reducir la institución granducal a un solo representante de tipo presidencial es amputarla. Si bien Luxemburgo quiere ser ejemplar en términos de igualdad entre hombres y mujeres, sin duda hay una forma de misoginia en querer borrar a la esposa del Gran Duque. Nunca me permitiría reclamarme igual a mi esposo, tengo demasiado respeto por el lugar que ocupa; pero de ahí desviarme de cualquier decisión dentro de una institución para la que trabajé veinte años. Llevar en alto la imagen de Luxemburgo ha sido una tarea enorme. A veces, dediqué más tiempo a hacer que esta casa estuviera a la altura de los huéspedes que recibíamos que a cuidar de mis hijos que, con razón, me culpan por ello. A pesar de todo el amor que nos une, a veces se sentían solos”.

“Soy una madre orgullosa de sus hijos. Nuestra preocupación es que puedan vivir sus pasiones, nunca hemos ejercido presión para empujarlos a hacer carreras brillantes. Hoy, todos florecen armoniosamente en el área que aman: nuestra hija Alejandro está en el trabajo humanitario y social, Sebastián trabaja en el desarrollo de la agricultura ecológica, Félix es un emprendedor, especialmente en el vino, y Luis es un entrenador y mediador”.

Día de los Enamorados: los 40 años de matrimonio de Enrique y María Teresa de Luxemburgo

Aquel 14 de febrero de 1981 hubo dos ceremonias: una en el Palacio Gran Ducal y la otra en la Catedral, frente a decenas de familias reales de todo el mundo.

El gran duque Enrique y la gran duquesa María Teresa conmemoraron este 14 de febrero sus 40 años de matrimonio, y tras cuatro décadas de altibajos mutuos, ellos aseguran que el vínculo sigue tan fuerte como siempre.

Nuestra fuerza es sin duda el amor que nos sentimos, el amor que nos supera e incluso nos lleva a través de las tormentas”, dijo la gran duquesa en una entrevista reciente.

Sin la mujer que amo a mi lado, no hubiera podido llevar a cabo esta tarea, que implica un Mucha responsabilidad y sacrificios en términos de libertad personal está relacionada con el afrontamiento”, agregó el gran duque Enrique.

La pareja Gran Ducal tuvo cinco hijos: el gran duque heredero Guillermo, los príncipes Félix, Luis, y Sebastián, y la princesa Alejandra.

El entonces gran duque heredero y la exiliada cubana María Teresa Mestre, hija de banqueros nacida en La Habana, se casaron el Día de los Enamorados de 1981, en una boda que congregó a una enorme masa de príncipes y monarcas bajo un frío glacial.

María Teresa Mestre lució un vestido de seda blanco con ribete de piel y una cola de un metro de largo para casarse con su prometido, de 25 años, en la Catedral de Notre Dame de Luxemburgo a las 11 de la mañana. Una hora antes, la pareja se había casado en una ceremonia civil en el Palacio Gran Ducal.

La cubana María Teresa Mestre fue la primera latinoamericana en ingresar por matrimonio a la primera línea de la realeza europa.

Entre los invitados a la boda de primera clase de la política y la sociedad hubo, por supuesto, algunas cabezas coronadas, como el príncipe Rainiero III y la princesa Grace de Mónaco, el rey Olaf V de Noruega, la reina Margarita II de Dinamarca con el príncipe Enrique y los reyes Balduino y Fabiola de Bélgica.

Enrique de Luxemburgo conoció a Maria Teresa Mestre y Batista-Falla durante su tiempo en la universidad en Ginebra en octubre de 1975 y tuvieron su primera cita en marzo del año siguiente. Durante varios años, la pareja prefirió mantener su relación en secreto y después de terminar sus estudios, la pareja se comprometió el 8 de noviembre de 1980.

Ex princesa de Luxemburgo relató cómo la familia real la “ocultó” durante el funeral del gran duque Juan

La ex nuera de los soberanos luxemburgueses recordó al figura del fallecido monarca y cómo el protocolo la relegó al último lugar durante la ceremonia.

Tessy Antony, la ex princesa Tessy de Luxemburgo, relató que el protocolo real la ubicó “completamente atrás” detrás de una “enorme columna de hormigón” en la ceremonia funeral del gran duque Juan en 2019, a quien definió como “un modelo a seguir”.

En una publicación de Instagram en la que recordó al abuelo de su ex marido Luis de Luxemburgo, Tessy relató: “En su funeral, a pesar de que me pusieron completamente atrás con una enorme columna de concreto frente a mí para que no pudiera ver nada, sabía que él sabía que estaba allí para él”.

Tessy Antony, de 34 años, que actualmente vive en Londres, está divorciada de Luis, tercer hijo de los grandes duques de Luxemburgo, con quien tuvo dos hijos, el príncipe Gabriel de Nassau, de 14 años, y el príncipe Noah de Nassau, de 12. El gran duque Juan, bisabuelo de los niños, murió semanas después de que Tessy y el príncipe se divorciaran.

El gran duque Juan “me hizo sentir amada, aceptada”

Tessy Antony se casó en 2006 con el príncipe Luis, tercer hijo de los grandes duques de Luxemburgo.

En la publicación, Tessy compartió una fotografía del difunto gran duque Juan con sus dos hijos escribiendo: “Extrañamos a Urapapa todos los días. El hombre más maravilloso, informado, justo y amable que he conocido. Un hombre que amaba a su familia tanto como a su país”.

La exprincesa continuó en su relato: “Estoy lejos de ser perfecta. Sin embargo, eso nunca fue un problema para él. Desde el momento en que nuestros caminos se cruzaron, me hizo sentir amada, aceptada, como una familia”.

Agregó que durante el funeral en la Catedral de Notre-Dame de Luxemburgo los organizadores la “pusieron” en la parte trasera de la iglesia: “No me importó que los periodistas estuvieran sentados con la familia mientras yo estaba donde me pusieron. Lo único que importaba era la bendición de estar allí para él y para que mis hijos supieran que mamá estaba allí si es necesario. Cerré los ojos y vi todo en mi corazón”.

El divorcio, “una de las cosas más dolorosas por las que he pasado”

Actualmente, Tessy Antony está comprometida con el empresario suizo Frank Floessel

Tessy Antony, proveniente de una modesta familia de la pequeña ciudad de Niederkorn, se casó con Luis en 2006, cuando ambos tenían 20 años y seis meses después del nacimiento de su primer hijo. La ex princesa, que perdió su título después de divorciarse de Louis en abril de 2019, mantuvo una relación cercana con su exmarido incluso después de que rompió con él en 2016.

Tessy actualmente vive en Londres, donde trabaja como consultora, oradora pública y es patrocinadora de la Asociación de Naciones Unidas. Recientemente habló sobre el impacto devastador de su divorcio en un podcast, diciendo: “Cuando estalló el divorcio, cuando se hizo público, mi cuerpo simplemente se apagó, literalmente. No podía caminar, hablar correctamente, comer, dormir. Yo era una prisionera”.

“Para mí, realmente tuve que reconstruirme de nuevo un día a la vez. Fue muy duro. Aprendí que no se podía arreglar eso con pastillas, así que nunca tomé pastillas como antidepresivos o esas cosas … Tenía tanta ansiedad que no podía ir a comprar comida”, recordó. El divorcio fue una de las cosas más dolorosas por las que he pasado. Perdí al 98% de mis amigos”, finalizó en su relato.

Un año después del explosivo Informe Waringo, María Teresa de Luxemburgo sigue en la mira

Un año después de la publicación del polémico Informe Waringo sobre la conducción de la corte de Luxemburgo, los políticos oficialistas hoy celebran que se hayan implementado grandes cambios en palacio y que el gran duque Enrique haya dado muestras de “transparencia” sobre el uso que la monarquía hace del dinero público.

Políticos opositores, sin embargo, exigen aún más cambios y creen necesario revisar la Constitución para delimitar las atribuciones del gran duque y, especialmente, de la gran duquesa María Teresa, quien llegó a ser definida por ex empleados del palacio como una “tirana” y una “dictadora”.

En su informe de 44 páginas, publicado en enero de 2020, el exfuncionario del palacio Jeannot Waringo concluyó que existía una atmósfera general de “miedo” entre los empleados del palacio, y que 51 de un total de 110 funcionarios renunciaron o fueron despedidos en el período entre 2014 y 2019.

Se mencionaba a la gran duquesa María Teresa como una figura predominante en la toma de decisiones dentro de la casa gran ducal y en la organización de los palacios de la familia real.

Waringo señaló que el personal de la Corte estaba bajo presión, que a menudo sufría de estrés y que muchas personas tenían miedo de perder sus trabajos. Señaló que la gran duquesa María Teresa había tomado la iniciativa en la gestión de personal.

La modernización de la corte de Luxemburgo

Como resultado del informe, se creó un diagrama de flujo organizativo para aumentar la transparencia y aclarar roles y responsabilidades, y se eliminó la influencia de la soberana, detalló Yuriko Backes, la maréchale de la cour, quien asumió el cargo en julio pasado.

La Maison du Grand-Duc es una nueva estructura organizativa, destinada a separar mejor la vida pública y privada de la familia real, establecida en octubre de 2020. Se ocupa exclusivamente de las funciones oficiales de la familia real, la gestión del presupuesto público, las relaciones con el gobierno, las comunicaciones oficiales de la casa y el personal del palacio, que se prevé que aumente a unos 140 empleados de los 110 actuales.

El papel de la gran duquesa, cuestionado

Enrique y María Teresa de Luxemburgo.

Pero los partidos de oposición siguen expresando sus críticas. Los diputados de izquierda exigen ahora más mejoras y modernización de la Corte, especialmente en lo que respecta a la contratación de nuevos empleados al servicio de la monarquía, según reporta RTL. Durante años, la gran duquesa María Teresa ocupó un sitio preponderante en la entrada y salida de empleados, dice el informe.

El diputado de izquierda Marc Baum cree que las reformas no solucionaron el problema por completo: “También sigue sin resolverse en nuestra Constitución. Es decir, también es difícil, mediante un decreto gran ducal o incluso mediante una ley, definir el papel que no existe en nuestra Constitución en el momento. Si quieres definir a la gran duquesa, tienes que ir mucho más allá y, por supuesto, tienes que cuestionar el papel del gran duque».

Enrique de Luxemburgo recordó a su padre, el gran duque Juan, en centenario de nacimiento

El fallecido gran duque Jean ejerció su cargo de jefe de Estado de Luxemburgo con discreción y tacto. Nació el 5 de enero de 1921.

El gran duque Enrique de Luxemburgo conmemoró a su padre en el centenario de su nacimiento con una publicación en la que remarcó el afecto de todo el pueblo luxemburgués por el Gran Duque Juan. El fallecido soberano, quien ejerció su cargo con discreción y tacto durante 45 años, nació el 5 de enero de 1921.

“En este día del 100 aniversario del nacimiento de mi padre, el Gran Duque Jean, me gustaría con la Gran Duquesa, mis hermanos y mis hermanas, y toda nuestra familia, tener un pensamiento conmovedor para quien nos ha dejado hace casi dos años”, dijo Enrique.

El gran duque agregó en su breve mensaje: “Creo que puedo asociar a toda la población con el sentimiento de cariño que tenemos en el corazón por quien tanto nos ha dado a lo largo de nuestra vida”.

De la dinastía Nassau, el gran duque Juan ocupó el trono de Luxemburgo durante 36 años, entre 1964 y 2000, cuando abdicó en favor de su hijo mayor, el gran duque Enrique. Su nacimiento el 5 de enero de 1921 en el castillo de Berg fue fruto de la unión de la gran duquesa Carlota y del príncipe Félix de Borbón de Parma.

La casa gran ducal publicó una serie de fotos del gran duque Juan con su familia con motivo del centenario (Fotos: Colección Fotográfica Granducal)

Héroe de la II Guerra Mundial

Juan cursó sus estudios en Luxemburgo y el Reino Unido y, cuando estalló la Segunda Guerra Mundial, se vio obligado a huir de su país con su familia a raíz de la invasión nazi de Luxemburgo el 10 de mayo de 1940. La familia gran ducal inició entonces una vida nómada y se refugió primero en Francia y, después, en Estados Unidos, Canadá -donde el joven Juan estudió Derecho y Ciencias Políticas- y el Reino Unido.

Ante la ocupación nazi de su país, Juan decidió pasar a la acción y con 21 años, en noviembre de 1942, se alistó como soldado voluntario con la Guardia Irlandesa y siguió una formación militar que le permitió llegar a teniente en julio de 1943. En junio de 1944 participó en un desembarco en la costa francesa, en Bayeux, y, a continuación, en la liberación de la ciudad normanda de Caen, antes de entrar en septiembre en Bruselas.

La casa gran ducal publicó una serie de fotos del gran duque Juan con su familia con motivo del centenario (Fotos: Colección Fotográfica Granducal)

Una semana más tarde, el 10 de septiembre de 1944, formó parte de la liberación de Luxemburgo junto a su padre, el príncipe Félix. Lejos de permanecer en su país, libre ya de los nazis, volvió al combate en Alemania tres días después, hasta el final de la guerra. Su papel en la contienda le valió numerosas condecoraciones castrenses, entre ellas la medalla militar, la más alta distinción luxemburguesa.

Juan fue el gran duque de la relativamente joven dinastía de Luxemburgo que nació en suelo luxemburgués después de muchos años de monarcas nacidos en Alemania. El 9 de abril de 1953 se casó con la princesa Josefina Carlota de Bélgica, quien falleció en 2005, y era la hermana mayor del rey Balduino y el rey Alberto II.

Justo a tiempo para el cumpleaños número 100 del gran duque Juan, el gobierno luxemburgués decidió erigir un monumento en memoria del exjefe de Estado. En colaboración con la ciudad de Luxemburgo y el Ministerio de Cultura, el monumento se erigirá en el Parc Pescatore de la capital, a lo largo de la Côte d’Eich, informó el diario local Wort.

Enrique de Luxemburgo, criticado por firmar leyes desde sus vacaciones en el extranjero

El gran duque recibió críticas al promulgar nuevas restricciones para enfrentar la pandemia de Covid desde su casa en la ciudad francesa de Biarritz.

El gran duque Enrique de Luxemburgo se enfrenta a numerosas críticas después de haber decretado las últimas restricciones sanitarias por la pandemia de coronavirus de Luxemburgo desde su casa de vacaciones en Biarritz, Francia.

La casa granducal defendió la acción del soberano argumentando que la nueva normativa no prohíbe los viajes al exterior siempre que se respeten las medidas existentes en cada país.

Además, la casa gran ducal recordó que aunque el gran duque está en Biarritz de vacaciones con su esposa, la gran duquesa María Teresa, permanece en contacto constante con el gobierno luxemburgués y realiza tareas de Estado.

En una entrevista a la cadena RTL, el primer ministro Xavier Bettel también defendió al gran duque Enrique: “Si el gran duque está en Biarritz solo con su esposa, no veo ningún problema con eso”, argumentó Bettel, quien sugirió que sería más peligroso celebrar pasar las vacaciones en Luxemburgo rodeados de hijos y nietos que con la pareja a solas en Francia.

El período navideño vio una caída en los casos positivos de Covid notificados, pero en general la situación está mejorando poco a poco en Luxemburgo, informó RTL. En la última semana la cantidad total de personas afectadas por la enfermedad llegó al número de los 45.000 en el gran ducado.

La campaña de vacunación contra el coronavirus, con la administración de la vacuna de Pfizer/BioNTech, comenzó en Luxemburgo este lunes 28 de diciembre en cinco centros del país, donde se vacuna durante tres días consecutivos a 1.290 personas (médicos y personal sanitario).

Enrique de Luxemburgo: «El año 2020 ha sido un gran desafío para todos nosotros»

El gran duque Enrique de Luxemburgo reconoció que el año 2020 representó un “gran desafío” para la humanidad y reconoció que, pese a la preocupación y la incertidumbre, “lo importante es no ceder, mantener la confianza en uno mismo y un estado de ánimo positivo para el futuro”.

Además, en su mensaje de Navidad, recordó las palabras de su abuela, la gran duquesa Carlota, durante la Segunda Guerra Mundial: “¡Sobre todo, no bajemos la cabeza en estos tiempos difíciles!”

El año 2020 ha sido un gran desafío para todos nosotros, como no lo hemos experimentado en las últimas décadas”, dijo el soberano, quien dijo que pese a que diciembre es tradicionalmente un período festivo, “este año, todo esto es mucho más complicado, si no imposible, porque un virus, que todos hemos subestimado, se ha convertido en una pandemia y ha sacudido nuestra vida diaria y nuestros hábitos”.

El gran duque, de 65 años, reconoció que las libertades de las personas “han sido parcialmente restringidas” por causa de la pandemia “de una manera sin precedentes”, pero recordó a los ciudadanos que estas medidas son “necesarias” para protegerse “y tienen un límite de tiempo”.

Esta crisis de salud, que ha cambiado nuestro día a día, nos muestra lo frágil que es nuestra salud, tanto desde el punto de vista físico como psicológico”, reconoció.

“Los científicos, los médicos y los gobiernos continúan trabajando duro para encontrar las mejores formas de proteger a las personas”, recordó el soberano. Mientras tanto, una vacuna está a punto de estar disponible, lo que nos permitirá reconectarnos con una vida sin miedo y regresar lentamente a la normalidad. ¡Ésta es nuestra esperanza y nuestro objetivo!”. “¡Pero se requiere paciencia!”, agregó.

El gran duque rindió tributo a las personas cuyo trabajo fue esencial durante la pandemia, desde personal médico hasta los maestros “que han tenido que adaptarse a la nueva situación para poder ejercer su profesión fundamental a pesar de unas condiciones muy especiales”.

«La situación actual es extremadamente difícil»

“Durante los últimos meses, he hablado con muchos representantes de la industria médica, mujeres y hombres, que trabajan todos los días para combatir la pandemia”, recordó.

“Tuve el gran placer de presenciar su compromiso. No hay duda de que la situación actual es extremadamente difícil: la presión diaria que pesa sobre ti es inmensa y, a pesar de todo, ustedes, los médicos, enfermeras y enfermeras, están haciendo un trabajo maravilloso.

En un espacio dedicado a su persona, el gran duque dijo que 2020 “quedará grabado” en su memoria “durante mucho tiempo”. “Para mí, personalmente, también fue un año muy simbólico: he sido su Gran Duque durante 20 años. 20 años en los que he sido feliz y orgulloso de tener el privilegio de servir a los intereses del país y de sus habitantes, con el apoyo de la Gran Duquesa”.

“Este año también ha visto una serie de cambios en el Palais: con la creación de la Maison du Grand-Duc, la Monarquía se fortalece como institución y está lista para el futuro. Esto me permite a mí, a la Gran Duquesa y a las generaciones futuras centrarnos aún más en la esencia de nuestro negocio”, dijo Enrique.

Postales de la primera Navidad del príncipe Carlos de Luxemburgo

La casa granducal de Luxemburgo compartió estos días estos retratos de los grandes duques herederos con su primer hijo, el príncipe Carlos, en lo que significa la primera Navidad para el bebé.

Puede decirse que el nacimiento de Carlos, el 10 de mayo, fue una de las pocas noticias felices de la realeza europea en este 2020, marcado por la pandemia y una sucesión de problemas que afectaron a casi todas las familias reales.

El niño, hijo del príncipe Guillermo y la princesa Estefanía, sexto nieto de los grandes duques y segundo en la línea sucesoria al trono, nació en la Maternidad Gran Duquesa Charlotte, en la ciudad de Luxemburgo.

El niño, quien nació ocho años después de la boda de sus padres, recibió los nombres de Charles Jean Philippe Joseph Marie Guillaume, con los títulos de Príncipe de Luxemburgo y príncipe de Nassau.

El 19 de septiembre fue bautizado en la Abadía Saint-Maurice-et-Saint-Maur en Clervaux, siendo sus padrinos sus tíos, el príncipe Luis de Luxemburgo y la condesa Gaëlle de Lannoy.

La corte de Luxemburgo comienza su lavado de cara tras el explosivo Informe Waringo

Reglas transparentes y más controles sobre el presupuesto o el modo de funcionamiento: la Casa del Gran Duque mira decididamente hacia el futuro.

La Corte Gran Ducal de Luxemburgo comenzó a implementar reformas en busca de superar los resultados del explosivo Informe Waringo. Publicado a principios de este año y convertido en un dolor de cabeza tanto para los grandes duques Enrique y María Teresa como para el gobierno, el minucioso informe hablaba de las enormes incongruencias existentes en el funcionamiento de la corte y de la presunta extrema influencia de la soberana en las decisiones.

Esta semana se publicó una veintena de anuncios en la web oficial de la monarquía en busca de mejorar el funcionamiento de la Corte, tal como recomienda el informe. La casa real busca colaboradores, un archivero, editores multimedia, valets o funcionarios que tomes los puestos para de director de la oficina del Mariscal de la Corte o director de gestión e infraestructura. Según el diario local WORT, estas candidaturas “tienen como objetivo tanto cubrir puestos vacantes como crear nuevas funciones”.

A principios de octubre, diez meses después de la publicación del informe Waringo, el primer ministro Xavier Bettel anunció que «el Gran Duque dejará de ser el jefe de la administración», en un intento por desaparecer la influencia de la gran duquesa María Teresa, considerada nociva por diversas investigaciones. El rol será ocupado por el Mariscal de la Corte con mayores atribuciones, siguiendo las recomendaciones de la investigación liderada por Jeannot Waringo.

Como parte de estas reformas, el presupuesto dedicado a la Maison du Grand-Duc se ha revisado al alza, ya que el proyecto de presupuesto 2021 prevé una dotación global de 20 millones de euros, frente a 10,6 millones de euros de 2020. La prensa luxemburguesa, sin embargo, cree que hay que tomar estas cifras “con cautela” ya que los presupuestos anteriores de la Corte gran ducal “no tomaban en cuenta el uso de fondos de otros ministerios para asegurar el buen funcionamiento de los servicios dedicados al Jefe de Estado”.

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Coronavirus: Enrique de Luxemburgo clamó cuidados por «solidaridad y respeto» a personal de salud

El gran duque pidió solidaridad a los ciudadanos después de que se confirmara que la segunda ola de la pandemia de Covid ha comenzado en Europa.

El gran duque Enrique de Luxemburgo pidió solidaridad a los ciudadanos después de que se declarar que la segunda ola de la pandemia de Covid ha comenzado en Europa. Lo que más preocupa al gran duque en esta «segunda gran ola» es el número de infecciones en los hospitales, que afectan directamente a quienes cuidan nuestra salud e intervienen a diario. Es en este sentido Enrique I pidió a la población que ayude a contener la propagación del virus destacando destacó la responsabilidad de proteger a los demás es compartida.

“Respetar la normativa es una cuestión de solidaridad y respeto. Se lo debemos a nuestros semejantes, pero también a las enfermeras, los médicos, los asistentes de atención y todo el personal de la salud”, dijo.

“Todos saben que el número de infecciones por coronavirus aumentó considerablemente en los últimos días. Tanto en Europa como en todo el mundo y Luxemburgo no se ha librado de esta segunda gran ola”, comenzó diciendo el soberano, quien agregó que lo que le preocupa ahora “es la noticia de que hubo casos de miembros del personal infectados en los hospitales” y el aumento de infecciones en hogares de ancianos.

“Este fuerte aumento de nuevas infecciones ha tensado la situación en el sector de la salud”, advirtió.

Si bien reconoce el “trabajo extraordinario” del personal de salud por “garantizar que sus pacientes reciban el mejor tratamiento posible”, el gran duque Enrique recordó a sus súbditos que “corresponde a todos y cada uno de nosotros, que residimos, vivimos o trabajamos en Luxemburgo, contribuir una vez más a limitar la propagación del virus”. “Todos tenemos una responsabilidad hacia nuestros semejantes, especialmente hacia las personas mayores y vulnerables”, advirtió.

“Las restricciones que limitan nuestra vida diaria y nuestras libertades son medidas excepcionales y decisiones difíciles. Pero de momento son indispensables y apropiados en la lucha contra la pandemia. Por eso también es importante seguir limitando los contactos sociales y centrarse en lo realmente indispensable. Estos son pequeños gestos que, sin embargo, pueden marcar una gran diferencia”, dijo el gran duque.

La situación recuerda a marzo, cuando el gobierno de Luxemburgo, como muchos otros países del mundo, anunció un confinamiento nacional para evitar lo peor. El soberano habló entonces a los residentes de Luxemburgo diciéndoles que el país se encontraba en una situación excepcional, tanto en términos humanos como sociales, diferente a todo lo anterior. Ocho meses después, la situación es igual de inquietante, aunque sin confinamiento pero con reglas más estrictas para contener la propagación del coronavirus en el Gran Ducado.

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