El príncipe Andrés de Inglaterra podría ser despojado de su título como duque de York si el parlamento de Londres da luz verde a un proyecto de ley que permite la eliminación de títulos.
El proyecto de ley de eliminación de títulos fue presentado por la diputada laborista de York Central Rachael Maskell, quien busca apuntar al príncipe Andrés después de que sus electores dejaran en claro que no quieren que el príncipe sea duque.
Según el parlamentario, el 80 por ciento de los residentes de York expresaron su apoyo para distanciarse del hijo de la reina Isabel II, que le confirió el título ducal en 1986. Anteriormente lo había llevado el padre de la monarca antes de convertirse en el rey Jorge VI.
Andrés, de 62 años, se mantuvo alejado de los focos hasta cerrar en febrero un multimillonario acuerdo extrajudicial en Estados Unidos con una mujer que lo acusaba de agresión sexual cuando era menor y víctima del tráfico de jóvenes organizado por el fallecido financiero pederasta estadounidense Jeffrey Epstein.
Un acuerdo confidencial con la denunciante, a la que pagará 16 millones de dólares según la prensa británica, permitió cerrar el juicio previsto contra el príncipe Andrés en Estados Unidos.
El domingo, la parlamentaria laborista anunció a través de Twitter que su propuesta de ley había recibido su primera lectura en la Cámara de los Comunes.
«El monarca o el Parlamento podrán eliminar el título de ‘Duque de York’, por ejemplo, si este proyecto de ley llega a los estatutos», escribió el parlamentario.
A raíz del escándalo que se encendió en torno a los vínculos de Andrés con Epstein, la reina Isabel ya despojó al duque de sus títulos militares. También se le ha prohibido usar ‘Su Alteza Real’.
Sin embargo, según los informes, la reina cree en el príncipe Andrés y no se ha distanciado de su hijo caído en desgracia. El propio duque ha mantenido un perfil bajo desde entonces pero según informes insiste para volver a la vida oficial como si nada hubiera pasado.
En abril concejales de York votaron para quitarle a Andrés el honor de Libertad de la Ciudad de York (que había recibido en 1987), calificándolo de «total vergüenza».
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