El príncipe heredero de Libia, Mohammed Reda El Senussi, pidió el restablecimiento de la constitución anterior a 1969, que consideró la única forma viable de restaurar la unidad de Libia, la legitimidad de sus instituciones y su sentido de identidad nacional.
El Senussi agregó en un artículo publicado en el diario estadounidense Wall Street Journal que “si los libios deciden nuevamente que quieren una monarquía constitucional, será mi deber sagrado para con mis abuelos, mi familia y mi nación servirles”.
Según recordó el príncipe heredero, la dinastía Senussi contribuyó históricamente a la unificación de tres regiones y más de 100 tribus en Libia.
El príncipe señaló que los libios necesitan restaurar los lazos del pasado, ya que no están construyendo un país desde cero, sino que se están moviendo desde donde lo dejaron hace más de 50 años.
El rey Idriss I fue derrocado el 1 de septiembre de 1969, el rey Idriss de Libia fue derrocado mientras se encontraba en Europa bajo tratamiento médico, acusado de ser un “títere” de Occidente.
Primer rey de su país, emir de Cirenaica, líder espiritual de la secta musulmana Senoussi, Idriss I fue una de las figuras más preponderantes y respetadas de su país en la época de la Independencia. A los 60 años, el popular anciano fue electo rey, pero pasó enfermo casi todo su reinado, pensando varias veces en renunciar.
Hombre devoto, de aspecto de jefe tribal, fue definido como «hombre piadoso, profundamente religioso y humilde». Estuvo casado con Fatima Idriss durante más de 20 años, pero su único hijo murió al nacer. Cuando el Parlamento le pidió un heredero, el anciano rey adoptó a un sobrino que nunca heredó el trono.
Tras ser remplazado por una dictadura liderada por Muammar Khadaffi y condenado a muerte in absentia, el rey vivió modestamente en Egipto hasta su muerte en 1983.