“Dos mujeres comunes”: los secretos de la amistad de Isabel II y su estilista real Angela Kelly


La estilista real y diseñadora Angela Kelly ha logrado lo que muchos apenas sueñan: aquella niña de una urbanización social en Liverpool se convirtió en la confidente de la reina Isabel II y ahora dio un paso más en su intensa relación al recibir el permiso de Su Majestad para vivir en el Castillo de Windsor.

“Las dos mujeres formaron un estrecho vínculo a lo largo de los años, con la señorita Kelly al tanto de los momentos más personales de la reina y conocida en los pasillos del palacio como uno de sus confidentes más confiables”, relató la periodista Hannah Furness en el Daily Telegraph.

La relación entre Isabel II, de 96 años, y Angela, de 64, es única. Somos dos mujeres comunes. Hablamos de ropa, maquillaje y joyas”, reveló la jefa de estilismo y asistente personal de la monarca a The Telegraph, en una de las pocas entrevistas que brindó. “Debatimos: ¿se verá bien esta joya con esta vestimenta?”

“Pero también nos divertimos mucho juntos. La reina tiene un perverso sentido del humor y es una gran imitadora. Puede hacer todos los acentos, incluido el mío”, recordó Kelly, quien logró ver con sus propios ojos el rostro más humano, y menos conocido, de la soberana británica.

Casi tres décadas y dos mundos socialmente muy distintos separan a estas dos mujeres apasionadas por la moda.

El padre de Kelly trabajaba como operador de grúas en los muelles de Liverpool, su madre era enfermera. Cuando Angela recibió la invitación para la entrevista de trabajo en el palacio, vendió su lavadora para poder comprar la ropa adecuada para la ocasión.

Y, sin embargo, se las dos mujeres se convirtieron en algo así como amigas, con moderación, por supuesto: “Conozco mi lugar. Nunca hablaría con la reina sobre asuntos de Estado”, comentó Kelly. “Vengo de orígenes humildes y creo que me he mantenido modesta”.

No obstante, Kelly logró lo impensado y en 2019 publicó un libro sobre su relación con la reina Isabel II, «The Other Side of the Coin: The Queen, the Dresser and the Wardrobe» (La otra cara de la moneda: la reina, la estilista y el guardarropas).

El hecho de que la reina Isabel, muy celosa de su intimidad, haya aprobado la publicación es una verdadera señal de confianza, ya que los trabajadores del palacio generalmente tienen que firmar una cláusula de que mantendrán en secreto los asuntos privados de la familia real.

Muchos la compararon con Marion Crawford, niñera de Isabel II, que en los años 50 publicó un libro sobre la reina y su hermana Margarita y cayó en desgracia. Pero en este caso, Isabel II dio personalmente “su bendición” a Angela para compartir su relación sin precedentes con el resto del mundo.

A nadie le extrañó, porque Angela Kelly demostró sobradamente su discreción y lealtad a la reina. Pero algunos conocedores de los secretos del palacio también la retratan como una ejecutiva ambiciosa y “guardiana” de la reina, que se defiende ferozmente de los celos de otros servidores.

Según Vogue, su cargo oficial es Asistente personal, asesora y curadora de Su Majestad la Reina ( Joyería, Insignias y Vestuario), pero al parecer es llamada por sus colegas AK47, en referencia a los fusiles rusos Kalashnikov, por su temperamento combativo.

Recordó que un día Isabel II le dijo: “Usted y yo trabajamos bien juntas, creo que somos un buen equipo”, lo que desató algunos celos de parte de colegas. “No tengo más espacio para cuchillos en la espalda”, bromeó la diseñadora.

“La reina adora a Angela y no hay duda de que ha hecho un trabajo fantástico con su ropa”, dijo un miembro del personal. “Cuando caminan por los pasillos del Palacio se les puede escuchar riendo y bromeando, pero es justo decir que hay una cierta cantidad de celos”.

“Nosotras, los vestuaristas reales, no somos tratados como inferiores”, dijo. “No es así. La reina nos trata con verdadero respeto. Yo no sé por qué la reina parece quererme, ¡porque no le doy un momento fácil! Creo que valora mi opinión, pero es ella quien tiene el control”.

Kelly es una de las pocas personas a las que se les permite ver a Isabel II casi todos los días en privado y tocarla. De hecho, fue parte del reducido grupo de asistentes llamados “la burbuja de Su Majestad” que vivieron con ella en el castillo de Windsor cuando la pandemia la obligó a recluirse con su marido, Felipe.

Se informó que Kelly incluso le cortó el pelo a la reina durante su estadía en en Windsor, cuando lo estrictos confinamientos no permitían la llegada de los peluqueros reales al castillo.

Tras la muerte del príncipe Felipe, en abril de 2021, la relación entre Isabel II y Angela Kelly se hizo aún más cercana. Y ahora, mientras la reina tiene problemas de movilidad acordes de su avanzada edad, su asistente personal la acompaña a tiempo completo.

Me ocupo de ella y me preocupo por ella”, relataba Kelly.

La labor oficial de Kelly es gestionar el guardarropas real con ayuda de un equipo de siete personas: celosa de la exclusividad de su jefa, suele guardar los trajes en su propia casa y deja pistas falsas para que no se filtre ninguna información sobre el look que llevará la reina a los eventos oficiales.

Pero aunque el título de «Asistente personal, consejera y curadora de Su Majestad la Reina (joyería, insignias y vestuario)» fue creado especialmente para Kelly, su función también incluye costumbres de la corte muy diferentes y antiguas.

Un ‘espíritu de servicio’ ablanda los zapatos nuevos de Su Majestad para asegurar que sean cómodos y estén siempre listos para su uso”, escribió Kelly en su libro. “La reina tiene muy poco tiempo para sí misma y nada de tiempo para amoldar sus propios zapatos, y dado que ambas tenemos el mismo número de calzado, tiene sentido que lo haga”, contó la estilista.

Uno de los roles más importantes cumplidos por Kelly lo desempeñaba en la ceremonia de apertura del Parlamento británico que presidía la reina, para la cual le ayudaba a colocarse el manto, retira la corona imperial de la almohadilla y la levanta por encima de su cabeza.

La magnificencia de este momento siempre me deja sin aliento”, aseguró Kelly. “Observo con admiración mientras espero que ella la asegure (a la corona). Entonces Su Majestad se da la vuelta, me sonríe y me hace saber que está lista para irse”.

En reconocimiento de su devoción al trabajo, la reina nombró a Angela Kelly miembro de la Real Orden Victoriana en 2006, promoviéndola al grado de Teniente de la misma Orden en 2012 por “distinguido servicio personal al Soberano”.