El príncipe británico Michael de Kent, primo hermano de la reina Isabel II, renunció la semana pasada como patrocinador de un organismo comercial ruso-británico con estrechos vínculos con el Kremlin después de ser presionado para romper todos sus lazos con Moscú.
El primo de la reina, que habla ruso con fluidez y relacionado con la dinastía Romanov a través de su abuela materna, tiene fuertes vínculos comerciales con Rusia. Pero sus conexiones con el Kremlin fueron objeto de escrutinio después de la invasión de Ucrania, informó The Daily Mail.
La diputada laborista Siobhain McDonagh dijo: “El príncipe Michael debería considerar su posición. En un momento en el que esperamos que todo el mundo se ponga de pie en apoyo de Ucrania y contra los crímenes de guerra y las atrocidades cometidas por Rusia, cabría esperar que los miembros de la familia real adoptaran la misma posición”.
“Sería prudente que se desvinculara de todos los intereses rusos mientras continúa el conflicto”, dijo Lord Mann, ante el Parlamento.
De esta forma, el príncipe de 79 años, que no recibe fondos públicos, renunció como patrocinador de la Cámara de Comercio Ruso-Británica. Sin embargo, seguirá siendo embajador y accionista de RemitRadar, una empresa de transferencia de dinero dirigida por el ex oficial de la KGB (el servicio de inteligencia soviético) Sergey Markov.
El príncipe, hermano menor del duque de Kent, tiene una cátedra honoraria de la Universidad Minera de San Petersburgo, que le fue entregado en 2017 por el multimillonario Vladimir Litvinenko, amigo y director de campaña de Vladimir Putin en las elecciones de 2000 y 2004.
Michael de Kent también es patrocinador de la Academia de Industria y Finanzas de Moscú y tiene un doctorado honorario y el premio Gloria de Rusia de la Academia de Economía Plekhanov.
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