Mientras Gran Bretaña se prepara para celebrar el Jubileo de Platino de la reina Isabel II y se adentra en los últimos años de vida de la monarca, los planes para la coronación del príncipe Carlos avanzan a paso firme pero discreto.
Para hallar un precedente, los organizadores de la “Operación Golden Orb” (los planes secretos de la coronación del próximo rey) deben remontarse a 86 años atrás, cuando Jorge VI y su esposa, Isabel, fueron el último rey y la última reina consorte en ser coronados.

Jorge VI, anteriormente conocido como el príncipe Alberto, duque de York, había accedido al Trono el año en diciembre de 1936 tras la tormentosa abdicación de su hermano mayor, Eduardo VIII. El monarca, que reinó apenas 11 meses, renunció ante el impedimento de convertir en reina a su amante, Wallis Simpson.
La fecha de la coronación de Eduardo VIII ya se había establecido para el 12 de mayo de 1937, pero el nuevo rey mantuvo intacto en el calendario. Solo hubo que hacer algunos cambios en el programa, puesto que la coronación de Eduardo VIII no contemplaba la presencia de una reina consorte.

Durante la coronación en la Abadía de Westminster, que no fue televisada pero sí grabada, el padre de la reina Isabel II fue reconocido, proclamado, ungido, bendecido y coronado antes de que los duques de Kent y Gloucester y los demás lores del Reino le rindieran homenaje y prestaran fidelidad.
Posteriormente, la reina Isabel (Lady Elizabeth Bowes-Lyon, de orígenes nobles escoceses) fue bendecida y coronada. La reina María, madre de Jorge VI y Eduardo VII, y viuda del rey Jorge VI, contempló la ceremonia desde un palco especial en compañía de sus nietas, las princesas Isabel y Margarita.

Los reyes viajaron de regreso al Palacio de Buckingham a bordo del Carruaje Dorado (Golden Coach) y luego aparecieron en el balcón con sus hijas, ambas con pequeñas coronas diseñadas especialmente para ellas.
La coronación de Jorge VI fue la última vez que un rey británico fue coronado y aquella ceremonia, de la que se conservan videos, proporcionará el modelo para los futuros reyes el príncipe Carlos y Camilla, duquesa de Cornualles.
La siguiente coronación no tendría a un rey y una reina consorte como protagonistas. La reina Isabel II, monarca por derecho propio, fue coronada en solitario mientras su esposo Felipe, duque de Edimburgo, tuvo que prestar fidelidad de rodillas ante su mujer.
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