La reina Isabel II de Inglaterra, de 95 años, pasó la noche del miércoles al jueves ingresada en un hospital para hacerse «pruebas preliminares» después de que los médicos le hubieran pedido «guardar reposo», anunció este jueves el palacio de Buckingham.
«La reina fue a un hospital el miércoles por la tarde para hacerse pruebas preliminares y regresó al castillo de Windsor hoy (jueves) a la hora de comer y mantiene un buen estado de ánimo», informó el palacio real en un breve comunicado.