El príncipe Andrés de Inglaterra (duque de York) se estaría escondiendo en una mansión real para evitar recibir una notificación de la demanda por violación hecha por Virginia Giuffre, informó este domingo 28 de agosto el periódico británico The Sun.
De acuerdo con el tabloide británico, la custodia real detuvo “múltiples intentos” de abogados de entregar el documento legal al duque de York en Royal Lodge, la residencia de campo oficial del tercer tercer de la reina Isabell II en las cercanías del Castillo de Windsor.
En la demanda se acusa al príncipe británico, de 61 años, de violar a Virginia Guiffre cuando ella era una “niña vulnerable”. La supuesta víctima de Andrés lo acusa de agredirla sexualmente en 2001, cuando era menor de edad.
La mujer cuenta que el príncipe fue “uno de los hombres poderosos a quien fue entregada” por el financista estadounidense Jeffrey Epstein para fines sexuales. Afirma, además, que Andrés estaba al tanto de que ella era víctima de tráfico sexual y exige el pago de una indemnización.
El príncipe Andrés no se ha visto en público desde hace 19 días, detalla The Sun antes de agregar que el duque de York se niega a salir de su residencia, la cual se encuentra en una propiedad de 98 acres privados pertenecientes a la realeza británica.
Si bien se ha informado que “se harán más intentos” para entregar los documentos a Andrés, una persona de su entorno aseguró que el príncipe quiere mantenerse aislado: “No hay forma de que se arriesgue a asomar la cabeza hacia afuera en este momento. Se mantendrá fuera de vista”, afirmó.
Si se niega a aceptar la citación civil, emitida por un secretario de la Corte de Nueva York hace tres semanas, el príncipe corre el riesgo de enfrentarse a un “juicio por defecto” en septiembre. Es decir, la demanda podría concluir con un fallo a favor de la demandante, ya que el acusado no ha comparecido ante el tribunal de justicia.
Virginia Giuffre es una de las casi 30 mujeres que aseguran haber sido abusadas por el magnate Jeffrey Epstein, quien apareció muerto en la cárcel en agosto de 2019 a la espera del juicio. El multimillonario, quien enfrentaba un cargo de tráfico sexual de menores, era amigo personal del príncipe Andrés.
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