No poder abrazar a la reina Isabel II después de la muerte del que fuera su esposo durante 73 años uno de los aspectos más difíciles de la despedida de su abuelo, dijo su nieto mayor, Peter Phillips.
El hijo de la princesa Ana dijo que cree que la imagen de su abuela sentada sola durante el funeral en la Capilla de San Jorge habría tocado la fibra sensible de las miles de familias que perdieron a un ser querido en la pandemia de Covid-19.

“Todos vieron la imagen de Su Majestad sentada sola. Hubiera sido lo mismo para cualquier otra familia, la parte más difícil es no poder abrazar a los más cercanos a la persona que se ha perdido”, reconoció Phillips, de 43 años. “Es lo mismo para muchas familias. Ha habido grandes tristezas, pero al mismo tiempo tienes que tratar de sacar lo positivo de estas situaciones, ya sea una nueva vida o recuerdos felices, eso es lo que tú» tengo que concentrarme”.
La vista de la reina sola fue una de las imágenes más conmovedoras del funeral del duque de Edimburgo, celebrado el 17 de abril, y Peter Phillips, que caminó detrás del féretro durante el breve cortejo fúnebre, fue el primer miembro de la familia real británica que habla abiertamente sobre ello.

Phillips describió al duque de Edimburgo, que murió en el castillo de Windsor el 9 de abril a la edad de 99 años, como una “figura enormemente influyente”. “Fue un elemento fijo de todas nuestras vidas. Lo extrañamos profundamente. Nuestros pensamientos fueron inmediatamente a mi abuela. Hemos estado tratando de apoyarla tanto como podemos”, agregó en declaraciones a la BBC.
El duque de Edimburgo “vivió una vida extraordinaria, y si alguno de nosotros puede vivir la mitad de la vida que él vivió, todos seríamos extraordinariamente felices”, reconoció su nieto. Agregó que sus dos pequeñas hijas, Savannah e Isla, fueron “excepcionalmente afortunadas de haber tenido dos bisabuelos que han vivido tanto tiempo como ellos”. “Mis hijos ciertamente lo aprecian y saben que es algo especial”, finalizó.
Monarquias.com