Las carreras de Ascot y el Windsor Horse Show, además de otras apariciones públicas, mostraron al mundo una reina Isabel II radiante, llevando una vida social plena y feliz. El motivo por el que la reina, de 95 años, ha aparecido en sus último compromisos reales de buen humor y sonriente, según el experto real Phil Dampier, es su difunto esposo, el duque de Edimburgo.
El príncipe Felipe, que falleció el 9 de abril, no hubiera querido ver a Isabel II paralizada por el luto, como la reina Victoria lo hizo por el príncipe Alberto. Además, la liberación del confinamiento por el Covid-19 le ha dado una energía renovada y parece encantada de estar fuera del Castillo de Windsor otra vez, señaló el experto Phil Dampier a Daily Mail.
“Algunos podrían pensar que es extraño que ella esté tan feliz tan pronto después de la muerte del príncipe Felipe, pero creo que hay una explicación simple”, dijo el biógrafo real.
“Estoy seguro de que ella estaba devastada por su fallecimiento, después de todo estuvieron casados durante 73 años, pero no tengo duda de que él le dijo que disfrutara lo que quedaba de su propia vida, apuesto a que él quería que siguiera viviendo la vida al máximo”, opinó.
Dampier agregó que la reina, coronada hace 69 años, es muy práctica y pragmática. Por eso sabe que el príncipe Felipe la alentaría a salir del palacio, más aún cuando las restricciones por el coronavirus se flexibilizaron en el Reino Unido, y tener contacto con la población.
“Ha sido fantástico ver a la reina en tan buena forma en las últimas semanas. Parece feliz y relajada y es un placer ver su rostro sonriente. Creo que está encantada de estar fuera del encierro como el resto de nosotros, y de salir y hacer las cosas que ama”, concluyó Dampier.
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