Murió el príncipe Felipe, esposo de la reina Isabel II de Inglaterra


El duque de Edimburgo era el consorte más anciano y con la carrera más larga de la historia británica. Ha sido calificado por la reina como un «apoyo y guía constantes». Tenía 99 años.

El príncipe Felipe de Inglaterra murió a los 99 años y después de casi 70 años de servicio público. El esposo de la reina Isabel II, el consorte más longevo que ha tenido la monarquia británica en su historia, llevaba un tiempo convaleciente.

En 2020, Isabel II y Felipe alcanzaron los 73 años de matrimonio y los observadores afirman que a la reina le seguían brillando los ojos cuando él aparecía. «Se la ve con menos tensión, más relajada y feliz», señalan los conocedores de Buckingham.

Isabel II no se cansó nunca de repetir el gran apoyo que Felipe es en su vida y lo definió como su “roca y fortaleza” en tiempos de sozobra. “La reina tiene la corona, pero es el príncipe quien lleva los pantalones”, sostienen los expertos.

El duque de Edimburgo nació como príncipe de Grecia y Dinamarca el 10 de junio de 1921 en la isla griega de Corfú. Fue el único hijo del príncipe Andrés de Grecia y la princesa alemana Alicia de Battenberg.

Su familia, que tenía ancestros daneses y rusos, tuvo que huir de Grecia un año después cuando cayó la monarquía. Gracias a la solidaridad de muchos parientes, Felipe estudió en internados alemanes y escoceses y pasaba las vacaciones en casa de familiares.

El príncipe Felipe, esposo de la reina Isabel II, fue hospitalizado el 17 de febrero de manera preventiva en Londres tras haber sufrido un malestar.

En 1939 cuando sólo tenía 13 años, la princesa Isabel de Inglaterra -hija de los reyes Jorge VI e Isabel- se enamoró de Felipe a primera vista en el Royal Naval College. Un año después, Felipe inició su distinguido servicio militar.

La pareja se casó el 20 de noviembre de 1947, un acontecimiento que el primer ministro Winston Churchill describió como «un toque de color en el duro camino que debemos recorrer», a pesar del resentimiento que había provocado la ascendencia alemana del príncipe.

En 2009, el príncipe Felipe batió el récord de longevidad de los cónyuges de monarcas británicos que ostentaba la reina Carlota, esposa de Jorge III.

Al casarse con la entonces futura monarca, algo de lo que recelaba su madre, Felipe adoptó la forma inglesa de su apellido, Mountbatten, renunció a sus otros títulos reales y se convirtió en ciudadano británico. El ascenso al trono de Isabel II significó además el fin de su carrera naval.

«Sinceramente, hubiera preferido quedarme en la Marina», confesó en uno de los momentos más duros según la experta en monarquía Karen Dolby. «Yo no sigo aquí como una maldita ameba»,se quejó presuntamente en cierta ocasión.

A partir de 1939, ingresó en la Escuela Naval de Dartmouth (sur de Inglaterra), donde conoció a la princesa Isabel. Su unión se celebró el 20 de noviembre de 1947. Han tenido cuatro hijos (Carlos, Ana, Andrés y Eduardo).

La relación entre Isabel y Felipe ha tenido sus altibajos. En ocasiones se rumoreó, aunque nunca hubo pruebas, que Felipe le era infiel, pero la pareja siempre ha parecido feliz. Tienen cuatro hijos, ocho nietos y cuatro bisnietos.

Las tensiones con la ex nuera de Felipe e Isabel, la princesa Diana, terminaron con el dueño de Harrods, Mohammed al-Fayed, acusando a la familia real de orquestar el fatal accidente de coche en el que murieron la princesa y el hijo del magnate, Dodi, en París en 1997.

Felipe nació en Corfú el 10 de junio de 1921, con los títulos de Príncipe de Grecia y Dinamarca. A los 18 meses, su tío, rey de Grecia, fue obligado a abdicar, y su padre desterrado después de la guerra greco-turca. 

Sin embargo, las acusaciones fueron rechazadas de forma contundente tras una investigación de las muertes en marzo de 2008.

Entre las aficiones del duque, que se encargó de cientos de eventos oficiales cada año, se encuentra el polo, volar y la vela. También participó en competiciones de conducción de coches de caballos hasta los 80 años.

Pero poco antes de cumplir 90 en 2011, expresó su deseo de bajar el ritmo y abandonar parte de sus compromisos públicos (350 al año), además de renunciar a parte de sus responsabilidades como miembro de en torno a 800 organizaciones caritativas.

En 2017 se retiró definitivamente de las tareas públicas y pasó la mayor parte del tiempo en la granja Wood Farm, ubicada en la propiedad real de Sandringham. «Reconozco que he aportado mi granito de arena, así que ahora quiero disfrutar un poco«, dijo en una entrevista con la BBC.