Aunque el príncipe recibió sus propios títulos reales en el momento de su nacimiento, cuando era niño él y su familia dejaron Grecia para vivir en el exilio.
El príncipe Felipe se casó con la futura reina Isabel II en 1947, cuando todavía se la conocía como la princesa Isabel. Como suele ocurrir en la familia real, los hombres reciben nuevos títulos reales cuando se casan, por lo que antes del matrimonio en la abadía de Westminster, el padre de Isabel, el rey Jorge VI, le otorgó el título de Duque de Edimburgo con el tratamiento de Alteza Real con el fin de que la heredera del trono se casara con una persona acorde a su rango.
El rey Jorge VI también otorgó varios otros títulos a Felipe cuando se convirtió en miembro de la Familia Real, siguiendo una tradición de varios siglos de antigüedad. También fue nombrado Caballero de la Jarretera y recibió los títulos adicionales de Barón Greenwich y Conde de Merioneth. Pero antes de convertirse en miembro de la Familia Real Británica, Felipe pertenecía a un linaje real no menos prestigioso.
Felipe nació en 1921 con el título de Príncipe Felipe de Grecia y Dinamarca. Su padre era el príncipe Andrés de Grecia y Dinamarca, hermano menor del rey de Grecia, y su madre era la princesa Alicia de Battenberg, que era bisnieta de la reina Victoria. Esto significa que Felipe es tataranieto de la reina Victoria, al igual que Isabel II, lo que los convierte en primos segundos.
El abuelo de Felipe era el príncipe Guillermo, hijo de rey Christian IX de Dinamarca, de la dinastía alemana de los Schleswig-Holstein-Sondenburg-Glucksburg, y fue elegido Rey de Grecia a los 17 años. Llegado a Atenas en 1862, el joven Guillermo fundó una nueva dinastía con el nombre de Jorge I. Se decidió que sus descendientes sería Príncipes de Grecia y de Dinamarca, aunque renunció a la ostentación de los apellidos Schleswig-Holstein…
Aunque el príncipe Felipe recibió sus propios títulos reales en el momento de su nacimiento, cuando era niño él y su familia dejaron Grecia para vivir en el exilio después de que el tío de Felipe fuera destituido del trono y Felipe, de poco tiempo de vida, fuera llevado al exilio en una caja de frutas. Sus padres no tuvieron un papel importante en su crianza y él pasó tiempo con diferentes parientes mientras crecía.
Después de su exilio, el príncipe pasó la mayor parte de su tiempo en Europa con sus amantes. La madre de Felipe, Alicia, pasó un gran período de tiempo en instituciones de salud mental en contra de su voluntad, ya que le diagnosticaron esquizofrenia en la década de 1930. Más tarde, Alicia dedicó su vida a ayudar a los demás y estableció una orden de monjas ortodoxas griegas.
Después de un golpe militar en Grecia en 1967, Alicia se fue a vivir con su hijo y la reina en el Palacio de Buckingham, donde murió en 1969, a los 84 años.
Sin padres que se ocuparan de criarlo, Felipe fue tomado bajo el ala de su tío materno, Lord Louis Mountbatten, quien era conocido cariñosamente por la Familia Real como «Tío Dickie». Como es habitual en un miembro de la realeza, Felipe no tenía apellido, por lo que adoptó el de Mountbatten cuando se convirtió en ciudadano británico. La hermana favorita de Felipe, la princesa Cecilia de Grecia, vivía en Alemania en ese momento, y solía pasar sus vacaciones con ella.
Cecilia estaba casada con un príncipe nazi y la pareja murió con sus hijos en un accidente de avión cuando Felipe tenía 16 años. Felipe conoció a la futura reina Isabel II cuando ella tenía solo ocho años, en la boda de la princesa Marina de Grecia y Dinamarca (prima hermana de Felipe) y el príncipe Jorge, duque de Kent (tío de Isabel), en 1934. Se volvieron a encontrar cinco años después, mientras Felipe estaba en la escuela naval.
La pareja se comprometió formalmente en 1947, cuando Isabel tenía 21 años. Pero para casarse con un miembro de la familia real británica, Felipe tuvo que renunciar a todos sus otros títulos reales extranjeros. Así, pasó de Felipe de Grecia a Felipe Mountbatten, el apellido de su familia materna. La mañana de su boda, Felipe pasó a ser Su Alteza Real el Duque de Edimburgo.
Isabel II ascendió al trono en 1952 y su coronación se celebró un año después, pero no fue hasta 1957 que la monarca honró a Felipe con el título de Príncipe del Reino Unido, una gran diferencia con su antecesor en el cargo, el príncipe Alberto de Sajonia-Coburgo-Gotha, esposo de la reina Victoria, quien fue nombrado Príncipe Consorte.
En Gran Bretaña no existe el título de Rey Consorte, que ha sido utilizado en reinos como España, y los esposos de las soberanas por derecho propio no son titulados reyes pues el título de rey significa un rango más alto que el de reina. Aunque los miembros de la realeza británica no necesitan de un apellido, en homenaje a su esposo Isabel II decidió más tarde que sus descendientes llevarían el apellido de Mountbatten-Windsor, en lugar de Windsor.