El príncipe Hamzah de Jordania, hermanastro del rey Abdallah II y acusado de estar implicado en un complot contra la monarquía hachemita, se presentó como un hombre “libre” que quiere cumplir la promesa hecha a su padre de servir a su país, en un audio difundido este 6 de abril.
La grabación presenta una discusión particularmente tensa que el príncipe tuvo el sábado pasado en su domicilio del Palacio Al Salaam, a las afueras de Ammán, con el jefe del estado mayor del ejército, Youssef Huneiti.
“Señor, soy un jordano libre, hijo de mi padre (el rey Hussein). Tengo el derecho de mezclarme con mi pueblo y de servir a mi país como lo juré a mi padre en su lecho de muerte”, dijo el príncipe de 41 años al general, que le pide que limite sus visitas únicamente a su familia.
“¿Dónde estaba usted hace 20 años? Yo era el príncipe heredero de este país por orden de mi padre (…), le juré que seguiría sirviendo a mi país y a mi pueblo toda mi vida”, agregó el príncipe, que se irritó cuando el general le reprochó sus frecuentes encuentros, y sus comentarios en redes sociales sobre “la acción del gobierno y del príncipe heredero” actual, Hussein, hijo mayor del rey Abdallah II.

“La gente empezó a hablar demasiado. Por lo tanto, pido a Su Alteza (Hamzah) que se comprometa, a partir de hoy, a no participar en eventos, a no tuitear más y a limitar sus visitas a la familia hachemita”, le dice el oficial superior. “Debe respetar lo que acabo de decirte porque ha cruzado la línea roja”, dice el general, precisando que se trata de un mensaje conjunto de su parte, como jefe de estado-mayor, y del director de los servicios de inteligencia y de Seguridad.
“La mala administración en este país nos destruirá a todos y destruirá la herencia de mis padres y abuelos. Yo no soy responsable de ello y usted sabe quién es responsable”, reclamó el príncipe, que terminó la conversación ordenándole al general que se retirara del palacio: “No me amenace en mi casa, la casa del rey Hussein”.

La Justicia prohibió publicar información sobre el caso
Este 6 de abril, Jordania intentó cerrar el caso del intento de sedición en el palacio real al prohibir la publicación de cualquier informe sobre la investigación en marcha. Esta prohibición fue decretada por la Justicia mientras la rivalidad entre partidarios del príncipe Hamzah y los del rey Abdallah II se refleja en las redes sociales.
La crisis en Jordania estalló el sábado con la acusación contra el príncipe Hamzah de «actividades» contra el reino y la detención de varias personalidades, entre ellas Basem Awadalá (antiguo asesor del rey), según las autoridades por «razones de seguridad». Hamzah desmintió esas acusaciones sobre su implicación en una intentona de sedición.
Para intentar poner fin a este episodio inédito en los anales del reino hachemita, el fiscal general de Amán prohibió la publicación de información sobre el caso del príncipe: “Con el fin de respetar el secreto de la investigación de los servicios de seguridad sobre el príncipe Hamzah y otros, (se ha decidido) prohibir la publicación de todo lo relacionado con esta investigación en este momento», aseguró el fiscal Hasán al-Abdalat en un comunicado.
“La prohibición de publicación concierne a todos los medios audiovisuales y redes sociales, así como a las imágenes o videos relacionados con este tema, bajo pena de enjuiciamiento penal”, precisó.

El príncipe tuvo que ceder ante la presión de su tío Hassán
Hamzah, hijo mayor del fallecido rey Hussein y la reina Noor, había denunciado en videos y en Twitter que estaba bajo «arresto domiciliario» en su palacio de Amán, pero negó haber participado en un complot y acusó a las autoridades de «corrupción» e «incompetencia».
Sin embargo en carta firmada ante miembros de la familia real y publicada el lunes por la noche en un comunicado de palacio real, escribe: «a la luz de los acontecimientos de los últimos días, sigo siendo fiel a la herencia de mis antepasados y apoyaré siempre al rey y al príncipe heredero«.
La reunión familiar se celebró en la casa del príncipe Hassan -hermano del rey Hussein-, quien llevó a cabo una mediación a solicitud de Abdallah II. El príncipe Hassan, de 74 años, conoció la misma situación que Hamza ya que fue príncipe heredero durante 34 años hasta que, días antes de su muerte, el rey Hussein lo desterró y lo remplazó por Abdallah.
El príncipe Hamzah tuvo que ceder bajo la presión de su tío, según los expertos, pero no retiró sus virulentas críticas sobre la manera en que el país es dirigido.
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