La popular guía de viajes «Lonely Planet» lanzó un nuevo libro titulado «In Her Footsteps – Journeys to Extraordinary Women«, con el fin de descubrir sitios que se hicieron significativos a través de los logros de mujeres, en el que se incluyen los pasos de varias pioneras alemanas.
Entre ellas, en la ciudad de Bayreuth se pueden seguir las huellas de la princesa Guillermina de Prusia (1709-1758), que aparece mencionada en el libro junto a personalidades como Malala Yousafzai, Greta Thunberg, la Nobel de Literatura Gabriela Mistral, la pintora australiana Emily Kame Kngwarreye y la arquitecta iraquí-británica Zaha Hadid.
“La joven y culta princesa, hermana mayor de Federico el Grande, se desanimó en la provincia de la Alta Franconia y quiso convertir a la pequeña y dormida ciudad en un centro de la Ilustración”, dice el libro.
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“Afortunadamente, su esposo Federico heredó a su padre como margrave en 1735. A partir de entonces, ambos abordaron magníficos proyectos de construcción”, agrega la guía, que destaca que la visión de la princesa Guillermina convirtió a Bayreuth en una metrópolis cultural, por ejemplo, con la barroca Ópera del Margrave.
Bautizada como Federica Sofía Guillermina, fue uno de los catorce hijos del rey Federico Guillermo I de Prusia y de la princesa Sofía Dorotea de Hannover. Durante su infancia mostró un enorme interés por el arte y la literatura, y aprendió a tocar el laúd de la mano de Sylvius Leopold Weiss.
A los 22 años, Guillermina de Prusia se casó con el margrave Federico III de Brandeburgo-Bayreuth, pero fue un matrimonio desgraciado, marcado por la presencia en la corte de la amante del príncipe.
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Despreciada por su marido, Guillermina se entregó al mundo artístico y literario, y convirtió Bayreuth en un importante centro intelectual y referente del arte rococó gracias a la fundación de la Universidad de Erlange, la construcción de un teatro de la ópera y la restauración de otros centros artísticos y teatrales.
Según la autora del blog Mujeres en la Historia, “Guillermina se rodeó de intelectuales y artistas, como Voltaire, Bernhard Joachim Hagen, Hasse y Bernasconi. Ella misma compuso música de cámara y una ópera, Argenore, estrenada en 1740 para celebrar el cumpleaños de su marido”.
«Nada me da más placer que una bella ópera. Los dulces sonidos de la voz humana entran en mi corazón», escribió la princesa.
En una carta a su hermano Federico II, Guillermina se describió a sí misma como una pionera y dijo que espera que los músicos trataran su composición con amabilidad, ya que «las mujeres aún no se han ocupado de esas cosas». Murió en Bayreuth el 14 de octubre de 1758.