Una alta fuente del palacio real dijo a la prensa que la preocupación de la familia y el personal es grande desde que «todos empezaron a descubrir que el duque no volvería a casa pronto».
La Familia Real británica se mantiene hoy «unida en oraciones» después de que el príncipe Felipe, esposo de la reina Isabel II, fuera trasladado el lunes a un hospital especializado para recibir tratamiento por una infección y una afección cardíaca
El duque de Edimburgo, de 99 años, recibió este lunes el alta médica y fue trasladado a otro hospital, donde permanecerá bajo observación por una dolencia cardiaca previa.

Una alta fuente del palacio de Buckingham fue citada por el diario «The Mirror» diciendo: «El personal y toda la Familia Real están unidos en sus oraciones por el Duque».
«Ha habido un esfuerzo colectivo y todopoderoso para mantenerlo a él y a la reina a salvo durante la crisis del coronavirus en los últimos 11 meses», agregó, refiriéndose al confinamiento que la reina Isabel II y el duque mantuvieron desde marzo de 2020.

Sin embargo, la fuente agregó que hubo «un cambio significativo en el estado de ánimo cuando todos empezaron a descubrir que el duque no volvería a casa pronto».
«Los pensamientos de todos ahora están firmemente centrados en él saliendo de esta enfermedad», agregó la fuente.

A través de un comunicado del Palacio de Buckingham confirmó que el príncipe Felipe fue trasladado del Hospital King Edward VII, en donde permaneció dos semanas, rumbo al St. Bartholomew, también en Londres, donde seguirán realizándole pruebas.
«El duque se siente cómodo y está respondiendo al tratamiento, pero se espera que permanezca en el hospital al menos hasta el final de esta semana», informó Buckingham.

El pasado 16 de febrero, Felipe, quien cumplirá 100 años en junio, fue ingresado por «precaución» después de que «se sintiese mal». Considerado el consorte en activo más longevo de la historia de la familia real británica, anunció su retirada de la vida pública en 2017.
Hace unos días, su nieto, el príncipe Guillermo, adelantó que Felipe se encontraba «bien» y que los médicos continuarían «vigilando» la salud de su abuelo.
Días más tarde, el príncipe Eduardo dijo en declaraciones a la cadena Sky News que su padre estaba mejorando. “Hasta donde yo sé, está mucho mejor, así que está deseando salir, que es lo más positivo”, dijo.