Historia clínica del príncipe Felipe, el “duque de hierro” de la familia real británica


El príncipe Felipe de Inglaterra, hospitalizado a los 99 años precaución en un hospital de Londres, fue durante toda su vida un hombre de acción, fuerte y saludable. Pero desde que pasó los 90 años de edad la preocupación por sus problemas de salud fue en aumento.

Su propio hijo, el príncipe Carlos, reconoció la última vez que su padre estuvo en el hospital: “Cuando llegas a esa edad, las cosas no funcionan tan bien”. El esposo de la reina Isabel II ha pasado un año de confinamiento estricto, con contadas apariciones públicas.

El duque de Edimburgo dejó de fumar a los 26 años y probó remedios homeopáticos para aliviar algunas deolencias. También fue toda su vida un defensor de una alimentación saludable combinada con ejercicio. Una vez dijo que seguía más o menos la dieta Atkins y bebía sólo moderadamente.

Cuando llegó a la séptima década de su vida, uno de los ex médicos reales lo describió como “asombrosamente óptimo para un hombre de su edad”. Continuó haciendo ejercicio mientras tenía 80 años, nadaba regularmente y participaba en competencias de conducción de carruajes de ritmo rápido, que requerían resistencia y fuerza.

Cuando cumplió 82 años, Felipe decidió por primera vez no cabalgar su caballo en el desfile real Trooping the Colour, y viajó desde entoncesen un carruaje con la reina Isabel. Se dijo entonces que las ceremonias anteriores le parecieron tan dolorosas que tuvo que tumbarse en el suelo para recuperarse.

En 2005, se lo vio con gafas oscuras y un ojo izquierdo muy magullado después de resbalarse en la bañera y golpearse el costado del ojo con el pulgar. En mayo de 2006, el príncipe se retiró de un compromiso real después de sufrir un nervio atrapado en el cuello, pero se recuperó rápidamente.

Una infección en el pecho lo afectó durante varios días en abril de 2008 y finalmente fue internado en el hospital para recibir tratamiento para salir tres días después recuperado por completo. Meses después, el Palacio de Buckingham tomó la inusual medida de hablar para negar un informe de que el duque había sido diagnosticado con cáncer de próstata.

En enero de 2009, el príncipe Felipe, entonces de 87 años, se perdió una serie de compromisos después de sufrir un problema de espalda cuando conducía un carruaje de caballos como ejercicio. Despertó preocupación el hecho de que la reina cancelara una visita de Estado, pero el palacio aclaró que esto no se debía a la salud del duque de Edimburgo.

Felipe, duque de Edimburgo, nació el 10 de junio de 1921 en Corfú (Grecia).

En junio de 2010, Felipe se sometió a una cirugía menor en la mano izquierda justo antes de cumplir 89 años para curar el síndrome del túnel carpiano, una afección común que causa dolor, entumecimiento y una sensación de ardor en la mano y los dedos. La operación lo obligó a cancelar un viaje oficial con Isabel II.

El primer reconocimiento público de que los años comenzaban a afectar al príncipe se produjo cuando se preparaba para cumplir los 90: el Palacio anunció que Felipe planeaba dimitir como presidente o patrocinador de más de una docena de organizaciones antes de su importante cumpleaños. Una portavoz dijo: “Él siente que debería relajar sus compromisos”.

En diciembre de 2011, a la edad de 90 años, Felipe fue trasladado de urgencia al hospital en helicóptero desde Sandringham House mientras la familia real se preparaba para la Navidad, después de sufrir dolores en el pecho. Fue tratado por una arteria coronaria bloqueada en el Hospital Papworth en Cambridgeshire y se sometió a un procedimiento mínimamente invasivo de colocación de un stent coronario.

En esa ocasión, el príncipe Felipe pasó la Navidad en el hospital. Unos días después de recibir el alta médico, se lo vio de buena salud mientras asistía al servicio religioso anual del Día de Año Nuevo en Sandringham, haciendo el viaje de 400 metros desde la casa principal a pie con otros miembros de la familia real.

A medida que avanzó su edad, la preocupación por su bienestar aumentó a medida que las cancelaciones de compromisos y las estadías en el hospital se hicieron más frecuentes.

En junio de 2012, durante el Jubileo de Diamante de Isabel II, participó en el desfile por el río Támesis bajo condiciones extremadamente húmedas y ventosas. Al día siguiente, fue internado en un hospital de Londres por una infección en la vejiga y estuvo ausente del concierto del Jubileo y del servicio de Acción de Gracias en la Catedral de San Pablo. El duque fue dado de alta del hospital el día antes de cumplir 91 años y cuando se le preguntó si se sentía mejor cuando se iba, bromeó: “Bueno, no saldría si no fuera así”.

En agosto de 2012, el duque pasó cinco noches en el hospital Aberdeen Royal Infirmary, nuevamente por una infección de vejiga. Más tarde fue trasladado de urgencia al hospital durante las vacaciones de verano de la familia real en Balmoral en Aberdeenshire (Escocia) y no asistió a la ceremonia de apertura de los Juegos Paralímpicos en Londres.

En junio de 2013, en vísperas de un servicio para conmemorar el 60 aniversario de la Coronación de la reina, el príncipe se retiró de una recepción de gala después de sentirse mal. Se supo que se había perdido un compromiso en Windsor unos días antes, pero que había estado lo suficientemente bien como para ir con la reina a las carreras de Epsom Derby al día siguiente.

En mayo de 2013, Felipe asistió junto a la reina a la Abadía de Westminster para la conmemoración de los 60 años de la coronación y unos días después fue ingresado en el hospital para una operación exploratoria en el abdomen. Fue operado con anestesia general al día siguiente y pasó su cumpleaños 92 en el hospital. Permaneció internado durante 11 días.

En mayo de 2014, el duque se sometió a un «procedimiento menor» en su mano derecha en el Palacio de Buckingham y fue visto con un vendaje para protegerlo. Sus compromisos continuaron según lo planeado. En el otoño de ese año fue visto usando audífonos por primera vez en una recepción en el Palacio de Buckingham, cuando tenía 93 años.

En en junio de 2016, antes de cumplir 95 años, se retiró de los eventos del aniversario de la Batalla de Jutlandia siguiendo el consejo médico, y su yerno, el vicealmirante Sir Tim Laurence, dijo que tenía una “dolencia menor”. Días después, reapareció en el desfile por el cumpleaños de Isabel II en Londres.

En mayo de 2017, cuando el duque tenía 95 años, el Palacio de Buckingham anunció que Felipe había decidido retirarse de sus funciones públicas, pero no fue su salud el motivo de su decisión, sino su deseo de disfrutar de más tiempo libre, según explicó la casa real. El 20 de junio de ese año, fue internado en el hospital londinense como medida de precaución, para el tratamiento de una infección derivada de una afección preexistente.

Tras ausentarse de la Apertura Estatal del Parlamento, el 2 de agosto de 2017 se retiró de sus funciones públicas en un homenaje de los Royal Marines en el palacio de Buckingham y bajo una lluvia torrencial. Ese año, durante el homenaje a los caídos en las guerras de Gran Bretaña, hubo preocupación por su salud cuando pareció apoyarse en una pared.

El marzo de 2018, Felipe se retiró de un compromiso oficial con la reina y más tarde canceló otros debido a un problema con su cadera y no asistió a la iglesia el domingo de Pascua el 1 de abril. El 3 de abril, el duque fue ingresado en el hospital King Edward VII para una operación planificada en su cadera que fue considerada como “exitosa”.

El 17 de enero de 2019, Felipe estuvo involucrado en un accidente automovilístico cuando el Land Rover Freelander que conducía fue chocado por otro automóvil cuando salía de un camino de entrada cerca de Queen’s Sandringham Estate en Norfolk en una concurrida carretera. El duque de 97 años quedó atrapado inicialmente y tuvo que ser ayudado a salir por el techo corredizo o el parabrisas por un automovilista que pasaba después de que su auto volcó.

Felipe, que fue hospitalizado por precaución, quedó “shockeado” por el accidente que dejó a dos pasajeras en el otro vehículo que requirieron atención hospitalaria, dijo el palacio. Un bebé de nueve meses que viajaba en el otro automóvil resultó ileso. A finales de ese año, pasó la Navidad internado para recibir tratamiento relacionado con una “condición preexistente”.

Desde entonces rara vez se ha visto al duque de Edimburgo, quien cumplió 99 años el 10 de junio de 2020 en pleno confinamiento por la pandemia de coronavirus en el castillo de Windsor. La longeva pareja real pasó una Navidad tranquila en la residencia de Berkshire después de decidir renunciar a la tradicional reunión de la familia real en Sandringham, y en enero fueron vacunados contra el Covid.

El 17 de febrero de 2021, Felipe fue hospitalizado de manera preventiva en Londres tras haber sufrido un malestar, pero su ingreso al Hospital King Edward VII no está relacionado con el covid-19, según dijeron fuentes del palacio de Buckingham. Su ingreso fue “una medida de precaución, siguiendo la orientación del médico de su alteza real, después de su indisposición”, se anunció.