¿Dónde estaba la reina Isabel II a la hora que murió su padre, el rey Jorge VI?


La reina Isabel II de Inglaterra, ahora la monarca más longeva del planeta, tenía tan solo 25 años cuando ascendió al trono tras la muerte de su padre, el rey Jorge VI. Cuando este evento desafortunado tuvo lugar, la joven princesa no estaba en su país natal, sino a miles de kilómetros de distancia y sin contacto directo con Londres.

El 6 de febrero de 1952, el rey Jorge VI murió repentinamente en la finca real de Sandringham en Norfolk. En el momento de su muerte, el rey solo tenía 56 años. Un criado encontró al rey muerto por la mañana; se determinó que la causa había sido una trombosis coronaria que le bloqueó el flujo de la sangre al corazón debido a un coágulo en una arteria.

En el momento de la muerte del rey Jorge VI, la nueva reina y su esposo Felipe, duque de Edimburgo, se encontraban en Kenia. La pareja estaba haciendo un viaje oficial por la Mancomunidad Británica de Naciones en nombre de su padre que no se sentía muy bien, aunque la gravedad del estado real de su salud se desconocía. La noche antes de que Isabel se enterara de la trágica noticia, ella y su marido habían pasado la noche en el hotel “Treetops”, construido sobre la copa de un enorme árbol en el parque nacional Aberdare de Kenia.

Se trataba de un asombroso edificio construido encima de un árbol enorme que domina una especie de laguna a la que acuden a beber los animales de la selva. Isabel II se convirtió en reina sentada en lo alto de un árbol viendo a los rinocerontes tomando agua del estanque. Los restos de ese árbol siguen en pie y una placa recuerda lo que sucedió allí. Del mismo modo, otra placa fue colocada en el gran árbol mgugu, en cuya cima estaba Isabel II al momento de convertirse en reina.

La noticia llegó a Kenia mediante un periodista llamado Granville Roberts, del diario East African Standard, que estaba cubriendo la visita real. Sus colegas desde Europa le dijeron que la agencia Reuters había enviado un cable diciendo simplemente: “El rey ha muerto”. Roberts pidió inmediatamente a una recepcionista a buscar el teniente coronel Charteris para informarle de la noticia. Consultado sobre si el mensaje es correcto, simplemente respondió: “Muy seguro”.

Roberts llamó por teléfono a Michael Parker, secretario privado de Felipe, para darle la noticia, que fue confirmada más tarde por la radio cuando Parker sintonizó la BBC. Los asesores de la princesa necesitaron seis horas para confirmar las noticias que habían legado incompletas por telégrafo. Parker regresó al hotel, donde comunicó la noticia a Lady Pamela Mountbatten (dama de honor de Isabel), quien, por su parte, informa al duque. “Fue como si se le hubiera caído la mitad del mundo encima”, dijo Parker.

Muchos años más tarde, Charteris describió así la reacción de la nueva reina: “Me acuerdo de haberla visto poco después de convertirse en reina; muy poco, no llegaría a la hora. No lloraba. Estaba ahí, muy erguida, un poco más roja que de costumbre. Esperando su destino… Con Felipe fue muy distinto. Se sentó a leer el Times con mala cara. Era lo último que quería. Su vida iba a sufrir un cambio radical”.

QUIÉN ERA JORGE VI. El padre de Isabel II fue un monarca muy popular. Ascendió al trono tras la abdicación de su hermano mayor el rey Eduardo VIII en 1936. Eduardo renunció a su derecho a regir para casarse con la divorciada mujer estadounidense de origen no aristocrático Wallis Simpson, un matrimonio que no contaba con la aprobación de la Iglesia ni tampoco de gran parte del público de la época. Pese al amor y respeto de que Jorge VI gozaba en su país, su reinado solo duró 16 años. El monarca había luchado contra varios problemas de salud en los meses anteriores a su muerte en 1952. Había sido diagnosticado con un cáncer de pulmón que le llevó a una cirugía para extraer parte del órgano en 1951 y del que nunca se recuperó.