Una serie de artículos relacionados con la monarquía serbia fueron robados del Museo de Karadjordje en Radovanjski lug, a finales de la semana pasada. Según confirmó la prensa serbia, los ladrones ingresaron al museo entre el 27 y el 29 de enero a través de una ventana, de la que previamente habían quitado las rejas.
Los delincuentes se llevaron del museo dos viejas coronas nupciales utilizadas por la familia real de Serbia -como las que se ven en la imagen que ilustra esta noticia-, dos fundas, un rifle y un Evangelio, ante los cual el actual jefe de la dinastía Karadjorgevich, el príncipe Alejandro, dijo estar “conmocionado y entristecido”.
“Estoy conmocionado por la noticia del robo en el Museo de Karadjordje en Radovanjski y entristecido por este acto vergonzoso”, dijo el príncipe heredero Alejandro II en un comunicado.
“Espero que valiosos artículos, símbolos de la lucha, la tradición y la fe de Serbia, sean encontrados intactos y devueltos a donde pertenecen, en el Museo dedicado a mi tatarabuelo, el Líder Supremo Karadjordje, que es sinónimo de la líder nacional, modelo a seguir e inspiración”.
El príncipe heredero agregó en una nota difundida a la prensa: “Los artefactos, de más de 200 años, recuerdan no solo a mi gran antepasado, sino que también hablan de la larga y gloriosa historia y tradición del pueblo serbio y, como tales, tienen un valor cultural e histórico invaluable”.
“Creo que los perpetradores serán encontrados y sancionados, y que un robo tan vergonzoso no volverá a ocurrir ”, finalizó Alejandro.
El príncipe Alejandro II es el hijo del último rey de Yugoslavia, Pedro II, y de la princesa Alejandra de Grecia. Nació en Londres en 1945, después de que la monarquía hubiera sido derrocada por el comunismo. En 1903, su bisabuelo Pedro Karadjordjevic ascendió al trono y se coronó rey de los serbios, croatas y eslovenos tras el asesinato del rey Pedro Obrenovic y la reina Draga. En 1934, otro rey, Alejandro I Karadjorgevic, fue asesinado en Francia.