Un año después del explosivo Informe Waringo, María Teresa de Luxemburgo sigue en la mira


Un año después de la publicación del polémico Informe Waringo sobre la conducción de la corte de Luxemburgo, los políticos oficialistas hoy celebran que se hayan implementado grandes cambios en palacio y que el gran duque Enrique haya dado muestras de “transparencia” sobre el uso que la monarquía hace del dinero público.

Políticos opositores, sin embargo, exigen aún más cambios y creen necesario revisar la Constitución para delimitar las atribuciones del gran duque y, especialmente, de la gran duquesa María Teresa, quien llegó a ser definida por ex empleados del palacio como una “tirana” y una “dictadora”.

En su informe de 44 páginas, publicado en enero de 2020, el exfuncionario del palacio Jeannot Waringo concluyó que existía una atmósfera general de “miedo” entre los empleados del palacio, y que 51 de un total de 110 funcionarios renunciaron o fueron despedidos en el período entre 2014 y 2019.

Se mencionaba a la gran duquesa María Teresa como una figura predominante en la toma de decisiones dentro de la casa gran ducal y en la organización de los palacios de la familia real.

Waringo señaló que el personal de la Corte estaba bajo presión, que a menudo sufría de estrés y que muchas personas tenían miedo de perder sus trabajos. Señaló que la gran duquesa María Teresa había tomado la iniciativa en la gestión de personal.

La modernización de la corte de Luxemburgo

Como resultado del informe, se creó un diagrama de flujo organizativo para aumentar la transparencia y aclarar roles y responsabilidades, y se eliminó la influencia de la soberana, detalló Yuriko Backes, la maréchale de la cour, quien asumió el cargo en julio pasado.

La Maison du Grand-Duc es una nueva estructura organizativa, destinada a separar mejor la vida pública y privada de la familia real, establecida en octubre de 2020. Se ocupa exclusivamente de las funciones oficiales de la familia real, la gestión del presupuesto público, las relaciones con el gobierno, las comunicaciones oficiales de la casa y el personal del palacio, que se prevé que aumente a unos 140 empleados de los 110 actuales.

El papel de la gran duquesa, cuestionado

Enrique y María Teresa de Luxemburgo.

Pero los partidos de oposición siguen expresando sus críticas. Los diputados de izquierda exigen ahora más mejoras y modernización de la Corte, especialmente en lo que respecta a la contratación de nuevos empleados al servicio de la monarquía, según reporta RTL. Durante años, la gran duquesa María Teresa ocupó un sitio preponderante en la entrada y salida de empleados, dice el informe.

El diputado de izquierda Marc Baum cree que las reformas no solucionaron el problema por completo: “También sigue sin resolverse en nuestra Constitución. Es decir, también es difícil, mediante un decreto gran ducal o incluso mediante una ley, definir el papel que no existe en nuestra Constitución en el momento. Si quieres definir a la gran duquesa, tienes que ir mucho más allá y, por supuesto, tienes que cuestionar el papel del gran duque».