Un grupo de expertos analizó en un documental la amorosa relación de la reina y la princesa, separadas por sus personalidades pero unidas por el amor a la Corona.
La princesa Margarita de Inglaterra fue una “compañera constante” en la que la reina Isabel II podía confiar en todo momento, y su muerte en 2002 la dejó sin apoyo de confianza, dijo el biógrafo real Hugo Vickers.
“Ella fue la compañera de su infancia”, recordó en declaraciones al documental de Channel 5 ‘Elizabeth: Our Queen‘. “Hablaban mucho, más o menos todos los días, y ella era una presencia muy, muy constante en su vida”.
Los conocedores siempre han remarcado que la reina y su hermana compartían un entendimiento de la importancia del papel de la monarquía hacia el Reino Unido a pesar de las profundas diferencias de carácter que había entre ambas.


“La princesa Margarita siempre había sido la hermana glamorosa y traviesa de la reina y se complementaban mutuamente. Al crecer, la familia de la reina había sido un nucleo muy unido, se llamaban a sí mismos ‘nosotros cuatro’. Después de la muerte de su padre, las dos hermanas se acercaron aún más”, dijo el especialista James D’Arcy en el documental.
Por su parte, la historiadora Kate Williams dijo en el documental que la muerte de Margarita poco antes del Jubileo de Oro de la reina fue “catastrófica” para Isabel II, ya que valoraba los sacrificios que su hermana menor había hecho a lo largo de su vida para apoyarla a ella ya la Corona. “La pérdida de Margarita fue realmente catastrófica para la reina. Fue algo muy, muy doloroso”, dijo.
“La reina vio que la salud de Margarita se había visto afectada por lo que le había sido negado emocionalmente. Margarita no eligió sacrificarlo todo por la Corona porque amaba a la Corona sobre todo”, apuntó Williams. Y agregó: “Lo eligió porque amaba a su hermana por sobre todas las cosas. No se estaba sacrificando por la Corona, se estaba sacrificando por su hermana”.


El historiador Ed Owens sugiere que la muerte de Margarita había hecho que la reina Isabel II se enfrentara a una “soledad” aun mayor en su posición real. “Es un lugar muy solitario estar sentado sobre un trono. Y tener una compañera, tener una confidente en quien confiar y a quien también contar secretos, y que también comparta esa vida fue muy importante para ambas mujeres”, dijo.
“Cuando miramos hacia atrás en la vida de las princesas juntas, podríamos decir que Margarita terminó sacrificando bastante. En algunos casos, había renunciado a algo por lo que quería mantener la fuerza del reinado de su hermana”, relató Owens.
La princesa Margarita renunció a la oportunidad de casarse con el capitán de grupo Peter Townsend, ex escudero de su padre, ya que le advirtieron que tendría que renunciar a sus títulos y al papel de la familia real si se hubiera casado con el hombre, que era divorciado. Finalmente se casó con Anthony Armstrong-Jones, un fotógrafo con vínculos aristocráticos.