El gran duque recibió críticas al promulgar nuevas restricciones para enfrentar la pandemia de Covid desde su casa en la ciudad francesa de Biarritz.
El gran duque Enrique de Luxemburgo se enfrenta a numerosas críticas después de haber decretado las últimas restricciones sanitarias por la pandemia de coronavirus de Luxemburgo desde su casa de vacaciones en Biarritz, Francia.
La casa granducal defendió la acción del soberano argumentando que la nueva normativa no prohíbe los viajes al exterior siempre que se respeten las medidas existentes en cada país.
Además, la casa gran ducal recordó que aunque el gran duque está en Biarritz de vacaciones con su esposa, la gran duquesa María Teresa, permanece en contacto constante con el gobierno luxemburgués y realiza tareas de Estado.

En una entrevista a la cadena RTL, el primer ministro Xavier Bettel también defendió al gran duque Enrique: “Si el gran duque está en Biarritz solo con su esposa, no veo ningún problema con eso”, argumentó Bettel, quien sugirió que sería más peligroso celebrar pasar las vacaciones en Luxemburgo rodeados de hijos y nietos que con la pareja a solas en Francia.
El período navideño vio una caída en los casos positivos de Covid notificados, pero en general la situación está mejorando poco a poco en Luxemburgo, informó RTL. En la última semana la cantidad total de personas afectadas por la enfermedad llegó al número de los 45.000 en el gran ducado.
La campaña de vacunación contra el coronavirus, con la administración de la vacuna de Pfizer/BioNTech, comenzó en Luxemburgo este lunes 28 de diciembre en cinco centros del país, donde se vacuna durante tres días consecutivos a 1.290 personas (médicos y personal sanitario).