Una encuesta mostró que la confianza de los holandeses en el rey Guillermo Alejandro cayó por debajo del 50% después de los errores cometidos durante la pandemia. Solo el 47% de las personas consultadas en los Países Bajos confía en el monarca, según una encuesta de Ipsos publicada este lunes.
En abril, unas semanas después de pronunciar un discurso nacional bien recibido sobre la pandemia de coronavirus, Guillermo Alejandro tenía un apoyo popular del 76 por ciento. La encuesta arrojó que 14% de los encuestados está insatisfecho o muy insatisfecho con el desempeño laboral del rey, frente al 3% calculado en abril.
Cerca del 40% cree que la pareja real mostró solidaridad con la ciudadanía mientras sufría los estragos sanitarios y económicos de la pandemia de Covid, contra el 25% que piensa que no es así. El rey y la reina Maxima aún cuentan con el apoyo de los mayores de 55 años en el país, que creen que se han solidarizado lo suficiente con los holandeses.
Durante los últimos meses, la Familia Real holandesa se vio envuelta en varios escándalos que la hicieron vulnerable a las críticas públicas, los medios de comunicación y los líderes políticos, exacerbadas por la situación global del covid-19.
La caída estrepitosa del apoyo público a la casa de Orange comenzó en junio, cuando el rey compró una nueva lancha rápida de lujo, con un precio de 2 millones de euros, cuando el país luchaba contra primera ola de infecciones por coronavirus y más de 131 mil personas ya habían perdido sus empleos.
El rey y su esposa, la reina Máxima, volvieron a aparecer en los titulares después de que fueron fotografiados en agosto junto con el dueño de un restaurante de vacaciones en Grecia.
“Apareció una foto en los medios en la que nos estamos manteniendo muy poca distancia. En la espontaneidad del momento, no le hicimos caso. Por supuesto que deberíamos haberlo hecho. Porque el cumplimiento de las reglas del coronavirus también es esencial durante las vacaciones para tener el virus bajo control”, lamentaron los reyes en una nota.

En octubre, días después de que el gobierno instara a los holandeses a confinarse y no salir del país, los reyes y sus tres hijas utilizaron el Boeing 737 del gobierno para volar su villa de vacaciones al oeste de Atenas, Grecia. Este viaje tuvo lugar cuando Holanda atravesaba un récord de casos por la segunda ola de la pandemia.
Los reyes y su hija menor, la princesa Ariana, regresaron rápidamente al país en un vuelo comercial, pero fueron criticados por dejar a sus dos hijas mayores, Amalia y Alexia, varios días más en Grecia. La excusa oficial fue que no se consiguieron pasajes de avión para toda la familia.
Guillermo Alejandro y Máxima debieron comparecer en un video, publicado por la casa real, en el que lamentaron haber traicionado la confianza del público. El cuestionado viaje a Grecia fue criticado por el 75 por ciento del público, y casi el 70 por ciento dijo que la imagen de la familia real se vio afectada como resultado, según la cadena de TV NOS.
La familia real holandesa tiene ahora por delante “mucho trabajo por hacer” para restaurar la confianza pública, dijo la periodista experta de la realeza Kysia Hekster. “Aunque la monarquía ha resistido crisis más graves”, recordó.