En un mensaje grabado con motivo de su cumpleaños 57, la esposa del emperador agregó que fue doloroso ver el nivel de devastación causado en todo el mundo por la enfermedad.
Con motivo de su 57 cumpleaños el miércoles, la emperatriz Masako de Japón expresó su deseo de superar los desafíos que presenta la pandemia del nuevo coronavirus junto al pueblo japonés, diciendo que son personas «invaluables» y que desean su felicidad.
La emperatriz, que ha estado luchando durante mucho tiempo contra una enfermedad inducida por el estrés, dijo que este año le recordó la importancia y el valor de la vida humana en medio de la pandemia del coronavirus, y agregó que fue doloroso ver el nivel de devastación causado en todo el mundo.

«Espero que podamos cooperar para superar estas dificultades» mediante la comprensión, el cuidado y la ayuda mutua, dijo la emperatriz en un comunicado emitido por la Agencia de la Casa Imperial. Además, expresó su gratitud a los trabajadores de la salud, que «se dedicaron día y noche a salvar la vida de muchos pacientes y prevenir la propagación de infecciones«.
En mayo del año pasado, su esposo, el emperador Naruhito, de 60 años, ascendió al Trono del Crisantemo tras la abdicación de su padre, el ex emperador Akihito, quien se convirtió en el primer monarca japonés en ceder el trono en unos 200 años. La emperatriz dijo que «lamenta» no haber podido comunicarse con los japoneses en persona, ya que se pospusieron muchos de los eventos a los que tenía programado asistir.
Sin embargo, reveló que a lo largo de todo este tiempo estuvo desempeñando sus funciones de forma virtual, realizando visitas a través de videollamadas visitas a hospitales de la Cruz Roja Japonesa, de la que se desempeña como presidenta honoraria, y habló con miembros del personal. «Estoy agradecida de tener la oportunidad de interactuar con los japoneses en línea y espero valorar estos métodos también en el futuro«, dijo.
Ex diplomática educada en Harvard y Oxford, la emperatriz ha estado luchando contra el trastorno de adaptación desde diciembre de 2003. Sus médicos dijeron que ha mostrado signos de mejoría pero que aún requiere tratamiento. También pidieron comprensión pública, diciendo que las expectativas excesivas podrían afectar negativamente su recuperación.

La emperatriz dijo que ha tratado de cumplir con obligaciones en la medida de lo posible teniendo en cuenta su salud. «Me gustaría hacer más esfuerzos para recuperarme a fin de apoyar al emperador y cumplir con mi papel de emperatriz«, agregó, citada por Kyodo News.
La pareja tiene una hija, la princesa Aiko, de 19 años, que este año se matriculó en la Universidad Gakushuin en Tokio. Después de cumplir 20 años, se espera que la princesa realice deberes oficiales como miembro adulto de la familia imperial. «Pensar que alcanzará la mayoría de edad el próximo año, le trae recuerdos de cuando era joven«, dijo. «Me gustaría que siguiera aprendiendo de los demás y pasara su último año como adolescente con un espíritu rico».