La justicia está impartiendo decenas de inculpaciones por crímenes contra el rey Vajiralongkorn en un momento crítico para la monarquía.
Catorce representantes del movimiento prodemocracia de Tailandia fueron inculpados el martes de «lesa majestad«, acusados de haber difamado al rey Maha Vajiralongkorn y a la realeza durante unas manifestaciones en las que reclamaban una reforma de la poderosa y riquísima monarquía.
Frente a las protestas que sacuden el reino desde el verano, las autoridades recurrieron al temible artículo 112 del código penal, que castiga con hasta 15 años de cárcel los insultos, difamaciones y críticas hacia el rey y su familia. Se trata de la primera vez en más de dos años que se lanza un proceso de lesa majestad contra ciudadanos tailandeses.
Pero eso no impidió que los manifestantes siguieran tomando las calles para pedir la abolición de esa ley, que según sus detractores persigue reprimir cualquier tipo de oposición. Además, reclaman que se controle la gigantesca fortuna real y la no injerencia del monarca en la política, algo nunca visto en un país en el que la monarquía era considerada un tema completamente tabú hasta hace bien poco.
«El gobierno tailandés utiliza la monarquía y la sección 112 para apuntar contra personas con posiciones políticas distintas«, lamentó Panupong Jadnok, apodado «Mike», uno de los líderes acusados, al tiempo que advirtió que las manifestaciones no cesarían. «El artículo 112 es injusto, no le doy ningún valor«, dijo el líder de las protestas estudiantiles Arnon Nampa. «Estoy preparado para luchar legalmente hablando», destacó.
Junto a Arnon acudieron al juzgado los activistas Panupong Jadnol, Panusaya Sithijirawattanakul y Parit Chiwarak, todos ellos acusados de violar la legislación en el marco de las últimas protestas registradas en la capital, Bangkok. «Hemos negado los cargos», dijo Arnon, que explicó que son decenas las personas que se enfrentan a procesos judiciales en relación con las protestas.
Entre las demandas de los manifestantes se encuentra la dimisión del primer ministro, el general Prayuth Chan Ocha, la reducción de los poderes y la vigilancia de las cuentas de la Casa Real y la reforma de la Constitución. Los críticos con la monarquía lamentan que el poder de la Casa Real haya favorecido décadas de dominación militar, en un país que vivió trece golpes de Estado desde la caída de la monarquía absoluta, en 1932.