En los últimos 9 años, se duplicó la cantidad de ciudadanos que rechazó convertirse en “Dama” o “Caballero” por sus méritos. La Orden del Imperio Británico, criticada por vestigio del colonialismo.
El número de personas que rechazan los honores de la reina Isabel II de Gran Bretaña se duplicó en los últimos nueve años. Desde 2011 hasta este año, 443 personas rechazaron un título de dama o caballero del Imperio Británico y otros honores en reconocimiento a sus méritos, servicios o valentía, según cifras de la Oficina del Gabinete difundidas por el diario The Guardian.
“Si bien las cifras anuales de rechazo fluctúan y siguen siendo pequeñas, los expertos dijeron que en los últimos años hubo una creciente conciencia sobre los males del imperio británico y el malestar en torno a los gobiernos que utilizan un sistema de 700 años para recompensar a los aliados políticos y donantes”, afirmó la periodista Mattha Busby.
En 2020, 68 personas rechazaron ser parte de las listas de honores que la monarca británica otorga en junio con motivo de su cumpleaños y en Año Nuevo – el 2,7% del total de 2.504– y el número más alto entre 2010 y 2020. En 2011, durante el primer año completo del nuevo gobierno liderado por los conservadores, la proporción de rechazos se situó en el 1,3%, o 25 de los 1.987 ofrecidos, frente al 2,3% en 2010 del Partido Laborista, último año del que se obtuvieron datos.
El profesor Kehinde Andrew, de la Universidad de la Ciudad de Birmingham, dijo que hay un creciente enfoque en la historia del imperio y el racismo, y los vínculos de los premios con el sangriento pasado imperial del país. “Esto lleva a que más personas rechacen los honores y los vean como problemáticos”, dijo.
“La historia más importante es que miles de personas los aceptan. Aparte de la naturaleza problemática del imperio, ya no existe, entonces, ¿por qué estamos entregando órdenes del imperio británico?”, cuestionó el académico.
Gina Martin, una activista contra el upskirting, reveló que rechazó un OBE este año debido a la duradera “violencia y opresión” del imperio británico. “Sería profundamente hipócrita de mi parte aceptar este honor sin dejar de expresar mi compromiso con el antirracismo y comprender los problemas raciales profundos e inquietantes que el imperio británico ha construido en la base de nuestro país y muchos otros”.
El exdiputado liberal demócrata Norman Baker afirma que el sistema de honores fue “corrompido” por su uso por parte de los partidos políticos “para entregar favores políticos a menudo a cambio de donaciones políticas”. “Eso ha devaluado el sistema, por lo que la gente siente que es menos valioso de lo que solía ser”, dijo.
“El sistema se está volviendo menos respetado como consecuencia de su mal uso por parte de los políticos”, agregó el político.
Howard Gayle, el primer jugador negro del Liverpool Football Club y activista contra el racismo, dijo que al título Miembro de la Orden del Imperio Británico (MBE) en 2016 porque aceptarlo ponía en riesgo que sus antepasados “se revolcaran en sus tumbas por cómo el imperio y el colonialismo los esclavizaron”.
“Esta es una decisión que he tenido que tomar y habrá otros que pueden sentirse diferentes y disfrutarían la atracción de ser miembro del Imperio Británico y esas tres letras después de su nombre, pero siento que sería una traición a todos los africanos que han perdido la vida, o que han sufrido como consecuencia del imperio”, dijo.
El poeta Benjamin Zephaniah rechazó la Orden del Imperio Británico (OBE) en 2003 por considerarla un legado del colonialismo: “Nos ha mentido, y continúa mintiéndonos, y ha derramado el sueño de la clase trabajadora de una sociedad justa, compasiva y solidaria por el desagüe sucio del imperio”, escribió en su respuesta al ex primer ministro Tony Blair. A la reina le escribió: “Deja de hablar del imperio. Vamos a hacer otra cosa”.