La princesa habló francamente sobre las amenazas enfrentaron ella y su novio después de una sincera publicación de Instagram en junio.
En el apogeo del movimiento global Black Lives Matter, la princesa Märtha Luisa de Noruega, que ocupa el cuarto lugar en la línea del trono noruego, se convirtió en uno de las pocos miembros de la realeza europea que habla abiertamente sobre sus propias experiencias con el racismo y lo que significaba para ella estar en una relación interracial.
Cinco meses después de que ella y su novio estadounidense, el gurú Durek Verrett, recibieran mensajes racistas y amenazas de muerte en su cuenta de Instagram, la princesa contó que incluso hubo gente que le preguntó a su pareja por qué está con “ese diablo blanco”. “Nunca pensé en mí misma como racista antes de juntarme con Durek, y de repente expandir esa visión y reconocer que realmente tengo el privilegio de ser blanco, fue una revelación para mí”, dijo Märtha Luisa a Insider.
“También veo a través de sus ojos que el racismo no es solo los titulares obvios, son las energías sutiles. Es la forma en que la gente lo mira… incluso en los ascensores o en la calle, cuando agarran sus bolsos con más fuerza”, dijo la princesa de 49 años. La hija de los reyes Harald V y Sonia de Noruega agregó: “Es de ambos lados, ya sabes. También él recibió amenazas de muerte de personas que le dicen: ‘¿Por qué estás con el diablo blanco?’ y todo eso”.
La princesa Märtha Luisa habló por primera vez sobre el racismo al que habían sido sometidos en junio, y escribió en Instagram que “les habían dicho que avergonzamos a nuestra gente y familias por elegirnos mutuamente”. En el mensaje, la princesa dijo que “la gente de las altas esferas” se había negado a estrechar la mano de Verrett porque es negro y que la prensa lo ha presentado “como un mentiroso, violento y una amenaza para mi familia y para mí”.
Märtha Luisa dijo a Insider que la prensa noruega no apoyaba la publicación de Instagram, diciendo que “fueron muy críticos”. “Es un desafío, pero ya estoy acostumbrada”, dijo la princesa, que afirmó que está decidida a seguir hablando sobre el tema del racismo, no solo por Verrett, sino por todos los noruegos, algunos de los cuales han tenido que cambiar de nombre o apellido para conseguir un trabajo debido al racismo. “Tenemos que empezar a salir del 1700 y actualizarnos. Somos una raza humana”, dijo en la entrevista.