Atlantic Crossing: drama televisivo noruego abre polémica sobre la relación de la princesa Märtha y Roosevelt


Los rumores sobre la madre del actual rey noruego y el presidente de EEUU fueron parte de una campaña de difamación, afirman historiadores.

Durante uno de los pasajes más oscuros de la Segunda Guerra Mundial, la princesa heredera Märtha de Noruega, exiliada en Estados Unidos con sus hijos,comenzó a seducir a Franklin D. Roosevelt. La princesa logró acercarse tanto al presidente de los Estados Unidos que ella, y no Winston Churchill, lo convenció de que pusiera fin a la postura de neutralidad de su país y finalmente se comprometiera abiertamente con los aliados con miles de millones de dólares en alimentos, petróleo e incluso tanques de batalla.

Esta, en todo caso, es la historia que se cuenta en Atlantic Crossing, un drama televisivo noruego que exasperó a algunos de los principales historiadores del país, tal como sucede en Gran Bretaña con la serie de Netflix The Crown. La afirmación central de que la princesa Märtha, madre del actual rey noruego, alteró el curso de la guerra sin ayuda ha sido descartada como una “historia falsa” en medio de una controversia.

Uno de los episodio más impactantes muestran al príncipe heredero Olav en medio de un ataque de celos en diciembre de 1941 viajando rápidamente en un avión a Washington. Durante la celebración navideña de la Casa Blanca, está convencido de que su esposa estaba teniendo una aventura con Roosevelt. Olav le da la espalda a Märtha en un frío reencuentro y viaja de regreso a Gran Bretaña, mientras ella llora en su cama.

Los creadores de la serie advirtieron que han “compuesto la historia en base a lo que creen que son escenarios probables, fieles al marco histórico”. Según uno de los guionistas, la serie es “un ejemplo de cómo en el marco de la ficción nos preguntamos sobre lo que pasó detrás de la fachada”. “Sólo Roosevelt y Märtha saben toda la verdad sobre lo que estaba pasando entre ellos en el espacio privado”, dijo a la cadena noruega NRK uno de los guionistas de Atlantic Crossing.

Algunos de los que vieron a la princesa heredera Märtha y Roosevelt juntos han hablado de su ligero coqueteo mútuo. Es muy posible que Roosevelt estuviera un poco fascinado por la princesa, como muchos hombres lo han estado por las encantadoras mujeres más jóvenes. Pero no hay indicios de que los dos tuvieran una aventura o incluso de que el presidente fuera sexualmente activo después de que quedó paralizado de cintura para abajo en 1921.

Ante la controversia, la cadena de televisión NRK se vio obligada reconocer su error: “La serie dramática está inspirada en hechos reales. En realidad, esta es una descripción bastante precisa, pero en algún momento del camino obviamente hemos cometido un error en la comunicación hacia la audiencia y la comunidad profesional histórica”. “La princesa heredera Märtha se destacó como personaje principal. No experimentamos esto como una película de amor sobre una relación entre una mujer joven y un hombre mayor con poder. Por otro lado, nos fascinó el hecho de que Märtha como personaje pasó de ser un ‘santuario humano’ a defender sus propias opiniones como representante de una nación”.

“A través de la investigación que hicieron los autores, parecía probable que la princesa heredera Märtha también hubiera tenido conversaciones políticas con Roosevelt, y que estaba dentro de la ficción del drama componer con esto como punto de partida”, dijo el director Ivar Køhn.

“La investigación que hice en relación con el libro La guerra de la princesa heredera: la verdadera historia de la princesa heredera Märtha y Franklin D. Roosevelt, muestra que los rumores de que ellos tenían una aventura fueron difundidos por los oponentes de Roosevelt como parte de una campaña de difamación que formaba parte de teoría de la conspiración”, escribió el historiador noruego Trond Norén Isaksen en el diario Aftonbladet.

¿Qué tan cierta fue la historia del romance?

El historiador recordó que el periódico Chicago Tribune comenzó a ser fuente de rumores sobre Märtha y Roosevelt, insinuando que existía un romance entre ellos. El corresponsal del periódico en la Casa Blanca, Walter Trohan, bautizó a la princesa heredera Märtha como “la agente número uno de Gran Bretaña” y contó detalles de sus visitas a la casa de campo de Hyde Park, asegurándose de que la primera dama estadounidense Eleanor Roosevelt no estuviera presente.

En la sucursal de la Confederación Noruega de Sindicatos en Chicago, se desesperaron por “la propaganda insidiosa” del periódico por “dirigirse tan brutalmente” contra Märtha. Cuando un amigo cercano le preguntó directamente sobre los rumores de que estaba «interesado» en Märtha, Roosevelt respondió que era una tontería.

QUIÉN FUE MÄRTHA DE NORUEGA. Nacida como princesa de Suecia en Estocolmo el 28 de marzo de 1901, Märtha Sofia Lovisa Dagmar Thyra era la hija del príncipe Carlos de Suecia, duque de Västergötland, y la princesa Ingeborg de Dinamarca. Su hermana menor fue Astrid, reina consorte de Bélgica que murió en un accidente automovilístico en 1935. Se comprometió con su primo hermano Olav, príncipe heredero noruego, durante los Juegos Olímpicos de Ámsterdam en 1928 y se casó con él en la Iglesia de Nuestro Salvador, ahora Catedral de Oslo, el 21 de marzo de 1929. Tuvieron tres hijos: la princesa Ragnhild nació en 1930, la princesa Astrid en 1932 y el rey Harald en 1937. Murió el 5 de abril de 1954 y fue enterrado el 21 de abril en el Mausoleo Real del Castillo de Akershus.