La prima de la reina Isabel II, de 75 años, está “recuperándose” después de que le diagnosticaron Covid-19 y sufrió síntomas graves.
La princesa británica Michael de Kent, esposa del primo hermano de la reina Isabel II, se infectó hace tres semanas de coronavirus, con síntomas que incluían fatiga extrema y fiebre, pero su portavoz Simon Astaire reveló este 24 de noviembre que ya está “mejorando”.
Se dice que la princesa fue más susceptible a la enfermedad porque tenía malos pulmones cuando era niña. Tras ser diagnosticada, la princesa de 75 años permaneció en su residencia del palacio de Kensington, Londres, pero no necesitó que le suministraran oxígeno al cursar la enfermedad. Astaire dijo a la agencia PA: “La princesa está en vías de recuperación. Se contagió hace tres semanas, pero está mejorando”.
“Ella ha superado lo peor”, agregó el vocero real, que informó que la princesa dio positivo al contagiarse de su ama de llaves. Dijo que la princesa sufrió durante semanas de “una fatiga extrema y fiebres regulares”, pero que se comunicó con ella y “sonaba mucho mejor”. Astaire agregó que el esposo de la enferma, el príncipe Michael de Kent, de 76 años, dio negativo en la prueba de Covid-19. La pareja permaneció aislada en su apartamento del Palacio de Kensington desde entonces.
La princesa Michael de Kent, nacida como la baronesa Marie Christine von Reibnitz y casada en 1978 con el primo de la reina, es el tercer miembro de la familia real infectado por el coronavirus. El príncipe Carlos, de 72 años, contrajo el virus en marzo y experimentó síntomas leves, mientras que el príncipe Guillermo, de 38 años, dio positivo en abril y mantuvo su diagnóstico en secreto para evitar alarmar al público.
El príncipe Michael es el hermano menor del duque de Kent, nieto del rey Jorge V y primo hermano de la reina Isabel. En 1978 se casó con la baronesa von Reibnitz, quien era divorciada y católica, por lo cual el príncipe perdió su derecho al trono británico. Sus dos hijos, Lady Gabriella Windsor y Lord Frederick Windsor, criados en la fe de la Iglesia de Inglaterra, conservan su derecho al trono.