La hija de los reyes noruegos reveló que los críticos la culparon por el suicidio de su exmarido, y que gracias a su novio Durek Verrett descubrió cuán “racistas” pueden ser los noruegos.
La princesa Martha Luisa de Noruega dijo que por la pandemia del coronavirus y las consecuentes restricciones internacionales cayó en una “profunda depresión” al no poder ver a su novio, el chamán estadounidense Durek Verrett, y agregó que tenía miedo de salir de su casa. Además, reveló que muchos críticos llegaron a culparla del suicidio de su exmarido, Ari Behn.
En una entrevista con la revista Vanity Fair, la princesa, hija de los reyes Harald V y Sonia de Noruega, de 49 años, también reveló su confusión tras el suicidio de su exmarido Ari Behn el año pasado y reveló que ella y su novio fueron culpados de su muerte.
Durek, de 45 años, una celebridad con sede en California y que cuenta con Gwyneth Paltrow entre sus discípulos espirituales, también compartió que recibió el permiso del rey y la reina para proponerle matrimonio a su única hija, pero retrasó su compromiso a causa de la muerte de Ari Behn.

La princesa Martha Luisa y Ari Behn se casaron en 2002 y tuvieron tres hijas: Maud Angelica, de 17 años, Leah Isadora, de 15, y Emma Tallulah, de 12. El día de Navidad de 2019, Ari, un conocido escritor, murió por suicidio a los 47 años. Al hablar sobre el día traumático, Martha Louise reveló que regresaron a casa después del servicio de Navidad en la iglesia y conocieron la noticia:
“Estaban diciendo que era culpa mía y de Durek, que si no hubiera sido por Durek, esto no habría sucedido. Tuve mucha suerte de contar con el apoyo de Durek, mi familia y mis amigos a nuestro alrededor, pero sentí un vacío. De repente era una madre soltera… y por supuesto, el dolor, la ira, la autocompasión, la tristeza por no volver a verlo… es devastador”.
Durek pasó la mañana de Navidad con Martha Luisa y sus hijas y compró pasajes para viajar a Hawai en febrero, donde planeaba proponer matrimonio a la princesa. Sin embargo, debido a la pandemia de Covid, las cuarentenas nacionales y la paralización de vuelos internacionales, Martha Luisa se vio obligada a permanecer en Noruega y Durek quedó en los Estados Unidos.
“Se suponía que debía venir, pero no pudo viajar, lo que me devastó por completo. Entré en una depresión, a la que simplemente no podía hacer frente”, dijo la princesa.
Martha Luisa, que se define como clarividente y dice que “nunca se sintió como de la realeza”, también reveló que descubrió cuán racistas pueden ser los noruegos desde que inició su relación con Derek, quien es de ascendencia noruega, india y haitiana. Afirmó que no creía que hubiera tanto racismo en Noruega hasta que comenzó a salir con él haciendo un “curso intensivo sobre supremacía blanca”.
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