El heredero del inexistente trono albanés publicó los primeros retratos de su hija mientras muchos se preguntan si el país está cerca de la restauración monárquica.
El príncipe Leka II, jefe de la dinastía Zog y pretendiente al trono de Albania, publicó este viernes las primeras fotos de su hija, la princesa Geraldine. El heredero de la desaparecida corona aparece junto a su bebé y su esposa, la ex actriz Elia Zaharia, en un salón ornamentado con un enorme retrato de la boda de Zog I, único rey de Albania, con la condesa Geraldine de Apponyi, en cuyo honor será bautizada la niña.
La princesa Geraldine nació el pasado 22 de octubre en Tirana, capital de la República de Albania, país cuya monarquía fue abolida hace décadas. Los príncipes Leka II y Elisa residen y trabajan en Albania, donde son reconocidos y respetados como pretendientes de un trono inexistente y donde la mayoría de las personas no recuerda haber vivido durante la monarquía. Zog I fue derrocado por Mussolini en 1939 y desde entonces la familia vivió en el exilio hasta hace unos veinte años.


Quién fue Geraldine, única reina de Albania
Se dice que el rey Zog I ofreció una «buena suma» de dinero a un agente matrimonial para hallarle en Europa y se enamoró de la joven, católica y pobre condesa húngara al ver su retrato.
En 1997, después de la caída del régimen soviético, Albania celebró un referéndum para restaurar la monarquía y un tercio dde los votantes estuvo a favor. La cantidad de votos no fue suficiente, y el autoproclamado “rey” Leka I (1939-2011) denunció un fraude. Sus quejas nunca fueron escuchadas pero la familia ya estaba establecida en Tirana, donde comenzó a hacerse reconocida. En 2002, el parlamento de Albania invitó a la familia a establecerse en el país, otorgándoles privilegios que incluían pasaportes diplomáticos, un gesto que emocionó a los monárquicos albaneses.
Erion Veliaj, alcalde de Tirana, dijo al diario The Economist que el príncipe Leka II es «demasiado amable» para afrontar el rudo mundo político de Albania. Cuando se le pregunta si le gustaría ser rey, el príncipe responde tímidamente con un acento sudafricano que «le gustaría servir de cualquier forma que sea posible». En el caso «teórico» de una restauración Veliaj opina que sería «muy posible» imaginar a la pequeña princesa Geraldine siendo coronada Reina de los Albaneses en el futuro.
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