Robert Lacey cree que los hijos de la fallecida princesa Diana tienen poco tiempo para reconciliarse o podría no haber marcha atrás.
El biógrafo real Robert Lacey afirma que el príncipe Harry y el príncipe Guillermo de Gran Bretaña se están quedando sin tiempo para reconciliarse después de que el duque de Sussex y su esposa Meghan Markle renunciaran a la vida como miembros senior de la realeza. La relación debería arreglarse antes de que termine el año de “transición” que obtuvieron los Sussex para hacerse financieramente independientes.
De otra forma, podría no haber marcha atrás, afirmó.
La revisión debe realizarse en marzo, pero Lacey dijo que «ya no valora mucho las posibilidades de reconciliación» entre los hijos del príncipe Carlos y la fallecida princesa Diana. El autor, que publicó recientemente el libro Battle of Brothers, dijo que la supuesta mala experiencia de Meghan en el seno de la realeza británica sigue siendo un obstáculo para que los hermanos dejen atrás las peleas pasadas.

El experto en asuntos de la realeza, de 76 años, dijo a Newsweek: “El estilo de Meghan, la forma en que entró en el palacio, la forma en que trajo a sus propios asesores estadounidenses con ella, confundió a mucha gente. Así que hubo ese ánimo personal en esas negociaciones y me temo que hasta el día de hoy sigue existiendo un obstáculo para la reconciliación».
Afirma además que el «establishment cortesano» dentro de la Familia Real es reacio a ceder a las demandas del príncipe Harry y la duquesa de Sussex.
Los duques de Sussex, que renunciaron a sus labores como miembros activos de la familia real británica, se mudaron a una mansión de US$ 14 millones en la ciudad natal de la actriz, Los Ángeles. Actualmente llevan siete meses de un período de prueba de un año después de dejar su vida como miembros de la realeza. Cuando llegue a su fin, la reina Isabel II, el príncipe de Gales y el duque de Cambridge revisarán la relación de los Sussex con la monarquía.
Los duques dijeron que tenían la intención de dejar la vida real y «trabajar para ser financieramente independientes». Ambos expresaron su deseo de «hacer algo con sentido, de hacer algo que importe», en California, donde lanzaron una amplia organización sin ánimo de lucro llamada Archewell. En abril, trabajaron con una organización benéfica para repartir comidas a personas con enfermedades crónicas en Los Ángeles confinados por el coronavirus.
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