La demanda busca el pago de daños civiles y aclarar a través del sistema de justicia estadounidense el nivel de implicación de altos cargos saudíes en el crimen del periodista.
La pareja sentimental del periodista saudí Jamal Khashoggi y una organización pro Derechos Humanos con sede en Washington presentaron una demanda civil en Estados Unidos contra el príncipe heredero de Arabia Saudita, Mohammed bin Salman al Saud, por el asesinato del periodista en 2018 en el interior del consulado saudí en la ciudad turca de Estambul.
La demanda, en nombre de Hatice Cengiz y Democracia para el Mundo Árabe Ahora (DAWN), fue presentada ante un tribunal del distrito de Columbia contra más de una veintena de personas por su presunto papel en el asesinato del periodista, crítico con el actual rey Salman y su hijo, el príncipe heredero, gobernante de facto del reino.
La demanda busca el pago de daños civiles y aclarar a través del sistema de justicia estadounidense el nivel de implicación de altos cargos saudíes en el asesinato de Khashoggi, incluida la publicación de información de funcionarios y agentes de Inteligencia.
Cengiz expresó su esperanza en «lograr la verdad y la justicia para Yamal a través de esta demanda». «Pongo mi confianza en el sistema de justicia civil estadounidense para dar voz a lo que ha pasado y hacer que los responsables rindan cuentas por sus acciones», agregó en un comunicado.
Asimismo, Sarah Leah Whitson, directora ejecutiva de DAWN, ha apuntado además que «la muerte de Jamal sólo fortalece la determinación para continuar con un trabajo clave, promover la libertad, los Derechos Humanos, la dignidad, el Estado de Derecho y la justicia en el mundo árabe y el resto del mundo».
El proceso judicial en Arabia Saudí llegó a su fin el 7 de septiembre cuando, tras el proceso de apelaciones, fueron condenadas a penas de cárcel ocho personas por su responsabilidad en el asesinato de Khashoggi, reduciendo así la pena de muerte dictada en diciembre de 2019 contra cinco de ellas.
Saud al Qahtani, antiguo asesor de Bin Salmán y uno de los principales sospechosos, fue liberado por falta de pruebas. Asimismo, el ‘número dos’ de la Inteligencia saudí, Ahmed al Asiri, y el cónsul general de Arabia Saudí en Estambul en el momento del crimen, Mohamed al Otaibi, fueron exonerados.
El asesinato de Khashoggi, un crítico de la monarquía saudita
Khashoggi, un periodista crítico con la casa real saudí y que trabajaba para ‘The Washington Post‘, desapareció el 2 de octubre de 2018 tras entrar en el consulado saudí en Estambul para gestionar unos documentos para poder casarse con Cengiz, su novia.
Allí, fue asesinado y descuartizado y su cuerpo fue sacado fuera del edificio, según la versión oficial que ofrecieron las autoridades saudíes, después del escándalo en torno a su desaparición y muerte a nivel internacional. Sus restos no han sido hallados por ahora.
El periodista había criticado públicamente al príncipe heredero, denunciado por disidentes por implementar un «reino del terror» desde que fue colocado en la línea sucesoria en 2017. El Gobierno saudí desvinculó al príncipe heredero Mohammed del asesinato, a pesar de que expertos de la ONU han expresado sus dudas al respecto.
En este sentido, la relatora especial de la ONU sobre ejecuciones extrajudiciales, Agnes Callamard, que realizó una investigación del caso, dijo en junio de 2019 que las pruebas sugieren que Bin Salmán y otros altos cargos serían responsables del asesinato. Posteriormente, dijo que los fallos finales eran «una parodia de justicia».
Por contra, Salá Khashoggi, hijo del periodista dijo en mayo que él y sus hermanos han «perdonado» a los asesinos de su padre. Tras ello, Hatice Cengiz, pareja sentimental de Jashogi en el momento de su asesinato, recalcó que «nadie tiene derecho a perdonar a los asesinos».
Prohibido estrictamente copiar completa o parcialmente los contenidos de MONARQUIAS.COM sin haber obtenido previamente permiso por escrito y sin incluir el link al texto original. Puede encontrarnos en Facebook o Instagram.