El Tribunal Supremo español rechazó en 2015 la demanda de paternidad que la belga Ingrid Sartiau presentó contra el rey emérito, pero la victoria de Delphine Böel le dio un nuevo impulso.
Ingrid Sartiau, de 54 años, se sintió fortalecida después de que su compatriota Delphine Böel fuera reconocida como princesa por ser hija biólogica del exrey Alberto II de Bélgica, ya que lleva varios años llamando la atención para ser reconocida como hija biológica del rey emérito Juan Carlos de España. “Estoy muy emocionada por Delphine y por su familia. La suya ha sido también una gran batalla y su éxito me anima a continuar con la mía”, dijo esta semana. “Es una lástima que tengamos que luchar para ganarnos el reconocimiento”, amplió.
El Tribunal Supremo español rechazó en 2015 la demanda de paternidad que Sartiau presentó contra Juan Carlos de Borbón, pero ella no cesó en los intentos de ser reconocida como tal: “Tengo cartas que prueban que Juan Carlos es efectivamente mi padre”, afirmó.
“No quiero ser princesa ni se me ocurriría cambiarme el apellido, por una cuestión de respeto a mi madre, pero podría añadirlo de manera puntual. Yo pido al rey Juan Carlos que me escuche, que conozca a mis hijos, poder contarle que voy a tener un nieto. Quiero el amor de mi padre, aunque sé que eso no va a ser posible”.
Sartiau sostiene que su madre tuvo una relación con el entonces príncipe Juan Carlos hasta 1966, año en el que nació ella. La mujer, de 48 años, afirma que tuvo los primeros indicios sobre la identidad de su padre una vez durante su infancia, cuando, mirando la televisión, su madre -llamada Liliane Maria José Ghrislaine Sartiau- le señaló al rey de España diciéndole que era su verdadero padre.
Liliane le contó que conoció a Juan Carlos en los ‘50 en Francia, y que se reencontró con él a mediados de los ‘60 en Marbella, fecha en la que fue concebida. Según los documentos presentados ante la Justicia, tras ese encuentro casual, Liliane y Juan Carlos mantuvieron encuentros durante tres días, aunque ella desconocía la identidad del entonces príncipe. Nueve meses después nació Ingrid.
Ingrid aseguró en una entrevista con la revista española LOOK que está “preparando todas las pruebas nuevas” para volver a presentar una demanda contra el rey emérito y avanza: “Si no resulta, llegaré hasta Estrasburgo si es necesario”. “Me ha costado una casi una depresión y mucho dolor, porque el Tribunal consideró que estaba vendiendo una fantasía. Tengo la mala suerte de que sea un rey, pero si hubiera sido un carnicero, habría dado los mismos pasos”.