La hija reconocida dijo a la prensa que sabe si la victoria legal se traducirá en nuevos lazos familiares en el corto plazo. «No espero nada, voy a continuar mi trabajo. «Si muestran una señal de vida, nunca les daría la espalda. Eso es seguro», afirmó.
La artista belga Delphine Boël, convertida ahora la princesa Delphine de Bélgica, afirmó que se siente decepcionada de la forma en que su padre biológico, el ex rey Alberto II de Bélgica, manejó el caso. «Tengo una buena relación con él desde que tenía diecisiete años, así que me sentí como un cuchillo en la espalda», dijo Boël.
«Yo no cambiaré, pero me sentiré mejor en mi interior, más libre, más feliz, por mis hijos también», afirmó en una conferencia de prensa este lunes.
Delphine cree que este caso no ha mejorado la imagen de su padre, quien abdicó en 2013 después de varios años de controversia. Una mejor comunicación entre ellos, pero también del propio rey, podría haber evitado esto, según Boël. «Para que los dos saliéramos ganadores. Con esto no me refiero a acuerdos financieros ni nada, sino que podríamos simplemente discutir la situación entre nosotros».
Lo único que la artista dice que quería es que la equiparan con sus hermanos y hermanas. «Vengo de una familia muy rica (su padre legal, Jacques Boël, es uno de los belgas más ricos), así que habría sido loco si hubiera hecho esto por el dinero». Dijo, además, que si la familia real invitara a Boël a asistir a un evento u otra reunión, podría aceptar la invitación.
«Pero porque ellos mismos lo quieren, no porque deban hacerlo. Si hay simpatía, entonces acepto con gusto la invitación. Continuaré con mi propio trabajo, pero si aún dan señales de vida, entonces no les daré la espalda», agregó.
La princesa dijo que decidió acudir a la justicia se trataba de obtener el reconocimiento de la familia y el amor de un padre que siempre la había abrumado. «Para mí ir a la corte, especialmente por eso, ser reconocida por mi propia sangre, mi propio padre, se sintió tan antinatural», dijo a los periodistas. «Es una especie de vida antinatural que estaba viviendo que era muy dolorosa», agregó.
El ex rey, cuyo hijo Felipe es el monarca reinante, aún podría presentar una apelación legal definitiva en el Tribunal de Casación, pero la princesa Delphine dijo que era poco probable que el caso llegara tan lejos: «Creo que ya está terminado». Explicó, además, que su trabajo en el mundo artístico será su seguirá definiéndola: «Seguiré siendo Delphine. No voy a estar pasando el rato en las calles diciendo, por favor llámenme princesa», dijo, y agregó que el trabajo de caridad podría ser una excepción.
«Hemos intentado reirnos mucho de mi situación, para llevarlo mejor. Creo que mis hijos están contentos de ver a su madre feliz, de ver a una mamá que no se ha dejado vencer. Espero haber dado un buen ejemplo».
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