Faiq Bolkiah, futbolista de la selección de Brunei y sobrino del riquísimo sultán Hassanal Bolkiah, que terminó su contrato con el club británico Leicester y fue contratado por el portugués Marítimo de Funchal es a los 22 años el futbolista más rico del planeta.
Faiq pertenece a la dinastía Bolkiah, asociada al sultanato desde el siglo XV y que ha dado una treintena de gobernantes al riquísimo feudo. Gracias a su relación familiar con el sultán de Brunéi, el jugador posee una fortuna estimada por la revista estadounidense Forbes en unos 20.000 millones de dólares, lo que le convierte en el futbolista más rico del mundo, según la prensa deportiva. Pero eso no ha impedido que Faiq evite los miles de millones de su familia para seguir una carrera en el fútbol.
Nacido en Los Ángeles en 1998, el príncipe Faiq Bolkiah se formó en Inglaterra, en los equipos juveniles de Southampton y Chelsea, antes de unirse al Leicester. Su abuelo, el sultán Omar Ali Saifuddien III, fue obligado a abdicar al trono en 1967 por un golpe palaciego propiciado por sus hijos. Su padre, el príncipe Jefri Bolkiah de Brunei, ya era conocido como el “playboy” de la familia real de Brunei.
Jefri supuestamente vivió una vida de excesos, supuestamente gastó alrededor de £ 10 mil millones en 15 años como director de la agencia de inversiones de Brunei. En un momento, se dijo que gastaba 35 millones de libras al mes en automóviles, relojes, bolígrafos eróticos de oro blanco y hasta 1 millón de libras en fiestas de karaoke con un harén de mujeres hermosas.
También se creía que Jefri Bolkiah poseía 2.300 automóviles en el apogeo de su riqueza, incluida una flota de Bentleys, Ferraris y Rolls-Royces. Sin embargo, su orgullo y alegría es un yate llamado inapropiadamente ‘Tetas’ que tenía licitaciones llamadas ‘Pezón 1’ y ‘Pezón 2’. Se dice, además, que encargó al artista J. Seward Johnson que creara una estatua sexualmente explícita de £ 500.000 de él y su ex prometida.
Pero Faiq está decidido a rehuir sus riquezas hereditarias para triunfar como futbolista profesional: “He jugado al fútbol desde que tengo memoria y desde pequeño siempre me ha gustado salir al campo y tener el balón en los pies”, dijo una vez en una rara entrevista. “Mis padres siempre me han apoyado para ayudarme a lograr mis sueños de ser futbolista. Me entrenaron duro tanto psicológica como físicamente durante mi infancia, así que tengo que decir que son mis modelos a seguir”, agregó.