Día de la Victoria: cuando la princesas Isabel y Margarita salieron del palacio a festejar con la multitud


Hace 75 años, el 8 de mayo de 1945, las hijas del rey Jorge VI se unieron al pueblo británico para celebrar el final de la Segunda Guerra.

El 8 de mayo de 1945, el mundo se regocijó cuando la Segunda Guerra Mundial llegó a su fin después de seis años de luchas, dificultades y la pérdida de millones de vidas humanas. En toda Europa, la gente salió a las calles para celebrar el “VE Day”, también conocido como el Día de la Victoria en Europa, después que las fuerzas aliadas anunciaron la rendición de la Alemania nazi. Habían pasado solo 9 días desde que el fuhrer Adolf Hitler se suicidó, según los registros oficiales, en la sede de la Cancillería de Berlín. En Londres, miles de ciudadanos inundaron la céntrica Trafalgar Square y la amplia avenida The Mall, que conduce al Palacio de Buckingham, donde el rey Jorge VI y la reina Isabel los saludaron desde el balcón.

Este año, el viernes 8 de mayo se conmemorará el 75 aniversario del Día VE. Isabel II, quien recientemente celebró su 94 cumpleaños, brindará desde su confinamiento en el Castillo de Windsor un discurso televisado especial para su país, que será transmitido por BBC, por la radio y los canales de redes sociales oficiales de la familia real. El discurso se emitirá a las 9 de la noche, la misma hora en que el padre de la reina, el rey Jorge VI, anunció la victoria en Europa por radio en 1945 después de “casi seis años de sufrimiento y peligros”. (ver video)

¿Dónde estaba Isabel hace 75 años? Sin el conocimiento de la mayoría del público, la por entonces princesa Isabel, de 19 años, y su hermana, la princesa Margarita, de 14 años, estaban escondidas entre la multitud, soltándose el pelo mientras se unían a las festividades jubilosas. En horas anteriores, habían aparecido en el balcón del Palacio de Buckingham en seis ocasiones durante el día junto a sus padres, el rey Jorge VI y la reina Isabel, así como con el primer ministro Winston Churchill, considerado el artífice de la victoria. Sin embargo, las adolescentes también deseaban celebrar fuera del Palacio, en contacto con la gente común, una idea de Margarita.

Después de la cena, las princesas salieron del palacio para participar en las celebraciones, con el permiso de los reyes, a condición de que un reducido grupo de oficiales de la Guardia, que eran amigos, las acompañaran. Si bien el rey puede haberse sentido preocupado por el hecho de que sus hijas se mezclaran con la multitud, en una entrada de su diario escrita ese día expresó su preocupación por las limitadas vidas sociales que sus hijas habían mantenido desde el inicio de la guerra, en 1940, cuando fueron enviadas a Windsor por su seguridad. “Pobres queridas, nunca se han divertido aún”, escribió el rey.

Las princesas aprovecharon al máximo sus horas de libertad, bailando el hokey cokey, el «Lambeth Walk» y la conga con miembros del público que no las reconocieron. En 2006, Jean Woodroffe, quien fue una de las primeras damas de compañía de la reina Isabel II, recordó que nadie “parecía prestar mucha atención” a las hermanas reales mientras participaban en la fiesta popular, la primera fiesta que Gran Bretaña celebraba desde el inicio de la contienda. «Lo que fue divertido es que entramos en el Hotel Ritz por una puerta y salimos por otra, al otro lado, haciendo la conga», dijo Woodroffe. “Luego nos paramos afuera del Palacio de Buckingham con la multitud y todos gritamos, ‘Queremos al Rey’ con todos los demás hasta que el los reyes salieron al balcón”.

La reina le dijo a la BBC en 1985 que trató de evitar ser vista en las calles de la capital y declaró: «Me puse la gorra del uniforme sobre los ojos».»Recuerdo las filas de personas desconocidas que unían los brazos y caminaban por Whitehall, y todos fuimos arrastrados por mareas de felicidad y alivio», recordó cuando se cumplieron 40 años del final de la guerra. En 1995, en el 50º aniversario, Isabel II, su hermana y su madre recrearon el saludo desde el balcón, con las notables ausencias del rey y Churchill. Las tres entonaron la canción “There’ll Be Bluebirds over the White Cliffs of Dover”, popularizada en la guerra. (Ver video)

La familia real había liderado con el ejemplo y levantado la moral durante el conflicto. Al estallar las hostilidades, se había sugerido que la reina Isabel y sus hijas debían ser evacuadas a la seguridad de Canadá o Estados Unidos. Pero a esto declaró: “Los niños no se irán sin mí. Yo no me iré sin el rey. Y el Rey nunca se irá”. Las princesas fueron evacuadas al Castillo de Windsor durante toda la guerra, tal como lo hizo ahora la reina en medio de la pandemia de coronavirus. Jorge VI y la reina Isabel, más tarde titulada ‘Reina Madre’, pasaron algunos días en Windsor, pero fueron elogiados por pasar sus días en el Palacio de Buckingham durante el Blitz, el bombardeo aéreo de los nazis sobre Londres. Después de que cayeron bombas alemanas en el palacio, la reina Isabel dijo: “Me alegra que nos hayan bombardeado. Me hace sentir que puedo mirar al East End (la zona más perjudicada) a la cara”.

El Día de la Victoria, la princesa Isabel, quien en febrero de 1945 a la edad de 18 años había realizado el Servicio Nacional en el Servicio de Transporte Auxiliar, usó su uniforme. Había sido registrada como “No. 230873 Segunda Subalterna Elizabeth Alexandra Mary Windsor” y tomó un curso de manejo y mantenimiento de vehículos en Aldershot, calificándose como mecánica y conductora. La princesa Margarita, por su parte, describió los años de guerra como “negros y sombríos”, pero dijo que ese día de 1945 fue un “maravilloso resplandor solar de gloria”.