Una princesa saudita suplica al rey ser “liberada” y denuncia su “detención arbitraria” en una cárcel


Basma Al-Saud afirma que fue «arrojada a la cárcel» después de ser «secuestrada sin explicación» junto con una de sus hijas y que estado su salud es crítico.

Una princesa de Arabia Saudita suplicó al rey Salman ser «liberada» y denunció su «detención arbitraria» en una cárcel del país, a través de una serie de mensajes publicados en su cuenta verificada en Twitter. «Yo, Basma bint Saud bin Abdulaziz al Saudi, me dirijo a usted, querido tío rey Salman bin Abdulaziz al Saud de Arabia Saudita, custodio de las Dos Mezquitas Sagradas, y a mi sobrino, el príncipe heredero, Mohamed bin Salmán bin Abdulaziz al Saud», dijo en uno de los mensajes.

La princesa afirmó que se encuentra «detenida de forma arbitraria en la prisión de Al Hair sin que se hayan presentado cargos contra su persona» y alertó que su salud «se está deteriorando a un punto grave que podría llevar» a su muerte. «No he recibido atención médica ni respuesta a las cartas que he enviado desde prisión a la Casa Real. Fui secuestrada sin explicación junto a una de mis hijas y metida en prisión», señaló la princesa.

Por ello, Basma Al-Saud pidió al monarca y al príncipe heredero que «revisen su caso» y «la liberen». «No he hecho nada mal. Mi estado de salud actual es muy crítico», afirmó. El gobierno saudita no se pronunció por el momento sobre los mensajes en la cuenta en Twitter de la princesa Basma, si bien en los últimos años fueron detenidos decenas de destacados miembros de la Casa Real por sus supuestas diferencias con el rey y, especialmente, con el príncipe heredero.

La princesa, de 56 años, es la hija más joven del rey Saud, quien encabezó el país entre 1953 y 1964. Durante los últimos años emergió como una figura en la familia real a favor de asuntos humanitarios y un proceso de reformas. A principios de marzo surgieron informaciones sobre la detención de cuatro príncipes rivales de Bin Salmán, en lo que fue interpretado como una nueva purga de opositores al príncipe heredero tras la que ordenó en 2017.

Entre los detenidos en este caso se encuentran su tío y hermano del rey Salman, el príncipe Ahmed bin Abdulaziz; y el hijo de este último y primo de Bin Salman, Nayef bin Ahmed; también antiguo jefe de la Inteligencia Militar. Asimismo, figuran Mohamed bin Nayef, sobrino del rey, exministro de Interior y antiguo gran aspirante al trono; y Nauaf bin Nayef, hermano menor del príncipe Nayef; en una operación que podría haber afectado, pendiente de confirmación, a decenas de altos responsables del Gobierno.

Tras las detenciones comenzaron a extenderse los rumores de una posible enfermedad del rey Salman, de 84 años de edad, o su inminente abdicación, pero fuentes del Palacio Real aseguraron que el monarca saudí goza de buena salud. Desde el asesinato en el consulado saudí de Estambul del periodista Jamal Khashoggi, la regencia de Arabia Saudí está en el punto de mira de las críticas internacionales, que acusan a Bin Salmán de haber aprobado personalmente la operación para matar al periodista, un crítico del rey y el príncipe heredero. La monarquía saudita rechazó tajantemente estas acusaciones.